domingo, 9 de mayo de 2021

Pequeñas Semillitas 4664

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4664 ~ Domingo 9 de Mayo de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Las palabras de Jesús –declaración de amor a sus amigos– debieron dejarles impresionados. Dios nos ama, esta es la premisa mayor de todo el mensaje cristiano.
Pero el amor es un regalo que si no es aceptado, si no es recíproco, no llega a su perfección. El amor es una cuestión entre dos. Por parte de Dios está la mano tendida, el corazón dispuesto. Sólo se necesita demostrarle nuestro amor: hacer lo que Él nos manda, permanecer en su amor. Obras son amores, y no buenas razones. El amor hay que demostrarlo con los hechos. Las obras que Él espera están al alcance de nuestra mano: cumplir los Mandamientos. Ante esa declaración de amor de Jesús, hemos de responder con generosidad, sin decirle nunca que no, sin responder que sí a medias. En la medida de nuestra correspondencia, en la medida de nuestro amor a Dios seremos felices, nuestra alegría será más plena. ¡Qué bien nos conoce Dios!
En estos días de alegría de la Pascua, la Iglesia nos recuerda el mandamiento del Señor. Sus mandatos no son pesados. Cuando hay amor uno no se fija en lo que cuesta, ni siquiera en el sacrifico del martirio. Jesús dio su vida por nosotros, nosotros hemos de dar la nuestra cada día, gastándola en el afán de demostrarle nuestro cariño.
 
¡Buenos días María!
Cuando somos pequeños, nos gusta ser amigos de alguien mayor para que nos defienda de nuestros enemigos o de los que nos quieren pelear. Pues bien, nosotros ahora, en este mundo en que vivimos, tenemos muchos enemigos, los demonios y los hombres malvados que quieren hacernos daño. Busquemos entonces a alguien que nos defienda. Busquemos entonces a María, que es la Defensora de los perseguidos y confiémosle nuestra vida para que Ella disponga todo según su beneplácito y nos defienda del enemigo infernal. ¡Qué felices caminaremos por este mundo de la mano de María! ya no tendremos que tener miedo a nada ni a nadie, ni siquiera al Juicio de Dios, porque esta Dulce Doncella nos protegerá del justo castigo que merecemos por nuestros pecados. Así que vayamos lo más rápidamente posible y escondámonos bajo el manto de María, que allí está nuestro refugio seguro en este mundo. Recemos mucho el Rosario para que María nos defienda más eficazmente.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hechos 10,25-26.34-36.44-48
 
Salmo: Sal 98 (97) 1.2-3ab.3cd-4
 
Segunda Lectura: 1 Juan 4,7-10
 
SANTO EVANGELIO: Juan 15,9-17
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.
»Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros».
 
Comentario:
Hoy celebramos el último domingo antes de las solemnidades de la Ascensión y Pentecostés, que cierran la Pascua. Si a lo largo de estos domingos Jesús resucitado se nos ha manifestado como el Buen Pastor y la vid a quien hay que estar unido como los sarmientos, hoy nos abre de par en par su Corazón.
Naturalmente, en su Corazón sólo encontramos amor. Aquello que constituye el misterio más profundo de Dios es que es Amor. Todo lo que ha hecho desde la creación hasta la redención es por amor. Todo lo que espera de nosotros como respuesta a su acción es amor. Por esto, sus palabras resuenan hoy: «Permaneced en mi amor» (Jn 15,9). El amor pide reciprocidad, es como un diálogo que nos hace corresponder con un amor creciente a su amor primero.
Un fruto del amor es la alegría: «Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros» (Jn 15,11). Si nuestra vida no refleja la alegría de creer, si nos dejamos ahogar por las contrariedades sin ver que el Señor también está ahí presente y nos consuela, es porque no hemos conocido suficientemente a Jesús.
Dios siempre tiene la iniciativa. Nos lo dice expresamente al afirmar que «yo os he elegido» (Jn 15,16). Nosotros sentimos la tentación de pensar que hemos escogido, pero no hemos hecho nada más que responder a una llamada. Nos ha escogido gratuitamente para ser amigos: «No os llamo ya siervos (...); a vosotros os he llamado amigos» (Jn 15,15).
En los comienzos, Dios habla con Adán como un amigo habla con su amigo. Cristo, nuevo Adán, nos ha recuperado no solamente la amistad de antes, sino la intimidad con Dios, ya que Dios es Amor.
Todo se resume en esta palabra: “amar”. Nos lo recuerda san Agustín: «El Maestro bueno nos recomienda tan frecuentemente la caridad como el único mandamiento posible. Sin la caridad todas las otras buenas cualidades no sirven de nada. La caridad, en efecto, conduce al hombre necesariamente a todas las otras virtudes que lo hacen bueno».
* Rev. D. Francesc CATARINEU i Vilageliu (Sabadell, Barcelona, España)
 
Palabras del Papa Francisco
“Solo la mística simple del mandamiento del amor, constante, humilde y sin pretensiones de vanidad pero con firmeza en sus convicciones y en su entrega a los demás, podrá salvarnos”
 
Predicación del Evangelio:
Amar al estilo de Jesús
En el sexto domingo de la Pascua, me viene a la memoria aquella anécdota de un labrador que, llevando a su hijo al campo, le enseñaba a plantar. Su hijo le preguntaba: ¿cómo lo tengo que hacer padre? Y, el padre, le respondía: ¡Excava más hondo! Cuanto más hondo el agujero, más posibilidades tendrá la planta de sobrevivir.
 
El evangelio de hoy, siguiendo las ideas del domingo pasado, nos invita a seguir bebiendo en esa fuente de vida y de amor que es Dios, a través de Jesús.
 
No hay mayor hazaña que la de entregarse olvidándose de uno mismo; el dar sin esperar nada a cambio; el ganar, aunque aparentemente ante el mundo estés perdiendo. ¿Dónde reside esta forma tan rara y tan extraña de amar perdiendo? Ni más ni menos que en Dios.
 
El Dios que se rebajó en Belén, el Dios que se rebajó en la tarde de Jueves Santo, el Dios que se humilló con brazos abiertos en la cruz, nos enseña que ese camino es el más privilegiado y el más idóneo para descubrir la verdad o la mentira de nuestra amistad con Él; la grandeza o la pobreza de nuestra fe; el vasallaje a Dios o nuestro sometimiento al mundo que ensalza, no el amor gratuito, sino “tanto das, tanto recibes”.
 
Hay amores eventuales. Amores que pasan. Amores que fracasan. Porque, cuando no son agradecidos, se cansan. El amor que predica Jesús, y que nosotros sostenemos con el paso del tiempo, es un amor que nunca se aburre. O por lo menos, cuando surgen tropiezos, se plantea de nuevo el levantarse para entregarse de nuevo aún a riesgo de perder de nuevo.
 
El amor cristiano, que es distintivo de los seguidores de Jesús, nos hace ver a las personas como hermanos. O dándole la vuelta a la frase, porque nos vemos como hermanos, somos capaces de entregarnos los unos a los otros.
 
Impresiona la Carta de Juan. ¡Qué cerca tuvo que sentir el amor de Dios para decirnos “amaos”!
 
Las gafas que los cristianos tendríamos que comprar en la óptica, son precisamente las de ver al prójimo con amor, de juzgarlo con amor, de quererlo con amor y de ayudarle a levantar con amor. Sólo así, al Dios del cielo, lo podremos intuir verdaderamente en la tierra.
 
¿Queréis saber la calidad de vida cristiana de aquel hermano? Pregúntale cuánto ama; si ama a todos; si ama a todas horas.
 
¿Queréis saber el grado de amistad de Dios de aquel cristiano? Preguntadle cómo anda con los que le rodean; en el trabajo; en el instituto; en las relaciones personales.
 
Jesús se va al cielo pero, detrás de sí, nos deja a nosotros. Para que sigamos profundizando en todo lo que ha dicho y ha realizado. Para que, en el amor, entremos en comunión con Él y con el resto de los hermanos.
(P. Javier Leoz)
 
De los envíos del P. Natalio
Enfrentando la tormenta
La tormenta es un buen símbolo para nuestras crisis, angustias, pérdidas, fracasos. En fin para todo lo que se presenta como algo doloroso, funesto e indeseable en tu vida. Pero son inevitables. Lo bueno es encontrar en todas ellas el lado positivo, porque muy expresivamente escribió Luis Veuillot “hay bendiciones de Dios que entran en casa rompiendo los cristales”.
 
Existen tormentas que no tienen la costumbre de avisar cuando llegan a nuestras vidas, simplemente llegan y se plantan a las puertas de nuestro corazón para quitarnos la paz, la alegría, la felicidad. Vienen en forma de enfermedad, de crisis económicas, de crisis familiares, de muerte de seres queridos, de tentaciones oscuras, etc. Dios permite esas visitas de las tormentas porque sabe que por medio de ella tú y yo podemos crecer de gloria en gloria. Si logramos resistir y confiar en medio de la tormenta, saldremos transformados por el poder de Dios y podremos darle gracias por permitir la visita de la maestra tormenta.
 
Los párrafos anteriores son de Sebastián Escudero, que escribió un excelente libro sobre este tema, desde su experiencia y con la Biblia ante los ojos. Es profesor de Teología en el Instituto Católico Superior de Córdoba. Es también docente de Formación Cristiana en nuestra ciudad. “Enfrentando la tormenta”, es el título de este valioso libro. Te lo aconsejo.
* Padre Natalio
 
Poesía
Hoy quiero...
Hoy quiero obsequiarte
un ramillete de ilusiones, para que
cuando tu corazón se sienta abatido,
logres despertar tus sueños dormidos.
 
Hoy quiero obsequiarte
un ramillete de abrazos, para que
cuando te sientas a punto de caer,
miles de brazos contengan tu padecer.
 
Hoy quiero obsequiarte
un ramillete de sonrisas, para que
cuanto tu alma sucumba a la desesperanza,
buenos amitos te brinden confianza.
 
Hoy quiero obsequiarte
mi cariño sincero, para que
siempre recuerdes que soy tu amigo
y sepas que cuentas conmigo.
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La práctica del Rosario remonta al Siglo XI, época en la que los religiosos analfabetas recitaban el Pater y el Avemaría en lugar del oficio. Estos monjes que no podían leer recitaban 150 Avemarías, en referencia a los 150 salmos; era el Salterio de María.
El dominicano Alain de la Roche propagará el rezo del Rosario en el siglo XV. El Rosario de los católicos compuesto de cuentas agrupadas en cinco decenas es el objeto que sirve para rezar el Rosario que comprende los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos.
La palabra “rosario” viene desde la época medieval del amor cortés. “Rosarium” quiere decir campo de rosas, esta palabra designaba la colección de poemas que un caballero dedicaba a su dama. Saludar a María con el Avemaría es regalarle rosas, meditando con ella el Evangelio
El Papa Francisco está muy ligado al Rosario. Su secretario explicaba en Radio Vaticano el 10 de marzo de 2014 que “El Papa no pierde un minuto, trabaja infatigablemente. Cuando siente la necesidad de una pequeña pausa, se sienta y reza el Rosario. Reza tres diariamente, y dice: “me ayuda a relajarme”.
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
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Año de San José
 
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Mayo 9
Creador del universo. Tú que entregaste al mundo la obra de tus manos, haz que los trabajadores puedan disfrutar de una manera digna del fruto de sus trabajos; y Tú que eres la fuente de toda justicia y que deseas que todos tengamos lo que corresponde a cada uno, por intercesión de san José, ayúdanos a ser justos y equitativos. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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