PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 3965 ~ Sábado 6 de Abril de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Una
de las mayores motivaciones para que nos bendigamos mutuamente, es el amor de
Dios. Cuando permito que el amor de Dios se exprese a través de mí, sé que no
estoy diciendo ni haciendo algo por la retribución que puede obtener. Con una
actitud de amor, despierto sentimientos positivos en mí y en los demás.
Amo
y soy amado. El amor circula por mi mente y mi cuerpo. El amor de Dios por mí y
dentro de mí se proyecta a través de mí. El amor calma cualquier preocupación,
suaviza mi voz y acelera mis actos.
El
amor se eleva por sobre todo desafío, brindándome una perspectiva que me ayuda
a comprender el sitio importante que ocupo en la vida y el bien que puedo
aportar. Todo lo que piense, diga o haga, quiero que sea con amor.
El
amor que doy consuela, fortalece, sana y es una motivación para mí y para
otros.
¡Buenos días!
Aceptar en paz
Para la persona de fe, todo sucede porque lo quiere o
lo permite Dios. Y él es experto en sacar bien del mal. Imagínate el río de
bendiciones que bajó del Calvario donde murió Jesús en la cruz. También él
tiene proyectos de salvación para cada una de tus contradicciones aceptadas en
paz.
Un profesor de química
al mismo tiempo que hacía experimentos solía dejar enseñanzas inolvidables. Una
vez tenía en la mano una botella de leche, y a propósito la dejó caer en la
batea del agua. Quedaron los vidrios y toda la leche se escurrió por el
desagüe. “La leche está perdida, dijo. No podemos rescatarla más. Seamos más
cuidadosos y no lloremos nunca por la leche derramada”.
Hay una oración muy buena para rezar si nos suceden
esas cosas desagradables que no tienen más solución: “Señor, concédeme
fortaleza para solucionar lo que tiene solución; pero, valor para aceptar lo
que ya no tiene solución; y sabiduría para reconocer la diferencia”. Es una
sabia lección que se resume así: “Aceptar, olvidar, y seguir adelante”.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Salmo: Sal 7, 2-3. 9bc-12
♥ SANTO EVANGELIO: Jn 7,40-53
En aquel tiempo, muchos entre la gente, que habían
escuchado a Jesús, decían: «Éste es verdaderamente el profeta». Otros decían:
«Éste es el Cristo». Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el
Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David
y de Belén, el pueblo de donde era David?».
Se originó, pues, una disensión entre la gente por
causa de Él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los
guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les
dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?». Respondieron los guardias: «Jamás un
hombre ha hablado como habla ese hombre». Los fariseos les respondieron:
«¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en Él algún
magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos
malditos».
Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había
ido anteriormente donde Jesús: «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin
haberle antes oído y sin saber lo que hace?». Ellos le respondieron: «¿También
tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta». Y se
volvieron cada uno a su casa.
♥ Comentario:
Hoy el Evangelio nos presenta las diferentes
reacciones que producían las palabras de nuestro Señor. No nos ofrece este
texto de Juan ninguna palabra del Maestro, pero sí las consecuencias de lo que
Él decía. Unos pensaban que era un profeta; otros decían «Éste es el Cristo»
(Jn 7,41).
Verdaderamente, Jesucristo es ese “signo de
contradicción” que Simeón había anunciado a María (cf. Lc 2,34). Jesús no
dejaba indiferentes a quienes le escuchaban, hasta el punto de que en esta
ocasión y en muchas otras «se originó, pues, una disensión entre la gente por
causa de Él» (Jn 7,43). La respuesta de los guardias, que pretendían detener al
Señor, centra la cuestión y nos muestra la fuerza de las palabras de Cristo:
«Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre» (Jn 7,46). Es como decir:
sus palabras son diferentes; no son palabras huecas, llenas de soberbia y
falsedad. El es “la Verdad” y su modo de decir refleja este hecho.
Y si esto sucedía con relación a sus oyentes, con
mayor razón sus obras provocaban muchas veces el asombro, la admiración; y,
también, la crítica, la murmuración, el odio... Jesucristo hablaba el “lenguaje
de la caridad”: sus obras y sus palabras manifestaban el profundo amor que
sentía hacía todos los hombres, especialmente hacia los más necesitados.
Hoy como entonces, los cristianos somos —hemos de
ser— “signo de contradicción”, porque hablamos y actuamos no como los demás.
Nosotros, imitando y siguiendo a Jesucristo, hemos de emplear igualmente “el
lenguaje de la caridad y del cariño”, lenguaje necesario que, en definitiva, todos
son capaces de comprender. Como escribió el Santo Padre Benedicto XVI en su
encíclica Deus caritas est, «el amor
—caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa (...). Quien
intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto
hombre».
Abbé Fernand ARÉVALO (Bruxelles, Bélgica)
Santoral Católico:
San Pedro de Verona
Sacerdote y Mártir
Nació en Verona de padres valdenses a finales del
siglo XII. En la escuela aprendió el catecismo y abrazó la fe católica. Siendo
adolescente y estudiante en Bolonia, entró en la Orden de Predicadores, de cuyo
fundador recibió el hábito. Se ordenó de sacerdote y se consagró a la
predicación con intensidad y por amplias regiones de Italia. Combatió con
firmeza las herejías y en 1242 fue nombrado Inquisidor General para Lombardía.
No le faltaron enemigos, y en un viaje entre Como y Milán lo asesinaron. Murió
proclamando el Credo. Era el año 1252.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Palabras del Santo Padre
Pío
“Amemos a Jesús por su grandeza divina,
por su poder en el cielo y en la tierra
y por sus méritos infinitos,
pero, también y sobre todo,
por motivos de gratitud”
Grandes Biografías:
Antoine de Saint-Exupery
Antoine de Saint-Exupery nació en Lyon, Francia, el
29 de junio de 1900. Fue el tercero de los cinco hijos de una familia de la
aristocracia su padre tenía el título de vizconde, vivió una infancia feliz en
las propiedades familiares, aunque perdió a su progenitor a la edad de cuatro
años. Estuvo muy unido a su madre, cuya sensibilidad y cultura lo marcaron
profundamente, y con la que mantuvo una cuantiosa correspondencia durante toda su
vida.
Por vocación, fue un aviador en los días en que la
aviación poseía pocos instrumentos y volar era una tarea extremadamente difícil
y peligrosa, uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales. Sus
experiencias como piloto fueron a menudo su fuente de inspiración como
escritor.
Mientras volaba también escribía. En el año 1926
marcó un giro decisivo en su vida, con la publicación de la novela breve ‘El
aviador’, en Le Navire dargent de J. Prévost, y con un contrato como piloto de
línea para una sociedad de aviación. A partir de entonces, a cada escala del
piloto correspondió una etapa de su producción literaria, alimentada con la
experiencia. Mientras se desempeñaba como jefe de estación aérea en el Sahara
español, escribió su primera novela, ‘Correo del Sur’ (1928).
El 30 de diciembre de 1935, después de un viaje de 19
horas y 38 minutos, Saint-Exupéry y su navegador André Prevot se vieron
obligados a realizar un aterrizaje forzoso en la parte de Libia del desierto
del Sahara. De ese infortunio en el desierto, donde quedó varado, surgiría una
narración poética ilustrada que tituló “Le Petit Prince”, o en español “El
Principito”, que se publicó un día como hoy (6 de abril) de 1943.
Allí cuenta que conoce al principito, un niño
proveniente de un pequeño asteroide que con el tiempo se vuelven amigos. De
muchas formas, “El Principito” hace énfasis en la crítica social y el mundo
adulto. A un asteroide le fue otorgado el nombre de Saint-Exupéry en 1975 en
honor a su reconocimiento mundial.
El 31 de julio de 1944, el escritor realizaba un
vuelo de reconocimiento a bordo de un Lockheed Lightsning P-38 y desapareció en
el Mediterráneo. Su cuerpo nunca fue hallado.
Cinco frases memorables
de El Principito
1. “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la
hizo tan importante”.
2. "Todos los mayores han sido primero niños
(pero pocos lo recuerdan)".
3. “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde;
desde las tres yo empezaría a ser feliz”.
4. “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el
fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”.
5. “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple:
sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”.
Cuaresma
día a día
Día 32º. Sábado 6 de
abril
¡Qué error compararse
con los demás!
Pedro había sido un hombre muy favorecido por la
vida. Había tenido unos padres cariñosos y una niñez feliz. Su mente era
despierta y siempre sacó buenas notas. Tuvo éxito en la vida y su posición
social era más que desahogada. Se casó con una mujer guapa, excelente ama de
casa y buena madre de familia; además adoraba a Pedro a quien consideraba el
mejor hombre del mundo... En resumen: Que tuvo una existencia feliz, en una
atmósfera tranquila, libre de tensiones y de frustraciones. Su vida, pues,
había sido irreprochable, gozando de una merecida buena reputación.
La vida de Juan había sido otra cosa. Tuvo una
juventud amarga, pues sus padres se llevaban mal, discutían constantemente y
amenazaban con separarse. Fuese por sus taras emocionales, fuese porque no era
demasiado inteligente, sus notas eran casi siempre malas. Obtuvo a duras penas
un título universitario casi por condescendencia, y luego un modesto empleo,
justo para malvivir. Sin posibilidades para ahorrar, temía siempre caer enfermo
o sufrir un accidente grave. Había vivido en un barrio modestísimo, ruidoso y
poco recomendable, con casas antiguas y apiñadas. Su mujer era apática y además
gruñona. Tal vez por eso Juan bebía demasiado, perdía los nervios con frecuencia
y decía palabras malsonantes.
Ambos eran católicos y cumplían con sus deberes
religiosos. Pedro iba a Misa y comulgaba a menudo; Juan, sólo los domingos, las
fiestas de guardar y algunas otras fiestas señaladas. Dios se los llevó casi al
mismo tiempo, y los dos comparecieron ante Él para ser juzgados. Fueron ambos
al Cielo, pero el juicio les deparó sorpresas considerables. La de Pedro
consistió en que no obtuvo el puesto que se esperaba. "Sí, fuiste bueno
-le dijo Dios-, pero ¿cómo no ibas a serlo? Apenas tuviste contrariedades ni
problemas. Tus pasiones eran por naturaleza moderadas y no tuviste en tu vida
fuertes tentaciones. Has sido un hombre virtuoso, sí, pero debías haber sido un
hombre santo.
Juan, por su parte, tuvo una sorpresa todavía mayor,
porque pasó por delante y quedó situado más alto. Sin duda podías haber sido
mejor -le dijo el Señor- pero, al menos, luchaste. No te compadeciste en exceso
de ti mismo y nunca tiraste la toalla. Teniendo en cuenta tus insuficiencias y
tus circunstancias, no lo hiciste mal del todo y aprovechaste muchas de mis
gracias...
Tú, ¿por quién te ves representado? El Señor nos pide
que seamos santos. No te compares con el resto de la gente pues puede
sucederles lo que a Juan. Jesús, que sólo me compare contigo y que te imite en
todo.
Continúa hablándole a Dios con tus palabras.
Web Católico de Javier
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Detengámonos por un momento y pensemos en cosas
tranquilas, como la lluvia que golpea en el techo, el viento que mece el césped,
el mar que acaricia la playa o el fuego que chisporrotea en la cocina.
Auténticas maravillas, ecos de quietud que por el bombardeo de ruidos a los que
constantemente estamos expuestos, hemos olvidado escuchar.
El silencio natural no es un silencio muerto. La paz que reinaba antes de la civilización
no era vacía, estaba llena de música hecha por la naturaleza como el zumbido de
los insectos, el canto de los pájaros, el crujido de las ramas o el golpe sordo
de la nieve al caer en la tierra. Hoy
estamos sumergidos en el ruido que trae consigo el progreso. Me dicen que este es su precio. ¿Pero este es un progreso hacia qué?
En sus "Meditaciones" dice Marco Aurelio:
"Cuando hablo de tranquilidad, no me refiero sino a la mente bien
ordenada. Tal como los cirujanos siempre
tienen sus instrumentos a mano para los casos urgentes, así debemos tener
listos nuestros pensamientos para comprender las cosas divinas y humanas".
No es necesario vivir en el campo para disfrutar del
goce que nos proporciona el oído. Hasta el zumbido de un escarabajo en una
noche de verano nos puede brindar una sensación de dulce bienestar.
El silencio en su expresión más plena y grandiosa, no
está vacío, sino repleto de significado.
El Papa Pío XII dijo: "El silencio ayuda a penetrar en esferas más
elevadas y a escuchar la misteriosa voz de Dios"
Donald Culross Peattle
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Trini, de Modesto, California, que está realizándose estudios
mamográficos, para que el Señor Misericordioso permita que todos los resultados
sean favorables y no se encuentre nada malo.
Pedimos oración para Ángel E., de Córdoba, Argentina, que el próximo lunes será operado de un tumor maligno renal (extirparán el riñón), siendo un paciente que además padece una forma crónica de leucemia. Lo encomendamos a la protección maternal de la Virgen de Lourdes para que a través de ella, el Señor le conceda una cirugía exitosa y una pronta recuperación.
Pedimos oración para Ángel E., de Córdoba, Argentina, que el próximo lunes será operado de un tumor maligno renal (extirparán el riñón), siendo un paciente que además padece una forma crónica de leucemia. Lo encomendamos a la protección maternal de la Virgen de Lourdes para que a través de ella, el Señor le conceda una cirugía exitosa y una pronta recuperación.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Abril 6
La estampa evangélica de los discípulos de Emaús nos
los presenta ya desalentados y desesperanzados; para ellos Jesús ya ha muerto y
con su muerte todo ha acabado; ellos ya se van.
Los discípulos de Jesús se sintieron subyugados por
su palabra y su compañía; por eso cuando llegan al final de la jornada, le
ruegan con insistencia que se quede en su compañía: Quédate con nosotros,
porque ya es tarde y el día se acaba.
También nosotros nos hallamos en parecidas
circunstancias y tenemos que rezarle al Señor Jesús: “Señor, quédate con
nosotros, porque sin ti es noche cerrada para el alma, porque tú eres su luz,
su alegría y su consuelo”
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
Páginas de Felipe de Urca:
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”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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