martes, 15 de junio de 2021

Pequeñas Semillitas 4701

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4701 ~ Martes 15 de Junio de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dios mío, te doy gracias por este día. Sé que aún no he logrado todo lo que esperas de mí y si esa es la razón por la cual me bañas en el fresco rocío de otro amanecer; me siento muy agradecido. Estoy preparado al fin, a hacer que te sientas orgulloso de mí. Me olvidaré del día de ayer, con todas sus pruebas y tribulaciones, con todos sus agravios y sus frustraciones. El pasado ya es un sueño del cual no puedo recuperar ni una sola palabra, ni borrar ningún acto imprudente. Sin embargo, tomaré la decisión de que si en el día de ayer lastimé a alguien a través de mi imprudencia o mi irreflexión, no dejaré que el día de hoy el sol se ponga sin rectificarme y nada de lo que haga en este día tendrá mayor importancia.
 
¡Buenos días María!
Dice un santo que Dios creó un depósito de agua y lo llamó “mar”, y creó un depósito de gracias y lo llamó “María”.
Y efectivamente esto es así, pues Dios ha querido que todas las gracias que nos concede su omnipotencia, pasen por las manos virginales de María.
De modo que si queremos obtener favores admirables de Dios, para nosotros y para quienes amamos, no tenemos más que recurrir a la Virgen, que Ella obtiene todo de Dios para nosotros.
Hagamos la prueba y quedaremos admirados de su prontitud y generosidad en colmarnos de dones y gracias, incluso materiales si hace falta, porque Ella es la Virgen fiel que no se deja ganar en generosidad por sus hijos, y nos da sus tesoros de gracias y favores celestiales, de modo que no tenemos más remedio que amarla por todo lo que Ella nos ama y nos provee.
Si somos pobres, tanto material como espiritualmente, es porque no hemos acudido todavía a María, o al menos no lo hemos hecho en la manera correcta, puesto que la Virgen no deja que sus devotos pasen necesidad, e incluso hace verdaderos milagros cuando es necesario para sus fieles hijos.
Acudamos a María, busquemos su ayuda maternal, y viviremos felices y contentos esta vida, y luego para siempre en el Cielo.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2 Corintios 8,1-9
 
Salmo: Sal 146 (145) 2.5-6.7.8-9a
 
SANTO EVANGELIO: Mt 5,43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial».
 
Comentario:
Hoy, Cristo nos invita a amar. Amar sin medida, que es la medida del Amor verdadero. Dios es Amor, «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mt 5,45). Y el hombre, chispa de Dios, ha de luchar para asemejarse a Él cada día, «para que seáis hijos de vuestro Padre celestial» (Mt 5,45). ¿Dónde encontramos el rostro de Cristo? En los otros, en el prójimo más cercano. Es muy fácil compadecerse de los niños hambrientos de Etiopía cuando los vemos por la TV, o de los inmigrantes que llegan cada día a nuestras playas. Pero, ¿Y los de casa? ¿Y nuestros compañeros de trabajo? ¿Y aquella parienta lejana que está sola y que podríamos ir a hacerle un rato de compañía? Los otros, ¿Cómo los tratamos? ¿Cómo los amamos? ¿Qué actos de servicio concretos tenemos con ellos cada día?
Es muy fácil amar a quien nos ama. Pero el Señor nos invita a ir más allá, porque «si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?» (Mt 5,46). ¡Amar a nuestros enemigos! Amar aquellas personas que sabemos —con certeza— que nunca nos devolverán ni el afecto, ni la sonrisa, ni aquel favor. Sencillamente porque nos ignoran. El cristiano, todo cristiano, no puede amar de manera “interesada”; no ha de dar un trozo de pan, una limosna al del semáforo. Se ha de dar él mismo. El Señor, muriéndose en la Cruz, perdona a quienes le crucifican. Ni un reproche, ni una queja, ni un mal gesto...
Amar sin esperar nada a cambio. A la hora de amar tenemos que enterrar las calculadoras. La perfección es amar sin medida. La perfección la tenemos en nuestras manos en medio del mundo, en medio de nuestras ocupaciones diarias. Haciendo lo que toca en cada momento, no lo que nos viene de gusto. La Madre de Dios, en las bodas de Caná de Galilea, se da cuenta de que los invitados no tienen vino. Y se avanza. Y le pide al Señor que haga el milagro. Pidámosle hoy el milagro de saberlo descubrir en las necesidades de los otros.
* Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu (Terrassa, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santa María Micaela
del Santísimo Sacramento
Virgen y Fundadora
Nació en Madrid de familia noble el año 1809. Recibió una esmerada educación y tuvo que llevar una vida de sociedad acorde con su rango, que sabía armonizar con una intensa vida religiosa. El amor a Cristo en la Eucaristía y a la Virgen fue el alma de su vida y de su obra. Renunció a las grandezas nobiliarias y a su porvenir como Vizcondesa de Jorbalán, para consagrarse a la educación de la juventud inadaptada socialmente. Fundó la Congregación de Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad. Realizó un bien inmenso a la juventud extraviada o en riesgo de extraviarse. Murió en Valencia, víctima de su caridad, al atender a los enfermos de cólera, el 24 de agosto de 1865. [Su memoria se celebra el 15 de junio, día de sus votos perpetuos] Fue canonizada en 1934.
Oración: Oh Dios, que amas a los hombres y concedes a todos tu perdón, suscita en nosotros un espíritu de generosidad y de amor que, alimentado y fortalecido por la eucaristía, a imitación de santa María Micaela, nos impulse a encontrarte en los más pobres y en los más necesitados de tu protección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
 
"¡Cuan obligados estáis al Sagrado Corazón
de nuestro buen Maestro, que tanto os ama!
Amadle a Él en retorno con todo el amor de que sois capaces
y tributadle toda bendición y toda gloria".
(Santa Margarita Maria de Alacoque)
 
Historias:
Leyenda del lapacho
Cuenta la historia, que Dios estaba preparando el mundo, se reunió una tarde con todos los árboles  y pidió que cada árbol eligiera la época en la que cada uno de ellos quisiera florecer y así, embellecer la tierra.
 
¡Y en un estallido de alegría comenzaron todos a gritar: “otoño, verano, primavera, decían!”
 
Pero Dios observó que ninguno elegía la estación de invierno. Entonces Dios preguntó:
- ¿Por qué nadie elige la época de invierno?
 
Cada uno tenía su razón. ¡Muy seco! ¡Muy frío! ... muchos incendios!
 
Entonces Dios pide un favor...
Necesito al menos un árbol, que embelese el invierno, que sea valiente y capaz de enfrentar el frío, la sequía y las quemas y en ese frío poder embellecer el mundo...
 
Se quedaron todos en silencio. Fue entonces que un árbol callado y tranquilo al fondo, sacude sus hojas y dijo:
-¡Yo voy!...
 
Y Dios con una sonrisa preguntó:
- ¿Cuál es tu nombre?
¡Me llamo "Lapacho", señor!
 
Los otros árboles, quedan espantados del coraje del Lapacho y su locura de querer florecer en invierno.
 
Entonces Dios respondió:
- Por atender mi pedido te haré florecer en el invierno no sólo con un color, sino con varios... Para que también en invierno, el mundo sea colorido.
 
Como agradecimiento le dijo: tendrás diferentes colores y texturas y tu linaje será enorme.
 
Y así Dios hizo uno de los más hermosos árboles que da color al invierno. Y así tenemos al Lapacho:
 
- Blanco
- Amarillo
- Amarillo del pantano
- Amarillo de la hoja lisa
- Amarillo niebla
- Rosa
- Púrpura
- Morado
 
¡Qué podamos ser como el Lapacho, y sepamos florecer en los inviernos de la vida!
 
Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Día 15. –El valor de la oración
Jesús invita, recomienda, impone la oración, une a ella toda gracia, toda bendición hasta la salvación eterna. Él mismo reza por todas partes y siempre: en el templo, en el Huerto de los Olivos, en el monte, sobre las aguas, en las plazas y en las sinagogas.
San Pedro corre el peligro de hundirse en las aguas y reza; la oración lo fortifica. Marta y María piden llorando ante Jesús en la hora del dolor y la oración las consuela.
Rezan los Apóstoles en el cenáculo y la oración hace descender al Espíritu Santo con sus dones celestiales. Y tú, ¿cuándo rezas? ¿Sólo cuando estás enfermo o cuando quieres que algo te salga bien?
Reza siempre porque siempre tienes necesidad de permanecer junto a tu Dios.
* Web Católico de Javier
 
"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo electrónico.
Las suscripciones son totalmente gratuitas y solo tienes que solicitarlas dirigiéndote por e-mail a  feluzul@gmail.com  
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A todos los que las reciben, los invito a que compartan las "Pequeñas Semillitas" reenviándolas a sus contactos, y de ese modo ayudan a sembrar en el mundo la alegría del Evangelio.
  
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Junio 15
El evangelio nos dice que san José fue el “varón justo”. Su santidad fue ciertamente única. Que por su mediación nosotros obtengamos la gracia de ser santos, como solo él supo serlo. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf) 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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