martes, 4 de febrero de 2025

Pequeñas Semillitas 5891

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 5891 ~ Martes 4 de Febrero de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
La armonía es la conveniente proporción y correspondencia de unas cosas con otras.
La belleza es la armonía de las formas, que inspira admiración y complacencia.
Armonía es el resultado de la combinación concertada y agradable al oído, de los sonidos de una composición musical.
La salud es la armonía de las funciones de los sistemas orgánicos, y el equilibrio mental y emocional, por los cuales la persona actúa y reacciona normalmente.
Quien vive la sabiduría, practicando la justicia y la bondad, le imprime armonía a su vida.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
(Martes IV del Tiempo Ordinario, ciclo C)
Primera Lectura: Hebreos 12, 1-4
 
Salmo: Sal 21, 26b-27. 28 y 30. 31-32
 
Santo Evangelio: Mc 5,21-43
En aquel tiempo, Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.
Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré». Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de Él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?». Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: ‘¿Quién me ha tocado?’». Pero Él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante Él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad».
Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?». Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe». Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate». La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.
 
Comentario:
Hoy el Evangelio nos presenta dos milagros de Jesús que nos hablan de la fe de dos personas bien distintas. Tanto Jairo —uno de los jefes de la sinagoga— como aquella mujer enferma muestran una gran fe: Jairo está seguro de que Jesús puede curar a su hija, mientras que aquella buena mujer confía en que un mínimo de contacto con la ropa de Jesús será suficiente para liberarla de una enfermedad muy grave. Y Jesús, porque son personas de fe, les concede el favor que habían ido a buscar.
La primera fue ella, aquella que pensaba que no era digna de que Jesús le dedicara tiempo, la que no se atrevía a molestar al Maestro ni a aquellos judíos tan influyentes. Sin hacer ruido, se acerca y, tocando la borla del manto de Jesús, “arranca” su curación y ella enseguida lo nota en su cuerpo. Pero Jesús, que sabe lo que ha pasado, no la quiere dejar marchar sin dirigirle unas palabras: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad» (Mc 5,34).
A Jairo, Jesús le pide una fe todavía más grande. Como ya Dios había hecho con Abraham en el Antiguo Testamento, pedirá una fe contra toda esperanza, la fe de las cosas imposibles. Le comunicaron a Jairo la terrible noticia de que su hijita acababa de morir. Nos podemos imaginar el gran dolor que le invadiría en aquel momento, y quizá la tentación de la desesperación. Y Jesús, que lo había oído, le dice: «No temas, solamente ten fe» (Mc 5,36). Y como aquellos patriarcas antiguos, creyendo contra toda esperanza, vio cómo Jesús devolvía la vida a su amada hija.
Dos grandes lecciones de fe para nosotros. Desde las páginas del Evangelio, Jairo y la mujer que sufría hemorragias, juntamente con tantos otros, nos hablan de la necesidad de tener una fe inconmovible. Podemos hacer nuestra aquella bonita exclamación evangélica: «Creo, Señor, ayuda mi incredulidad» (Mc 9,24).
* Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas (Girona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
San Juan de Brito
Nació en Lisboa el año 1647, de familia noble y piadosa. En 1673 marchó a la India donde decidió trabajar por los humildes y necesitados en la región que entonces se llamaba Misión del Maduré. Su labor paciente, su celo desinteresado y su amor genuino por los pobres le ganaron la confianza de los mismos. Se insertó de lleno en la sociedad en que desarrolló su apostolado. Dominando la cultura brahmán, estudiando y orando, anduvo de un territorio a otro, vestido de una túnica de cuero entre roja y amarilla, adaptándose a los ritos sociales de los bonzos brahmanes, pero sin asumir sus creencias inconciliables con la fe cristiana; aun así, sufrió incomprensiones. Hizo un viaje a Portugal en busca de misioneros y de subsidios para la misión. Su éxito provocó envidias y oposición en algunos paganos. Como consecuencia, en una persecución contra los cristianos, fue decapitado en Oriur, en el reino de Maraná (India) el 4 de febrero de 1693.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Santoral Católico:
Santa Juana de Valois
Reina y Fundadora
Hija de Luis XI, rey de Francia, nació con malformaciones el año 1464 en Nogent-le-Roy. Aún en la cuna, fue prometida en matrimonio al futuro Luis XII, con el que se casó en 1476. Tras veintidós años de calvario y sin haber tenido descendencia, su matrimonio fue anulado y ella se retiró al ducado de Berry, que gobernó con sabiduría y caridad. De siempre había llevado una profunda vida religiosa, a la que ahora podía dedicarse sin trabas. Gozó de carismas y fenómenos místicos extraordinarios. Bajo la guía de su director espiritual, el franciscano Gabriel María (Gilberto) Nicolás, fundó la Orden de la Anunciación, en honor de la Virgen, que desde el principio estuvo bajo el régimen de los franciscanos y participó de los privilegios de las clarisas. Murió en Bourges (Aquitania) el 4 de febrero de 1505.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«Siempre que puedes llevar paz a la vida de alguien, hazlo. Ya hay demasiado caos en la vida de los demás. Y hay demasiada gente lastimando y haciendo daño. Siempre que tengas la oportunidad de ser amable, hacer el bien, ayudar, escuchar, hacer reír, no lo dudes y hazlo»
 
Tema del día:
Memoria, fiesta y solemnidad
Escuchar los términos memoria, fiesta y solemnidad pueden ser confusos cuando los escuchamos en Misa, por eso despejaremos la duda en este artículo.
 
Generalmente, la palabra «fiesta» es usada por los católicos en referencia a cualquier celebración de la Iglesia: días dedicados a santos, a Nuestra Señora, a nuestro Señor Jesucristo... No hay ningún error doctrinal en usar el término «fiesta» para todos los casos, pero es recomendable aprender que en la Iglesia existe una jerarquía de celebraciones. Estas se estructuran en tres tipos básicos: la memoria, la fiesta y la solemnidad.
 
1. SOLEMNIDAD
La solemnidad es la celebración de grado más alto, reservada a los misterios más importantes de nuestra fe: por ejemplo, la Pascua, Pentecostés, la Inmaculada Concepción; los principales títulos de Jesús, como Cristo Rey o el Sagrado Corazón.
 
Además de celebraciones que honran a algunos santos de especial importancia en la historia de la salvación, como es el caso de las solemnidades de los santos Pedro y Pablo y la del nacimiento de san Juan Bautista.
 
En las solemnidades, así como en los domingos, la celebración eucarística tiene tres lecturas, la oración de los fieles, el Credo y el Gloria (incluso cuando la solemnidad cae en Adviento o en Cuaresma).
 
También tienen oraciones propias exclusivas: antífona de entrada, oración inicial, oración sobre las ofrendas, antífona de comunión y oración después de la comunión. En la mayoría de los casos, también hay un prefacio especial.
 
Algunas solemnidades son fiestas de precepto y otras no: esto depende de la realidad pastoral de cada país y, por tanto, del criterio de la respectiva conferencia episcopal.
 
Cuando las solemnidades caen en domingo se celebran como tales durante el tiempo ordinario y el tiempo de Navidad, pero acostumbran a ser trasladadas al lunes cuando caen en un domingo de Adviento, de Cuaresma, de Semana Santa y del tiempo pascual.
 
2. FIESTA
La fiesta honra algún misterio o título de Jesús, de Nuestra Señora y de santos especialmente relevantes, como los apóstoles, los evangelistas y otros de gran importancia histórica como san Lorenzo.
 
Durante la fiesta acostumbra a tener oraciones propias, pero se hacen solo dos lecturas y el Gloria. A diferencia de otras fiestas, las dedicadas a Jesús —como la Transfiguración y la Exaltación de la Santa Cruz— se celebran también cuando caen en domingo y en ese caso tienen tres lecturas, el Gloria y el Credo.
 
3. MEMORIA
El caso de la memoria es generalmente la celebración de un santo, pero podría también celebrar algún aspecto de Jesús o de María. Es lo que ocurre en la memoria facultativa del Santo Nombre de Jesús y de la memoria obligatoria del Inmaculado Corazón de María.
 
Y en lo que respecta a la liturgia, no hay diferencia entre la memoria facultativa y la memoria obligatoria. Toda memoria tiene al menos una oración propia de apertura.
 
En cuanto a las lecturas, pueden ser específicas o no: en general se prefiere que se mantengan las lecturas del día para evitar que se interrumpa excesivamente el ciclo continuo de las lecturas propias de cada tiempo.
 
Al mismo tiempo hay lecturas específicas que deben usarse en el caso de algunos santos, especialmente los mencionados en la propia Sagrada Escritura, por ejemplo Marta, María Magdalena y Bernabé.
 
Durante la Cuaresma y en parte del Adviento (del 17 al 24 de diciembre) se usa solo la oración colecta del santo; todo el resto es lo ordinario de ese día.
 
Caso especial
El día de difuntos, celebrado el 2 de noviembre, tiene prioridad sobre el domingo a pesar de no ser una solemnidad.
 
Variaciones geográficas
Hay casos en los que una determinada celebración tiene una clasificación diferente según la región, ya que algunos santos son más venerados en un lugar que en otros. Es el caso de san Benito: su día es memoria obligatoria en el calendario universal, pero es fiesta en Europa por ser uno de los patrones del continente y es solemnidad en la diócesis de Montecassino, donde está enterrado.
 
O bien, la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe en México y todo el continente americano, decretada por San Juan Pablo II en 1999.
 
Hay solemnidades, como el Corpus Christi, que pueden ser precepto o no conforme a la determinación de la conferencia episcopal de cada país: la decisión se basa en una realidad pastoral local. Por eso hay países que mantienen la tradicional celebración el jueves como fiesta de precepto, otros mantienen el día pero no como precepto y otros, que ya son mayoría, en los que la celebración se traslada al domingo siguiente para garantizar la máxima participación de los fieles.
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(Fuente: Aleteia)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La paciencia es el valor que nos hace como personas: tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos y las advertencias con fortaleza y por ende sin lamentos; esto es posible porque uno aprende a actuar acorde a cada circunstancia, moderando las palabras y la conducta en esos momentos.
La paciencia es un rasgo de carácter que nos permite pasar por situaciones caóticas sin derrumbarnos, nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y aceptar a los compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre muchas otras cosas.
Paciencia es la cualidad de tolerar o soportar dolor o dificultades sin quejas. Por otra parte, el no detenerse a considerar las posibilidades reales de éxito, tiempo y esfuerzo que se necesitan para alcanzar un determinado fin, es el principal obstáculo del desarrollo de este valor y se denomina impaciencia. Tan es así, que uno debe moderarse para evitar cargarse de demasiados compromisos que posiblemente no los podrán cumplir.
La paciencia es un ejercicio de amor, fe y humildad que hace crecer a las personas.
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.
🌸
¿Por qué Dios ha puesto en el hombre ese deseo tan intenso, si luego resulta que es malo?
Ya hemos dicho que el deseo sexual no es malo de por sí, ni mucho menos. La lujuria -el mal uso del sexo- es una deformación de la legítima apetencia sexual humana, igual que el cáncer de hígado es una alteración del hígado, órgano que nada tiene de innoble. Confundir el deseo sexual con la lujuria sería como confundir un órgano con el tumor que lo está destruyendo.
De la misma manera que un tumor destruye un órgano cuando sus propias células tienen un desarrollo ajeno a su función natural, puede decirse que la búsqueda del placer sexual fuera de sus leyes naturales produce una alteración en la función sexual natural del hombre.
Las grandes energías (como el impulso sexual, sin el que la persona no puede madurar como tal), si se desconectan de su unidad humana originaria, pueden desplegar un gran poder de destrucción. La sexualidad bien vivida en el matrimonio es algo estupendo, pero fuera de sus límites naturales es algo realmente peligroso: igual que es estupendo hacer fuego un día de invierno en la chimenea, pero es peligroso encenderlo encima de la moqueta o del sofá, (Alfonso Aguiló)
🌸
¿Por qué a veces resulta difícil perdonar a alguien? ¿Tan imperdonable era lo que nos ha hecho? ¿O es porque me he aferrado a recuerdos negativos por pensar constantemente en ellos?
Liberarse del pasado es el primer paso para un perdón completo. Puedo dejar pasar si me doy cuenta que las palabras y los actos de los demás son respuestas desde sus propias creencias y responsabilidades; no de las mías.
Crezco y me desarrollo a mi propio ritmo, en un mundo donde no hay dos personas que piensen o sientan exactamente lo mismo. Sabiéndolo, renuncio a pretender que todo (o algo en particular) funcione como yo creo que debería. Como estoy creciendo y desarrollándome, confío en el trabajo del orden divino.
El amor de Dios me asegura que, a pesar de lo pasado, nada de cuanto yo haya hecho puede impedirme comenzar de nuevo.
Cada día es un día nuevo, porque estoy creciendo y desarrollando mi ser.
 
Un año con María
Febrero 4: La decisión de tu vida
Cómo puede ser que dos mellizos o gemelos, criados en la misma casa, hasta vestidos muchas veces del mismo modo, comen lo mismo y hasta juegan con el mismo gato, que tienen supuestamente el mismo entorno familiar, uno pueda llegar a ser el premio Nobel de la Paz y el otro pueda ser condenado a cadena perpetua. ¡Gemelos! Y llegamos a la conclusión de que todo tiene que ver con la decisión. Sí, porque le decisión constante que haces en tu vida es la que va definiendo tu camino. Pues uno de estos gemelos ante la crisis decidió mal y el otro bien. Siempre las tormentas de la vida nos hacen decidir... No podemos estar exentos de problemas, el tema es qué hacemos con el problema que tenemos, qué decisión tomamos. El sufrimiento va a venir, el dolor estará también pero la decisión que tomaste te llevará a un fin.
María decide en la tormenta de su vida bajo la confianza. Ella sabe que tiene que decidir, sabe que todo puede cambiar y que las cosas van a cambiar. Comprende que no se camina si no se opta, pero vuelve en sí y mira desde al plan de Dios. Por ello es un pilar para la Iglesia. Pide a María luces para decidir y discernir.
(Padre Luis Zazano)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
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