PEQUEÑAS
SEMILLITAS Año
20 - Número 6000 ~ Domingo 1 de Junio de 2025Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) ¡Alabado sea Jesucristo!
Por gracia de Dios hemos llegado hoy a la edición número 6.000 (seis mil)
de “Pequeñas Semillitas”, este sencillo boletín católico diario que inicié hace
veinte años, sin soñar siquiera la trascendencia que habría de alcanzar.
La razón de ser de esta página es difundir la buena nueva de Jesús al
mundo (el Evangelio) utilizando los modernos medios de comunicación que
disponemos en este nuevo milenio, pues, a partir de nuestro bautismo, todos
hemos sido hechos discípulos y misioneros por acción del Espíritu Santo. Y con
la ayuda de mis “inspiradores” Jesús, la Virgen de Lourdes, San José y San Juan
Pablo II, procuro llevar la alegría del Evangelio a la mayor cantidad posible
de lectores.
“Pequeñas Semillitas” llega cada día, desde el 11 de julio de 2006, por
correo electrónico a cientos de personas suscriptas gratuitamente, muchos de
los cuales, a su vez las reenvían a sus contactos, generando un gran efecto
multiplicador del mensaje de Jesús. También “Pequeñas Semillitas” tiene
presencia en las redes sociales más frecuentadas, pues se publica todos los
días en Facebook y en X (que antes se llamaba Twitter) y se envía a las
personas que se anotan gratis en nuestro canal de WhatsApp.
En este día agradezco a Dios por haberme llamado a esta misión de
apostolado sin tener en cuenta mis escasísimos méritos y mis condición de
pecador, a la vez que comprometo todo mi esfuerzo personal para que esta
siembra continúe sin término de tiempo y para mayor gloria suya.
Muchas gracias a todos por acompañarme.
Felipe.
La Palabra de Dios Lecturas del día- ASCENSIÓN DEL SEÑOR - ♡ Primera Lectura: Hechos 1,1-11
♡ Salmo: Sal 46
♡ Segunda Lectura: Heb 9,24-28; 10,19-23
♡ Santo Evangelio: Lc 24,46-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Así está escrito que
Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara
en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones,
empezando desde Jerusalén. Vosotros seréis testigos de estas cosas. Mirad, voy
a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en
la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto».
Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y
sucedió que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Ellos, después de postrarse ante Él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo, y
estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.
♡ Comentario:
Hoy, Ascensión del Señor,
recordamos nuevamente la “misión que” nos sigue confiada: «Vosotros seréis
testigos de estas cosas» (Lc 24,48). La Palabra de Dios sigue siendo actualidad
viva hoy: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo (...) y seréis mis testigos»
(Hch 1,8) hasta los confines del mundo. La Palabra de Dios es exigencia de
urgente actualidad: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la
creación» (Mc 16,15).
En esta Solemnidad resuena con fuerza esa invitación de nuestro Maestro,
que —revestido de nuestra humanidad— terminada su misión en este mundo, nos
deja para sentarse a la diestra del Padre y enviarnos la fuerza de lo alto, el
Espíritu Santo.
Pero yo no puedo sino preguntarme: —El Señor, ¿actúa a través de mí?
¿Cuáles son los signos que acompañan a mi testimonio? Algo me recuerda los
versos del poeta: «No puedes esperar hasta que Dios llegue a ti y te diga: ‘Yo
soy’. Un dios que declara su poder carece de sentido. Tienes que saber que Dios
sopla a través de ti desde el comienzo, y si tu pecho arde y nada denota,
entonces está Dios obrando en él».
Y éste debe ser nuestro signo: el fuego que arde dentro, el fuego que
—como en el profeta Jeremías— no se puede contener: la Palabra viva de Dios. Y
uno necesita decir: «¡Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de
alegría! Sube Dios entre aclamaciones, ¡salmodiad para nuestro Dios,
salmodiad!» (Sal 47,2.6-7).
Su reinado se está gestando en el corazón de los pueblos, en tu corazón,
como una semilla que está ya a punto para la vida. —Canta, danza, para tu
Señor. Y, si no sabes cómo hacerlo, pon la Palabra en tus labios hasta hacerla
bajar al corazón: —Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, dame espíritu de
sabiduría y revelación para conocerte. Ilumina los ojos de mi corazón para
comprender la esperanza a la que me llamas, la riqueza de gloria que me tienes
preparada y la grandeza de tu poder que has desplegado con la resurrección de
Cristo.
* P. Dom Josep ALEGRE Abad emérito de Santa Mª de Poblet (Tarragona,
España) © Textos de Evangeli.net
La Ascensión del Señor Hoy, Séptimo Domingo de
Pascua, la Iglesia universal celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor
Jesús al Reino de los Cielos.
Jesús corona su victoria
elevándose por entre las nubes cuarenta días después de haber resucitado. Deja,
pues, este mundo para volver al Padre.
Este acontecimiento –hay
que recordarlo siempre– no quiere decir que el Señor deja abandonados a
aquellos que lo han seguido. Todo lo contrario. Jesús vuelve al Padre, sí, pero
ha de enviar muy pronto al Espíritu Santo, el Paráclito, para que interceda por
los hombres y fortalezca a aquellos llamados a proclamar el Evangelio.
Para más información hacer clic acá.
(ACI Prensa)
Palabras de San Juan Pablo II «El "cielo" al que Jesús ascendió no es lejanía, sino
ocultamiento y custodia de una presencia que no nos abandona jamás, hasta que
él vuelva en la gloria. Mientras tanto, es la hora exigente del testimonio,
para que en el nombre de Cristo "se predique la conversión y el perdón de
los pecados a todos los pueblos»
Predicación del Evangelio: La trascendencia de la Ascensión El labriego, mientras derrocha esfuerzo y sudor, y desembolsa dinero en
semillas, abono, regadío y peonadas, en el transcurso de todo el año, tiene en
mente un claro objetivo y en el corazón el deseo y la esperanza de una
excelente cosecha. Ni más ni menos cabe decir de cualquier empresa que uno
tiene entre manos, así como de todos los proyectos individuales o colectivos.
En todos estos supuestos preside la costosa tarea un vivo deseo de llegar más
lejos, de conseguir plenamente el propósito, de sentirse recompensados y
enriquecidos.
Hoy celebramos la Ascensión del Señor, que es la fiesta de su
glorificación. Jesús ha conducido a buen término la empresa que le había sido
confiada: se ha hecho presente entre los hombres solidarizándose con la
historia humana y, al tiempo que anunciaba la Buena Nueva de la salvación,
cargó sobre sus hombros la enfermedad y el pecado de los hombres. Tanto en su
mensaje como en su vida ha quedado patente que la voluntad del Padre es la
salvación del mundo; y después de su muerte y resurrección quedó superada la
misma muerte y garantizada la resurrección para todos los que creen en él.
Se habían cumplido, por tanto, las condiciones para ser glorificado a la
derecha del Padre. Como cabeza de la nueva humanidad, él, el primero, es
glorificado, como primicia de la salvación de todo el cuerpo: en primer término
la comunidad de los creyentes, y potencialmente, toda la humanidad.
Mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos
se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban
siempre en el templo bendiciendo a Dios. Aquel pequeño grupo de incondicionales
había recibido el encargo de ser testigos suyos en todo el país de los judíos, en
Samaria y hasta los confines más lejanos de la tierra. Era una misión histórica
y trascendental que estaba muy por encima de las posibilidades humanas de los
elegidos; hecha posible, no obstante, con la fuerza del Espíritu Santo que
vendrá sobre ellos, dentro de pocos días.
Por el don del Espíritu, los apóstoles tienen una comprensión profunda,
porque les ha sido revelado el destino propio y el de todos los creyentes, ha
sido iluminada la mirada interior de su corazón para que conozcan las riquezas
de gloria que les tiene reservadas. Hermoso día también para nosotros,
hermanos, cuando recordamos que el Señor hizo sentar en la gloria la débil
naturaleza humana de Jesús, que es también nuestra naturaleza. Nada hay más
halagüeño para el hombre que ver al Hombre-Jesús sentado a la derecha del
Padre: La glorificación de la Cabeza es la esperanza de todo el cuerpo.
Y, mientras contemplamos la glorificación de Jesús con gran gozo y
esperanza, entendemos que no concuerda con la Cabeza glorificada un cuerpo
sumergido en las preocupaciones terrenales. Los verdaderos seguidores de Jesús
aprenden a dar importancia relativa a las cosas de este mundo que pasa, de
manera que, mientras se ocupan de todo con diligencia, no dejan que su corazón
se encadene a nada; amándolo todo y a todos, se sienten libres de todo y de
todos, como quienes se dirigen a un destino celestial y eterno. Nos corresponde
vivir con plenitud la vida presente, pero como de camino y provisionalmente,
para alcanzar un día las cosas celestiales, donde está nuestra patria
definitiva, junto a Jesús, que está sentado a la derecha del Padre.
(Mos. Enric Prat – Imagen Parroquia
San Francisco Solano)
Nuevo vídeo y artículo Hay un nuevo vídeo
subido al blogde "Pequeñas Semillitas" en internetreferido al Evangelio de
este Domingo.Para verlo tienes que ir
al final de esta página: Hay nuevo material
publicado en el blog"Juan Pablo II inolvidable"sobre el tema: La
Ascensión del Señor Puedes acceder en la
dirección: Agradecimientos Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para
tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí
los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la
cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las
gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
💕 Desde Córdoba, Argentina, la
familia de Marcos B., operado de un tobillo hace unos días, agradece a
Dios y a todas las personas que rezaron por el éxito de esa cirugía. Vendrá
ahora un período de rehabilitación para el cual también rezamos.
💕 Desde Buenos Aires, Claudia Cecilia B., agradece a Dios que
hace 41 años le regaló la llegada de su hijo Mario Andrés, a la vez que
pide que Dios lo ilumine con la Fe y le dé mucha salud para que siga
trabajando.
💕 Desde Córdoba, Argentina, el autor de esta página (Felipe) agradece a Dios y a la Virgen de Lourdes por estar mejor de salud y poder reiniciar hoy las publicaciones que estuvieron suspendidas por un par de días. Todavía falta mejor más...
Oremos: Bendito seas,
Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e
infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que
se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes
y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
Meditación dominical del P. Santiago
Martín La celebración litúrgica de la Ascensión del Señor a los cielos nos
plantea, cada año, la ocasión para recordar que hemos llegado a la mayoría de
edad. Jesús pasó por el mundo haciendo el bien. Hizo su parte y la hizo
perfectamente. Pero Él ni puede ni quiere hacerlo todo a base de milagros
suyos. Desea que nosotros colaboremos con Él en la construcción del Reino de
paz y de justicia que Él vino a instaurar. De alguna manera, nos necesita.
Necesita que seamos “testigos de su amor”, testigos suyos en medio del mundo.
Necesita que nos comportemos como adultos y que seamos su prolongación viva en
la tierra para llevar adelante su obra. Sentirnos así, intentar vivir así, como
testigos suyos, es el objetivo de la “palabra de vida” de esta semana.
Para hacerlo, tendremos que preguntarnos ante cada circunstancia: ¿cómo
haría Cristo? ¿Qué debo hacer para no dejar en mal lugar su nombre, pues todos
saben que soy cristiano?
Habrá momentos en que tendremos que callar y contener nuestro carácter,
nuestras ganas de gritar. En otras ocasiones, por el contrario, deberemos
hablar para no ocultar nuestra fe o para defender a los que están siendo
oprimidos. A veces tendremos que dejar actividades, incluso apostólicas, para
ocuparnos más de nuestra familia, mientras que en otras tendremos que asumir
responsabilidades al servicio del prójimo o de la Iglesia. Pero siempre,
siempre, tendremos que amar, de tal modo que, al vernos, los que nos rodean
digan: “Ahí va un cristiano, un ‘Cristo vivo’, un verdadero seguidor de
Cristo”.
Propósito: Plantearme en cada ocasión qué haría Cristo si estuviera en mi
lugar y obrar de tal modo que deje bien alto el nombre de Cristo, el nombre de
“cristiano”.
Un año con María Junio 1: Honrar padre y madre
En Efesios 6,2, San Pablo nos recuerda la
importancia del cuarto mandamiento, pero además dice que es el primer
mandamiento que incluye una promesa.
Promete:
1) Que te vaya bien.
2) Sea de larga vida.
Es hermoso imaginar a Jesús cuidando de su Madre y
de su Padre. Tienes que cumplir este mandamiento porque tu padre y madre tarde
o temprano te necesitan como vos los necesitaste a ellos.
María es tu Madre. Hoy ofrécele un regalo o un gesto
de tu cariño.
(PADRE LUIS ZAZANO)
FELIPE -Jardinero de Dios-(el más pequeñito de todos) PÁGINAS DE FELIPE DE URCA: ”PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”♡FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”♡FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡Canal de WHATSAPP de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡”X” (ex TWITTER) de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
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Un año con María
FELIPE
Su marcha no es lejanía, es ocultamiento y custodia. Camina a nuestro lado. Gracias por estar Felipe y por las palabras de nuestro Juan Pablo II, las necesitaba.
ResponderEliminarJosé Luis Sevillano Sánchez - Salamanca- España