PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3711 ~ Martes 17 de Julio de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dices
que no tienes tiempo y es cierto. Además, el poco que tienes lo empleas en
sonseras y resulta que luego te quedas vacío y triste. Mientras, a tu alrededor
la vida fluye imparable e incontenible. No puedes retenerla como el agua entre
las junturas de tus dedos. Envidias a otros que la aprovechan para sus logros,
que a ti se te escapan. Lo peor de todo es que el tiempo “mal-gastado” no se
recupera. Son tantas y diversas las opciones que se te presentan a diario que
no las puedes abarcar. A veces, hasta llegas a agobiarte por no lograr lo que
con ilusión te propones…
Mira,
te doy un consejo de buen amigo. No pretendas saber ni estar enterado de todo
lo que pasa, ni siquiera de muchas cosas. El mundo es inmenso y tú muy pequeño
y limitado. Busca un rato de silencio y te encontrarás a ti mismo. Esto es lo
importante. Solo una cosa necesitas: vivir en Dios y como Dios te pide.
Tu
tiempo es tu vida. Si lo pierdes, pierdes tu vida. “Cada día tiene su afán”.
¿Merece la pena vivir estresado y tan aceleradamente? Respóndete y desde ya
empieza a saborear la vida dándote a Dios y a los que te necesitan. Solo así
vivirás feliz. Quien tiene a Dios, nada le falta. Solo Dios basta.
¡Buenos días!
Perfume de rosas y
violetas
Emanuele Brunatto fue uno de los grandes convertidos
del padre Pío. Había sido buzo en América, sastre de señoras en Milán, jockey
en Bolonia, comerciante en Palermo y empresario de una famosa cantante de
cabaret en Nápoles. Él cuenta así su conversión: “El fraile (padre Pío) me miró
con desdén como si viera venir al diablo. Pensé: ¿éste es el santo? ¿Por qué me
mira con tanto odio? Yo estaba furioso. El capuchino parecía no ocuparse de mí.
Huí como un loco de la sacristía y comencé a sollozar como niño herido,
repitiendo constantemente: “Dios mío, Señor mío”. Cuando volví a la sacristía,
el padre Pío me esperaba solo. Su rostro, tenía una belleza celestial,
irradiaba una alegría indescriptible. Sin palabras, me hizo señas de
arrodillarme. Los recuerdos del pasado me vinieron como aguas de un torrente en
crecida. ¡Cuántos errores cometidos desde mi adolescencia! Le dije:
— No terminaré jamás de
confesarme tantos pecados. El padre me dijo:
— Te has confesado
durante la guerra y el Señor te ha perdonado.
Cuando llegó el momento de la absolución, el padre
Pío debió comenzar varias veces, como si luchase con un adversario invisible.
Las palabras sacramentales chocaban como flechas lanzadas sobre mi cabeza,
mientras de su boca salía un perfume de rosas y violetas que me inundaba el
rostro. Al momento de dejar el convento, le pedí bendecir al único objeto
decente que encontré en mis bolsillos, un par de guantes blancos, último
residuo de mis actuaciones teatrales. Tuvo un pequeño movimiento de sorpresa,
pero me sonrió y lo bendijo. Desde aquel día hasta que los perdí, estos guantes
emanaron de vez en cuando el perfume que había sentido durante la confesión”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Is 7,1-9
♥ Salmo: Sal 47,2-8
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 11,20-24
En aquel tiempo, Jesús se puso a maldecir a las
ciudades en las que se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no
se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en
Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras,
tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido. Por eso os digo que el
día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras. Y tú,
Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás!
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, aún
subsistiría el día de hoy. Por eso os digo que el día del Juicio habrá menos
rigor para la tierra de Sodoma que para ti».
♥ Comentario:
Hoy, Cristo reprende a dos ciudades de Galilea,
Corozaín y Betsaida, por su incredulidad: «¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti,
Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se
han hecho en vosotras, (...) se habrían convertido» (Mt 11,21). Jesús mismo da
testimonio en favor de las ciudades fenicias, Tiro y Sidón: éstas hubieran
hecho penitencia, con gran humildad, de haber experimentado las maravillas del
poder divino.
Nadie es feliz recibiendo una buena reprimenda. En
efecto, tiene que ser especialmente doloroso ser reprendido por Cristo, Él que
nos ama con un corazón infinitamente misericordioso. Simplemente, no hay
excusa, no hay inmunidad cuando uno es reprendido por la mismísima Verdad.
Recibamos, pues, con humildad y responsabilidad cada día la llamada de Dios a
la conversión.
También notamos que Cristo no se anda con rodeos. Él
situó a su audiencia frente a frente ante la verdad. Debemos examinarnos sobre
cómo hablamos de Cristo a los demás. A menudo, también nosotros tenemos que luchar
contra nuestros respetos humanos para poner a nuestros amigos frente a las
verdades eternas, tales como la muerte y el juicio. El Papa Francisco,
conscientemente, describió a san Pablo como un “alborotador”: «El Señor siempre
quiere que vayamos más lejos... Que no nos refugiemos en una vida tranquila ni
en las estructuras caducas (…). Y Pablo, molestaba predicando al Señor. Pero él
iba hacia adelante, porque tenía dentro de sí aquella actitud cristiana que es
el celo apostólico. No era un “hombre de compromiso”». ¡No rehuyamos nuestro
deber de caridad!
Quizá, como yo, encontrarás iluminadoras estas
palabras de san Josemaría Escrivá: «(…) Se trata de hablar en sabio, en
cristiano, pero de modo asequible a todos». No podemos dormirnos en los
laureles —acomodarnos— para ser entendidos por muchos, sino que debemos pedir
la gracia de ser humildes instrumentos del Espíritu Santo, con el fin de situar
de lleno a cada hombre y a cada mujer ante la Verdad divina.
Fr. Damien LIN Yuanheng (Singapore,
Singapur)
Santoral Católico:
San Alejo
Laico y Mendigo
Se tienen pocas noticias seguras de su vida y hay
varias tradiciones sobre la misma. Se le venera en Roma, en la iglesia del
Aventino que lleva su nombre. Según la tradición era un hombre de Dios, rico,
que dejó su casa y sus bienes para convertirse en un pobre mendigo que pedía
limosna de incógnito, hasta el extremo de que, cuando volvió a su casa años
después, sus padres lo acogieron como a un pobre, pero sin reconocer su
identidad hasta después de su muerte. Se le sitúa allá por el siglo IV.
© Directorio Franciscano – Catholic.net
Pensamiento del día
“El corazón del loco está en
la boca;
pero la boca del sabio está
en el corazón.”
(Benjamín Franklin)
Tema del día:
Exigencias para imitar a
Cristo
En la piedra fundamental de un Santuario de
Schoenstatt están grabadas dos manos abiertas. Una viene de arriba, otra se
adapta desde abajo en esta mano abierta. ¿Y el significado de esta imagen? Dios
precisa al hombre. Dios llama al hombre a su servicio. El hombre debe ser
compañero y colaborador de Dios en el desarrollo de su Reino.
Ya en el bautismo recibimos la llamada personal de
Dios, para participar en la redención del mundo y de los hombres. En el
Evangelio Jesús nos invita a entregarnos totalmente por su misión, de seguirle
generosamente en su camino. El Señor formula tres exigencias para los que le
quieren seguir:
1ª Exigencia: “El que
encuentra su vida, la perderá: y el que pierda su vida por mí, la encontrará”.
Jesús exige renunciamiento a la realización
arbitraria de la vida; exige la lucha contra el egoísmo y la obstinación; exige
entregar y arriesgar la vida para Él y su Reino.
Sabemos y experimentamos cada día nuevamente que el
egoísmo está muy dentro de nosotros mismos. Por eso, ninguno de nosotros, si
quiere ser colaborador en el Reino de Jesús, puede desistir de esta lucha
diaria. Así tenemos un vasto campo para nuestra auto educación. E incluso, si
no podemos aniquilar este virus del mal hasta el fin de nuestra vida, lo que
importa es que estemos luchando contra él hasta el último día.
Sólo esta abnegación de sí mismo, sólo esta renuncia
del amor egoísta hace al hombre libre, abierto y generoso por el amor a Dios y
por el amor a los demás. Toda nuestra vida tiene que ser un esfuerzo diario
para descentrarnos de nosotros mismos por la construcción de un nuevo mundo, un
mundo lleno de amor, de entrega, de magnanimidad.
Cada uno por su camino y según los dones de la gracia
está llamado a cumplir servicial y desinteresadamente sus tareas humanas, por
amor a los suyos y a todos los hombres, y, en definitiva, solamente así vamos a
encontrar la vida eterna.
2ª Exigencia: "El
que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí”.
La disposición para el sufrimiento, la pena y la cruz
en el camino del seguimiento, es otra exigencia del Señor. No debemos buscar el
sufrimiento, pero tenemos que aceptarlo si nos es impuesto. Tenemos que abrazar
la cruz, por amor a Jesús y a la voluntad de Dios Padre.
Jesucristo mismo también se enfrentó con esta
dolorosa realidad humana, que afecta a todos y desconcierta a muchos. Su vida
es un continuo sacrificio, un diario camino de Cruz. Permanentemente se
enfrentó con el sufrimiento, lo santificó, lo sublimó y nos dejó el mensaje
consolador de que la cruz tiene un sentido altamente redentor.
Tomemos, por eso, con fuerza y fidelidad nuestra cruz
de cada día, el gran medio de redención y semejanza con Jesús y sigámosle.
Ofrezcámosla a Él y a la Virgen María como nuestro aporte más valioso al
Capital de gracias.
3ª Exigencia: "El
que ama a su padre y a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a
su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí”.
Es la tercera exigencia de Jesús para los que le
siguen, para los que son verdaderamente cristianos.
A primera vista parece ser una exigencia un poco
oscura. Porque Dios mismo nos puso en el corazón el amor natural a los padres,
a los hijos, a los seres queridos. Y todos sabemos y experimentamos de forma
positiva o negativa cuán decisivo es el ambiente de la familia natural en el
éxito o fracaso de la vida humana. Una inmensa responsabilidad gravita sobre
los padres, más si pensamos en su obligación de desarrollar la vida religiosa
en sus hijos. Porque padre y madre, en primer lugar, son los responsables de
que los suyos encuentren una relación profundamente personal con Dios, un amor
sano hacia Dios y hacia los demás. Por eso, como en ningún otro campo de la
vida humana, es necesario la conducción de Dios en la educación y formación de
la juventud.
Pero Jesús no se pronuncia contra el amor familiar.
Pone en claro el criterio, cuando se trata de jerarquizar el amor y sus
exigencias: Dios está por encima de todo. Las exigencias más nobles del amor
humano pasan al segundo plano, cuando Cristo se hace presente con sus
exigencias.
También María, la Madre de Jesús y San José tuvieron
que experimentar esta contradicción. Fue cuando Jesús, a la edad de doce años,
por voluntad del Padre celestial se quedó en el templo, a pesar de ser buscado
desesperadamente por sus padres.
Creo que en nuestra época de conflictos de
generación, sobre todo los jóvenes que sienten vocación religiosa, se
encuentran ante esta alternativa. Porque no raras veces tienen que conquistarse
su misión personal, tienen que tomar sus decisiones de vida, tienen que
arreglar su propia existencia, contra la opinión y contra la voluntad de sus
padres y familiares. Pero también cada uno de nosotros puede llegar, un día, a
la situación de tener que renunciar a afectos familiares o amistosos, para
poder obedecer a Dios, sin ninguna restricción.
Queridos hermanos, pidámosle entonces a la Virgen
María que nos dé fuerzas para seguirle fielmente a su Hijo, por todos los
caminos que Él quiere llevarnos. Y que Ella sea nuestra gran estrella en el
caminar detrás de las huellas del Señor.
¡Qué así sea!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
© Padre Nicolás Schwizer
Instituto de los Padres
de Schoenstatt
Fuente: Catholic.net
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Originaria de la provincia de Cebú en Filipinas,
Cecilia Paschner, de 51 años, es una editora jubilada. En la cumbre de su
carrera, hace 25 años, dirigía la edición de varias revistas locales. Madre de
tres niños, había emigrado a Estados Unidos. Este cambio de vida y de cultura
debilitaron lo que le quedaba de fe: “No tenía ninguna relación con Dios,
porque en Estados Unidos, uno tiene que trabajar para sobrevivir.” recuerda.
En marzo del 2013, los médicos le encuentran en el
seno un enorme tumor maligno. El diagnóstico: cáncer de seno de estado tres.
Cecilia regresa a Cebú, rechaza la quimioterapia y la radioterapia, resuelta a
no morir lejos de su país natal. “Me quitaron el tumor pero el cáncer se hizo
metástasis en noviembre de 2015, alcanzando mi hígado y los huesos de la
espalda baja. El médico oncólogo declaró un estado cuatro”, dice.
Entonces Cecilia Paschner reanuda su relación con el
Señor, asiste a misa diaria y participa en los sacramentos, “Mi medicamento
diario era la Eucaristía. Antes, yo no creía en el Rosario, pero teniéndolo en
la mano comencé a dormir mejor. El cáncer es un viaje muy doloroso pero no tomo
ningún anti dolor pues tengo el Rosario,” asegura.
¡El 24 de marzo de 2018, su oncólogo declaró que el
cáncer había ¡desaparecido! “Cáncer es una palabra que espanta. Pero si te
pones en las manos de Cristo, todo puedes lograr”, agrega.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración
para Karina, que vive en San Luis,
Argentina, y está con problemas de riñón y vejiga desde hace unos meses, sin
que le den hasta ahora un diagnóstico certero y menos aún un tratamiento. Que
por la mediación de la Santísima Virgen, esta joven mujer y madre, encuentre
los caminos que la lleven a sanarse.
Pedimos oración
para Diana Araceli, de 13 años de
edad, que vive en Asunción, Paraguay, que está siendo estudiada por una
enfermedad del colágeno que podría ser lupus o artritis, con gran preocupación
de toda su familia. La ponemos en las manos de la Virgen del Carmen, rogando su
mediación ante Jesús para que Él le conceda la gracia de sanarse.
Pedimos oración
para Raúl Luis P., de Córdoba,
Argentina, de 76 años de edad, que lleva varias cirugías abdominales por un
proceso oncológico intestinal, rogando para él la protección de la Santísima
Virgen y la misericordia infinita de Dios.
Pedimos oración
para Vilma, de la provincia de
Córdoba, Argentina, afectada de cáncer de mama en fase muy avanzada, ahora
ciega. La ponemos en las Santas Manos de Jesús para que Él le conceda lo mejor
para su cuerpo y su alma.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Julio 17
Me hago unas preguntas para saber si estoy dejando
actuar al Espíritu Santo:
¿Acepto el llamado del Espíritu para construir el
Reino de Dios a mi alrededor, ofrezco mis manos y mi creatividad para mejorar
algo, para sembrar cambios positivos, para hacer nacer la justicia, la
solidaridad, la fraternidad?
Con mi entusiasmo frente a los desafíos, mi alegría y
mis ganas de luchar, ¿despierto la esperanza a mi alrededor? ¿O sólo fomento la
queja amarga, el desánimo, la tristeza?
¿Estoy abierto al futuro, a lo nuevo, viviendo cada
día con la juventud del alma, confiando plenamente en el impulso del Espíritu?
¿O vivo de recuerdos y pretendiendo controlarlo todo, con el corazón
avejentado?
¿Vale la pena vivir sin el maravilloso impulso del
Espíritu?
Me detengo un momento a invocarlo.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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