viernes, 27 de diciembre de 2024

Pequeñas Semillitas 5852

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5852 ~ Viernes 27 de Diciembre de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Mientras seguimos viviendo la alegría del nacimiento de Jesús, hoy la Iglesia celebra la memoria de san Juan apóstol y evangelista. Un personaje singular, que gozó del cariño especial del Maestro, y estuvo presente en los más importantes acontecimientos de la vida de Él en la tierra, hasta que finalmente le fue confiado el cuidado de María... ¡Qué maravillosa misión!
Benedicto XVI nos deja una semblanza de Juan diciendo: “Según la tradición, Juan es «el discípulo predilecto», que en el cuarto Evangelio coloca la cabeza sobre el pecho del Maestro durante la Última Cena (Cf. Juan 13, 21), se encuentra a los pies de la Cruz junto a la Madre de Jesús (Cf. Juan 19, 25) y, por último, es testigo tanto de la tumba vacía como de la misma presencia del Resucitado (Cf. Juan 20, 2; 21, 7)”
El Señor desea hacer de cada uno de nosotros un discípulo que vive una amistad personal con Él. Para realizar esto no es suficiente seguirle y escucharle exteriormente; es necesario también vivir con Él y como Él. Esto sólo es posible en el contexto de una relación de gran familiaridad, penetrada por el calor de una confianza total.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 1 Jn 1, 1-4
 
Salmo: Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12
 
Santo Evangelio: Jn 20,2-8
El primer día de la semana, María Magdalena fue corriendo a Simón Pedro y a donde estaba el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó.
 
Comentario:
Hoy, la liturgia celebra la fiesta de san Juan, apóstol y evangelista. Al siguiente día de Navidad, la Iglesia celebra la fiesta del primer mártir de la fe cristiana, san Esteban. Y el día después, la fiesta de san Juan, aquel que mejor y más profundamente penetra en el misterio del Verbo encarnado, el primer “teólogo” y modelo de todo verdadero teólogo. El pasaje de su Evangelio que hoy se propone nos ayuda a contemplar la Navidad desde la perspectiva de la Resurrección del Señor. En efecto, Juan, llegado al sepulcro vacío, «vio y creyó» (Jn 20,8). Confiados en el testimonio de los Apóstoles, nosotros nos vemos movidos en cada Navidad a “ver” y “creer”.
Uno puede revivir estos mismos “ver” y “creer” a propósito del nacimiento de Jesús, el Verbo encarnado. Juan, movido por la intuición de su corazón —y, deberíamos añadir, por la “gracia”— “ve” más allá de lo que sus ojos en aquel momento pueden llegar a contemplar. En realidad, si él cree, lo hace sin “haber visto” todavía a Cristo, con lo cual ya hay ahí implícita la alabanza para aquellos que «creerán sin haber visto» (Jn 20,29), con la que culmina el vigésimo capítulo de su Evangelio.
Pedro y Juan “corren” juntos hacia el sepulcro, pero el texto nos dice que Juan «corrió más aprisa que Pedro, y llegó antes al sepulcro» (Jn 20,4). Parece como si a Juan le mueve más el deseo de estar de nuevo al lado de Aquel a quien amaba —Cristo— que no simplemente estar físicamente al lado de Pedro, ante el cual, sin embargo —con el gesto de esperarlo y de que sea él quien entre primero en el sepulcro— muestra que es Pedro quien tiene la primacía en el Colegio Apostólico. Con todo, el corazón ardiente, lleno de celo, rebosante de amor de Juan, es lo que le lleva a “correr” y a “avanzarse”, en una clara invitación a que nosotros vivamos igualmente nuestra fe con este deseo tan ardiente de encontrar al Resucitado.
* Rev. D. Manel VALLS i Serra (Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
San Juan
Nació en Betsaida, junto al lago de Tiberíades. Fue primero discípulo de Juan Bautista, quien orientó a él y a Andrés hacia Jesús. Era hijo de Zebedeo y hermano del apóstol Santiago el Mayor. Pasando junto al lago de Galilea, Jesús vio a los dos hermanos, que estaban repasando las redes, y los llamó a su seguimiento. Fue el discípulo predilecto de Jesús y, junto con su hermano y con Pedro, uno de los tres apóstoles más cercanos a Jesús, que le acompañaron en la transfiguración y en la agonía de Getsemaní. Durante la última Cena, reclinó su cabeza sobre el pecho del Señor. Estando con María al pie de la cruz, oyó que Jesús les decía: «Ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre». Según la tradición vivió mucho tiempo en Éfeso. Escribió el cuarto Evangelio, el Apocalipsis y tres cartas. Siendo ya mayor, fue deportado a Patmos, y murió de edad avanzada a finales del siglo I.
Oración: Dios y Señor nuestro, que nos has revelado por medio del apóstol san Juan el misterio de tu Palabra hecha carne, concédenos, te rogamos, llegar a comprender y a amar de corazón lo que tu apóstol nos dio a conocer. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«Cuando se termina el canto de los ángeles, cuando se apaga la estrella del firmamento, cuando los reyes vuelven a sus palacios, cuando los pastores se reúnen con sus rebaños, entonces empieza la tarea de Navidad: encontrar al perdido, curar al decaído, alimentar al hambriento, liberar al prisionero, reconstruir las naciones, llevar la paz a los hermanos, hacer música con el corazón. De ese modo siempre será Navidad»
 
Tema del día:
Alegría para todo el pueblo
P. José Antonio Pagola
Hay cosas que solo la gente sencilla sabe captar. Verdades que solo el pueblo es capaz de intuir. Alegrías que solamente los pobres pueden disfrutar.
 
Así es el nacimiento del Salvador en Belén: No algo para ricos y gente pudiente; un acontecimiento que solo los cultos y sabios pueden entender; algo reservado a minorías selectas. Es un acontecimiento popular. Una alegría para todo el pueblo.
 
Más aún. Son unos pobres pastores, considerados en la sociedad judía como gente poco honrada, marginados por muchos como pecadores, los únicos que están despiertos para escuchar la noticia. También hoy es así, aunque, con frecuencia, los más pobres y marginados hayan quedado tan lejos de nuestra Iglesia.
 
Dios es gratuito. Por eso es acogido más fácilmente por el pueblo pobre que por aquellos que piensan poder adquirirlo todo con dinero. Dios es sencillo, y está más cerca del pueblo humilde que de aquellos que viven obsesionados por tener siempre más. Dios es bueno, y le entienden mejor los que saben quererse como hermanos que aquellos que viven egoístamente, encerrados en su bienestar.
 
Sigue siendo verdad lo que insinúa el relato de la primera Navidad. Los pobres tienen un corazón más abierto a Jesús que aquellos que viven satisfechos. Su corazón encierra una «sensibilidad hacia el Evangelio» que en los ricos ha quedado con frecuencia atrofiada. Tienen razón los místicos cuando dicen que para acoger a Dios es necesario «vaciarnos», «despojarnos» y «volvernos pobres».
 
Mientras vivamos buscando la satisfacción de nuestros deseos, ajenos al sufrimiento de los demás, conoceremos distintos grados de excitación, pero no la alegría que se anuncia a los pastores de Belén.
 
Mientras sigamos alimentando el deseo de posesión no se podrá cantar entre nosotros la paz que se entonó en Belén: «La idea de que se puede fomentar la paz mientras se alientan los esfuerzos de posesión y lucro es una ilusión» (Erich Fromm).
 
Tendremos cada vez más cosas para disfrutar, pero no llenarán nuestro vacío interior, nuestro aburrimiento y soledad. Alcanzaremos logros cada vez más notables, pero crecerá entre nosotros la rivalidad, el conflicto y la competencia despiadada.
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(Texto del Padre José Antonio Pagola)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
“La Iglesia es femenina” y “es madre” y cuando le falta este rasgo se convierte “en una asociación de beneficencia o en un equipo de fútbol”. Cuando “la Iglesia es masculina”, se convierte, tristemente, “en una Iglesia de solterones”, “incapaces de amor, incapaces de fecundidad”. Es lo que declaró el Papa Francisco en su homilía del 21 de mayo del 2018 en memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia reconocida como tal por medio del decreto Ecclesia Mater del 3 de marzo de 2018.
La Virgen está siempre presente como Madre de Jesús en los Evangelios, explicó el Papa. Su carácter maternal es más importante que el de esposa o viuda. Es lo que los padres de la Iglesia comprendieron. Solo una Iglesia femenina podrá tener una actitud de fecundidad según las intenciones de Dios que quiso nacer de una mujer para enseñarnos este camino de mujer.
“Una Iglesia que es madre va por el camino de la ternura. Conoce el lenguaje de tanta sabiduría de las caricias, del silencio, de la mirada que sabe de compasión, que sabe de silencio. Y, asimismo, un alma, una persona que vive esta pertenencia a la Iglesia, sabiendo que también es madre debe ir por el mismo camino: convertirse en una persona dócil, tierna, sonriente y llena de amor”. (Vatican.va)
🌸
Ojalá podamos merecer que nos llamen locos.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.
Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena, porque no estamos terminados.
Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando los caminos del viento, a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas, porque la historia continúa, más allá de nosotros, y cuando ella dice adiós, está diciendo hasta luego.
Ojalá seamos dignos de la desesperada esperanza.
Ojalá podamos ser desobedientes, cada vez que recibimos órdenes que humillan nuestra conciencia o violan nuestro sentido común.
Ojalá podamos mantener viva la certeza de que es posible ser compatriota y contemporáneo de todo aquel que viva animado por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, nazca donde nazca y viva cuando viva, porque no tienen fronteras los mapas del alma ni del tiempo. (Eduardo Galeano)
🌸
Cancela el hábito de maldecir las situaciones desfavorables. Afróntalas serenamente como un reto para superarlas.
Si te acostumbras a ver sólo lo adverso, harás de tu vida un abatimiento permanente.
Si siempre estás repitiéndote: "Nada me sale bien", estarás programando tu vida derrotada.
Disfrutando del momento presente, de los bienes que tienes a mano, de la compañía de los tuyos y de las posibilidades de ser útil a tus semejantes, reconoce que los privilegios de que gozas son los mejores motivos de tu felicidad.
Cuando trabajas por tu armónica perfección espiritual, vas encontrando la felicidad por la cual suspiras.
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la PAZ en el mundo; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por todos nuestros hermanos de diversos países, como Cuba y Venezuela, sometidos a crueles dictaduras que se ven forzados a emigrar en busca de mejores horizontes en otras tierras;  por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la recuperación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración para Horacio P., de Córdoba, Argentina, 65 años de edad, internado por insuficiencia renal aguda y problemas de próstata. Invocamos para él la protección de la Santísima Virgen y las gracias de sanación del Niño nacido en Belén.
 
🙏 Pedimos oración para Agustina, de Córdoba, Argentina, 21 años de edad, que sufrió hace un mes la ruptura de un aneurisma cerebral y sigue internada. Hoy le realizarán un procedimiento de riesgo para tratar de llegar al foco del problema. La encomendamos a Dios con la mediación de Nuestra Madre de Lourdes.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Oremos: Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Novedad para 2025
“PEQUEÑAS SEMILLITAS” continuará publicándose a lo largo del año 2025 que ya está próximo a iniciarse.
La estructura general de la página no tendrá variantes, excepto una: el 31 de diciembre terminaremos de publicar los extractos de cartas del Padre Pío, tomadas del libro “365 días con el Padre Pío” del P. Gianluigi Pasquale.
Y en su lugar, a partir del 1 de enero, todos los días cerraremos la edición con una reflexión del P. Luis Zazano, tomada de su libro “Un año con María” (meditaciones para cada día) de librerías Ágape.
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
27 de diciembre
Te exhorto a unirte a mí y a acercarte conmigo a Jesús para recibir su abrazo, un beso que nos santifique y nos salve. Escuchemos en tal sentido al santo rey David, que invita a besar devotamente al Hijo: «Besad al hijo»; porque este hijo del que habla aquí el profeta real no es otro que aquel del que dijo el profeta Isaías: «Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: Puer natus est nobis, filius datus est nobis».
Este niño, Raffaelina, es aquel hermano amoroso, aquel esposo amadísimo de nuestras almas, del que la sagrada esposa del Cantar, figura del alma fiel, buscaba la compañía, y suspiraba por sus besos divinos: «¡Quién me diera a ti por hermano mío, y te buscaría y te besaría! Bésame con el beso de tu boca». Este hijo es Jesús; y el modo de besarle sin traicionarlo, de estrecharlo entre nuestros brazos sin aprisionarlo, el modo de darle el beso y el abrazo de gracia y de amor, que espera de nosotros, y que nos promete devolver, es, según san Bernardo, servirle con verdadero afecto, realizar en obras santas sus doctrinas celestiales, que profesamos con las palabras.
No dejemos, pues, de besar de ese modo a este Hijo divino, porque si son así los besos que ahora le damos, vendrá él mismo, como lo ha prometido, lleno de misericordia y de amor; vendrá a tomarnos en sus brazos, a darnos el beso de paz en los últimos sacramentos en el momento de la muerte; y así terminaremos nuestra vida con el beso santo del Señor; admirable beso de la dignación divina, en el que, al decir de san Bernardo, no se acerca la cara a la cara, la boca a la boca, sino que se unen mutuamente por toda la eternidad el creador con la criatura, el hombre con Dios.
(7 de septiembre de 1915, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 482)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
 
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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