miércoles, 31 de diciembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2556

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2556 ~ Miércoles 31 de Diciembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Llegamos al último día del año 2014. Un año más que dejamos atrás, con todo lo que hemos hecho de bueno y de malo a lo largo de sus días y que deberíamos ahora repasar mentalmente para sacar provecho de las enseñanzas que nos deja, valorar lo que hemos aprendido y corregir los errores cometidos con el firme propósito de no recaer en ellos.
Este fin de año y comienzo de un año nuevo, es un buen momento para meditar cómo andamos en nuestra vida, si vamos por el buen camino, si tenemos que corregir algo, y si debemos realizar buenos propósitos para el año que comienza, porque si quien hace propósitos a veces no los cumple, ¿qué será de quien ni siquiera realiza propósitos?
Agradezcamos a Dios por todo lo recibido en este año que termina. Por lo bueno que nos hizo sentir felices y por lo no tan bueno que nos sirvió para crecer. Demos gracias a Dios que nos da una otra oportunidad en este nuevo año que comienza, porque sigue confiando en nosotros, y quiere que aprovechemos el tiempo para santificarnos y ser mejores cada día. Por eso es un buen  momento para meditar sobre el camino recorrido y planificar lo que haremos en el tiempo de vida que Dios, amorosa y providencialmente nos concede.
Y pidamos a la Santísima Virgen que esté junto a cada uno de nosotros y nuestras familias, para acompañarnos y protegernos en el nuevo año que dentro de unas horas comenzaremos a transitar.

¡Buenos días!

Es completamente gratis
El sacramento de la confesión puede ser una experiencia liberadora que ayuda a crecer y a vivir mejor. Sin embargo, a veces no la vivimos con intensidad. Otras veces la sentimos como una molestia necesaria, o como un ejercicio de rutina. Bien preparada y recibida con frecuencia, la confesión ayuda a conocerse mejor.

Un hombre fue a confesarse con Don Bosco. —Mi última confesión fue hace diez años, dijo al comenzar. Don Bosco lo interrumpe: —Esto sale 200 liras. El señor extrañado replica:—¿Cómo? ¡Siempre pensaba que no se necesitaba pagar nada para confesarse! —¿Eso lo sabías? ¿Y sin embargo no viniste durante tanto tiempo?, le dijo suavemente y con humor el santo confesor.

La confesión tranquiliza la conciencia, consuela el corazón, ayuda a superar la fuerza del mal y del pecado en nosotros, es una respuesta coherente al llamado a la conversión que nos hace la Palabra de Dios y es ocasión para experimentar su amor misericordioso.  Anímate a recibirla, al menos una vez al año, durante el tiempo pascual.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por Él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de Dios. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de Él y clama: «Éste era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo». Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, Él lo ha contado. (Jn 1,1-18)

Comentario
Hoy es el último día del año. Frecuentemente, una mezcla de sentimientos —incluso contradictorios— susurran en nuestros corazones en esta fecha. Es como si una muestra de los diferentes momentos vividos, y de aquellos que hubiésemos querido vivir, se hiciesen presentes en nuestra memoria. El Evangelio de hoy nos puede ayudar a decantarlos para poder comenzar el nuevo año con empuje.
«La Palabra era Dios (...). Todo se hizo por ella» (Jn 1,1.3). A la hora de hacer el balance del año, hay que tener presente que cada día vivido es un don recibido. Por eso, sea cual sea el aprovechamiento realizado, hoy hemos de agradecer cada minuto del año.
Pero el don de la vida no es completo. Estamos necesitados. Por eso, el Evangelio de hoy nos aporta una palabra clave: “acoger”. «Y la Palabra se hizo carne» (Jn 1,14). ¡Acoger a Dios mismo! Dios, haciéndose hombre, se pone a nuestro alcance. “Acoger” significa abrirle nuestras puertas, dejar que entre en nuestras vidas, en nuestros proyectos, en aquellos actos que llenan nuestras jornadas. ¿Hasta qué punto hemos acogido a Dios y le hemos permitido entrar en nosotros?
«La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo» (Jn 1,9). Acoger a Jesús quiere decir dejarse cuestionar por Él. Dejar que sus criterios den luz tanto a nuestros pensamientos más íntimos como a nuestra actuación social y laboral. ¡Que nuestras actuaciones se avengan con las suyas!
«La vida era la luz» (Jn 1,4). Pero la fe es algo más que unos criterios. Es nuestra vida injertada en la Vida. No es sólo esfuerzo —que también—. Es, sobre todo, don y gracia. Vida recibida en el seno de la Iglesia, sobre todo mediante los sacramentos. ¿Qué lugar tienen en mi vida cristiana?
«A todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios» (Jn 1,12). ¡Todo un proyecto apasionante para el año que vamos a estrenar!
Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Silvestre I
Papa
San Silvestre I, papa, que piadosamente rigió la Iglesia durante muchos años, período en el cual el emperador Constantino Augusto construyó basílicas venerables, y el Concilio de Nicea aclamó a Cristo como Hijo de Dios. En este día su cuerpo fue enterrado en Roma, en el cementerio de Priscila. († 335)
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net

La frase de hoy

“Que el próximo año esté lleno de bendiciones, de sueños por soñar, de nuevos caminos por recorrer, de salud para brindar, de amor para llenar el alma, de canciones que enriquezcan el sonido de la vida, de amaneceres llenos de sol y anocheceres llenos de luna, de abrazos que abracen la vida”

Fin de año: 
El libro de tu vida

Hoy cierras un volumen más del libro de tu vida, pues acaba el año. Cuando comenzaste este libro todo era tuyo, te lo puso Dios en las manos, podías hacer de él lo que quisieras: un poema, una pesadilla, una blasfemia, un sistema, una oración... Podías... Hoy ya no puedes; no es tuyo, ya lo has escrito, ahora es de Dios. Te lo va a leer Dios el mismo día en que mueras con todos sus detalles. Ya no puedes corregirlo. Ha pasado al dominio de la eternidad.

Piensa por unos momentos en esta última noche del año. Toma tu viejo libro y hojéalo despacio, deja pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia. Ten el gusto de verte a ti mismo. Lee todo. Repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo. Lee también aquellas páginas que quisieras no haber escrito nunca. No, no intentes arrancarlas. Es inútil, ten valor para leerlas. Son tuyas, no puedes arrancarlas; pero puedes anularlas cuando escribas tu siguiente libro. Si lo haces, Dios pasará éstas de corrido cuando lea tu próximo libro en el último día.

Lee tu libro viejo en la última noche del año. Hay en él trozos de ti mismo, es un drama apasionado en el que el primer personaje eres tú. Tú en la escena con Dios, con tu familia, con tu trabajo, con la sociedad. Tú lo has escrito con el instrumento asombroso de tu libre albedrío sobre la superficie inmensa y movediza del mundo. Es un libro misterioso que en su mayor parte, la más interesante, no pueden leerlo más que Dios y tú.

Si tienes ganas de besarlo, bésalo; si quieres llorar, llora; llora fuerte sobre tu libro viejo en esta última noche del año. Pero sobre todo, reza sobre tu libro viejo. Tómalo entre tus manos, levántalo hacia el cielo y dile a Dios sólo dos cosas: ¡Gracias! y ¡Perdón!... Después dáselo a Cristo.

No importa cómo esté, aunque tenga páginas negras. Cristo sabe perdonar. Esta noche te ha de dar Dios otro libro completamente blanco y nuevo. Es todo tuyo. Vas a poder escribir en él lo que quieras.

Pon el nombre de Dios en la primera página. Después dile que no te deje escribirlo solo. Dile que te lleve siempre de la mano... y del corazón...

Oración de fin de año
Padre...Señor nuestro... Dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que están más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón. Perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.
Pronto iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones, y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad
Amén

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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por María Eugenia, una joven mujer y madre de Canals, Córdoba, Argentina, que está desaparecida desde hace veinte días sin que se conozca su paradero. Cinco hijitos y toda una familia la esperan. Rogamos a la Madre del Cielo que la proteja y la haga volver.

Pedimos oración para la familia de Carlos C., de Bogotá, Colombia, compuesta por su esposa Trini, sus hijos Carlos y María Paula, su mamá Carlota, para que el Señor los bendiga y los acompañe en el año que comienza mañana. Igualmente por: Jefferson Samir G. F., por Jorge Augusto C. H., Tatiana y Viviana, y por William V. C. Que Dios los bendiga a todos y atienda las necesidades particulares de cada uno. 

Pedimos oración para las siguientes personas de la provincia de Santa Fe, Argentina: Gabriel M., 42 años, con cáncer y muy dolorido; y Ramón Alberto B., 64 años, que está muy grave luego que le extirparon un riñón y el otro casi no funciona. Que el Divino Niño les conceda fortaleza para afrontar estas situaciones tan difíciles y si es su voluntad , la gracia de recuperar la salud.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Diciembre 31
Termina un año más. ¡Cuántos pequeños y grandes regalos te ha hecho el Señor a lo largo de estos días! ¡Cuántos gestos de amor tuvo Dios contigo!
El solo hecho de haber estado vivo todo este año debe ser motivo de una tierna gratitud. No dejes terminar este año sin detenerte a dar gracias, no cierres el año con un espíritu negativo que sólo mira lo negro y lo malo.
Hoy también es el momento de pedirle al Señor que purifique todo lo que no estuvo bien y todo lo que no está bien en tu vida. Así tendrás la esperanza de comenzar un año mejor.
Finalmente, ofrécele al Señor lo que puedas haber hecho de bueno a lo largo del año que pasó: tus trabajos, tus esfuerzos, tus intentos. ¿Quién sabe lo que pueda valer todo eso? Pero no importa que lo sepas, sino que hagas un acto de amor diciéndole al Padre: “Toma, mi amado, esta humilde ofrenda. No es mucho, pero es lo poquito que este hijo querido quiere entregarte para tu gloria. Recíbelo, Señor. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

martes, 30 de diciembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2555

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2555 ~ Martes 30 de Diciembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
¡Qué astuto que es el demonio, que nos entretiene con bagatelas, con tal de que no pensemos en nuestra vida espiritual y que no recemos! Él hace de todo para distraernos, y si no estamos vigilantes, poco a poco nos va atando con preocupaciones, ocupaciones y actividades que incluso parecen impostergables, pero que sólo nos quitan el tiempo para la oración y la vida interior.
Estemos atentos porque ya el Señor ha dicho en su Evangelio que sin Él no podemos hacer absolutamente nada. Y a Él lo tenemos por medio de la gracia santificante, por la Comunión eucarística y por la oración.
Así que si queremos hacer apostolado y trabajar por la gloria de Dios, está bien que tengamos actividades y proyectos, pero sin olvidar el centro de todo: Jesús, Dios, la vida interior, la oración, porque de lo contrario trabajaremos en balde y no cosecharemos frutos.
Especialmente con la vida moderna el diablo nos busca multitud de intereses que atender, y así somos desviados paulatinamente del camino del bien.
¡Atención! porque ningún santo se hizo santo sin oración, ¡y mucha, muchísima oración! Y ninguno de ellos realizó grandes obras para la gloria de Dios y bien de las almas, sin una gran vida interior.
Por eso pensemos a ver en qué estamos ocupando nuestro tiempo y demos a cada cosa su lugar: el primero a la oración, porque sin oración pronto seremos fáciles presas de Satanás.

¡Buenos días!

El santo de la alegría
El sentido del humor es una herramienta básica para la sobrevivencia: rompe la tensión en un momento de crisis, ayuda a encarar situaciones estresantes, disipa las preocupaciones...  Cuando rías, se te aliviarán las cargas. Que el Señor te ayude a defender y cultivar con acciones concretas el don de la alegría.

Donde quiera que san Felipe Neri llegaba, se formaba un ambiente de fiesta y buen humor. Las gentes se reían de buena gana. A algunos muy serios les parecía que él debería ser un poco más mesurado y solemne. Por eso a veces se le llamaba “el bufón de Dios”. Tuvo siempre el don de la alegría. A él se le atribuye la frase: «Tristeza y melancolía, fuera de la casa mía».  Un día, una señora rica se presentó delante de Felipe Neri calzada con un par de zapatos bastante elevados. Cuando le preguntó a Felipe tímidamente, temiendo una condena o una crítica, si podía andar así de engalanada, el santo se limitó a decir: «Cuide sólo de no caerse». Y en aquel “caerse” la interlocutora entendió todo un discurso.

¿Qué puedes hacer para mantener el nivel de tu alegría? Primero, pedirla: “Derrama, Señor, sobre mí tu Espíritu para que me sienta inundado de interior alegría”. Luego, defenderla: vigilar para que la tristeza no se infiltre insensiblemente en tu corazón. Y además, cultivarla, por ejemplo, alegrando a los demás, contándoles una anécdota graciosa, etc.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él. (Lc 2,36-40)

Comentario
Hoy, José y María acaban de celebrar el rito de la presentación del primogénito, Jesús, en el Templo de Jerusalén. María y José no se ahorran nada para cumplir con detalle todo lo que la Ley prescribe, porque cumplir aquello que Dios quiere es signo de fidelidad, de amor a Dios.
Desde que su hijo —e Hijo de Dios— ha nacido, José y María experimentan maravilla tras maravilla: los pastores, los magos de Oriente, ángeles... No solamente acontecimientos extraordinarios exteriores, sino también interiores, en el corazón de las personas que tienen algún contacto con este Niño.
Hoy aparece Ana, una señora mayor, viuda, que en un momento determinado tomó la decisión de dedicar toda su vida al Señor, con ayunos y oración. No nos equivocamos si decimos que esta mujer era una de las “vírgenes prudentes” de la parábola del Señor (cf. Mt 25,1-13): siempre velando fielmente en todo aquello que le parece que es la voluntad de Dios. Y está claro: cuando llega el momento, el Señor la encuentra a punto. Todo el tiempo que ha dedicado al Señor, aquel Niño se lo recompensa con creces. —¡Preguntadle, preguntadle a Ana si ha valido la pena tanta oración y tanto ayuno, tanta generosidad!
Dice el texto que «alababa a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén» (Lc 2,38). La alegría se transforma en apostolado decidido: ella es el motivo y la raíz. El Señor es inmensamente generoso con los que son generosos con Él.
Jesús, Dios Encarnado, vive la vida de familia en Nazaret, como todas las familias: crecer, trabajar, aprender, rezar, jugar... ¡“Santa cotidianeidad”, bendita rutina donde crecen y se fortalecen casi sin darse cuenta la almas de los hombres de Dios! ¡Cuán importantes son las cosas pequeñas de cada día!
Rev. D. Joaquim FLURIACH i Domínguez (St. Esteve de P., Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Perpetuo de Tours
Obispo
En Tours, de la Galia Lugdunense, san Perpetuo, obispo, que edificó la basílica de San Martín y muchas otras en honor de los santos, y reguló en su Iglesia la práctica de ayunos y vigilias (491).
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net

Palabras del Papa Francisco

“El Mesías se hizo hombre y vino entre nosotros para disipar las tinieblas del error y del pecado, trayendo a la humanidad su luz divina. El mismo Jesús dirá: ''Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no camina entre tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida''. Sigamos a esta Luz verdadera para no extraviarnos y para dar, a nuestra vez, luz y calor a todos los que atraviesan momentos de dificultad y oscuridad interior”

Tema del día:
Una reflexión de fin de año
Con motivo de estas fiestas navideñas y de fin de año recibí un relato que nos puede servir de ayuda para reflexionar en este fin de año y formular propósitos que orienten nuestro caminar.

Sucede que había una vez una persona llamada "Vela", que cansada de las tinieblas que rodeaban su existencia, se quiso abrir a la luz. No se conformaba con estar apagada y su ansia era recibir la luz. Hasta que un día, "la Luz verdadera que alumbra a todo hombre", llegó y la iluminó. La encendió.

"Vela" se sintió feliz por haber recibido la luz que vence las tinieblas. Ahora todo adquiría sentido y color. Pronto se dio cuenta, de que tener esa luz, además de ser una alegría, era una fuerte exigencia, pues no todos tenían esa luz...

Tomó conciencia de que para que la luz perdurara en ella, tenía que alimentarla desde su interior, a través de un diario derretirse, de un permanente consumirse… Entonces se alegró más y aceptó con más fuerza su vocación. A veces pensaba que hubiera sido más cómodo no haber recibido la luz, pues en lugar de derretirse, su vida hubiera sido más tranquila, estando ahí nada más. Le vino la tentación de no alimentar su llama, pero la venció, pues pensó que valía la pena tener esa vida llena de luz, y no, en cambio, una existencia de tinieblas y oscuridad.

Pero también vio que hay muchas corrientes de aire en el mundo que trataban de apagar su luz y comprendió que además de alimentar su luz tendría que defenderla firmemente contra las corrientes del mundo. No podía permitirse descuidos o exponerse inútilmente a vientos contrarios que la dejaran sin su luz.

Su luz le permitía ver a su alrededor, y se dio cuenta de que hay muchas velas apagadas, unas porque nunca tuvieron la oportunidad de recibir la luz, otras por miedo a derretirse, otras porque no pudieron o no quisieron defenderse de las corrientes del mundo…

Y se preguntó: ¿Podré yo encender otras velas? Entonces descubrió su vocación a transmitir esa luz que tenía. Podía dar esa luz sin quedarse a oscuras. No solo permanecía iluminada, sino que al compartirla, se iluminaba más el espacio, y mientras más la compartía a otras velas apagadas, más luz había.

Así que dedicó su vida a encender velas de todas las características, tamaños, edades… para que hubiera más luz en el mundo. Cada día crecía su alegría y su esperanza, porque en su diario consumirse, encontraba por todas partes "velas": velas desechadas de hombre y mujeres, velas apagadas, velas jóvenes, velas recién nacidas sin estrenar, y a todas las encendía.

Cuando presintió que se acercaba el final, porque se había consumido totalmente al servicio de la luz, pensó que había podido identificarse con la Luz, y dijo con voz muy fuerte y con profunda expresión de satisfacción en su rostro: “¡Cristo ha vivido en mí, Cristo vive en mí!

En Verdad, Cristo es la Luz, y quien la recibe, no solo ha de cuidarla, sino también ha de compartirla. Este relato recuerda una enseñanza de San Josemaría Escrivá: la de ser como esas lámparas de cera encendidas que se ponen junto al Sagrario de las Iglesias para indicar la presencia de nuestro Señor Jesucristo y que se van consumiendo día a día. De esa manera, humilde, hemos de aprender a gastarnos día a día, en nuestros deberes, casi imperceptiblemente, del todo por el Señor.
Pbro. José Martínez Colín

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Un estímulo todos los días
Diciembre 30
¿Qué es lo que me está preocupando en este momento del año? Quizás hay algo que me produce angustia, tristeza o ansiedad cada vez que me levanto, cada mañana. Hay algo que no me deja vivir con entusiasmo cada día y cada momento. Si es así, Dios me invita a descargar en su presencia eso que me inquieta: “Descarga en el Señor tu peso” (Sal 55,23). “Confía a Dios todas tus preocupaciones” (1 Ped 5,7).
Luego de una súplica sincera y confiada, no queda más que estar en paz y seguir adelante con entusiasmo. Eso que me inquietaba ha quedado en las manos del Señor, y entonces él se ocupará. Yo enfrentaré las dificultades que aparezcan y buscaré soluciones, pero sin obsesionarme, porque él sabe qué es lo mejor y él me ayudará a encontrar una salida: “Aunque pase por oscuras quebradas no temeré ningún mal, porque tú vas conmigo” (Sal 23,4).
Por eso, aunque yo no sepa de qué manera concreta terminará todo, y aunque yo no pueda controlarlo todo y cumplir mis propios proyectos, lo que sé es que todo terminará como realmente conviene que termine.
Esto me ayuda a vivir un día más sereno, feliz y esperanzado, y a comenzar con entusiasmo cada día y cada año: “Señor, temprano ya escuchas mi voz. De mañana yo te expongo mi causa y espero tu respuesta” (Sal 3,4).
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

lunes, 29 de diciembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2554

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2554 ~ Lunes 29 de Diciembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A medida que nos acercamos al final del año, es bueno pensar que cada día que vives es una nueva oportunidad para quererte más a ti mismo, para cultivar tus relaciones, para superar algún miedo, para permitirte ser feliz y, en definitiva, para concentrarte en todo eso que vale la pena para ti.
Es realista pensar que llegará el día en el que esa oportunidad ya no exista. Pero ser conscientes de que nuestra vida no es eterna nos da una ventaja... Las ganas de construir la vida que realmente queremos; una vida que, cuando llegue a sus compases finales, no esté cargada de lamentos por aquello que no hemos hecho o no nos hemos animado a intentar.

¡Buenos días!

Señor, bendice a mi familia
La oración es la llave que abre los tesoros del cielo. Es el puente siempre accesible por el que llegamos a Dios. El arte de orar es el arte de amar al Señor. Pero orar bien es un regalo de Dios. Por lo tanto, implora que envíe su Espíritu para que llene tu corazón con el fuego de su amor.

Señor, bendice a mi familia, a mis amigos y a sus familias. Revélales tu amor y tu poder. Señor, muéstrate en este momento: que donde haya dolor, nos des paz y consuelo y donde haya duda, tengamos confianza porque creemos en ti. Jesús, visita mi casa y llévate mis problemas, angustias y dolores. Señor, contágiame tu fuerza, para que yo también pueda aceptar la voluntad del Padre. Hoy vengo a ti, lleno de dolor, a llorar mis penas en tus brazos, Recurro a ti para que me libres y destrabes de todos los males que me acechan y me impiden ser feliz. Espero confiadamente en ti. Vivo confiadamente en ti.

La familia que reza unida permanece unida y reproduce el clima de la casa de Nazareth: Jesús está en el centro, se comparten con él alegrías y dolores, se ponen en sus manos las necesidades y proyectos, se obtienen de él la esperanza y la fuerza para el camino. Esa oración alcanza su culmen cuando la familia participa de la Misa del domingo.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Cuando se cumplieron los días de la purificación según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y en él estaba el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al Niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre Él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de Él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!- a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones». (Lc 2,22-35)

Comentario
Hoy, 29 de diciembre, festejamos al santo Rey David. Pero es a toda la familia de David que la Iglesia quiere honrar, y sobre todo al más ilustre de todos ellos: ¡a Jesús, el Hijo de Dios, Hijo de David! Hoy, en ese eterno “hoy” del Hijo de Dios, la Antigua Alianza del tiempo del Rey David se realiza y se cumple en toda su plenitud. Pues, como relata el Evangelio de hoy, el Niño Jesús es presentado al Templo por sus padres para cumplir con la antigua Ley: «Cuando se cumplieron los días de la purificación según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor» (Lc 2,22-23).
Hoy, se eclipsa la vieja profecía para dejar paso a la nueva: Aquel, a quien el Rey David había anunciado al entonar sus salmos mesiánicos, ¡ha entrado por fin en el Templo de Dios! Hoy es el gran día en que aquel que San Lucas llama Simeón pronto abandonará este mundo de oscuridad para entrar en la visión de la Luz eterna: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos» (Lc 2,29-32).
También nosotros, que somos el Santuario de Dios en el que su Espíritu habita (cf. 1Cor 3,16), debemos estar atentos a recibir a Jesús en nuestro interior. Si hoy tenemos la dicha de comulgar, pidamos a María, la Madre de Dios, que interceda por nosotros ante su Hijo: que muera el hombre viejo y que el nuevo hombre (cf. Col 3,10) nazca en todo nuestro ser, a fin de convertirnos en los nuevos profetas, los que anuncien al mundo entero la presencia de Dios tres veces santo, ¡Padre, Hijo y Espíritu Santo!
Como Simeón, seamos profetas por la muerte del “hombre viejo”! Tal como dijo el Papa Juan Pablo II, «la plenitud del Espíritu de Dios viene acompañada (…) antes que nada por la disponibilidad interior que proviene de la fe. De ello, el anciano Simeón, ‘hombre justo y piadoso’, tuvo la intuición en el momento de la presentación de Jesús en el Templo».
Chanoine Dr. Daniel MEYNEN (Saint Aubain, Namur, Bélgica)

Santoral Católico:
Santo Tomás Becket
Obispo y Mártir
Santo Tomas Becket, obispo y mártir, que por defender la justicia y la Iglesia fue obligado a desterrarse de la sede Canterbury y de la misma Inglaterra, volviendo al cabo de seis años a su patria, donde padeció mucho hasta que fue asesinado en la catedral por los esbirros del rey Enrique II, emigrando a Cristo (1170). Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

“Si llegas a la oración y no consigues entrar en contacto con Dios, toma el Rosario y recita lentamente una o dos decenas; muy pronto verás el resultado. Sorprenderás a tu corazón en «flagrante delito» de oración y serás introducido, sin darte cuenta en el corazón de la Santísima Trinidad por la oración de María” ~Jean Lafrance~

Tema del día:
Siete técnicas para 
discernimiento práctico
1. Ignacio sugiere que el proceso trayendo a la mente el asunto sobre el cual queremos decidir. Por ejemplo, decidir entrar o no a una comunidad religiosa específica.

2. Luego nos pide orar para la gracia de “ser como una balanza en equilibrio, sin inclinar a cualquier lado” […] En otras palabras, debemos tratar en cuanto sea posible, no preferir una opción sobre la otra sino solo la voluntad de Dios. Para ayudarnos a mantenernos enfocados y con perspectiva, nos pide mantener el último fin y la meta de nuestra existencia claramente en frente.

3. Luego rogamos a Dios que nos ilumine y mueva a buscar solo lo que conduzca mejor al servicio y alabanza de Dios.

4. Una sugerencia que hace Ignacio es imaginar una persona que nunca hemos conocido que busca nuestra ayuda para responder a la llamada de Dios, debe ser la misma relación que estamos considerando. Observamos qué consejo daríamos a esa persona y seguimos a nuestro consejo nosotros mismos. Esto ayuda porque la mayoría de nosotros tenemos más éxito dando consejos a otros que descubriendo lo que debemos hacer.

5. Otra sugerencia es que nos imaginemos que estamos al final de nuestras vidas o en el lecho de la muerte o después de nuestra muerte, parados ante Cristo nuestro Juez […] ¿Qué diríamos a Cristo sobre la decisión que acabamos de hacer? Ahora elegimos el curso de acción que nos dé más felicidad y gozo mirando atrás desde el lecho de la muerte o presentándola a Cristo el día del juicio.

6. Cuando no experimentamos claridad interior sobre una decisión, Ignacio sugiere que usamos nuestra razón para balancear el asunto cuidadosamente para llegar a una decisión de acuerdo con la voluntad de Dios en nuestras vidas. Para hacer esto debemos tener en mente nuestro último fin, hacer una lista y medir las ventajas y desventajas para nosotros de la decisión a mano […] Examinando la lista de “pro” y “contra”, debemos notar si alguna de las razones listadas llamen la atención más que otras y por qué y ver qué nos dice esto […].

7. Habiendo decidido, volvemos a Dios de nuevo y pedimos señales de su confirmación, de que la decisión nos conduce hacia su mayor servicio y alabanza. La señal usual de esta confirmación de Dios es una experiencia de paz respecto a la decisión. La decisión confirmada tiene un sentimiento de “lo correcto” y tenemos un sentimiento de la presencia de Dios, de su bendición y amor […]
San Ignacio de Loyola
Ejercicios Espirituales

Oración a San Miguel Arcángel 
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el alma del señor Ángel Milanovsky, de la ciudad de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que hace hoy un mes y con solo 64 años de edad, partió al encuentro del Padre celestial luego de un accidente carretero. Su esposa María del Rosario, sus hijos, nietos y toda la familia, lo recuerda como a un gran hombre y ruega una oración en su memoria.

Un estímulo todos los días
Diciembre 29
¿Qué aprendiste en este año que pasó? No te pregunto qué disfrutaste, sino qué aprendiste, qué te enseñó la vida, qué obra pudo realizar el Señor en tu ser a través de las cosas que te sucedieron. No puedes responder que no aprendiste nada, porque la vida siempre nos enseña algo, el paso del tiempo siempre deja algo en nosotros.
En realidad, toda tu existencia es una obra de amor que el Señor va realizando lentamente por medio de tu historia, gracias a las personas que encuentras en tu camino y a los acontecimientos que te afectan. Así te va preparando para la felicidad eterna e infinita.
Pero no siempre nos detenemos a contemplar esa obra que hace Dios en nosotros. Es bueno que lo hagas. Recuerda cómo eras el año pasado  y cómo eres ahora. Seguramente encontrarás algo nuevo. Los meses no han pasado en vano. Si no te has dejado poseer por el odio o la tristeza, entonces has avanzado. Posiblemente ahora ves cosas que antes no podías ver, ahora puedes valorar cosas que antes no valorabas, ahora puedes entender cosas que antes no entendías. Pero sería bueno que te dieras cuenta.
Y si no has sabido aprovechar las enseñanzas de la vida en este año que pasó, todavía estás a tiempo de recibir el mensaje.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

domingo, 28 de diciembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2553

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2553 ~ Domingo 28 de Diciembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy es buen día para contemplar nuestra vida y la de las personas que nos rodean. Contemplar personas, familias, donde brilla el bien, el amor, la comprensión, la capacidad de perdón, el respeto, la fortaleza ante las dificultades, la confianza en Dios. 
Personas que son reflejo de la bondad, que transmiten cariño y alegría; que disfrutan cuando pueden ayudar a los demás.
Todos conocemos a personas que son presencia de Dios, como José y María, Simeón y Ana..., que buscan y se hacen preguntas, inquietas, abiertas al asombro, capaces de acoger buenas noticias y de compartirlas.
Por ellas aprendemos a leer la vida cotidiana, a  contemplar el Espíritu y nos demuestran que es posible soñar con una humanidad formada por personas como ellas. Están ahí, a tu lado. En ellas encontramos  un eco de Dios.
Alégrate por sus vidas. Agradece y bendice a Dios por su presencia.

¡Buenos días!

Oración por la familia
En la familia, aprendes a ser persona, a salir de la estrechez del yo egoísta para abrirte a los demás. La familia te habla de un mundo hecho para ser compartido, en la mayor armonía posible; de un espacio humano en que tus gustos no pueden ser la norma suprema, y en que las necesidades de los demás son reclamos a tu capacidad de amor y  servicio.

Señor, bendice a mi familia, a mis amigos y a sus familias. Revélales tu amor y tu poder. Señor, muéstrate en este momento: que donde haya dolor, nos des paz y consuelo y donde haya duda, tengamos confianza porque creemos en ti. Jesús, visita mi casa y llévate mis problemas, angustias y dolores. Señor, contágiame tu fuerza, para que yo también pueda aceptar la voluntad del Padre. Hoy vengo a ti, lleno de dolor, a llorar mis penas en tus brazos, Recurro a ti para que me libres y destrabes de todos los males que me acechan y me impiden ser feliz. Espero confiadamente en ti. Vivo confiadamente en ti.

La familia es una comunidad de personas que se aman y juntas forman el hogar. Pero, son personas con diversidad de caracteres, de intereses y de horizontes. La  misión de la familia es hacer crecer la personalidad irrepetible de cada uno, orientándola hacia Dios fuente y meta de toda vida. El Señor proteja y bendiga a cada miembro de tu familia.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción —¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones».
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad avanzada; después de casarse había vivido siete años con su marido, y permaneció viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. Como se presentase en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él. (Lc 2,22-40)

Comentario
Hoy, celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. Nuestra mirada se desplaza del centro del belén —Jesús— para contemplar cerca de Él a María y José. El Hijo eterno del Padre pasa de la familia eterna, que es la Santísima Trinidad, a la familia terrenal formada por María y José. ¡Qué importante ha de ser la familia a los ojos de Dios cuando lo primero que procura para su Hijo es una familia!
Juan Pablo II, en su Carta apostólica El Rosario de la Virgen María, ha vuelto a destacar la importancia capital que tiene la familia como fundamento de la Iglesia y de la sociedad humana, y nos ha pedido que recemos por la familia y que recemos en familia con el Santo Rosario para revitalizar esta institución. Si la familia va bien, la sociedad y la Iglesia irán bien.
El Evangelio nos dice que el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría. Jesús encontró el calor de una familia que se iba construyendo a través de sus recíprocas relaciones de amor. ¡Qué bonito y provechoso sería si nos esforzáramos más y más en construir nuestra familia!: con espíritu de servicio y de oración, con amor mutuo, con una gran capacidad de comprender y de perdonar. ¡Gustaríamos —como en el hogar de Nazaret— el cielo y la tierra! Construir la familia es hoy una de las tareas más urgentes. Los padres, como recordaba el Concilio Vaticano II, juegan ahí un papel insubstituible: «Es deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, y que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos». En la familia se aprende lo más importante: a ser personas.
Finalmente, hablar de familia para los cristianos es hablar de la Iglesia. El evangelista san Lucas nos dice que los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor. Aquella ofrenda era figura de la ofrenda sacrificial de Jesús al Padre, fruto de la cual hemos nacido los cristianos. Considerar esta gozosa realidad nos abrirá a una mayor fraternidad y nos llevará a amar más a la Iglesia.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)

Palabras de San Juan Pablo II

"La familia es para los creyentes una experiencia de camino,
una aventura rica en sorpresas,
pero abierta sobre todo a la gran sorpresa de Dios,
que viene siempre de modo nuevo a nuestra vida"

Tema del día:
Bandera discutida
Simeón es un personaje entrañable. Lo imaginamos casi siempre como un sacerdote anciano del Templo, pero nada de esto se nos dice en el texto. Simeón es un hombre bueno del pueblo, que guarda en su corazón la esperanza de ver un día «el consuelo» que tanto necesitan. «Impulsado por el Espíritu de Dios», sube al templo en el momento en que están entrando María, José y su niño Jesús.

El encuentro es conmovedor. Simeón reconoce en el niño, que trae consigo aquella pareja pobre de judíos piadosos, al Salvador que lleva tantos años esperando. El hombre se siente feliz. En un gesto atrevido y maternal, «toma al niño en sus brazos» con amor y cariño grande. Bendice a Dios y bendice a los padres. Sin duda, el evangelista lo presenta como modelo. Así hemos de acoger al Salvador.

Pero, de pronto, se dirige a María y su rostro cambia. Sus palabras no presagian nada tranquilizador: «Una espada te traspasará el alma». Este niño que tiene en sus brazos será una «bandera discutida»: fuente de conflictos y enfrentamientos. Jesús hará que «unos caigan y otros se levanten». Unos lo acogerán y su vida adquirirá una dignidad nueva: su existencia se llenará de luz y de esperanza. Otros lo rechazarán y su vida se echará a perder: el rechazo a Jesús será su ruina.

Al tomar postura ante Jesús, «quedará clara la actitud de muchos corazones». Él pondrá al descubierto lo que hay en lo más profundo de las personas. La acogida de este niño pide un cambio profundo. Jesús no viene a traer tranquilidad, sino a generar un proceso doloroso y conflictivo de conversión radical.

Siempre es así. También hoy. Una Iglesia que tome en serio su conversión a Jesucristo, no será nunca un espacio de tranquilidad sino de conflicto. No es posible una relación más vital con Jesús sin dar pasos hacia mayores niveles de verdad. Y esto es siempre doloroso para todos.

Cuanto más nos acerquemos a Jesús, mejor veremos nuestras incoherencias y desviaciones; lo que hay de verdad o de mentira en nuestro cristianismo; lo que hay de pecado en nuestros corazones y nuestras estructuras, en nuestras vidas y nuestras teologías.
Jose Antonio Pagola

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

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"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Nunca olvidemos agradecer
Una vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde Perú, Alina pide publicar un agradecimiento a Dios por el cumpleaños número 79 de su mamá, Victoria Trujillo, a quien abrazarán mañana en el festejo y recordando también a su papá, que ya tiene la dicha de estar en presencia del Señor.

El autor de esta página da gracias a Dios y a la Santísima Virgen de Lourdes por todas las gracias personales y familiares recibidas a lo largo del año que está finalizando.

Un estímulo todos los días
Diciembre 28
Los santos inocentes son niños indefensos muertos por la maldad y la envidia de un poderoso. ¡Cuánta gente muere y sufre hoy por las ambiciones de algunos que sólo piensan en su bienestar, en sus intereses personales, en su cuota de poder! Si eres discípulo de Jesucristo, no elijas ese mismo estilo de vida.
Aunque no tengas muchos bienes ni mucho poder, es posible que a veces te encierres sólo en tus intereses y necesidades, como si a tu alrededor no existiera un mundo de dolor, de miseria, de injusticia. No elijas esa indiferencia indigna, porque ésa no fue la opción del Hijo de Dios.
Si todavía no eres capaz de vivir con generosidad, de compartir tu vida con los que te necesitan, al menos trata de detenerte n momento a orar por los que están sufriendo. Esa oración puede convertirse en un acto de amor que te vuelva más sensible, más abierto, más compasivo, más humano.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-