jueves, 20 de octubre de 2022

Pequeñas Semillitas 5130

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5130 ~ Jueves 20 de Octubre de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Un amigo es alguien muy especial en la vida. Cuando lo encuentras, sientes que tu alegría se multiplica y que tus angustias se diluyen.
La lealtad del amigo es un estímulo para crecer en seguridad. El amigo respeta tu dolor y comprende tu silencio. Tu amigo te acompaña cuando todos se retiran. Con tu amigo la comunicación se hace intimidad espiritual, empatía armónica y plena razón de vivir. Con razón la Biblia dice que  "quien encuentra un amigo verdadero, halla un tesoro".
(Tiberio López)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Ef 3,14-21
 
Salmo: Sal 32,1-2.4-5.11-12.18-19
 
Santo Evangelio: Lc 12,49-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo! Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división. En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra».
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio nos presenta a Jesús como una persona de grandes deseos: «He venido a prender fuego en el mundo, ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!» (Lc 12,49). Jesús ya querría ver el mundo arder en caridad y virtud. ¡Ahí es nada! Tiene que pasar por la prueba de un bautismo, es decir, de la cruz, y ya querría haberla pasado. ¡Naturalmente! Jesús tiene planes, y tiene prisa por verlos realizados. Podríamos decir que es presa de una santa impaciencia. Nosotros también tenemos ideas y proyectos, y los querríamos ver realizados enseguida. El tiempo nos estorba. «¡Qué angustia hasta que se cumpla!» (Lc 12,50), dijo Jesús.
Es la tensión de la vida, la inquietud experimentada por las personas que tienen grandes proyectos. Por otra parte, quien no tenga deseos es un apocado, un muerto, un freno. Y, además, es un triste, un amargado que acostumbra a desahogarse criticando a los que trabajan. Son las personas con deseos las que se mueven y originan movimiento a su alrededor, las que avanzan y hacen avanzar.
¡Ten grandes deseos! ¡Apunta bien alto! Busca la perfección personal, la de tu familia, la de tu trabajo, la de tus obras, la de los encargos que te confíen. Los santos han aspirado a lo máximo. No se asustaron ante el esfuerzo y la tensión. Se movieron. ¡Muévete tú también! Recuerda las palabras de san Agustín: «Si dices basta, estás perdido. Añade siempre, camina siempre, avanza siempre; no te pares en el camino, no retrocedas, no te desvíes. Se para el que no avanza; retrocede el que vuelve a pensar en el punto de salida, se desvía el que apostata. Es mejor el cojo que anda por el camino que el que corre fuera del camino». Y añade: «Examínate y no te contentes con lo que eres si quieres llegar a lo que no eres. Porque en el instante que te complazcas contigo mismo, te habrás parado». ¿Te mueves o estás parado? Pide ayuda a la Santísima Virgen, Madre de Esperanza.
* Rev. D. Joan MARQUÉS i Suriñach (Vilamarí, Girona, España)
 
Santoral Católico:
San Pedro de Alcántara
Presbítero y Penitente
Nació en Alcántara, provincia de Cáceres en España, el año 1499. Después de estudiar en Salamanca filosofía y derecho, ingresó en la Orden franciscana y se ordenó de sacerdote. Ocupó en la Orden diversos cargos. Austero consigo mismo, extremaba su dulzura con los demás. Llevado por el celo de las almas, se dedicó a la predicación con gran fruto. En 1554 obtuvo de la Santa Sede permiso para iniciar una observancia más fiel a la Regla de San Francisco. Se le agregaron otros hermanos, a quienes formó en la vida de penitencia y austeridad, en intensa oración y en la guarda estricta de la pobreza, y así se formó la Reforma Alcantarina, que tantos frutos de santidad daría a la Iglesia. Además, con sus consejos prestó ayuda a santa Teresa de Jesús para la reforma del Carmelo. Escribió obras en que expuso su propia experiencia ascética y contemplativa, fundada sobre todo en la devoción a la pasión de Cristo. Murió en Arenas de San Pedro (Ávila) el 18 de octubre de 1562. [Dependiendo de las fuentes consultadas su memoria litúrgica figura tanto el día 19 como el 20 de octubre)
Oración: Señor y Dios nuestro, que hiciste resplandecer a san Pedro de Alcántara por su admirable penitencia y su altísima contemplación, concédenos, por sus méritos, que, caminando en austeridad de vida, alcancemos más fácilmente los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
“Todo poder amplia y prolongadamente ejercido, degenera en castas. Con las castas, vienen los intereses, las altas posiciones, los miedos a perderlas, las intrigas para sostenerlas.”
(José Martí)
 
Tema del día:
Los diez ruegos del Papa
El papa Francisco publica su último libro: «Os ruego en nombre de Dios», diez pedidos a la humanidad por un futuro de esperanza.
«Os ruego en nombre de Dios. Por un futuro de esperanza», es el título del último libro del papa Francisco editado por el periodista argentino Hernán Reyes Alcaide, con motivo de sus 10 años de pontificado, a cumplirse en marzo de 2023.
El texto es un decálogo piadoso, contemplativo, orante que apunta a través de diez peticiones a dar esperanza cierta a la humanidad. A continuación, diez ruegos encarecidos del Papa «en nombre de Dios» para que la humanidad recupere la esperanza.
 
1. «En nombre de Dios pido que se frene la locura de la guerra»
En esta petición, muestra su máxima preocupación ante lo que denomina la tercera guerra mundial en pedazos a la que la sociedad está asistiendo, pedazos «que amenazan con hacerse cada vez más grandes hasta tomar la forma de un conflicto global».
Todo su rechazo porque una guerra no está justificada y jamás resuelve los problemas que pretende superar. Ante la guerra de Ucrania y otras guerras, pide diálogo, negociación, escucha, habilidad y creatividad diplomática, y una política con visión de futuro capaz de construir un sistema de convivencia que no se base en el poder de las armas.
Citando al reverendo Martin Luther King, dijo: «ya no se trata de una elección entre violencia o no violencia, sino entre no violencia o no existencia». «Está en nosotros elegir», sostiene Francisco.
 
2. «En nombre de Dios pido que se erradique en la iglesia la cultura de los abusos»
Llamando en el primer capítulo a «desarraigar de la Iglesia la cultura del abuso», el jefe de la Iglesia católica pide perdón, reconociendo que «hemos pecado gravemente».
Cualquier reparación del mal cometido en el seno de la Iglesia «nunca será suficiente» ante lo «poco que hemos hecho en el pasado», admite, profesando que un solo caso de abuso «ya es en sí mismo una realidad monstruosa, un crimen atroz».
Uno de los «errores más graves» fue no tener en cuenta los relatos de las víctimas, según el Pontífice, que ahora pide que no se desestimen las denuncias anónimas y que se destituya a los obispos negligentes.
El pontífice también defiende la presunción de inocencia mientras la justicia no haya dictado sentencia.
 
3. «En nombre de Dios pido que protejamos la casa común»
Otra súplica del autor de Laudato Si’: la protección del medio ambiente; porque «no hay planeta B», dice.
Criticó la «gula de recursos naturales», pero también la tendencia a «perderse en el parloteo» o los grandes discursos a nivel internacional, y repitió que «el momento de actuar es hoy, no mañana».
«Habrá que dar el paso de introducir en el Catecismo el pecado contra la ecología», dijo el Pontífice. Insta a los gobiernos a adoptar medidas para limitar el aumento de la temperatura media del planeta; y alaba la creatividad y la capacidad de recuperación de los jóvenes, que «ni sus abuelos, ni mi generación, ni sus padres» tenían.
 
4. «En nombre de Dios pido una comunicación que combata las ‘fake news’ y evite los discursos de odio»
Las nuevas fronteras misioneras de las que habla el Evangelio son «hoy digitales», escribe el Papa, que anima a la presencia de la Iglesia en el mundo digital; sin por ello «sustituir nuestra misa por una transmisión en directo de ‘Tiktok’ o hacer ‘memes’ de nuestros mártires para difundirlos en la red». Los gustos «no pueden sustituir el contacto humano», dice en el tercer capítulo.
En nombre de Dios, el Papa pide «una comunicación que combata las ‘fake news’ y evite el discurso del odio». Señala con el dedo a los «trolls» anónimos de Internet, usuarios «fantasmas» que trabajan para influir y manipular la opinión.
Defensor del «derecho al cambio, a la reparación y a la conversión», se opone al «pensamiento único» que quiere negar o reescribir la historia, pretendiendo «juzgar los errores del pasado con el diario del lunes en mano».
 
5. «En nombre de Dios pido una política que trabaje por el bien común»
El papa Francisco se dirige a los políticos. Si no son «superhombres», se les invita a no caer en la corrupción. El Papa va más allá, sugiriendo que si bien «no es ilegal que un ser humano se sienta atraído por el dinero, por los viajes en primera clase», un político debe sin embargo vivir con «sobriedad» y «austeridad».
 
6. «En nombre de Dios pido que se abran las puertas a los migrantes y refugiados»
«Nunca os he olvidado», dice el Papa a los migrantes y refugiados en un capítulo dedicado. Cree que la «conciencia» de los países desarrollados «debería sopesar cada vida perdida de un hermano, de una hermana que cruza el desierto, el océano».
 
7. «En nombre de Dios pido que se promueva y anime la participación de las mujeres en la sociedad»
El Papa espera que el crecimiento profesional y la maternidad no sean «proyectos incompatibles» para una mujer. Recuerda a «todas las mujeres asesinadas por el simple hecho de ser mujeres» o consideradas «ciudadanas de segunda clase». «Nuestro mundo necesita más mujeres líderes», dijo el Papa.
 
8. «En nombre de Dios pido que se permita y fomente el crecimiento de los países pobres»
En un sistema económico «enfermo» e «insostenible», que «mata y excluye», el pontífice desmonta la teoría del goteo de las ganancias de los más ricos; del que los más pobres deben esperar «gotas» de caridad. «¿Qué nos ha pasado, como humanidad, para no empezar cada día preguntándonos cómo incluir, alimentar, cuidar y vestir a los más pequeños de la sociedad, en lugar de excluirlos?»
 
9. «En nombre de Dios pido que se universalice el acceso a la salud»
Dedicando un capítulo al «derecho a la salud para todos», el Papa defiende decididamente las vacunas contra el coronavirus; que según él deben considerarse como «un bien común de la humanidad». Reprocha a los objetores de la vacuna «una aproximación egoísta y sin empatía».
 
10. «En nombre de Dios pido que su nombre no sea utilizado para fomentar guerras»
Al final, en el último capítulo, el Papa llama a las religiones a unirse «en la condena unánime de cualquier intento de utilizar el nombre del Todopoderoso para justificar cualquier tipo de violencia o agresión». «A nadie se le ocurre tomar a Dios como escudo cuando planea y realiza actos de violencia y abuso», dijo; porque «la violencia en nombre de Dios es una traición a la religión».
En general, el Papa comenta que en los temas abordados en el libro, no hay «fórmulas mágicas», pero ciertas «actitudes ante la vida» pueden ayudar. Así, «el que no tiene esperanza no va a ninguna parte». «A diferencia del optimismo, la esperanza nunca traiciona».
(Fuente: Aleteia)
 
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Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Las palabras de Jesús tienen hoy la misma fuerza y novedad que hace dos mil años: «Vosotros sois la sal de la tierra (...) vosotros sois la luz del mundo (...) Que vuestra luz brille ante los hombres para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos» (Mt 5, 13-16).
Jesús nos llama a ser LUZ DEL MUNDO, alumbrando con nuestra palabra y sobre todo con nuestro ejemplo, en medio de tantas tinieblas morales.
Cristo nos llama a esta tarea misionera porque quiere necesitarnos para continuar su misión en el mundo y nos ha confiado a cada uno un sitio concreto para hacerse presente ahí.
Ser un cristiano normal no es un dato estadístico: no significa que soy un cristiano corriente porque Dios no tiene nada especial que encargarme, sino que estoy en medio del mundo porque Dios me ha llamado a realizar la misión de Cristo en el mundo, siendo este mi modo de ser cristiano. Ser un cristiano corriente es la forma de ser cristiano de aquel que ha de ser santo en las circunstancias corrientes. El llamado y la misión son para todos…
 
Un minuto para volar
Octubre 20
Cuando una cosa no ha salido como uno lo esperaba, seguramente se puede aprender algo, porque de los errores también se aprende. Dios quiere enseñarnos a través de las cosas que nos salen mal. Por eso, si somos abiertos de mente, nunca nos sentiremos vencidos. Si algo falla, la vida nos invita a ser creativos, a buscar otra salida, a entusiasmarnos de nuevo. Cuando algo salió mal, no renunciamos a nuestro proyecto, sino que lo transformamos para que sea posible de otra manera. Entonces, lo que nos pasó será solo una primera etapa en el camino, y volveremos a lanzarnos hacia adelante.
(Mons. Víctor M. Fernández)

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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