jueves, 7 de diciembre de 2023

Pequeñas Semillitas 5507

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5507 ~ Jueves 7 de Diciembre de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
El Adviento es un tiempo de despertar si nos habíamos dormido, de avivar la fe. Es muy importante sin embargo recordar que éste no es un tiempo de amenazas. Decimos: “¡Viene el Señor!” Y algunos parece que lo dicen con espanto, como si viniera el desastre, como si hubiera que esconderse. Es al revés.
¡Viene el Señor, qué alegría! Dios está con nosotros, Dios es el Libertador.
¿Has tenido alguna vez la experiencia de ver amanecer? Es de noche y está oscuro, pero se adivina ya cierto resplandor más claro...
Viene la luz, viene el sol, y nos sentimos bien, nos sentimos llenos de esperanza.
Éste es el mensaje de Adviento: “Alégrate, porque llega tu Luz”.
(José Enrique Ruiz de Galarreta)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 26,1-6
 
Salmo: Sal 117, 1. 8-9. 19-21. 25-27a.
 
Santo Evangelio: Mt 7,21.24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
 
Comentario:
Hoy, el Señor pronuncia estas palabras al final de su "sermón de la montaña" en el cual da un sentido nuevo y más profundo a los Mandamientos del Antiguo Testamento, las "palabras" de Dios a los hombres. Se expresa como Hijo de Dios, y como tal nos pide recibir lo que yo os digo, como palabras de suma importancia: palabras de vida eterna que deben ser puestas en práctica, y no sólo para ser escuchadas —con riesgo de olvidarlas o de contentarse con admirarlas o admirar a su autor— pero sin implicación personal.
«Edificar en la arena una casa» (cf. Mt 7,26) es una imagen para describir un comportamiento insensato, que no lleva a ningún resultado y acaba en el fracaso de una vida, después de un esfuerzo largo y penoso para construir algo. "Bene curris, sed extra viam", decía san Agustín: corres bien, pero fuera del trayecto homologado, podemos traducir. ¡Qué pena llegar sólo hasta ahí: el momento de la prueba, de las tempestades y de las crecidas que necesariamente contiene nuestra vida!
El Señor quiere enseñarnos a poner un fundamento sólido, cuyo cimiento proviene del esfuerzo por poner en práctica sus enseñanzas, viviéndolas cada día con pequeñas decisiones que procuraremos seguir. Nuestras resoluciones diarias de vivir la enseñanza del Cristo deben así acabar en resultados concretos, a falta de ser definitivos, pero de los cuales podamos obtener alegría y agradecimiento en el momento del examen de nuestra conciencia, por la noche. La alegría de haber obtenido una pequeña victoria sobre nosotros mismos es un entrenamiento para otras batallas, y la fuerza no nos faltará —con la gracia de Dios— para perseverar hasta el fin.
* Abbé Jean-Charles TISSOT (Freiburg, Suiza)
 
Santoral Católico:
San Ambrosio
Nació en Tréveris (Alemania) hacia el año 340 de familia romana cristiana. Estudió en Roma derecho y retórica, y comenzó una brillante carrera en la administración civil del Imperio. El año 374, siendo Prefecto de Milán, intervino para impedir tumultos con motivo de la elección del nuevo obispo para la ciudad, y, cuando todavía era catecúmeno y se preparaba para el bautismo, fue elegido él por aclamación para ocupar aquella sede; rápidamente fue bautizado, instruido, y por último ordenado de obispo el 7 de diciembre. Por sus dotes personales y por la formación que adquirió, fue consejero de emperadores, apóstol de la caridad, reformador litúrgico, formador de almas (convirtió y bautizó a san Agustín), animador de la vida de consagración a Dios, comentarista de la Escritura y autor de numerosas obras de teología y espiritualidad, defensor de la doctrina católica frente al arrianismo y de la libertad de la Iglesia. Murió el 4 de abril del año 397 y su memoria se celebra el 7 de diciembre, aniversario de su consagración episcopal.
Oración: Señor y Dios nuestro, tú que hiciste al obispo san Ambrosio doctor esclarecido de la fe católica y ejemplo admirable de fortaleza apostólica, suscita en medio de tu pueblo hombres que, viviendo según tu voluntad, gobiernen a tu Iglesia con sabiduría y fortaleza. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
Si Dios viene al hombre,
lo hace porque en su ser humano
ha puesto una dimensión de espera
por cuyo medio el hombre
puede acoger a Dios,
es capaz de hacerlo»
 
Temas Médicos:
La dignidad en el sufrimiento
Margaret Sommerville, directora del Centre for Medicine, Ethics and Law at McGill University, escribió en sobre los modos de evitar que los pacientes terminales sufran por la pérdida de control sobre lo que les ocurre.
 
Los partidarios de la eutanasia la presentan como la respuesta apropiada al dolor y al sufrimiento, precisamente, dicen, porque da a los pacientes el control último sobre lo que va a ocurrirles. Pero si, por razones éticas y prácticas, uno piensa (como es mi caso) que legalizar la eutanasia es una mala idea, ¿qué más podemos hacer para reducir el sufrimiento de los enfermos graves y de los terminales?
 
En primer lugar, todo el mundo tiene derecho al necesario tratamiento contra el dolor: hay que liquidar al dolor, no a la persona que sufre el dolor. Dejar que alguien sufra sin motivo razonable es una violación de un derecho humano fundamental y una ruptura de la confianza.
 
La confianza en los propios cuidadores es muy importante para reducir el sufrimiento. En los últimos 30 años hemos pasado de la confianza ciega –"confía en mí porque sé lo que es mejor para ti"– a la confianza ganada –"te demostraré que puedes confiar en mí y me ganaré tu confianza"–.
 
Para ganarse la confianza hace falta sinceridad, y compartir la información y las decisiones, todo lo cual aumenta en el paciente el sentido de que tiene las cosas bajo control, y así se reduce el sufrimiento. Y cuando no es posible que el paciente mantenga el control, es incluso más importante hacer honor a la confianza del enfermo.
 
La muerte ha sido medicalizada, despersonalizada, deshumanizada y tecnificada, y el resultado es que los enfermos terminales sufren una intensa soledad antes de la muerte. Necesitamos reconocer y afrontar esa soledad. La eutanasia es una respuesta de tecnología médica al sufrimiento y a la muerte. Pero en una sociedad ética, atenta al cuidado, la respuesta a la soledad y al abandono no es una inyección letal.
 
Necesitamos comprender lo que los pacientes gravemente enfermos o terminales necesitan para sentirse respetados. Harvey Chochinov, un psiquiatra de Manitoba especializado en el cuidado de los enfermos terminales, ha desarrollado junto con sus colegas un tratamiento que llaman "terapia de la dignidad". Identifican los elementos que provocan el sufrimiento de los enfermos y diseñan intervenciones para contrarrestarlos. La esperanza, por ejemplo, es muy importante para reducir el sufrimiento. Hace falta que los pacientes tengan un sentido de conexión con el futuro. Podemos dar a la gente "pequeñas esperanzas" –cosas que esperar– incluso cuando no es posible un futuro a largo plazo.
 
Dejar un legado también ayuda a crear una conexión con el futuro. Para que un paciente muera con tranquilidad es importante que su vida tenga un sentido, que haya merecido la pena.
 
Un elemento central de la esencia humana es que somos seres en busca de sentido. El reto es encontrar un sentido a la muerte, hacer que la muerte sea el último gran acto de la vida. Una inyección letal es una solución tecnológica rápida, barata, simplista. En cambio, encontrar sentido a la muerte no es nada de eso. Pero probablemente es necesario si hemos de encontrar sentido a la vida y transmitirlo a las futuras generaciones. Quizá esta es una importante razón por la que la eutanasia está prohibida.
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(Tomado de: condignidad.org – Imagen: Real Academia Europea de Doctores)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En este tiempo de Adviento, estamos invitados a contemplar a María, una niña entre muchas otras de Nazaret (...) que pudo haber dicho no a las misteriosas proposiciones del Ángel Gabriel, el Mensajero de Dios. Ciertamente Dios habría respetado su libertad, porque  nuestro Dios nos quiere y nos ha creado completamente libres, tanto que incluso podemos decirle que no y cerrarle las puertas de nuestro corazón.
María pudo haber dicho libremente no a la Palabra de Dios, sin embargo, respondió: "He aquí la sierva del Señor; hágase en mí según su palabra "(Lc 1, 38). Esta respuesta de María es una libre adhesión a la voluntad de Dios, al proyecto del Amor de Dios. No se trata de un sí de conveniencia (...)
María es consciente de que con su sí, tomará parte en este proyecto de Amor deseado por Dios desde la eternidad. Ella entendió que ella también fue pensada por el Señor para integrar este propósito, que fue concebida y predispuesta a hacer que este proyecto se realizara. 
María es el ícono que nos ha sido dado para acompañarnos en la espera de Navidad. Ella es el ícono de la Esperanza, del Amor y la Fe. Contemplémosla para que nos obtenga estas tres virtudes teologales, para permitir que el Señor nazca en nosotros todos los días, libremente y en confianza.
(Padre Joseph Bavurha Bahati)
 
Recordando al Padre Natalio
En medio de la naturaleza…
En verano el calor de las ciudades nos proyecta hacia el campo, las sierras y el mar a buscar, en el contacto con la naturaleza, descanso y renovación física y espiritual. Ahí están los amplios espacios, el aire puro, la presencia de animales y aves en su propio ambiente. Todo en un clima de paz, silencio, serenidad… Una anécdota para que valores y aproveches tus vacaciones.
 
Una vez, el padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un paseo por el campo con la intención de que su hijo viera cuán pobres eran las gentes del campo. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en la casa de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le preguntó a su hijo: —¿Qué te pareció el viaje? —Muy bonito, papá. —¿Viste qué pobre es la gente? —Sí. —Y ¿qué aprendiste? —Comprobé que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una pileta que llega de un tapial a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la tapia de la casa, ellos tienen todo un horizonte de patio. Al terminar el relato, el padre se quedó mudo... y su hijo agregó: —¡Gracias, papá, por enseñarme cuáles son nuestras pobrezas!
 
Entrar en contacto un poco más prolongado con la naturaleza nos acerca a una verdadera fuente de sabiduría. Allí surgen emociones y vivencias que nos hacen amar más la vida, para volver luego a nuestras ocupaciones habituales con nuevas energías y nuevas ideas. Que aproveches la fuerza renovadora de la naturaleza.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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