PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3849 ~ Martes 11 de Diciembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
«Un
día, dos señoras conversaban con Francisco, el niño vidente de Nuestra Señora
de Fátima (1917), y le preguntaron sobre la carrera que a él le gustaría hacer
cuando fuera mayor:
—
¿Te gustaría ser carpintero? — No, señora. — ¿Quisieras ser militar? — No,
señora— ¿Tampoco quisieras ser médico? — No. — Yo sé bien lo que te gustaría
ser… ¡Sacerdote! Celebrar la misa, confesar, predicar… ¿No es cierto? — No
señora, no quiero ser sacerdote. —Entonces, ¿qué quieres ser?
—
¡Yo no quiero nada! ¡Yo quiero morir, e ir al Cielo!»
La
última noche, antes de expirar, Francisco le dirá a su madre: «Mira mamá, esa
hermosa luz, cerca de la puerta (…)» El niño no tenía todavía los 11 años. La Madre
de Jesús le había prometido que Ella vendría a buscarlo, si él rezaba muchos
Rosarios. «Él rezaba diariamente nueve y había hecho sacrificios heroicos»,
para evitar caer en pecado. Cuando no tuvo más fuerzas para rezar, su mamá le
consolaba diciéndole: «si no puedes rezar el Rosario de viva voz, rézalo con el
corazón»
¡Buenos días!
El misterio de la vida
Hay una oración muy buena para recordar cuando nos
sucedan esas cosas desagradables que no tienen más solución: “Señor, concédeme
fortaleza para solucionar lo que tiene solución; pero, valor para aceptar lo
que ya no tiene solución; y sabiduría para reconocer la diferencia”. Es una
sabia lección que se resume así: “Aceptar, olvidar, y seguir adelante”.
Padre mío, dueño de la
vida y de la muerte. Dame la gracia de aceptar con paz el misterio doloroso de
la vida, las enfermedades, la decadencia y la muerte; aceptarlas sin lamentos,
sin lágrimas, en silencio y paz. Me acuerdo de que tu Hijo transformó lo más
negativo e inútil del mundo, como es el dolor y la muerte, en fuente de
redención y vida eterna. Yo también quiero que desde hoy mi dolor y mi muerte sean
fuente fecunda de redención. A partir de este momento quiero sufrir con Jesús y
como Jesús. En tus manos, Padre mío, me abandono con mi vida y mi muerte, mi
salud y mi enfermedad. Amén. (Padre Ignacio Larrañaga).
Quien vive abandonado en el Señor crece en una
relación verdaderamente filial con Dios, su Padre; está disponible a todo lo
que se presente, su corazón se vuelve simple y libre, tiene facilidad para
vivir con humildad de corazón los misterios de la vida, se libera de toda
ansiedad por el porvenir incierto: “Será lo que el Padre quiera”, dice con
total sumisión.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Is 40, 1-11
♥ Salmo: Sal 95, 1-3. 10ac. 11-13
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 18, 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «¿Qué
os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no
dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y
si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que
por las noventa y nueve no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de
vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños».
♥ Comentario:
Hoy, Jesús nos lanza un reto: «¿Qué os parece?» (Mt
18,12); ¿qué clase de misericordia practicas? Quizás nosotros, “católicos
practicantes”, habiendo gustado muchas veces de la misericordia de Dios en sus
sacramentos, estemos tentados a pensar que ya estamos justificados ante los
ojos de Dios. Corremos el peligro de convertirnos inconscientemente en el
fariseo que menosprecia al publicano (cf. Lc 18,9-14). Aunque no lo digamos en
voz alta, quizás pensemos que estamos libres de culpa ante Dios. Algunos
síntomas de que este orgullo farisaico echa raíces en nosotros pueden ser la
impaciencia ante los defectos de los demás, o pensar que las advertencias nunca
van para nosotros.
El “desobediente” profeta Jonás, un judío, se mantuvo
inflexible cuando Dios mostró pena por los habitantes de Nínive. Yahvé reprochó
la intolerancia de Jonás (cf. Jon 4,10-11). Aquella mirada humana ponía límites
a la divina misericordia. ¿Acaso también nosotros ponemos límites a la
misericordia de Dios? Hemos de prestar atención a la lección de Jesús: «Sed
misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6,36). Con toda
probabilidad, ¡todavía nos queda un largo camino por recorrer para imitar la misericordia
de Dios!
¿Cómo debiéramos entender la misericordia de nuestro
Padre celestial? El Papa Francisco dijo que «Dios no perdona mediante un
decreto, sino con un abrazo». El abrazo de Dios para con cada uno de nosotros
se llama “Jesucristo”. Cristo manifiesta la misericordia paternal de Dios. En
el capítulo cuarto del Evangelio de san Juan, Cristo no airea los pecados de la
mujer samaritana. En lugar de ello, la divina misericordia cura a la Samaritana
ayudándola a afrontar plenamente la realidad de su pecado. La misericordia de
Dios es totalmente coherente con la verdad. La misericordia no es una excusa
para tomarse rebajas morales. Sin embargo, Jesús debió haber provocado su
arrepentimiento con mucha más ternura que la que sintió la mujer adúltera
“herida por el amor” (cf. Jn 8,3-11). Nosotros también debemos aprender cómo
ayudar a los demás a encararse con sus errores sin avergonzarles, con gran
respeto hacia ellos como hermanos en Cristo, y con ternura. En nuestro caso,
también con humildad, sabiendo que nosotros mismos somos “vasijas de barro”.
Fr. Damien LIN Yuanheng (Singapore, Singapur)
Santoral Católico:
Santa María Maravillas
de Jesús
Religiosa Carmelita
(María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán). La
Madre Maravillas nació en Madrid en 1891 de familia aristocrática. En 1919
ingresó en las carmelitas descalzas de El Escorial (Madrid), donde hizo su
primera profesión en 1921. Fueron años de intensa oración ante el sagrario, en
los que se forjó la fundación del Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid), centro
geográfico de España, donde se había levantado un monumento al Sagrado Corazón
de Jesús. El nuevo Carmelo, del que la madre Maravillas fue nombrada priora, se
inauguró en 1926, y pronto se pobló de vocaciones. En 1936, al estallar la
guerra civil, las monjas tuvieron que salir del convento, al que volvieron en
1939. Desde su clausura la Santa fundó en España y en India numerosos Carmelos
de estricta observancia y también obras sociales en favor de los pobres. Fueron
continuas sus enfermedades y penitencias, que sobrellevó con paz y serenidad.
Murió en La Aldehuela (Madrid) el 11 de diciembre de 1974. Fue canonizada el
año 2003.
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© Directorio Franciscano – Aciprensa –
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San Dámaso I
Papa
Era de origen español y nació probablemente en Roma
hacia el año 305. Siendo diácono incardinado en Roma, sirvió al papa Liberio y
lo acompañó en el destierro. Le sucedió en la sede de Pedro el año 366, cuando
la Iglesia pasaba por momentos muy delicados. Sufrió persecuciones, destierro y
calumnias, hubo de reunir frecuentes sínodos contra los cismáticos y herejes,
defendió la fe proclamada en el Concilio de Nicea, fue gran promotor del culto
a los mártires, cuyos sepulcros decoró con sus versos. Encomendó a su amigo san
Jerónimo que tradujera al latín la Biblia (la Vulgata), sustituyó el uso del
griego por el latín en la liturgia, consolidó y adecentó las catacumbas, hizo
de su propia casa una basílica dedicada a san Lorenzo. Murió el 11 de diciembre
del año 384.- Oración: Concédenos la gracia, Señor, de glorificarte
siempre por el triunfo de tus mártires, a quienes profesó devoción entrañable
el papa san Dámaso. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – Aciprensa –
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Palabras del Papa
Francisco
“En este Adviento, hazte pequeño,
hazte humilde, hazte servidor de los demás
y el Señor te dará la capacidad
de comprender cómo se hace la paz”.
Una historia de Adviento
Hace
tiempo que un viajero en una de sus vueltas por el mundo, llegó a una tierra,
le llamó la atención la belleza de sus arroyos que cruzaban los campos, los
sembrados. Habiendo caminado ya un rato, se encontró con la casas del pueblo,
sencillas coloridas y con puertas abiertas de par en par. No podía creerlo...
él venía de un lugar muy distinto...
Se
fue acercando pero su sorpresa fue mayor cuando tres niños, hermanitos,
salieron a recibirlo y lo invitaron a pasar. Los padres de los niños invitaron
al viajero a quedarse con ellos unos días.
El
viajero aprendió muchas cosas, por ejemplo a hornear el pan, trabajar la
tierra, ordeñar las vacas. Pero había una de la cual no podía descubrir el
significado. Cada día, y algunos días en varias ocasiones, el papá la mamá y
los hermanos se acercaban a una mesita donde habían colocado las figuras de
María y José, un burrito marrón y una vaca.
Despacito
dejaban una pajita entre María y José.
Con
el correr de los días el colchoncito de pajitas iba aumentando y se hacía más
mullido.
Cuando
le llegó al viajero el momento de partir, la familia le entregó un pan
calentito y frutas para el camino, lo abrazaron y lo despidieron. Ya se iba cuando dándose vuelta les dijo:
-Una
cosa quisiera llevarme de este hermoso momento.
Por
supuesto le contestaron:
-¿Qué
más podemos darte para el camino?
Y
el viajero entonces preguntó:
-
¿Por qué iban dejando esas pajitas a los pies de María y José?
Ellos
sonrieron y el niño más pequeño respondió:
Cada
vez que hacemos algo con amor, buscamos una pajita y la llevamos al
pesebre. Y así vamos preparando para que
cuando llegue el niño Jesús, María tenga un lugar para recostarlo. Si amamos poco, el colchón va a ser un
colchón delgado y por lo mismo frío.
Pero si amamos mucho, Jesús va a estar más cómodo y calentito.
El
viajero parecía comprenderlo todo.
Sintió ganas de quedarse con esa familia hasta la Nochebuena, pero una
voz adentro suyo lo invitó a llevar por otros pueblos lo que había conocido,
tanto de nuevas labores como de los corazones sencillos, tan llenos de amor,
como los de esa familia…
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Durante el periodo anterior al nacimiento de Jesús,
María y José tuvieron que pasar por una experiencia muy dolorosa. Esta será la
primera de las grandes pruebas compartidas de los recién casados.
Entre el momento de la Anunciación y la Encarnación
de la Palabra de Dios en el vientre de María, por la acción del Espíritu Santo
que "la cubrió con su sombra", y el momento del nacimiento de Jesús,
María comprometida con José, le fue dada como esposa. Cuando ella vino a vivir
a su casa, al final del período de compromiso, ya estaba embarazada. José
percibió el estado de la Virgen sin explicarse cómo era eso posible. En cuanto
a María, ella misma no podía revelar la extraordinaria maravilla realizada en ella
por el Señor. Sin embargo, José, como María, se mantiene fiel a la voluntad
divina y la recibe en su casa.
Esta primera gran prueba entre María y José, en los
primeros días de su vida en común, incluso antes del nacimiento de Jesús, fue
una prueba importante para su amor mutuo, pero también para su fe, tal como lo
había sido para Abraham cuando fue llamado a sacrificar a su hijo Isaac: locura
ante los ojos de los hombres, sabiduría ante los ojos de Dios; lo que pudo
destruir a la familia desde el principio, por el contrario, la unió para
siempre, por la fe. Además, es al precio de esta prueba para los santos
esposos, narrada en las Escrituras, que el nacimiento virginal de Jesús es
puesto de relieve sin ambigüedad.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Sebastián O. de R., de Chile, que se encuentra internado en Terapia
Intensiva en estado muy delicado por fractura de cráneo. Es padre de tres hijos
chicos y la familia está muy angustiada por esta situación. Que la Santísima
Virgen interceda ante Jesús para que se recupere pronto.
Pedimos oración para Ivanna C., de Córdoba, Argentina, joven mujer madre de dos hijas,
afectada de un proceso oncológico diseminado. La encomendamos al santo Cura
Brochero, santo cordobés, para que él interceda ante Dios por su recuperación.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Diciembre 11
"Espíritu Santo, que trabajas secretamente en
nuestros corazones y nos impulsas con delicadeza al amor, ayúdame a descubrir
las cosas bellas que haces en los demás. Ayúdame a estar más atento a las cosas
positivas que realizas en los hermanos, para que no me detenga tanto a lamentar
los defectos ajenos, para que no crea que todo es demasiado negro. Abre mis
ojos e ilumíname con tu presencia, para mirar a los demás con bondad y alabarte
por todo lo que haces en ellos.
Te adoro, Espíritu, porque siempre descubro algo de
ti en la hermosura de tu obra, en lo que realizas en el mundo, en los
sacramentos, en las virtudes, en los dones, en los carismas y en las
inspiraciones que vienen de ti.
Te adoro por los momentos de amor sincero que me
hiciste vivir, tocándome por dentro.
Alabado seas, Espíritu sublime. Te adoro con todo el
corazón. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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