domingo, 7 de agosto de 2022

Pequeñas Semillitas 5056

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5056 ~ Domingo 7 de Agosto de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
El Evangelio de hoy insiste en la idea del domingo pasado: podemos morir de repente y nadie sabe con precisión cuándo será. En razón de ello, lo razonable es vivir siempre en gracia de Dios para estar seguros de la salvación, pues todos queremos salvarnos.
Para eso debemos desprendernos de todo lo material que nos ata a este mundo, y estar preparados para cuando el Señor nos llame. Porque llegará el Señor y no sabemos cuándo… Por eso Él nos invita a estar vigilantes, preparados y no distraídos por cosas superfluas que de nada nos servirán cuando llegue “la hora”.
Estar preparados significa vivir de manera que no hay que preocuparse por la muerte. Se cuenta que a la pregunta: «¿Qué harías si supieras que dentro de poco vas a morir?», dirigida a quemarropa a San Luis Gonzaga mientras jugaba con sus compañeros, el santo respondió: «¡Seguiría jugando!».
La receta para disfrutar de la misma tranquilidad es vivir en gracia de Dios, sin pendencias graves con Dios o con los hermanos.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Sab 18,6-9
 
Salmo: Sal 32,1.12.18-19.20.22
 
Segunda Lectura: Heb 11,1-2.8-19
 
Santo Evangelio: Lc 12,32-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino. Vended vuestros bienes y dad limosna. Haceos bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla; porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos! Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre».
Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?». Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles. Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más».
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio nos recuerda y nos exige que estemos en actitud de vigilia «porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» (Lc 12,40). Hay que vigilar siempre, debemos vivir en tensión, “desinstalados”, somos peregrinos en un mundo que pasa, nuestra verdadera patria la tenemos en el cielo. Hacia allí se dirige nuestra vida; queramos o no, nuestra existencia terrenal es proyecto de cara al encuentro definitivo con el Señor, y en este encuentro «a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más» (Lc 12,48). ¿No es, acaso, éste el momento culminante de nuestra vida? ¡Vivamos la vida de manera inteligente, démonos cuenta de cuál es el verdadero tesoro! No vayamos tras los tesoros de este mundo, como tanta gente hace. ¡No tengamos su mentalidad!
Según la mentalidad del mundo: ¡tanto tienes, tanto vales! Las personas son valoradas por el dinero que poseen, por su clase y categoría social, por su prestigio, por su poder. ¡Todo eso, a los ojos de Dios, no vale nada! Supón que hoy te descubren una enfermedad incurable, y que te dan como máximo un mes de vida... ¿qué harás con tu dinero?, ¿de qué te servirán tu poder, tu prestigio, tu clase social? ¡No te servirá para nada! ¿Te das cuenta de que todo eso que el mundo tanto valora, en el momento de la verdad, no vale nada? Y, entonces, echas una mirada hacia atrás, a tu entorno, y los valores cambian totalmente: la relación con las personas que te rodean, el amor, aquella mirada de paz y de comprensión, pasan a ser verdaderos valores, auténticos tesoros que tú —tras los dioses de este mundo— siempre habías menospreciado.
¡Ten la inteligencia evangélica para discernir cuál es el verdadero tesoro! Que las riquezas de tu corazón no sean los dioses de este mundo, sino el amor, la verdadera paz, la sabiduría y todos los dones que Dios concede a sus hijos predilectos.
* Rev. D. Melcior QUEROL i Solà (Ribes de Freser, Girona, España)
 
Palabras de San Juan Pablo II
"Misterio de luz por excelencia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en el Monte Tabor. La gloria de la Divinidad resplandece en el Rostro de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo «escuchen» (cf. Lc 9, 35 par.) y se dispongan a vivir con Él el momento doloroso de la Pasión, a fin de llegar con Él a la alegría de la Resurrección y a una vida transfigurada por el Espíritu Santo".
 
Predicación del Evangelio:
Liberarse para buscar a Dios
A medida que Jesús avanza a Jerusalén, su mensaje se hace más preciso. Estamos en el corazón del Evangelio: la Pasión y la Cruz y la vuelta de Cristo como telón de fondo. Vimos el domingo anterior que un día la abundancia de las riquezas no servirá de nada. Leemos hoy tres parábolas sobre la espera, y luego sobre la vuelta del Maestro en el momento fijado.
 
Jesús quiere librar a sus discípulos de muchas preocupaciones, pero no para que vivan holgazanes y perezosos. San Pablo comprenderá bien este mensaje: “Poneos, por amor, al servicio los unos de los otros.”
 
¿Pero cómo llegar a ello? En san Lucas, la adhesión del corazón a Dios y a su Reino pasa por la pobreza, por el desprendimiento efectivo de los bienes del mundo visible. La riqueza se opone, como alternativa, al amor de Dios y a la acogida de su Reino. Por consiguiente: “vended lo que tenéis y dadlo como limosna.”
 
En el Antiguo Testamento, la limosna era una de las grandes prácticas de la piedad judía, al igual que el ayuno y la oración. El egoísta, que sólo trabaja para instalarse en el mundo actual, tiene pocas oportunidades de acceder a las retribuciones del Creador, pues la limosna es la llave del corazón de Dios. Ezequiel escribió (18, 5-9): “El hombre que da su pan al que tiene hambre y ropa al que está desnudo... un hombre así es verdaderamente justo, vivirá, dice el Señor.” Y el autor del libro de los Proverbios (28, 27): “Dar al pobre, no es privarse, sino la maldición al que ni siquiera lo mira.” Vender lo que se tiene, distribuir sus bienes, es sobre todo dejar pasar el Reino de Dios ante todo.
 
Hay que liberarse del apego al propio provecho personal con vistas a construir el Reino de Dios. Como la vida eterna, este Reino no es una conquista, es un don gratuito ante el que hay que abrir el corazón.
 
Hay que dar cuentas de la propia gestión. San Lucas, cuando escribe esto, va derecho a los sumos sacerdotes y jefes religiosos de Israel que condenaron a Jesús.
También piensa en los numerosos jefes de Iglesias establecidas de edad en edad. De hecho, todos los discípulos son responsables de su misión.
 
Por el Evangelio, conocen bien los deseos de su Maestro, Dueño, y deberán responder de sus acciones con motivo de su vuelta.
(Padre Felipe Santos SD)
 
Poesía
Soneto de la dulce queja
 
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
 
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
 
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
 
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.
.
(Federico García Lorca)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde San Lorenzo, provincia de Santa Fe, Argentina, al cumplirse el segundo año de la pascua de la señora María del Rosario Sánchez García, su hijo Exequiel quiere elevar una plegaria agradeciendo a Dios por haberle brindado a esta mujer ángel como madre que le dio la vida y lo acompañó por muchos años con inmenso amor.
 
💕 Desde Madrid, España, Mari Carmen agradece a Dios, a la Santísima Virgen, a San Juan Pablo II y a todos los que rezaron por la intervención de cáncer de mama que le realizaron en el mes de mayo, la cual salió bien, aunque todavía hay que controlar que no hayan quedado células malignas dando vueltas por su cuerpo, por lo que la seguiremos acompañando con nuestra oración.
 
💕 Desde la provincia de Córdoba, Argentina, la familia de Marcos agradece a Dios y a quienes rezaron por él, pues luego de muchos meses difíciles, la justicia se ha expedido favorablemente y ya se encuentra junto a sus seres queridos.
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, María Rosa E. agradece oraciones por su salud, pues ya se comenzó el tratamiento para sus dolores de lumbalgia que la tenían postrada y comienza a estar mejor, debiendo continuar con estudios y más tratamientos. damos gracias a Dios.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Un minuto para volar
Agosto 7
Una vez una mujer me dijo: “Hace diez años usted me cambió la vida con una frase suya. Escuché esa frase y aprendí a vivir”. Le pregunté cuál era esa frase y me dijo algo que yo jamás habría dicho. Sin embargo, le cambió la vida. Otra vez, durante una predicación, un muchacho hacía gestos horribles mientras yo hablaba. Días después ese muchacho me dijo que durante la predicación se había sentido muy conmovido. Esto ocurre porque, si de verdad nos entregamos a Dios y amamos a los demás, el Señor actúa a través de nosotros como a él se le ocurre, hace el bien a través de nosotros de las maneras más extrañas. Por eso, no te preocupes por medir el resultado de lo que haces. Simplemente entrégate.
(Mons. Víctor M. Fernández)

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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