lunes, 9 de abril de 2012

Pequeñas Semillitas 1676


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1676 ~ Lunes 9 de Abril de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola…
De la hojita “El Domingo” de editorial San Pablo, correspondiente a la misa de ayer, extraigo la siguiente reflexión para abrir esta edición de “Pequeñas Semillitas”:
La Pascua judía celebraba la maravillosa acción de Dios, que hizo “pasar” a su pueblo de la esclavitud a la libertad. La Pascua cristiana es el “paso” de la muerte a la Vida: Cristo muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró nuestra vida.
El cristiano “hace fiesta”, da gracias al Señor porque es bueno y vive “el paso” de la esclavitud del pecado a la libertad de la vida junto a Dios; de una existencia “arrastrada sin sentido” a la esperanza de un porvenir renovado; de la cruz de cada día a la gloria de la vida eterna.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, las mujeres partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os guarde!». Y ellas se acercaron a Él, y abrazándole sus pies, le adoraron. Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán».
Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Estos, reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero a los soldados, advirtiéndoles: «Decid: ‘Sus discípulos vinieron de noche y le robaron mientras nosotros dormíamos’. Y si la cosa llega a oídos del procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones». Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy.
(Mt 28,8-15)

Comentario
Hoy, la alegría de la resurrección hace de las mujeres que habían ido al sepulcro mensajeras valientes de Cristo. «Una gran alegría» sienten en sus corazones por el anuncio del ángel sobre la resurrección del Maestro. Y salen “corriendo” del sepulcro para anunciarlo a los Apóstoles. No pueden quedar inactivas y sus corazones explotarían si no lo comunican a todos los discípulos. Resuenan en nuestras almas las palabras de Pablo: «La caridad de Cristo nos urge» (2Cor 5,14).
Jesús se hace el “encontradizo”: lo hace con María Magdalena y la otra María —así agradece y paga Cristo su osadía de buscarlo de buena mañana—, y lo hace también con todos los hombres y mujeres del mundo. Y más todavía, por su encarnación, se ha unido, en cierto modo, a todo hombre.
Las reacciones de las mujeres ante la presencia del Señor expresan las actitudes más profundas del ser humano ante Aquel que es nuestro Creador y Redentor: la sumisión —«se asieron a sus pies» (Mt 28,9)— y la adoración. ¡Qué gran lección para aprender a estar también ante Cristo Eucaristía!
«No tengáis miedo» (Mt 28,10), dice Jesús a las santas mujeres. ¿Miedo del Señor? Nunca, ¡si es el Amor de los amores! ¿Temor de perderlo? Sí, porque conocemos la propia debilidad. Por esto nos agarramos bien fuerte a sus pies. Como los Apóstoles en el mar embravecido y los discípulos de Emaús le pedimos: ¡Señor, no nos dejes!
Y el Maestro envía a las mujeres a notificar la buena nueva a los discípulos. Ésta es también tarea nuestra, y misión divina desde el día de nuestro bautizo: anunciar a Cristo por todo el mundo, «a fin que todo el mundo pueda encontrar a Cristo, para que Cristo pueda recorrer con cada uno el camino de la vida, con la potencia de la verdad (...) contenida en el misterio de la Encarnación y de la Redención, con la potencia del amor que irradia de ella» (Juan Pablo II).
Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santa Casilda de Toledo
Virgen Eremita


En el cerro que domina el valle, en el santuario actual, descansan desde el 1750 las reliquias de Santa Casilda, "la virgen mora que vino de Toledo", muy venerada en Burgos, en la urna, obra de Diego de Siloé, rematada por su propia imagen yacente. El lugar ha sido centro de peregrinación durante siglos y no deja de frecuentarlo la piedad de nuestros contemporáneos.

En torno a santa Casilda todo lo que encontramos es incierto, confuso y contradictorio. Pero su figura tiene el encanto de la sencillez y el sabor de lo heroico en el amor. Cautivó al pueblo cristiano medieval y le animó a la fidelidad. Su propio nombre -casida en árabe significa cantar- es como un verso con alas de canción.

Ni siquiera se conoce con exactitud el nombre de su padre, rey moro de Toledo, al que se nombra como Almacrin o Almamún. Sobre su condición, unos lo describen como un sanguinario perseguidor de los cristianos, mientras que otros lo presentan como apacible y bondadoso.

La princesita mora tiene un natural abundante en clemencia y ternura. Rodeada de todo tipo de comodidades y atenciones en la fastuosidad de la corte, no soporta la aflicción de los desafortunados que están en las mazmorras. Siente una especial piedad con los cautivos pobres y los intenta consolar llevándoles viandas en el hondón de su falda. Un día, cuando realizaba esta labor misericordiosa, fue sorprendida por su padre que le preguntó por lo que transportaba, contestando ella que "rosas" y ¡rosas aparecieron al extender la falda!

Quizá fueron los mismos cautivos cristianos quienes, viendo lo recto de su conducta, le hablaron de Cristo; posiblemente correspondieron a sus múltiples delicadezas y dádivas de la mejor manera que podían, instruyéndola en la fe cristiana. Pero, aunque en su corazón era ya de Cristo, ¿cómo podría recibir ella el Bautismo con los lazos tan fuertes del Islam que la rodeaban?

Comienza una grave dolencia. El flujo de sangre aumenta y la ciencia médica de palacio es incapaz de curarla. El Cielo le revela que encontrará remedio en las aguas milagrosas de San Vicente, allá por la Castilla cristiana. Almamún prepara el viaje de su hija con comitiva real. En Burgos recibe Casilda el Bautismo y marcha luego a los lagos de San Vicente, junto al Buezo, cerca de Briviesca. Recuperada la salud según se le dijo, decide consagrar a Cristo la virginidad de su cuerpo milagrosamente curado y resuelve pasar el resto de sus días en la soledad, dedicada a la oración y a la penitencia.

Murió de muy avanzada edad, siendo sepultada en la misma ermita que ella mandó construir. Pronto se convirtió en lugar de peregrinación. Cuentan que los caminantes sintieron desde entonces su especial protección y las mujeres la invocan contra el flujo de sangre, y hasta dicen que basta que una mujer pruebe las aguas y eche una piedra al lago para tener asegurada la descendencia.

Se juntan la historia, la imaginación del pueblo sencillo y la bruma del misterio en torno a la santa. Resta aprender la lección del ejemplo. El amor a Cristo hace posible el trueque del regalo propio de la corte morisca por la aspereza de una vida austera y penitente.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“¡Que la luz del Señor resucitado pueda disipar la tristeza del corazón y del espíritu! Que sigamos sintiendo paz y serenidad. Que podamos sentir la fuerza de la resurrección todos los días de nuestra vida. Y no nos olvidemos que la cruz no es para que la llevarla en el cuello, o colgarla de una pared; es para que la vivamos día a día.”


Tema del día:
Diez cosas que Jesús nos enseñó


1. Se revela contra acumular riquezas con la fe.

En un templo de Jerusalén, aventó las monedas de los mercaderes de sus mesas e hizo un escándalo. Que yo recuerde es la única vez que perdió la compostura ¿Te concentras más en acumular riquezas que en servir a tu prójimo o a tu cliente?

2. No guardaba rencor.

Cristo le dijo a Pedro que lo negaría tres veces. Lo hizo, pero nunca lo recriminó ¿En qué te ayuda ser rencoroso? ¿No afecta tu salud? ¿No te quita tiempo? ¿Resuelve tu pelea con la otra persona?

3. No discriminaba.

Anduvo con leprosos, paralíticos, recaudadores de impuestos, prostitutas y hombres poderosos. A todos los trató por igual ¿Tú haces lo mismo? ¿Cuándo ves a esas personas qué piensas de ellas? ¿Cómo las tratas?

4. Orar antes de momentos importantes.

Cuando tuvo desafíos importantes en su vida, como antes de la crucifixión, Jesús se retiraba al monte a orar a solas. Eso le daba estabilidad, paz y claridad de pensamiento. Cuando tú enfrentas desafíos importantes en tu vida ¿Buscas un espacio para estar solo, orar al Creador y platicar contigo mismo? ¿O te la pasas lamentándote y actuando por inercia, apresurado, porque no tienes tiempo?

5. Nunca criticó a nadie.

Cuando querían apedrear a una prostituta, Cristo los detuvo “Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra”. Y tú ¿Criticas a la gente? ¿Estás libre de faltas?

6. A sus enemigos los trataba por igual.

En la última cena, le dio a Judas la comunión, aun sabiendo que lo traicionaría. Nota cómo Él nunca actuó de forma negativa contra sus enemigos. Y tú ¿Si alguien te trata mal lo tratas de la misma forma? ¿Eres tan débil que eres su esclavo, al permitir que domine tus pensamientos? Jesús era un hombre libre, nunca permitió que algún enemigo hiciera que cambiara su forma de ser.

7. Comunicó con claridad hablando con historias.

Con el Sermón del Monte, sus parábolas, se hizo expresar con claridad y que sus ideas penetraran en sus seguidores haciéndolos reflexionar ¿Utilizas un lenguaje claro, simple y con historias para comunicarte? ¿O utilizas palabras raras y lenguaje “chocante” para impresionar?

8. La aceptación.

En la oración modelo, menciona “hágase tu voluntad, en el Cielo como en la Tierra”. Si aceptamos las cosas tal como son, podemos partir de ahí, para resolverlas. Perder tiempo en preguntarse por qué las cosas son así, no ayuda.

9. Compartió el secreto para no tener depresión.

Habla de perdonar siempre, habla de no criticar, habla de orar por tus enemigos. No es de tontos. Los médicos han descubierto que los pensamientos negativos dañan el organismo y crean depresión.

10. La oración, el secreto para conseguir lo que quieres.

Estar relajado, concentrarte en el amor y tener fe, pensando, deseando e imaginado lo que quieres, y esperar una vez que pides, es el secreto por el que los grandes millonarios obtuvieron su dinero. También, el secreto de los milagros. Se le llama Mantra en la religión budista. Los tibetanos, dicen que el objetivo de la oración es crear el sentimiento para que las palabras lleguen a Dios. Por eso, orar con fe, esperanza y corazón, crea el sentimiento necesario para que tu voz llegue al Ser Supremo y lo que deseas se haga realidad. Orar con flojera, repitiendo palabras como robot no funciona. Tampoco orar triste funciona. Por eso Jesús dice que en todo lo que pidas en oración teniendo fe te será concedido. La historia está plagada de ejemplos que esto funciona. Se han creado cientos de religiones, libros y métodos utilizando los principios de la oración modelo de Cristo, para obtener lo que se busca.


Pensamientos sanadores


Hoy pídele a Dios que sea tu brújula y tu guía

En la antigüedad, cuando un barco surcaba los anchos mares y aún no existían los instrumentos de orientación que hoy la tecnología brinda, los capitanes se guiaban por medio de una brújula.
Si la noche era estrellada, los marineros más expertos sabían orientarse mirando la posición de las estrellas.
También nosotros necesitamos de una brújula espiritual que guíe nuestro diario caminar.
Dios quiere ser esa brújula en tu camino. Cuando necesites orientación y guía, entrando en ti, acude a su presencia y pídele que haga fluir de tu interior los dones del discernimiento e inspiración. Entonces notarás cómo su luz te guía y las decisiones que tomarás te llevarán a experiencias satisfactorias.

El Señor solo lo condujo, no había a su lado ningún dios extranjero. Lo puso encima de las alturas del país para que comiera los frutos de los campos; lo alimentó con miel de los peñascos, con aceite de la roca dura…  Deuteronomio 32, 12-13


Pedidos de oración

Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Julián E., un joven de 25 años de Córdoba, Argentina, que está en estos momentos internado en Buenos Aires afectado de un tumor cerebral. Pedimos a Jesús, que por los méritos de su pasión, muerte y resurrección, ponga sus manos en él y le conceda la gracia inmensa de curarlo.

Pedimos oración por Gonzalo Andrés y por Eneried M., ambos de Bogotá, Colombia, para que el Señor los ayude a conseguir un trabajo digno.

Pedimos oración por la salud física, psíquica y espiritual de Elsa S., de Buenos Aires, Argentina.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Enviar los pedidos de oración a pequesemillitas@gmail.com


"Intimidad Divina"

En torno al Resucitado

Las mujeres, impulsadas por su amor, son las primeras en ir al sepulcro al amanecer del domingo, las primeras en verlo abierto y vacío, las primeras en conocer la resurrección; sin embargo no son las destinatarias de la gran nueva, sino más bien sus mensajeras. Es importante que sea informada la Iglesia; constituida por el núcleo de los discípulos en torno a Pedro: “Id luego y decid a sus discípulos: ha resucitado de entre los muertos y os precede a Galilea; allí le veréis” (Mateo 28, 7). El anuncio del nacimiento de Jesús fue llevado por los ángeles a los pastores, y el anuncio de la resurrección es comunicado por los ángeles a las mujeres. Estos son los gustos de Dios; para sus grandes mensajes escoge con preferencia a los humildes, a los sencillos.

Mientras las mujeres van a llevar la alegre nueva, una vez más tienen ellas la primicia: ven al Maestro resucitado antes que los apóstoles, quizá en premio a la fidelidad con que le siguieron al Calvario, asistieron a su sepultura y volvieron después para honrar a su cuerpo. Jesús las saluda “No temáis; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea y que allí me verán” (ib. 10). Mientras tanto las mujeres postradas a los pies del Resucitado, lo abrazan, expresando con ese gesto el amor y la reverencia por Aquel, que aun habiendo levantado los hombres a la dignidad de sus hermanos, sigue siendo su Dios.

Los judíos que no creyeron en Jesús vivo y obrador de milagros en medio de ellos, tampoco creen ahora en la evidencia de su resurrección. Completamente diversa es la actitud de los discípulos. Aunque en un primer momento, trastornados por la grandiosidad del hecho, a duras penas se decidieron a creer en la resurrección, por considerarla algunos como fruto de la imaginación de las mujeres, sin embargo más tarde, comprobado el hecho, se convierten en sus testigos más ardientes… Y será Pedro quien el mismo día de Pentecostés y a nombre de todos los discípulos dará sin miedo testimonio de la Resurrección delante de quienes habían condenado a Jesús y a quienes él tanto había temido. Quien posee un corazón humilde y recto podrá atravesar horas de zozobra, pero llegará siempre a la verdad que Dios nunca cesa de ofrecer a todos los hombres.

¡Oh Jesús!, resucitado de entre los muertos por divina virtud, nos abriste las puertas de la eternidad y nos mostraste los caminos de la vida… A las tímidas mujeres apareciste resucitado antes que a los demás, porque tal favor merecía el afecto de una intensa piedad. Sucesivamente fuiste visto de Pedro; de dos discípulos camino de Emaús, de los Apóstoles reunidos… Así, por cuarenta días apareciendo en muchas formas, comiendo y bebiendo con ellos, nos iluminaste en la fe con sus argumentos, nos levantaste a la esperanza con sus promesas, para de esta suerte encendernos en el amor con los dones del cielo. Bienaventurados los ojos que te vieron, Señor. Pero yo también seré dichoso si un día lograre contemplar tan deseada luz, dentro y fuera clarísima. (San Buenaventura, El árbol de la vida)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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