martes, 24 de septiembre de 2019

Pequeñas Semillitas 4121

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4121 ~ Martes 24 de Setiembre de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La felicidad no es sino un estado de espíritu. Podemos alcanzarla si somos conscientes de que las pequeñas cosas se vuelven grandes, si sabemos observar y sentir.
La felicidad se manifiesta a través de momentos felices, cuando dentro de nosotros sentimos alegría y bienestar.
La felicidad es como las olas del mar, que vienen y van.
Lo más importante es que disfrutemos al máximo de la marea, para que cuando las olas se vayan tengamos fe y esperanza de que han de volver.

¡Buenos días!
Me gusta la gente
La persona plenamente humana es aquella que consigue ser ella misma, que actúa por sus propias convicciones, y no por reacción a como actúan con él los demás. Para vivir la vida con autenticidad, hace falta mucho valor y querer nadar contracorriente. Vivir con autenticidad supone arriesgarse, atreverse.

Me gusta la gente que ríe, llora, se emociona con una simple carta, un llamado, una canción suave, una buena película, un buen libro, un gesto de cariño, un abrazo. Gente que ama y tiene nostalgias; le gustan los amigos, cultiva flores, ama los animales, admira paisajes, la poesía y sabe escuchar. Gente que tiene tiempo para sonreír, pedir perdón, repartir ternuras, compartir vivencias. Gente de corazón desarmado, sin odio ni prejuicios, con mucho amor dentro de sí. Gente que se equivoca y lo reconoce, cae y se levanta, asimila los golpes, aprendiendo lecciones de sus errores. Me gusta mucho la gente así.

Recuerda que los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No conviene que te pongas una máscara o representes una comedia. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy una persona única salida de las manos de Dios”. Dios te valora, hazlo tú también.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Esd 6, 7-8. 12b. 14-20

Salmo: Sal 121, 1-5

Santo Evangelio: Lc 8,19-21
En aquel tiempo, se presentaron la madre y los hermanos de Jesús donde Él estaba, pero no podían llegar hasta Él a causa de la gente. Le anunciaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte». Pero Él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen».

Comentario:
Hoy leemos un hermoso pasaje del Evangelio. Jesús no ofende para nada a su Madre, ya que Ella es la primera en escuchar la Palabra de Dios y de Ella nace Aquel que es la Palabra. Al mismo tiempo es la que más perfectamente cumplió la voluntad de Dios: «He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38), responde al ángel en la Anunciación.
Jesús nos dice lo que necesitamos para llegar a ser sus familiares, también nosotros: «Aquellos que oyen...» (Lc 8,21) y para oír es preciso que nos acerquemos como sus familiares, que llegaron a donde estaba; pero no podían acercarse a Él a causa del gentío. Los familiares se esfuerzan por acercarse, convendría que nos preguntásemos si luchamos y procuramos vencer los obstáculos que encontramos en el momento de acercarnos a la Palabra de Dios. ¿Dedico diariamente unos minutos a leer, escuchar y meditar la Sagrada Escritura? Santo Tomás de Aquino nos recuerda que «es necesario que meditemos continuamente la Palabra de Dios (...); esta meditación ayuda poderosamente en la lucha contra el pecado».
Y, finalmente, cumplir la Palabra. No basta con escuchar la Palabra; es preciso cumplirla si queremos ser miembros de la familia de Dios. ¡Debemos poner en práctica aquello que nos dice! Por eso será bueno que nos preguntemos si solamente obedezco cuando lo que se me pide me gusta o es relativamente fácil, y, por el contrario, si cuando hay que renunciar al bienestar, a la propia fama, a los bienes materiales o al tiempo disponible para el descanso..., pongo la Palabra entre paréntesis hasta que vengan tiempos mejores. Pidamos a la Virgen María que escuchemos como Ella y cumplamos la Palabra de Dios para andar así por el camino que conduce a la felicidad duradera.
Rev. D. Xavier JAUSET i Clivillé (Lleida, España)

Santoral Católico:
Nuestra Señora de la Merced
Fiesta
Cada 24 de septiembre se celebra a la Virgen de la Merced que significa “misericordia”, advocación que se remonta al siglo XIII cuando la Virgen se le aparece a San Pedro Nolasco y lo anima a seguir liberando a los cristianos esclavos. Ante el deseo de la Virgen se funda la orden de los Mercedarios el 10 de agosto de 1218 en Barcelona, España, y San Pedro Nolasco fue nombrado por el Papa Gregorio IX como Superior General. Los integrantes, aparte de los votos de pobreza, castidad y obediencia, hacían un cuarto voto en el que se comprometían a dedicar su vida a liberar esclavos y que se quedarían en lugar de un cautivo que estuviese en peligro de perder la fe, cuando el dinero no alcanzara para lograr su liberación. Más adelante, en el año 1696, el Papa Inocencio XII fijó el 24 de septiembre como la Fiesta de la Virgen de la Merced en toda la Iglesia.
Cuando los frailes mercedarios llegan a América, llevan también la devoción a la Virgen de la Merced. La cual se propagó en República Dominicana, Perú, Ecuador, Argentina y muchos otros países, donde es conocida y amada.
Para más información hacer clic acá.
© Aciprensa

Pensamiento del día
“Hay hombres que llegan a la bondad por naturaleza: son afortunados. Otros llegan por convicción y son sabios. Pero hay quienes llegan por naturaleza y convicción: son estos los que marcan el límite de la evolución del ser humano”
(José Luis Martín Descalzo)

Historias:
Una nueva oportunidad
Había un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran estancia, mucho ganado, varios empleados y un único hijo, su heredero. Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, estar con sus amigos y ser adulado por ellos.

Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo que ofrecerles; después, le abandonarían. Un día, el viejo padre ya avanzado en edad, dijo a sus empleados que le construyan un pequeño establo. Dentro de él, el propio padre preparó una horca y junto a ella, una placa con algo escrito: “PARA QUE NUNCA DESPRECIES LAS PALABRAS DE  TU PADRE”

Más tarde, llamó a su hijo, lo llevo al establo y le dijo: hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío… Y yo sé cuál será tu futuro. Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos. Venderás todos los bienes para sustentarte y cuando no tengas más nada, tus amigos se apartaran de ti. Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado. Fue por esto que construí esta horca. ¡Es para ti!  Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te dije, te ahorcarás en ella.

El joven, para no contradecir al padre prometió que si, pensando que eso jamás podría suceder. Se rio, pensó que era un absurdo. El tiempo pasó, el padre murió y su hijo se encargó de todo, así como su padre había previsto, el joven gastó todo, vendió los bienes, perdió sus amigos y hasta la propia dignidad. Desesperado y afligido, comenzó a reflexionar sobre su vida y vio que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir:

Ah, padre mío... Si yo hubiese escuchado tus consejos… Pero ahora es demasiado tarde. Apesadumbrado, el joven levantó la vista y vio el establo. Con pasos lentos se dirigió hasta allá y entrando, vio la horca y la placa llenas de polvo y entonces pensó:

Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude alegrarle cuando estaba vivo, pero, al menos una vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada más...

Entonces, el subió los escalones y se colocó la cuerda en el cuello, y pensó: Ah, si yo tuviese una nueva oportunidad… Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta… Era el fin. Pero el brazo de la horca era hueco y se quebró fácilmente y el joven cayó al piso. Sobre él cayeron joyas, esmeraldas, perlas, rubíes, zafiros y brillantes, muchos brillantes… La horca estaba llena de piedras preciosas y una nota también cayó en medio de ellas. En ella estaba escrito: Esta es tu nueva oportunidad. ¡Te amo mucho! Con amor, tu viejo padre.

Dios es exactamente así con nosotros. Cuando nos arrepentimos, podemos ir hasta él. Él siempre nos da una nueva oportunidad.

Nuevo vídeo y artículo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Algunas veces, cuando podemos ver detenidamente nuestros problemas, nos damos cuenta que usamos las herramientas equivocadas para tratar de resolverlos. Lo que necesitamos es alejarnos, desapegarnos. Esto puede hacernos ver un contexto totalmente nuevo en el que encaja nuestro problema, y en el que quizás ni siquiera exista un problema.
Es difícil lograr el desapego si estamos profundamente enganchados en una situación. Cuando nos transmitimos mensajes drásticos como "¡Ahora o nunca!", nos damos de narices directamente contra el problema. En esta posición es difícil mantener una visión equilibrada. Si nos detenemos y decimos "Si no es ahora, quizás en otra ocasión", lograremos desengancharnos y podremos recordar que la vida es más rica y variada de lo que pensábamos cuando estábamos enganchados.
El pensamiento en situaciones de crisis puede ser como un martillo que lo aplasta todo.  Esa puede ser nuestra forma de manipular el resultado de nuestra lucha. Pero si recordamos que somos sólo una pequeña parte de un diseño grande y hermoso, podremos depositar en él nuestros problemas.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Jonathan, de 31 años de edad, de Córdoba, Argentina, que falleció luego de un accidente grave y una internación en la que tuvo fallo multi orgánico, y ha dejado una hijita de 4 años y a su mamá que no encuentra consuelo. Elevamos nuestra plegaria también por su familia.

Pedimos oración para la familia compuesta por Alfonso y Paquita de Perú, especialmente por sus hijos, Alfonso, Carol y sus hijos I. y R. rogando a Dios para que aumenten su fe, encuentren a Jesús, que es Luz, Vida, Verdad y Camino y Padre Pío les lleve bajo su protección. Y oramos también por las otras dos hijas: Karina y Paola, que viven en España, rogando a Dios que todos sean iluminados por el Espíritu y protegidos por el amor maternal de nuestra Señora de Lourdes, Madre amada, para que tengan paz, salud física y espiritual y proyectos de vida que lleguen a feliz término.

Pedimos oración para dos amigas de la ciudad de México: Cristina M. y Martha Angélica T. N., invocando la mediación de la Virgen de Guadalupe para que el Señor les conceda salud física y espiritual.

Pedimos oración para Eugenia C., de 94 años de edad, de Córdoba, Argentina, afectada de patologías propias de la edad avanzada y un estado depresivo que empeora su situación general de salud. Rogamos la mediación de la Virgen de la Merced, cuya fiesta hoy celebramos, para que ayude a esta hija suya según sea la voluntad divina.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Cinco minutos con Jesús
Setiembre 24
Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: unos a otros nos ofendemos y unos a otros debemos perdonarnos; y todos te ofendemos a ti y necesitamos ser perdonados por ti; pero no nos perdones con la misma mezquindad con que nosotros nos perdonamos, sino perdónanos según tu gran misericordia.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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