domingo, 26 de mayo de 2024

Pequeñas Semillitas 5646

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5646 ~ Domingo 26 de Mayo de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Cada día iniciamos la celebración eucarística con el mismo saludo con que Pablo se despedía de su comunidad de Corinto: “La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros”. Este saludo es, a la vez, una admirable profesión de fe en el misterio trinitario. Toda nuestra vida espiritual (cuando entramos a la Iglesia; al salir de casa; al concluir o iniciar la Liturgia; cuando el futbolista sale al campo de fútbol; los sacramentos, etc.) gira en torno a la Santísima Trinidad.
La Trinidad es la gran familia que vive en el corazón de Dios. Ojalá que nosotros, llamándola tantas veces como lo hacemos: ¡En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!, nos sintiésemos también tocados para vivir como “UNO” en el amor, en la caridad, en la esperanza, en la fe, en el compromiso y en la fidelidad a la Iglesia.
Del fondo del corazón nace el deseo de proclamar que Dios es personal, que se puede hablar con Él, porque sin la vida de Dios, la existencia no tiene sentido. Hoy es un día para hacer actos de fe, de esperanza y de amor. No basta saberlo, hay que decirlo: Creo, espero y amo a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo. Creo en la Santísima Trinidad, único Dios verdadero, fuente de verdad y de amor, único fin de mi existencia.
Más información sobre esta fiesta haciendo clic acá.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Dt 4, 32-34. 39-40
 
Salmo: Sal 32, 4-5. 6 y 9. 18-19. 20 y 22
 
Segunda Lectura: Rom 8, 14-17
 
Santo Evangelio: Mt 28,16-20
En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».
 
Comentario:
Hoy, la liturgia nos invita a adorar a la Trinidad Santísima, nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un solo Dios en tres Personas, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Por la gracia del Bautismo estamos llamados a tener parte en la vida de la Santísima Trinidad aquí abajo, en la oscuridad de la fe, y, después de la muerte, en la vida eterna. Por el Sacramento del Bautismo hemos sido hechos partícipes de la vida divina, llegando a ser hijos del Padre Dios, hermanos en Cristo y templos del Espíritu Santo. En el Bautismo ha comenzado nuestra vida cristiana, recibiendo la vocación a la santidad. El Bautismo nos hace pertenecer a Aquel que es por excelencia el Santo, el «tres veces santo» (cf. Is 6,3).
El don de la santidad recibido en el Bautismo pide la fidelidad a una tarea de conversión evangélica que ha de dirigir siempre toda la vida de los hijos de Dios: «Ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1Tes 4,3). Es un compromiso que afecta a todos los bautizados. «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, n. 40).
Si nuestro Bautismo fue una verdadera entrada en la santidad de Dios, no podemos contentarnos con una vida cristiana mediocre, rutinaria y superficial. Estamos llamados a la perfección en el amor, ya que el Bautismo nos ha introducido en la vida y en la intimidad del amor de Dios.
Con profundo agradecimiento por el designio benévolo de nuestro Dios, que nos ha llamado a participar en su vida de amor, adorémosle y alabémosle hoy y siempre. «Bendito sea Dios Padre, y su único Hijo, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros» (Antífona de entrada de la misa).
* Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)
 
San Felipe Neri
Apóstol de Roma
Sabido es que los domingos no se contempla el Santoral, porque es el día dedicado al Señor. Además hoy es la Fiesta de la Santísima Trinidad.
No obstante quiero hacer una mención a San Felipe Neri, un santo por el que siento una particular devoción.
Para conocer más sobre la vida de este sacerdote, fundador y llamado “apóstol de Roma” hacer clic acá.
 
Palabras del Papa Francisco
«Una persona que ama a los demás por la alegría misma de amar, es reflejo de la Trinidad. Una familia en la que se ama y se ayudan unos a otros, es un reflejo de la Trinidad. Una parroquia en la que se quiere y se comparten los bienes espirituales y materiales, es un reflejo de la Trinidad»
 
Predicación del Evangelio:
Lo esencial del Credo
A lo largo de los siglos, los teólogos cristianos han elaborado profundos estudios sobre la Trinidad. Sin embargo, bastantes cristianos de nuestros días no logran captar qué tienen que ver con su vida esas admirables doctrinas.
 
Al parecer, hoy necesitamos oír hablar de Dios con palabras humildes y sencillas, que toquen nuestro pobre corazón, confuso y desalentado, y reconforten nuestra fe vacilante. Necesitamos, tal vez, recuperar lo esencial de nuestro Credo para aprender a vivirlo con alegría nueva.
 
«Creo en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra». No estamos solos ante nuestros problemas y conflictos. No vivimos olvidados. Dios es nuestro «Padre» querido. Así lo llamaba Jesús y así lo llamamos nosotros. Él es el origen y la meta de nuestra vida. Nos ha creado a todos solo por amor, y nos espera a todos con corazón de Padre al final de nuestra peregrinación por este mundo. Su nombre es hoy olvidado y negado por muchos. Las nuevas generaciones se van alejando de él, y los creyentes no sabemos contagiarles nuestra fe, pero Dios nos sigue mirando a todos con amor. Aunque vivamos llenos de dudas, no hemos de perder la fe en este Dios, Creador y Padre, pues habríamos perdido nuestra última esperanza.
 
«Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor». Es el gran regalo que Dios ha hecho al mundo. Él nos ha contado cómo es el Padre. Para nosotros, Jesús nunca será un hombre más. Mirándolo a él vemos al Padre: en sus gestos captamos su ternura y comprensión. En él podemos sentir a Dios humano, cercano, amigo. Este Jesús, el Hijo amado de Dios, nos ha animado a construir una vida más fraterna y dichosa para todos. Es lo que más quiere el Padre. Nos ha indicado, además, el camino a seguir: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo». Si olvidamos a Jesús, ¿Quién ocupará su vacío?, ¿Quién nos podrá ofrecer su luz y su esperanza?
 
«Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida». Este misterio de Dios no es algo lejano. Está presente en el fondo de cada uno de nosotros. Lo podemos captar como Espíritu que alienta nuestras vidas, como Amor que nos lleva hacia los que sufren. Este Espíritu es lo mejor que hay dentro de nosotros.
 
Es una gracia grande caminar por la vida bautizados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. No lo hemos de olvidar.
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(P.  José Antonio Pagola  - Imagen de Misioneros Digitales Catòlicos )
 
Mensaje de María Reina de la Paz
 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de mayo de 2024
 
“¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia los invito a la oración con el corazón. Hijitos, formen grupos de oración en los que se exhortarán unos a otros al bien y crecerán en la alegría. Hijitos, aún están lejos. Por eso, continúen convirtiéndose y elijan el camino de la santidad y de la esperanza para que Dios les dé paz en abundancia. Gracias por haber respondido a mi llamado".
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: A la Santísima Trinidad
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, nuestra colaboradora y amiga María del Pilar (Pili) agradece a Dios, a la Virgen de Lourdes y a todos los que rezaron por ella que hace unos días fue sometida a una cirugía con todo éxito. Nos sumamos a la plegaria de acción de gracias.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, Graciela H. expresa su agradecimiento a Dios y a los que oraron por su esposo Jorge P. Jesús y la Virgen obraron sobre él, el resultado de la biopsia salió perfecto. Damos gracias a Dios.
 
💕 Desde Bogotá, Colombia, agradecen a Dios y a todos los que oraron por la cuarta cirugía de columna vertebral del joven Jefferson Samir G. F., que de acuerdo a lo expresado por los médicos ha sido un éxito. Continuamos rezando por su posoperatorio siempre de la mano del Señor.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
El dogma de la Santísima Trinidad nos enseña una verdad que conocemos porque nos ha sido revelada por Jesús, pues sin su ayuda jamás habríamos podido acceder a ella. Nos habla de la intimidad de Dios: Hay una sola naturaleza divina, un solo Dios, pero existen tres personas distintas –Padre, Hijo y Espíritu– iguales en dignidad y que participan de esa única naturaleza.
Además, el dogma de la Trinidad nos recuerda cómo es la vida que se lleva en el Cielo. Las tres divinas personas son una, en el sentido de que participan de la común naturaleza. A la vez, son diferentes, pues cada una es ella misma, persona distinta a las otras dos. Es un misterio, ciertamente, pero un misterio enriquecedor porque nos enseña cómo tenemos que intentar vivir en la tierra: respetando las diferencias que existen en los demás –las que no son nocivas, por supuesto– y a la vez buscando la unidad, buscando la caridad y el amor recíproco.
Por lo tanto, a imitación de la Santísima Trinidad, déjale al otro que sea él mismo, no intentes que sea una copia tuya. Respétale en aquello que tiene legítimo derecho a ser o a hacer, aunque no sea lo que tú harías, porque él no tiene por qué ser como tú, pensar como tú o vivir como tú. Además, el hecho de que sea diferente a ti es bueno para ti, pues te enriquece, te complementa. Sin embargo, este respeto a las legítimas diferencias hay que compensarlo con una búsqueda intensa y sincera de la unidad. (Padre Santiago Martín)
🌸
Los bautizados somos enviados a la misión. Esta no es ajena al ser cristiano.
La liturgia de la Palabra nos muestra las exigencias necesarias para dar testimonio como discípulos de Jesús. Exige una misión profética, como la de Amós, que “siendo pastor y cultivador de sicómoros”, es enviado a profetizar, porque sin importar la profesión, Dios pide anunciar buenas noticias y denunciar los pecados sociales del pueblo.
San Pablo muestra, en la larga introducción a la Carta a los Efesios, la vocación de ser hijos adoptivos, que exige vivir la santidad y ser creadores de unidad. Por eso pedimos con el salmista: “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación”.
El mismo Señor, al enviar a los discípulos, constituye la Iglesia, a la que le exige que sea “en salida”, Iglesia pobre y abierta al encuentro con todos.
Nadie debe sentirse excluido de ser discípulo misionero, testigo del Evangelio.
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
26 de mayo
En estos tiempos tan tristes, en los que tantas almas apostatan de Dios, no consigo persuadirme de que se puede vivir la vida verdadera sin el alimento de los fuertes. En estos tiempos en que estamos rodeados continuamente por gente que tiene en el corazón el odio a Dios y la blasfemia siempre en los labios, el medio seguro para mantenernos lejos del contagio hediondo que nos rodea es el de fortalecernos con el alimento eucarístico.
Ahora bien, mantenerse sin culpa y progresar en la vida de la perfección no podrá alcanzarlo quien vive por largos meses sin saciarse de las inmaculadas carnes del Cordero divino. Yo no sé qué piensan los demás sobre este punto; para mí, dadas las particulares circunstancias en las que vivimos, es siempre ilusorio querer convencerse de que avanza hacia la perfección el que se limita a comulgar una o dos veces al año.
(19 de mayo de 1914, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 87)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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