sábado, 28 de marzo de 2009

Pequeñas Semillitas 0677

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0677 ~ Sábado 28 de Marzo de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Simplemente en este sábado te pido que pienses que las personas a tu alrededor, tu familia, tus compañeros, tus amistades, clientes y conocidos, no te querrán más y no te recordarán mejor por lo que tú tienes, sino por ser quien eres y por las cosas que haces y dices. Procura mejorar internamente y superarte en lo que haces por y para los demás; estas son las cosas que te merecerán prestigio, respeto y aceptación .


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, muchos entre la gente, que habían escuchado a Jesús, decían: «Éste es verdaderamente el profeta». Otros decían: «Éste es el Cristo». Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».
Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de Él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?». Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre». Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en Él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos».
Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús: «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?». Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta». Y se volvieron cada uno a su casa.
(Juan 7, 40-53)

Comentario
Hoy el Evangelio nos presenta las diferentes reacciones que producían las palabras de nuestro Señor. No nos ofrece este texto de Juan ninguna palabra del Maestro, pero sí las consecuencias de lo que Él decía. Unos pensaban que era un profeta; otros decían «Éste es el Cristo» (Jn 7,41).
Verdaderamente, Jesucristo es ese “signo de contradicción” que Simeón había anunciado a María (cf. Lc 2,34). Jesús no dejaba indiferentes a quienes le escuchaban, hasta el punto de que en esta ocasión y en muchas otras «se originó una disensión entre la gente por causa de Él» (Jn 7,43). La respuesta de los guardias, que pretendían detener al Señor, centra la cuestión y nos muestra la fuerza de las palabras de Cristo: «Jamás un hombre ha hablado como habla este hombre» (Jn 7,46). Es como decir: sus palabras son diferentes; no son palabras huecas, llenas de soberbia y falsedad. El es “la Verdad” y su modo de decir refleja este hecho.
Y si esto sucedía con relación a sus oyentes, con mayor razón sus obras provocaban muchas veces el asombro, la admiración; y, también, la crítica, la murmuración, el odio... Jesucristo hablaba el “lenguaje de la caridad”: sus obras y sus palabras manifestaban el profundo amor que sentía hacía todos los hombres, especialmente hacia los más necesitados.
Hoy como entonces, los cristianos somos —hemos de ser— “signo de contradicción”, porque hablamos y actuamos no como los demás. Nosotros, imitando y siguiendo a Jesucristo, hemos de emplear igualmente “el lenguaje de la caridad y del cariño”, lenguaje necesario que, en definitiva, todos son capaces de comprender. Como escribió el Santo Padre Benedicto XVI en su encíclica Deus caritas est, «el amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa (...). Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre».
Abbé Fernand Arévalo (Bruselas, Bélgica)



Santoral Católico


Beato Enrique Susso



Fue un prodigio de santidad en un ambiente muy corrompido. Nació en 1296 en Suabia, Alemania. A los 15 años fue admitido como religioso en el convento de los Padres Dominicos en Constanza. En la comunidad encontró como profesor un místico muy famoso que influyó en él de manera inmensa. Era el Padre Eckart, cuyos consejos seguían muchas personas con gran entusiasmo.

Los primeros años de religioso no fue muy fervoroso; sin embargo, su anhelo de santidad era tan grande e intenso que se propuso empezar una vida espiritual verdaderamente seria. El demonio intentó disuadirlo y desanimarlo con consideraciones de prudencia humana, haciéndole ver que esa conversión era demasiado rápida y que no sería capaz de perseverar en el bien. Frente a esto, el santo se dedicó a pedir a Dios la sabiduría celestial, siendo un admirador constante de este regalo celestial, y recomendando a sus discípulos implorar mucho a Dios por este magnífico don.

Los últimos años los pasó el Padre Enrique dedicado a dar dirección espiritual a las religiosas, especialmente a las dominicas, las cuales lo consideraban un verdadero hombre de Dios y un guía espiritual sumamente acertado.

Murió en 1365, y dicen que su cuerpo permaneció muchos años incorrupto. Pero después el templo donde estaba enterrado pasó a poder de los protestantes y no se volvió a saber de sus restos. Tuvo muchas visiones y se le apareció la Sma. Virgen María a traerle mensajes celestiales.



Pensamiento



"Sonríe siempre para no dar a los que te odian el placer de verte triste... y para dar a los que te aman la alegría de ser feliz"
Anónimo



Tema del día : Señor enséñame



Señor, enséñame a entrar y a permanecer en tu presencia, a encontrarte a cada instante, en cada necesidad de mi existencia.

Enséñame a buscarte en los confines de mi soledad interior y a centrarme en tu grandeza que rodea mi pequeñez.

Quiero cerrar los ojos y mirar tu cielo inmenso que me rodea, pero que al mismo tiempo está dentro de mí.

Quiero aprender a levantar mis manos imaginarias para alcanzarte mientras mis rodillas se doblan ante tu paz.

Quiero aprender a buscarte de todo corazón, en mis circunstancias, en mi actividad y en mi descanso, y sobre todo; en la necesidad imprevista que trae como tormenta de angustias, mis luchas internas.

Tú me hablarás y yo te escucharé, y rendido en tu presencia vendré a rogarte y a reconocerte que sólo dependo de Ti.

Sé que te encontraré cara a cara, cuando te busque de todo corazón en un lugar donde no haya nada externo que me perturbe para poder escuchar tu voz.

Te invocaré, clamaré, pediré, llamaré, haré todo lo que me digas cuando mi enemigo me alcance.

Sé que te encontraré en el fondo de mi corazón y allí estará también tu respuesta.

Vendré al encuentro de tu protección, de tu sabiduría, de tu consuelo, de tu dirección, de tu paz, y al encuentro de mi libertad, tu luz me rodeará.

Amén


Humor: La creación



Una pequeña pregunta a su madre,
- “¿Cómo se creó la raza humana?”
La madre le contesta,
- “Dios creó a Adán y Eva y ellos tuvieron hijos y así se formó la raza humana”
Dos días después la niña le hace a su padre la misma pregunta.
El padre contesta,
- “Hace muchos años existieron monos y fueron evolucionando hasta los seres humanos que ves hoy”
La pequeña toda confundida regresa con su madre y le dice,
- “Mamá ¿como es posible que tú digas que la raza humana fue creada por Dios y mi papá diga que evolucionó del mono?”
La madre contesta:
- “Mira querida, es muy simple. Yo te hablé de mi familia y tu padre te habló de la suya”



Meditación breve



¿Te ha pasado eso de cargar con un resentimiento durante mucho tiempo para finalmente, un buen día, olvidarlo?
Qué maravillosa sensación de alivio puede sentirse al perdonar. Se logra una sensación de refrescante pureza y libertad.
Habiendo sido lastimado, ¿tiene sentido perpetuar el dolor? No, por supuesto que no. Nadie querría hacer algo semejante. Y sin embargo, solemos ser muy renuentes a perdonar.
Perdonar a alguien no significa necesariamente tener que volver a confiar en él, ni descuidarse como para que pueda volver a lastimarte.
Perdonar sólo significa seguir avanzando.
Perdonar no tiene por qué llevarte a estar menos atento ni a ser más vulnerable.
Perdonar no quiere decir que lo que sucedió haya sido aceptable. Quiere decir que has decidido no permitir que te siga paralizando.
Ponerte en el rol de víctima no conlleva ningún beneficio duradero.
Perdona y te liberarás para poder vivir cada día con espíritu positivo y sin la carga de los viejos errores de los demás.


Reflexión Mariana


María es la Reina de los mártires. Ella es la que les ha sonreído cuando sufrieron el martirio y con ello les dio fuerzas para soportarlo. Nosotros también debemos acudir a María e implorar su socorro en las pruebas que tengamos que pasar en esta vida, pues somos débiles y necesitamos su ayuda y consuelo de Madre.
Y tal vez no muramos mártires, derramando nuestra sangre, pero sí seremos mártires de la vida ordinaria, pues el que vive cumpliendo los Diez Mandamientos y tratando de ser fiel a Dios, ya es un pequeño mártir, y la misma existencia de todos los días es un martirio.
Entonces contemplemos la sonrisa de María, que nos espera en el Paraíso para estrecharnos en sus brazos y estar unidos a nosotros para toda la eternidad.



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.