PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3866 ~ Viernes 28 de Diciembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Estamos
transitando los últimos días del año 2018. Y suele ser el momento en que muchos
hacemos los “balances” de estos doce meses que terminan.
Seguramente
hemos vivido situaciones diversas, donde se mezclan los momentos felices con
los difíciles, las alegrías con las penas, las cosas lindas con las otras que
generan angustia o preocupación...
El
tiempo transcurrido ya no va a volver atrás. Lo que vivimos, ya está vivido.
Por eso, mejor que escarbar en lo ocurrido, es que miremos hacia adelante y
pensemos en el año por venir. Que nos propongamos encontrar en cada día, a
partir de ahora, algo que nos haga sentir felices, algo de lo que nos podamos
sentir orgullosos y satisfechos.
Busquemos
algo bello, nuevo, agradable o alegre. Hagamos lo necesario para sentirnos
felices y muy especialmente para hacer feliz a alguien más. No estamos solos.
Vivimos rodeados de personas que también merecen un año mejor.
Y
en cuanto de nosotros dependa, intentemos hacer que todos puedan estar un poco
mejor en el nuevo año que comenzará en unos días.
¡Buenos días!
Ayudar y servir
“Si te preocupas demasiado por ti mismo, no te
quedará tiempo para los demás. Si no vives para los demás, la vida carecerá de sentido
para ti” (Santa Teresa de Calcuta). “Comienza a manifestarse la madurez cuando
sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros
mismos” (Albert Einstein).
En los tiempos de la
guerra civil de los EE. UU., durante los preparativos para una batalla, un
hombre vestido de civil pasó cerca de un cabo, que con arrogancia daba
instrucciones a sus hombres para que levantaran una pesada viga. El hombre se
detuvo y preguntó al cabo: —¿Por qué no les ayuda? —Señor, —fue la indignada
respuesta—, ¡soy un cabo! Murmurando una disculpa, el desconocido se quitó el
saco y puso manos a la obra para ayudar a los soldados.
—Señor cabo, —dijo
cuando el trabajo quedó terminado—, siempre que no tenga usted suficientes
hombres para hacer un trabajo, llame a su General en Jefe. Tendré mucho gusto en
ayudar. Con estas palabras, George Washington se puso el saco y se alejó.
Jacinto Benavente, pensador español y premio Nobel de
literatura, dijo: “Cuando dejamos a un lado nuestra dicha y nos concentramos en
hacer dichosos a los demás, mágicamente nos envuelve también a nosotros la
felicidad”. El Señor te acompañe y bendiga.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: 1Jn 1, 5—2, 2
♥ Salmo: Sal 123, 2-5. 7b-8
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 2,13-18
Después que los magos se retiraron, el Ángel del
Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al Niño
y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque
Herodes va a buscar al Niño para matarle». Él se levantó, tomó de noche al Niño
y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes;
para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto
llamé a mi hijo».
Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por
los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de
Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había
precisado por los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
«Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a
sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen».
♥ Comentario:
Hoy celebramos la fiesta de los Santos Inocentes,
mártires. Metidos en las celebraciones de Navidad, no podemos ignorar el
mensaje que la liturgia nos quiere transmitir para definir, todavía más, la
Buena Nueva del nacimiento de Jesús, con dos acentos bien claros. En primer
lugar, la predisposición de san José en el designio salvador de Dios, aceptando
su voluntad. Y, a la vez, el mal, la injusticia que frecuentemente encontramos
en nuestra vida, concretado en este caso en la muerte martirial de los niños
Inocentes. Todo ello nos pide una actitud y una respuesta personal y social.
San José nos ofrece un testimonio bien claro de
respuesta decidida ante la llamada de Dios. En él nos sentimos identificados
cuando hemos de tomar decisiones en los momentos difíciles de nuestra vida y
desde nuestra fe: «Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró
a Egipto» (Mt 2,14).
Nuestra fe en Dios implica a nuestra vida. Hace que
nos levantemos, es decir, nos hace estar atentos a las cosas que pasan a
nuestro alrededor, porque —frecuentemente— es el lugar donde Dios habla. Nos
hace tomar al Niño con su madre, es decir, Dios se nos hace cercano, compañero
de camino, reforzando nuestra fe, esperanza y caridad. Y nos hace salir de
noche hacia Egipto, es decir, nos invita a no tener miedo ante nuestra propia
vida, que con frecuencia se llena de noches difíciles de iluminar.
Estos niños mártires, hoy, también tienen nombres
concretos en niños, jóvenes, parejas, personas mayores, inmigrantes,
enfermos... que piden la respuesta de nuestra caridad. Así nos lo dice San Juan
Pablo II: «En efecto, son muchas en nuestro tiempo las necesidades que
interpelan a la sensibilidad cristiana. Es la hora de una nueva imaginación de
la caridad, que se despliegue no sólo en la eficacia de las ayudas prestadas,
sino también en la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con el que
sufre».
Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios hecho Niño
llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra
caridad.
Rev. D. Joan Pere PULIDO i Gutiérrez Secretario del obispo de Sant Feliu
(Sant Feliu de Llobregat, España)
Santoral Católico:
Los Santos Inocentes
Mártires
Son los niños a quienes asesinó el rey Herodes
persiguiendo al Niño Jesús. El hecho nos lo refiere san Mateo. Nacido Jesús en
Belén, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: «¿Dónde
está el Rey de los judíos que ha nacido?». El rey Herodes se sobresaltó, llamó
aparte a los magos y averiguó el tiempo de la aparición de la estrella que los
guiaba. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad, y cuando
encontréis al niño, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle». Ellos llegaron
a Belén, entraron en la casa, vieron al niño y, postrándose, le adoraron. Y,
avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por
otro camino. Después el Ángel del Señor se apareció a José y le dijo que huyera
a Egipto. Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a
Egipto. Herodes, al ver que había sido burlado, se enfureció y envió a matar a
todos los niños de Belén y de su comarca, de dos años para abajo, según el
tiempo que había precisado por los magos.
Oración: Los
mártires Inocentes proclaman tu gloria en este día, Señor, no de palabra, sino
con su muerte; concédenos, por su intercesión, testimoniar con nuestra vida la
fe que confesamos de palabra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
"En cada persona que
conozco, Jesús viene a mí:
como un regalo, un
enriquecimiento, un estímulo, una purificación;
y en cada persona, Jesús
quiere ser amado y ser servido."
(Chiara Lubich)
Tema del día:
Balance del año viejo
Estamos ya para terminar un año que el Señor nos ha
concedido por su infinita bondad, y a punto de comenzar otro nuevo año que la
Misericordia de Dios nos regalará. Y es el tiempo de hacer como un balance de
lo que ha sido este tiempo pasado, y de hacer propósitos para el nuevo año que,
Dios mediante, viviremos.
Tenemos que hacer propósitos firmes de mejorar, de
ser santos, porque según dicen “el piso del infierno está sembrado de buenos
propósitos”. Porque efectivamente muchísimos de los que allí padecen
eternamente, hicieron muy buenos propósitos en vida, con la intención de
mejorar, de ser buenos, de evitar aquella ocasión de pecado, de dejar de lado
esa amistad peligrosa, de dejar de ir a aquellas reuniones, etc., pero nunca
los pudieron cumplir, y ahora son eternamente desgraciados, desdichados para
siempre.
Nosotros tenemos la ventaja de que todavía estamos
vivos, todavía estamos en el tiempo, y Dios nos está dando una nueva
oportunidad con este año que vamos a comenzar. No seamos insensatos sino hagamos
buenos propósitos de cambiar, de convertirnos, de ser buenos, de ser santos, y
pongamos los medios para llevarlos a la práctica sin tardanza.
No hablamos, por supuesto, de aquellos que hacen
malos propósitos de cómo engañarán mejor al prójimo en este año que comenzará,
o en qué forma pueden defraudar a los hermanos. Éstos ya se están aparejando un
lugar en el Infierno.
Pero si hacemos buenos propósitos, como el Señor
quiere que los hagamos, entonces pongamos la mejor voluntad para llevarlos a la
práctica, pidiendo ayuda a Dios para poder cumplirlos, por medio de la oración,
pues sin la ayuda de Dios, nosotros solos no podremos levantarnos del pecado y
comenzar a ser buenos.
Recordemos que para un cristiano no rige el dicho
mundano de: “El tiempo es oro”, sino más bien este otro de: “El tiempo es
gloria”. Pues así es para nosotros, porque cada segundo vivido en este mundo es
un tesoro que nos puede acarrear mucha gloria. ¡Qué lástima que malgastemos tan
groseramente el tiempo que Dios nos regala! Llegará el día y la hora en que
querremos tener más tiempo, un año más, un día más, una hora más, y no se nos
concederá.
Pensemos en estas cosas, que somos peregrinos en este
mundo y que vamos camino a la eternidad, y que vale la pena tratar de cumplir
los buenos propósitos que hagamos inspirados por Dios, porque tenemos una única
vida y no hay otras vidas.
¡Qué locura sería para nosotros el perder para
siempre la Felicidad sin fin del Cielo, por seguir un placer miserable y fugaz,
por seguir un capricho!
© Sitio Santísima Virgen
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Si hay una unidad profunda en todas las Escrituras,
entonces hay un punto de partida y un término, ya que el Espíritu Santo quiso
revelarnos el misterio de Dios a través de una historia. Pero, ¿quién es el que
completa toda la Escritura? Es san Juan, son los escritos joánicos. Toda la
revelación canónica termina con los escritos joánicos. Por eso mismo, debemos
leer a la luz de san Juan todas las Escrituras y entender toda la Revelación.
(...)
Pero, ¿por qué el Espíritu Santo eligió a san Juan
para darnos los últimos secretos? Porque Juan es el discípulo amado. (...) Pero
Juan es también el que recibió a María, esto también es muy importante. La
Palabra de Dios es, de hecho, una palabra viva vinculada a la "tierra
buena", por tanto, a la Tradición; y el primer momento de la Tradición es
el corazón de María.
María es la tradición cristiana en su origen. Por
tanto, era necesario que quien finalmente nos iba a dar el misterio de la
Palabra de Dios, fuera el mismo que estaba íntimamente ligado al misterio de la
"tierra buena". Así, Juan está ligado al corazón de Cristo y unido a
María; unido a ella porque la recibió en el momento en que María estaba
presente, cerca de Jesús, mientras vivía el misterio de la Cruz.
Un minuto con María
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por las siguientes personas de
Bogotá, Colombia: señora Carlota O. de C.,
que se encuentra afectada de una nefropatía crónica bilateral; y su hijo Carlos C. O., cuyos estudios
prostáticos no han dado resultados satisfactorios, rogando para ambos que el
Señor pose sobre ellos sus Santas Manos y los ayude a sanar.
Pedimos oración para Pedro Pablo B., joven de Colombia que siente el llamado del Señor y
se apresta a dar inicio a sus estudios para el sacramento del Orden Sagrado en
medio de dificultades familiares y económicas, pero su testimonio se muestra
firme en el cumplimiento de la Voluntad de Dios.
Pedimos oración para las siguientes personas: por el
viaje de Boris E. (47 años) de
Ontario, Canadá a Porto; por la salud de Katia
(49 años), de Ontario, Canadá, con deficiencias inmunitarias; por Jeannie P., de Perú, que tiene
antecedentes de cáncer de mama y vértebra, ahora con dolores neuropáticos; por
el trabajo de Tammy (54 años), de
Canadá; por solución a los muchos problemas y salud de Mabel T., de Argentina; y finalmente por la salud de July Guadalupe, de Chile. Por todas
estas personas te rogamos Señor.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos
por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea
desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Diciembre 28
Cuando está terminando un año, es hora de evaluar
cómo lo hemos vivido, y también es el momento de prepararnos para comenzar una
nueva etapa de nuestras vidas. Es hora de revisar cómo están nuestros grandes
ideales, y de preguntarnos cómo podríamos vivirlos mejor.
Pero cuando nos preparamos para comenzar una nueva
etapa, es indispensable detenernos a presentarle al Espíritu Santo nuestros
proyectos y nuestros sueños, y también a pedirle que nos ilumine para ver si
eso realmente nos conviene.
El Espíritu Santo siempre busca hacernos crecer,
hacernos avanzar un poco más. Por eso, él mismo nos inspira para que comencemos
nuevas etapas, para que no nos quedemos encerrados en el pasado, para que
saquemos lo mejor de nosotros, y sepamos volver a comenzar, una vez más. Él se
derrama de un modo especial cuando está por comenzar algo nuevo.
Dejemos que en estos últimos días del año el Espíritu
Santo nos inspire sueños buenos, proyectos generosos, perspectivas llenas de
esperanza y entusiasmo.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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