viernes, 20 de marzo de 2015

Pequeñas Semillitas 2635

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2635 ~ -Viernes 20 de Marzo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Una persona es saludable si está equilibrada en mente, cuerpo y espíritu, pues cada parte tiene igual importancia para mantener la fuerza del todo.
Por eso tenemos que hacer lo posible por mantener fuertes la mente y el cuerpo; comer lo debido, hacer ejercicio con regularidad y estimular la mente probando enfoques nuevos y diferentes de nuestras actividades cotidianas.
Pero, ¿cómo fortificamos el espíritu?  Renovamos el espíritu volviéndome a Dios en la oración.  La oración es la llave que abre la puerta a todo tipo de curación.  Cuando dejamos que Dios nos ayude nos renovamos en mente, cuerpo y espíritu.
Al confiar en la energía curativa de Dios y seguir la guía divina, somos fortalecidos y colmados de entusiasmo por la vida.

¡Buenos días!

El astrónomo
“Los ideales se parecen a las estrellas, porque nunca los alcanzamos; pero, como los navegantes, dirigimos por ellos el curso de nuestras vidas”, escribió Albert Schweitzer premio Nobel de la Paz (1952). Es importante lograr una feliz armonía entre tus sueños y la realidad en medio de la cual debes encarnar los ideales que movilizan tu vida.

Tenía un astrónomo la costumbre de pasear todas las noches estudiando los astros. Un día que vagaba por las afueras de la ciudad, absorto en la contemplación del cielo, sin darse cuenta cayó inopinadamente en un pozo. Estaba lamentándose y dando voces, cuando acertó a pasar un hombre que, oyendo sus lamentos, se le acercó para saber el motivo; enterado de lo sucedido, dijo: —Amigo mío, quieres ver lo que hay en el cielo y no ves lo que hay en la tierra…

Albert Schweitzer, alimentaba elevados ideales de paz, justicia y amor hacia los más necesitados. Era filósofo y eminente organista, con un brillante y cómodo porvenir en Europa. Pero se especializó en medicina tropical y se fue al África francesa, Lambarené (Gabón), donde levantó un hospital que dirigió hasta su muerte a los 90 años (1965). Hermoso ejemplo, ¿verdad?
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús estaba en Galilea, y no podía andar por Judea, porque los judíos buscaban matarle. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Después que sus hermanos subieron a la fiesta, entonces Él también subió no manifiestamente, sino de incógnito.
Mediada ya la fiesta, subió Jesús al Templo y se puso a enseñar. Decían algunos de los de Jerusalén: «¿No es a ése a quien quieren matar? Mirad cómo habla con toda libertad y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido de veras las autoridades que éste es el Cristo? Pero éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es». Gritó, pues, Jesús, enseñando en el Templo y diciendo: «Me conocéis a mí y sabéis de dónde soy. Pero yo no he venido por mi cuenta; sino que me envió el que es veraz; pero vosotros no le conocéis. Yo le conozco, porque vengo de Él y Él es el que me ha enviado». Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora. (Jn 7,1-2.10.14.25-30)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos permite contemplar la confusión que surgió sobre la identidad y la misión de Jesucristo. Cuando la gente es puesta cara a cara ante Jesús, hay malentendidos y presunciones acerca de quién es Él, cómo en Él se cumplen o no las profecías del Antiguo Testamento y sobre lo que Él realizará. Las suposiciones y los prejuicios conducen a la frustración y a la ira. Esto ha sido así siempre: la confusión alrededor de Cristo y de la enseñanza de la Iglesia despierta controversia y división religiosa. ¡El rebaño se dispersa si las ovejas no reconocen a su pastor!
La gente dice: «Éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es» (Jn 7,27), y concluyen que Jesús no puede ser el Mesías porque Él no responde a la imagen del “Mesías” en la que ellos habían sido instruidos. Por otra parte, saben que los Príncipes de los Sacerdotes quieren matarle, pero al mismo tiempo ven que Él se mueve libremente sin ser arrestado. De manera que se preguntan si quizá las autoridades «habrán reconocido de veras que éste es el Cristo» (Jn 7,26).
Jesús ataja la confusión identificándose Él mismo como el enviado por el que es “veraz” (cf. Jn 7,28). Cristo es consciente de la situación, tal como lo retrata Juan, y nadie le echa mano porque todavía no le ha llegado la hora de revelar plenamente su identidad y misión. Jesús desafía las expectativas al mostrarse, no como un líder conquistador para derrocar la opresión romana, sino como el “Siervo Sufriente” de Isaías.
El Papa Francisco escribió: «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús». Es urgente que nosotros ayudemos a cada uno a ir más allá de las suposiciones y prejuicios sobre quién es Jesús y qué es la Iglesia, y a la vez facilitarles el encuentro con Jesús. Cuando una persona llega a saber quién es realmente Jesús, entonces abundan la alegría y la paz.
Fr. Matthew J. ALBRIGHT (Andover, Ohio, Estados Unidos)

Cada día de Cuaresma
Día 31: La enfermedad
El Evangelio nos ha dejado el detalle entrañable de Cristo con los enfermos. Los curó imponiendo sus manos sobre cada uno. Jesús se fija atentamente en cada uno de ellos y les dedica toda su atención, porque cada persona, y de modo especial la persona que sufre, es muy importante para Él. Cada hombre es siempre bien recibido por Jesús, que tiene un corazón compasivo y misericordioso para con todos, singularmente para aquellos que andan más necesitados. Nosotros, que queremos ser discípulos fieles de Cristo, debemos aprender de Él a tratar y amar a los enfermos. En nuestra vida habrá momentos en que estemos enfermos, o lo estén las personas que nos rodean. Eso es un tesoro que hemos de cuidar. En el trato con los que padecen y sufren enfermedades se hacen realidad las palabras del Señor: lo que hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, por Mí lo hicisteis (Mateo 25, 40).

La enfermedad, llevada por amor de Dios, es un medio de santificación, de apostolado; es un modo excelente de participar en la Cruz redentora del Señor. Especialmente en la enfermedad hemos de estar cerca de Cristo. Cuanto más dolorosa sea la enfermedad, más amor necesitaremos tener. Más gracias de Dios también recibiremos. Hemos de pedir ayuda al Señor para llevar la enfermedad con garbo humano, procurando no quejarse, obedeciendo al médico. El que sufre en unión con Cristo, completa con su sufrimiento lo que falta a los padecimientos de Cristo (Colosenses 1, 24), porque “Cristo en cierto sentido ha abierto el propio sufrimiento redentor a todo sufrimiento del hombre” (Juan Pablo II, Salvifici doloris): con Cristo tienen sentido el dolor y la enfermedad.

La enfermedad, que entró en el mundo a causa del pecado, es vencida por Cristo en cuanto se puede convertir en un bien mucho mayor que la misma salud física. Con la Unción de los Enfermos se reciben innumerables bienes, que el Señor ha dispuesto para santificar la enfermedad grave: aumenta la gracia santificante, por lo que habrá qué confesarse si es posible, limpia las huellas del pecado en el alma, da una gracia especial para vencer las tentaciones, y otorga la salud del cuerpo si conviene para la salvación. Debemos estar atentos para que nuestros enfermos reciban este sacramento, muestra de la misericordia de Dios. En esta Cuaresma abramos nuestros ojos al dolor que nos rodea. Cristo quiere hacerse presente en su Pasión, en ese dolor, en la enfermedad propia o ajena, y darle un valor redentor.
P. Francisco Fernández Carvajal

Santoral Católico:
Santa María Josefa del Corazón de Jesús
Fundadora
Nació en Vitoria (España) en 1842. En 1860 estuvo a punto de entrar en las Concepcionistas de Aranjuez; una enfermedad se lo impidió. A los 22 años ingresó en las Siervas de María, donde fue recibida por santa Soledad Torres. El Señor quiso llevarla por otros caminos, y, tras consultar a santa Soledad y a san Antonio María Claret, dejó su congregación para fundar otra, parecida pero distinta, la de las Siervas de Jesús, dedicada a atender a los enfermos y a los pobres en sus domicilios. Murió en Bilbao el 20 de marzo de 1912. De ella dijo Juan Pablo II cuando la canonizó (1-X-2000): «Su estilo asistencial buscaba conjugar la atención material con la espiritual, procurando por todos los medios la salvación de las almas... Se entregó sin límites al servicio caritativo del enfermo en un clima de espíritu contemplativo, recordando que la asistencia no consiste sólo en dar medicinas y alimentos al enfermo; hay otra clase de asistencia y es la del corazón, procurando acomodarse a la persona que sufre».
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco

“El Sacramento de la Reconciliación,
permite acercarse con confianza al Padre
para tener la certeza de su perdón.
Él es verdaderamente 'rico en misericordia'
y la extiende con abundancia
sobre cuantos recurren a Él con corazón sincero” 

Temas Médicos:
El cuerpo avisa
Interesante reflexión de Nelson Torres, Doctor en Psiquiatría (UCV) y experto en Psico-neuro-inmuno-lingüística: "La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma".

El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas de "vivir".
 ¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan en tu cuerpo?

La Enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino. Me parece bonito compartir este mensaje:
"El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas equivocaciones, existen semáforos llamados amigos, luces de precaución llamadas familia, y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada decisión, un potente motor llamado amor, un buen seguro llamado fe, abundante combustible llamado paciencia, pero sobre todo un experto conductor llamado Dios."

Oración por la Patria
 
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación, una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el alma de Rosa C., de Córdoba, Argentina, que ha sido llamada ayer a la presencia del Padre celestial.

Pedimos oración para Fernando, de Santa Cruz, Bolivia, que mañana tiene su octava sesión de quimioterapia por su enfermedad oncológica. Le pedimos a San José, manso esposo de María, que interceda ante Jesús para que Él le conceda la gracia de sanarse. Y a la Virgen, que fortalezca a su familia en la espera de la buena noticia.

Pedimos oración por la salud de Ángel N., de Bayamón, Puerto Rico, 88 años de edad, hospitalizado por problemas de pulmón, rogando al Señor que le conceda sus gracias sanadoras.

Pedimos oración para dos personas de Bogotá, Colombia: Juliana C., mujer joven con problemas articulares muy dolorosos y que todavía no tiene diagnóstico de su enfermedad; y Carlos C., con inflamación prostática en tratamiento. Rogamos a la Santísima Virgen de Lourdes que interceda ante Jesús para pedir por la recuperación de estas personas para que puedan realizar sus proyectos de vida y de familia.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
María es la Mujer vestida de Sol del Apocalipsis. Ella combate contra el gran Dragón rojo, que es Satanás y su error del ateísmo marxista. Nosotros, cristianos, estamos llamados a alistarnos en este combate bajo el Manto de Aquella que está por encima de toda la creación y solo por debajo de Dios, por eso no debemos tener miedo, sino gran confianza en María y en su ayuda, y ser valientes y emprender grandes apostolados por Dios y por las almas, pues Ella nos lleva de su mano y con la Virgen de nuestro lado no hay nada que temer. Pero para tenerla con nosotros, no debemos pecar, y ser limpios de alma y puros de corazón, porque Ella ama a los puros y se entrega a ellos. Y si somos pecadores, acudamos a sus pies, que María sabrá volvernos al camino correcto.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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