martes, 20 de mayo de 2025

Pequeñas Semillitas 5990

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 5990 ~ Martes 20 de Mayo de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Cuentan que el jesuita español San Francisco de Borja (1510-1572), un día cuestionando a sus novicios, se dio cuenta que entre ellos, algunos carecían de devoción a la Santísima Virgen. Advierte, entonces, al maestro de los novatos, rogándole que los vigile y que permanezca atento a su evolución.
Pronto ocurrió lo que el santo jesuita temía: todos aquellos novicios perdieron la gracia de la vocación
San Felipe Neri decía a los que se confesaban con él: «Hijo mío, si quieres obtener el don de la perseverancia, ama a María, sirve a María... porque caemos y nos perdemos sólo cuando olvidamos pedirle ayuda».
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
- MARTES V DE PASCUA -
Primera Lectura: Hechos 14, 19-28
 
Salmo: Sal 144, 10-11. 12-13ab. 21
 
Santo Evangelio: Jn 14,27-31a
En aquel tiempo, Jesús habló así a sus discípulos: «Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: ‘Me voy y volveré a vosotros’. Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado».
 
Comentario:
Hoy, Jesús nos habla indirectamente de la cruz: nos dejará la paz, pero al precio de su dolorosa salida de este mundo. Hoy leemos sus palabras dichas antes del sacrificio de la Cruz y que fueron escritas después de su Resurrección. En la Cruz, con su muerte venció a la muerte y al miedo. No nos da la paz «como la da el mundo» (cf. Jn 14,27), sino que lo hace pasando por el dolor y la humillación: así demostró su amor misericordioso al ser humano.
En la vida de los hombres es inevitable el sufrimiento, a partir del día en que el pecado entró en el mundo. Unas veces es dolor físico; otras, moral; en otras ocasiones se trata de un dolor espiritual..., y a todos nos llega la muerte. Pero Dios, en su infinito amor, nos ha dado el remedio para tener paz en medio del dolor: Él ha aceptado “marcharse” de este mundo con una “salida” sufriente y envuelta de serenidad.
¿Por qué lo hizo así? Porque, de este modo, el dolor humano —unido al de Cristo— se convierte en un sacrificio que salva del pecado. «En la Cruz de Cristo (...), el mismo sufrimiento humano ha quedado redimido» (San Juan Pablo II). Jesucristo sufre con serenidad porque complace al Padre celestial con un acto de costosa obediencia, mediante el cual se ofrece voluntariamente por nuestra salvación.
Un autor desconocido del siglo II pone en boca de Cristo las siguientes palabras: «Mira los salivazos de mi rostro, que recibí por ti, para restituirte el primitivo aliento de vida que inspiré en tu rostro. Mira las bofetadas de mis mejillas, que soporté para reformar a imagen mía tu aspecto deteriorado. Mira los azotes de mi espalda, que recibí para quitarte de la espalda el peso de tus pecados. Mira mis manos, fuertemente sujetas con clavos en el árbol de la cruz, por ti, que en otro tiempo extendiste funestamente una de tus manos hacia el árbol prohibido».
* Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net
 
Santoral Católico:
San Bernardino de Siena
Nació en Massa Marittima (Toscana, Italia), el año 1380, de familia noble. Estudió en la universidad de Siena, y a la edad de 22 años vistió el hábito de san Francisco. Apenas recibida la ordenación sacerdotal, en 1404, fue destinado a la predicación, en la que sobresalió especialmente a partir de 1418, después de dedicarse intensamente al estudio. Fue uno de los mayores predicadores populares del siglo XV, culto a la vez que cercano al pueblo. Propagó la devoción al Santísimo Nombre de Jesús, cuyo anagrama difundió por toda Italia. Contribuyó eficazmente en la reforma de las costumbres del pueblo cristiano. Tuvo un papel importante en la promoción intelectual y espiritual de su Orden, en la que impulsó la gran reforma de los Observantes, para la que contó con colaboradores y continuadores como san Juan de Capistrano, san Jaime de la Marca, el beato Mateo de Agrigento, etc. Sus escritos lo colocan entre los grandes maestros franciscanos. Murió en L'Aquila (Abruzzo) el 20 de mayo de 1444.
Oración: Señor Dios, que infundiste en el corazón de san Bernardino de Siena un amor admirable al nombre de Jesús, concédenos, por su intercesión y sus méritos, vivir siempre impulsados por el espíritu de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
 
la virtud, que lo libra de la ansiedad;
la sabiduría, que lo libra de la duda;
y el valor, que lo libra del miedo»
(CONFUCIO)
 
Historias:
La navaja de afeitar
Un peluquero tenía en su taller una bonita navaja, limpia y brillante. Reflejaba meses de trabajo y la satisfacción de cientos de clientes.
 
Un día de primavera entró un rayo de sol. La navaja notó sus propios destellos y se llenó de orgullo y vanidad. Entonces se dijo:
 
- Siendo yo tan luminosa... ¿Por qué debo seguir aquí rasurando todos los días a feos y rudos campesinos? Yo merezco una vida más importante que ésta.
 
La navaja ya no quiso trabajar y decidió esconderse un buen tiempo del peluquero, hasta que él se olvidara de ella e iniciar una nueva vida en lugares más nobles y de acuerdo a su belleza y brillo. Al día siguiente, el peluquero, al no encontrarla, tuvo que recurrir a otra navaja más vieja que la perdida. Pasaron seis meses y la vanidosa navaja salió de su escondite y buscó el sol. Quería ver de nuevo su propia hoja blanca y brillante para deleitarse de su belleza ¡Amarga fue su sorpresa! La hoja ya no brillaba; estaba toda oxidada. Entonces la navaja rompió a llorar y se dijo:
 
- ¿Por qué no he seguido trabajando humildemente como antes?
 
El peluquero, al ver su antigua navaja ya oxidada, trató de limpiarla y recuperarla, pero con tanto tiempo sin uso el óxido la había inutilizado totalmente. Entonces el peluquero la arrojó a la basura.
 
Moraleja: Cuanto más trabajemos, más brillaremos, pues más útiles seremos. No te llenes de soberbia y vanidad pensando que eres único e irremplazable. Hemos de compartir nuestras valiosas habilidades con los demás. Recuerda que cuando la navaja del cuento se escondió, la vieja y jubilada navaja entró en acción.
 
¡Cuidado con la vanidad, pues nos puede llevar a nuestra propia ruina!
 
Recuerda el dicho popular que dice: "Quien no vive para servir, no sirve para vivir".
(Tomado del Web Católico de Javier )
 
Súmate al canal de WhatsApp 
de "Pequeñas Semillitas" 
Para sumarse gratis al canal de WhatsApp
pueden acceder entrando en este link:
y una vez allí tocan “ver canal” y a continuación “seguir”.
Todos los días encontrarás nuestra publicación al abrir el WhatsApp
yendo a la parte de abajo donde dice “Novedades”.
También hay algunos lugares disponibles
para recibir “Pequeñas Semillitas” por correo electrónico.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
¿Cómo conservar la gracia santificante? Ciertamente evitando el pecado mortal. Y los medios principales para evitarlo son:
- El recuerdo de las postrimerías (muerte, juicio, infierno y gloria).
- La huida de las ocasiones próximas de pecado.
- La mortificación de los sentidos del cuerpo (vista, gusto, tacto) y las potencias del alma (mente y corazón)
- La huida de la ociosidad.
- La lucha contra las tentaciones.
- La frecuencia de los sacramentos.
- La oración
- La devoción a María.
Todos estos medios son de gran valor para evitar el pecado. Pero creemos que los dos últimos (la oración y la devoción a María) son insustituibles
🌸
Qué fácilmente creemos que nos faltan nuestros prójimos, que no nos estiman, que no nos quieren! Basta ver el rostro de un amigo un poco más sombrío que de costumbre para persuadirnos de su indiferencia o de su frialdad. O bien uno ha dicho a la ligera una palabra que nos ha disgustado, acaso un imprudente nos recordó palabras proferidas contra nosotros, y de todas estas tonterías hacemos una montaña. Como triste consecuencia queda una amistad turbada y quizás perdida por algo que no mereció la pena haberlo tenido en cuenta.
Sé indulgente. Olvida las pequeñas penas que te hayan podido causar; no conserves ningún resentimiento por las palabras inconsideradas o desfavorables que se han dicho contra ti; excusa los descuidos, las ligerezas de las cuales eres víctima; juzga siempre de buena intención a aquellos que te hayan hecho algún agravio, en fin, muestra un semblante amable en todas las ocasiones. De esta manera estarás en paz con tu prójimo y practicarás de modo excelente la caridad cristiana, que es imposible practicar sin una indulgencia en todos los instantes.
“El fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y dominio de sí mismo” (Gálatas 5, 22-23).
🌸
Cuando vamos en bote, si queremos avanzar, los remos deben ir parejos. En cuanto uno de los dos entra solo, empezamos a girar en círculo.
En el diálogo con Dios, aprendemos lo que luego nos sirve en el diálogo con los demás y con nosotros mismos. También aquí, si solo hacemos entrar en consideración una de los dos cosas que tenemos que ver, entramos a girar en círculo.
Si cuando rezamos, solo entra lo que nos tiene “afectados”, “apegados”; si solo hablamos de lo nuestro, de nuestro plan, no vamos a avanzar. Pronto nos daremos cuenta que estamos girando en círculo. Y no solo, no salimos, sino hasta puede ser, que se convierta en un remolino que termine por tragar nuestra fuerza, nuestra alegría, nuestra esperanza.
Pero así como podemos girar en torno a nosotros mismos, también podemos girar en torno de Dios. Pensar en su proyecto, en su palabra, en su amor, sin acompañarlo de ese otro “remo” que es nuestra vida a la que él ofrece su proyecto, su palabra, su amor, es no avanzar. Es girar en una espiritualidad sin carne, que no lleva nuestro nombre y apellido. 
(Padre Javier Albisu S.J.)
 
Un año con María
Mayo 20: Aprender desde la consecuencia
Vos y yo aprendemos algo por experiencias personales que nos hacen más sabios. Aprendes de aquel que te traicionó, de aquel que no confía en vos plenamente.
Aprendiste a no entregar el corazón tan rápido, pero para eso tuvo que haber una estafa, un beso del traidor o de la traidora, tuvieron que haber jugado con tus sentimientos.
Pero todas esas lecciones aprendidas a través de las consecuencias nos causan mucho dolor, muchos sufrimientos. Una vez nos estafan, dos no. Una vez nos traicionan, dos no. Porque la primerea vez es culpa del otro, la segunda vez ya es culpa tuya.
Cuando uno aprende de las consecuencias, aprende bien. Es por ello que te invito a que te acerques a  una adoración, la que más te guste, y frente a María escribas cinco cosas que aprendiste a través de las consecuencias.
(PADRE LUIS ZAZANO)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
Canal de WHATSAPP de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”X” (ex TWITTER) de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.