martes, 25 de febrero de 2025

Pequeñas Semillitas 5912

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 5912 ~ Martes 25 de Febrero de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Padre amado, te alabo en todo momento porque sé que cada día abres tu inagotable lluvia de bendiciones a todos los que a Ti acuden confiados. Sales siempre en mi auxilio y me haces vivir tranquilo. Te doy gracias por toda la belleza que colocaste en la creación. En cada rincón de este mundo está reflejada tu magnificencia, la colocas por doquier para que de ella me inunde y te recuerde. Quiero recibir de Ti esa fuerza y ánimo para estar alegre, siempre dispuesto a luchar contra todas las adversidades. Quiero vivir en la serenidad de tus palabras aún en medio de la angustia. Quiero ser testigo de tu poder, que mi fe se vea fortalecida y que me abra puertas hacia unas maravillas jamás vistas. Dame vida en abundancia. Quiero vivir según tu amor y tu justicia. Gracias porque con tus Palabras, sanas mi mente y espíritu y me levantas en victoria ante aquellas circunstancias y problemas en las que yo me veo derrotado. Me conoces y me amas. En Ti creo, por eso te alabo y te adoro. Amén.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
(Martes VII del Tiempo Ordinario, ciclo C)
Primera Lectura: Eclesiástico 2, 1-13
 
Salmo: Sal 36, 3-4. 18-19. 27-28. 39-40
 
Santo Evangelio: Mc 9,30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos iban caminando por Galilea, pero Él no quería que se supiera. Iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres; le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará». Pero ellos no entendían lo que les decía y temían preguntarle.
Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntaba: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor. Entonces se sentó, llamó a los Doce, y les dijo: «Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: «El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado».
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio nos trae dos enseñanzas de Jesús, que están estrechamente ligadas una a otra. Por un lado, el Señor les anuncia que «le matarán y a los tres días de haber muerto resucitará» (Mc 9,31). Es la voluntad del Padre para Él: para esto ha venido al mundo; así quiere liberarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte eterna; de esta manera Jesús nos hará hijos de Dios. La entrega del Señor hasta el extremo de dar su vida por nosotros muestra la infinidad del Amor de Dios: un Amor sin medida, un Amor al que no le importa abajarse hasta la locura y el escándalo de la Cruz.
Resulta aterrador escuchar la reacción de los Apóstoles, todavía demasiado ocupados en contemplarse a sí mismos y olvidándose de aprender del Maestro: «No entendían lo que les decía» (Mc 9,32), porque por el camino iban discutiendo quién de ellos sería el más grande, y, por si acaso les toca recibir, no se atreven a hacerle ninguna pregunta.
Con delicada paciencia, Jesús añade: hay que hacerse el último y servidor de todos. Hay que acoger al sencillo y pequeño, porque el Señor ha querido identificarse con él. Debemos acoger a Jesús en nuestra vida porque así estamos abriendo las puertas a Dios mismo. Es como un programa de vida para ir caminando.
Así lo explica con claridad el Santo Cura de Ars, Juan Bautista María Vianney: «Cada vez que podemos renunciar a nuestra voluntad para hacer la de los otros, siempre que ésta no vaya contra la ley de Dios, conseguimos grandes méritos, que sólo Dios conoce». Jesús enseña con sus palabras, pero sobre todo enseña con sus obras. Aquellos Apóstoles, en un principio duros para entender, después de la Cruz y de la Resurrección, seguirán las mismas huellas de su Señor y de su Dios. Y, acompañados de María Santísima, se harán cada vez más pequeños para que Jesús crezca en ellos y en el mundo.
* Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España) © Textos de Evangeli.net
 
Santoral Católico:
Beata María Ludovica de Ángelis
 
Nació en L'Aquila (Italia) el año 1880, de familia campesina. Ingresó en la Congregación de Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia y, en 1907, la destinaron al Hospital de Niños de La Plata, en Argentina, donde pasó el resto de su vida. Adoptó a los niños como su propia familia y fue para ellos un ángel. Fue cocinera solícita y también responsable de su comunidad. Se distinguió por su caridad y solicitud hacia los enfermos y el personal hospitalario. Murió en 1962 y fue beatificada el 3 de octubre de 2004 por el papa San Juan Pablo II. 
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
 
que con tu sangre preciosa y tu muerte sagrada
redimiste las almas y, por tu misericordia,
las llevaste del destierro a la vida eterna»
(SANTA BRÍGIDA)
 
Temas Médicos:
Depresión y suicidio
El trastorno depresivo (o DEPRESIÓN) es un trastorno mental común. Implica un estado de ánimo deprimido o la pérdida del placer o el interés por actividades durante largos períodos de tiempo. Aunque todas las personas pueden sufrir sentimientos de tristeza ocasionalmente de forma transitoria, en algunas de ellas, estos sentimientos son persistentes y se acompañan de otros síntomas, como por ejemplo pensamientos negativos que dificultan significativamente su vida cotidiana.
 
La depresión es distinta de los cambios habituales del estado de ánimo y los sentimientos sobre el día a día. Puede afectar a todos los ámbitos de la vida, incluidas las relaciones familiares, de amistad y las comunitarias. Puede deberse a problemas en la escuela y laborales o causarlos.
 
Los síntomas fundamentales de la depresión son: animo bajo, tristeza profunda o sentimientos de desesperanza, pérdida de interés en las actividades con las que se disfrutaba o tener escaso placer al realizarlas la mayoría de los días durante las últimas semanas.
 
Además, pueden experimentarse: irritabilidad (enfadarse fácilmente), ganas de llorar sin motivo aparente, pérdida de energía o cansancio, problemas de sueño, cambios en el apetito, que a veces conduce a variaciones en el peso, dificultad para concentrarse o problemas de memoria, pérdida del interés sexual, sentimientos de inutilidad o culpa, pensamientos negativos, excesivas críticas hacia uno mismo, deseos de muerte,
 
Los síntomas pueden durar semanas, meses e incluso años. La depresión se diferencia de la tristeza normal por su mayor duración e intensidad y sobre todo por la repercusión en el funcionamiento social, familiar, y laboral.
 
La depresión afecta entre un 10% y un 15% de la población mundial, al menos una vez a lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas sufren depresión La depresión es aproximadamente un 50% más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. En todo el mundo, más del 10% de las embarazadas y de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan depresión. Cada año se suicidan más de 700 000 personas. El suicidio es la cuarta causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.
 
Según sus características, clásicamente se habla al menos de 7 tipos de depresiones:
 
1. Trastorno Depresivo Mayor
2. Distimia
3. Trastorno ansioso-depresivo.
4. Depresión Atípica.
5. Trastorno afectivo estacional.
6. Trastorno Bipolar.
7. Ciclotimia
 
Atención: Las características distintivas de cada tipo de depresión, así como también su diagnóstico y tratamiento, no serán expuestos en esta nota y están reservados a los integrantes de los equipos de salud mental (psiquiatras y psicólogos principalmente).
 
Uno de los grandes riesgos de estos pacientes es que les asalten esas ideas suicidas. De hecho, curiosamente, muchos cometen tentativas de suicidio durante la etapa de recuperación, puesto que mientras dura la fase de tristeza profunda no tienen capacidad para ello, ni siquiera para planificarlo.
 
Hasta un 15% de las personas con depresión se suicidan. Se entiende por conducta suicida no sólo la que consigue la propia muerte, sino todos aquellos comportamientos que, de forma más o menos directa, con mayor o menor intencionalidad, desencadenan un acto autodestructivo.
 
Si bien el riesgo suicida existe en todas las formas depresivas y en todos los momentos de su evolución, tenemos que aclarar que hay mayor riesgo de que ocurra cuando se trata de un varón, cuando la persona es anciana, si existen problemas de alcohol o drogas y si ya lo ha intentado antes. No se debe ignorar nunca una amenaza suicida y mucho menos una tentativa, la mayor parte de los suicidas ‘avisan’ de alguna manera antes de consumarlo.
 
Prevenir el suicidio es posible, y para ello es fundamental detectar la depresión y tratarla adecuadamente. Cada vida que puede perderse por suicidio es una muerte evitable. Para esto, es necesario plantear estrategias basadas en la evidencia que eviten este desenlace, poniendo en práctica medidas multinivel de prevención primaria, secundaria y terciaria.
 
Entre las acciones más destacables figura la estrategia de detección precoz y atención al riesgo de conducta suicida, situación que debe estar presente en todas las consultas del sistema de salud mental.
 
Si el paciente depresivo mantiene buenos vínculos familiares y sociales es posible tratarlo desde la atención primaria con la medicación pertinente. Una vez que el médico llega a la conclusión de que el paciente tiene ideaciones suicidas, debe considerar cuál es el mejor modo de abordar su atención. En los casos de mayor riesgo, puede enviarlo a internación. Estos casos de riesgo alto se identifican gracias al conocimiento de distintos marcadores o indicadores de riesgo de suicidio: pacientes que viven solos, con pocos vínculos sociales y familiares, problemas económicos o de adicción al alcohol, entre otros.
 
El equipo médico debe hablar con sus familiares para dejarles claro que no deben forzar al enfermo a hacer cosas que no desea o para las que no tiene fuerzas. Es posible que la familia, con la mejor de sus voluntades, intente sacarlo de casa o promover actividades con él a las que no habría que obligarle, al menos durante la fase de tristeza, apatía y desesperanza propia de la depresión. Más adelante, sí que se puede intentar programar actividades que le ayuden a salir de la apatía.
 
En orden a la prevención, se tiende a decir que no se puede saber cuándo se va a suicidar un paciente y que el suicidio es imprevisible, esto no es del todo cierto. El paciente va dejando pistas elocuentes con las que se va despidiendo. «Estos pacientes suelen acudir a las consultas y dejarnos pequeños indicios de que está pensando suicidarse, aunque los que están muy, muy deprimidos, no están capacitados para planificarlo».
 
Fuentes: Organización Mundial de la Salud - Fundación Eroski – Comunidad Madrid - Imagen: El Confidencial
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
El alumno, según él, había terminado el cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó la obra con detenimiento y concentración durante un rato.
Entonces, le pidió al alumno la paleta y los pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando el maestro le regresó las pinturas al alumno el cuadro había cambiado notablemente.
El alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos la obra había pasado de mediocre a sublime.
Casi con reverencia le dijo al maestro:
- ¿Cómo es posible que con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?
- Es que en esos pequeños detalles está el arte. Contestó el maestro.
Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean cada día. Un ave que canta, una flor que se abre, el beso de un hijo en nuestra mejilla, son ejemplos de pequeños detalles que al sumarse pueden hacer diferente nuestra existencia.
Todas las relaciones -familia, matrimonio, noviazgo o amistad- se basan en detalles. Nadie espera que remontes el Océano Atlántico por él, aunque probablemente sí que le hables el día de su cumpleaños. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando sabes que está enfermo.
🌸
Esta anécdota de san Francisco de Asís puede iluminarnos mucho acerca de cómo podemos influir poderosamente en nuestro ambiente por medio de nuestras actitudes, gestos y acciones.
Los que están a nuestro alrededor receptan todo lo que hacemos y pueden recibir de nosotros invitaciones al bien o al mal, a la alegría o a la tristeza, a la generosidad o al egoísmo.
En un día lleno de sol san Francisco de Asís invitó a un fraile joven a que lo acompañara a la ciudad para predicar. Se pusieron en camino y recorrieron las principales calles, devolviendo amistosamente el saludo a quienes se acercaban.
De vez en cuando se detenían para acariciar a un niño o para hablar con alguno. Durante todo el paseo san Francisco y el fraile mantuvieron entre ellos una animada conversación.
Después de haber caminado durante un largo rato, el fraile joven pareció inquieto y le preguntó a san Francisco dónde y cuándo comenzarían su predicación.
— Hemos estado predicando desde que atravesamos las puertas del convento —le replicó el santo—, ¿no has visto cómo la gente observaba nuestra alegría y se sentía consolada con nuestros saludos y sonrisas? ¿No has advertido lo alegres que conversábamos entre nosotros, durante todo el paseo?  Si estos no son unos pequeños sermones, ¿qué es lo que son?
Jesús en el Evangelio nos invita a ser luz en nuestro ambiente: “Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo” Te animo a introducir en tu vida estos “pequeños sermones” para volver más luminoso nuestro mundo.
🌸
“Dios nos ha dado a Jesús a través de María, así que debemos ir a María para acceder a Jesús. "Nadie va a mi Padre sin mi permiso", dijo Jesús. Nadie puede venir a mí sin venir por Mi Madre (...) El amor del Señor por su Madre Bendita es incomparable. La Virgen es todo sobre el Corazón de Dios (...). El alma que elige a María como abogada está segura de que sus oraciones y peticiones serán escuchadas.
Jesús no le niega nada a María (...). María es la Virgen poderosa, la Virgen llena de bondad, la Puerta del Cielo, Nuestra Señora del Amor. Ella escucha la oración que brota del corazón puro, humilde, simple y confiado (...). ¡Ah! Si pudiéramos concebir todas las maravillas que María opera en las almas!
Decir que María es Reina del Cielo y de la tierra es muy hermoso, muy verdadero; decir, que Ella es la Madre de todos los corazones, Medianera de todas las causas que se relacionan con el Cielo es aún más sublime». (Marta Robin)
 
Un año con María
Febrero 25. El servicio es alegría
Servir a Dios es una entrega de alegría  y no es vivir con pereza ni con pena, ni menos servir enojosos. María siempre sirvió con alegría y entusiasmo, porque el servicio verdadero es el fruto de la oración  y de la humildad.
Hay pastores y curas que viven amargados cuando sienten el llamado, quejas tras quejas, es por ello que María en sus distintas apariciones pide que recemos por los sacerdotes. La luna no dice; “Hoy veré cómo hago para brillar”... ¡No! Ella sabe que depende del sol. Si vos estás en el lugar adecuado (como la luna) entonces vas a reflejar. Dios es la luz y nosotros somos los espejos, es Dios quien envía su mensaje y nosotros lo reflejamos. No se trata de nosotros, se trata de Él...
Aprendamos de María. Ella nunca se puso como centro de los evangelios.
(Padre Luis Zazano)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
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