lunes, 18 de septiembre de 2023

Pequeñas Semillitas 5427

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5427 ~ Lunes 18 de Setiembre de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Durante mi segundo año en la universidad, nuestro profesor nos puso un examen sorpresa. Yo era un estudiante aplicado y leí rápidamente todas las preguntas para hacerme una idea de la dificultad del examen. Cuando llegué a la última pregunta, me quedé un poco desconcertado, porque estaba redactada de la siguiente forma: “¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia el aula?”
Mi pensamiento más inmediato fue que esto se trataba de algún tipo de broma. La verdad es que yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello castaño, con gafas, de unos cincuenta años, pero... ¿cómo iba yo a saber su nombre?
Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaba para la nota del examen. “Por supuesto”, dijo el profesor. “En sus carreras, ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellas merecen su atención y cuidado, aunque sólo les sonrían y digan “Hola”.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 1Tim 2,1-8
 
Salmo: Sal 27, 2. 7. 8-9
 
Santo Evangelio: Lc 7,1-10
En aquel tiempo, cuando Jesús hubo acabado de dirigir todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaúm. Se encontraba mal y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde Él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo. Éstos, llegando donde Jesús, le suplicaban insistentemente diciendo: «Merece que se lo concedas, porque ama a nuestro pueblo, y él mismo nos ha edificado la sinagoga».
Jesús iba con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo, por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».
Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Os digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande». Cuando los enviados volvieron a la casa, hallaron al siervo sano.
 
Comentario:
Hoy, nos enfrentamos a una pregunta interesante. ¿Por qué razón el centurión del Evangelio no fue personalmente a encontrar a Jesús y, en cambio, envió por delante algunos notables de los judíos con la petición de que fuese a salvar a su criado? El mismo centurión responde por nosotros en el pasaje evangélico: Señor, «ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado» (Lc 7,7).
Aquel centurión poseía la virtud de la fe al creer que Jesús podría hacer el milagro —si así lo quería— con sólo su divina voluntad. La fe le hacía creer que, prescindiendo de allá donde Jesús pudiera hallarse, Él podría sanar al criado enfermo. Aquel centurión estaba muy convencido de que ninguna distancia podría impedir o detener a Jesucristo, si quería llevar a buen término su trabajo de salvación.
Nosotros también estamos llamados a tener la misma fe en nuestras vidas. Hay ocasiones en que podemos ser tentados a creer que Jesús está lejos y que no escucha nuestros ruegos. Sin embargo, la fe ilumina nuestras mentes y nuestros corazones haciéndonos creer que Jesús está siempre cerca para ayudarnos. De hecho, la presencia sanadora de Jesús en la Eucaristía ha de ser nuestro recordatorio permanente de que Jesús está siempre cerca de nosotros. San Agustín, con ojos de fe, creía en esa realidad: «Lo que vemos es el pan y el cáliz; eso es lo que tus ojos te señalan. Pero lo que tu fe te obliga a aceptar es que el pan es el Cuerpo de Jesucristo y que en el cáliz se encuentra la Sangre de Jesucristo».
La fe ilumina nuestras mentes para hacernos ver la presencia de Jesús en medio de nosotros. Y, como aquel centurión, diremos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo» (Lc 7,6). Por tanto, si nos humillamos ante nuestro Señor y Salvador, Él viene y se acerca a curarnos. Así, dejemos a Jesús penetrar nuestro espíritu, en nuestra casa, para curar y fortalecer nuestra fe y para llevarnos hacia la vida eterna.
* Fr. John A. SISTARE (Cumberland, Rhode Island, Estados Unidos)
 
Santoral Católico:
San José de Cupertino
Nació el año 1603 en Cupertino, pueblo del sur de Italia en la provincia de Lecce, de familia pobre y honrada. Desde joven mostró tener muy escasas las dotes intelectuales y las habilidades manuales. Superando muchas dificultades ingresó en la Orden de los franciscanos conventuales y sólo gracias a la fuerte ayuda de Dios llegó al presbiterado. Tras su ordenación sacerdotal se entregó de lleno al sagrado ministerio, inflamado en celo de las almas. Adornado de carismas singulares, éxtasis y levitaciones, por lo que es conocido como el «Santo de los vuelos», los superiores tuvieron que cambiarlo con frecuencia de un convento a otro, huyendo del fanatismo popular. Descolló por su obediencia, humildad, paciencia y caridad para con los necesitados de Dios. Manifestó ardiente devoción a los misterios de la vida de Cristo, en especial la Eucaristía, y a la Madre de Dios. Sus biógrafos dicen que lograba transmitir su santa y franciscana alegría mediante el modo de orar, enriquecido por atractivas composiciones musicales y versos populares que entusiasmaban a sus oyentes, reavivando su devoción. Murió en Ósimo (Marcas) en 1663.
Oración: Dios de misericordia, que con admirable sabiduría has querido que tu Hijo, al ser levantado de la tierra, atrajera todas las cosas hacia él, concédenos, por intercesión de san José de Copertino, tender a la perfección que nos has propuesto en la persona de tu Hijo, y vernos libres de la malicia de este mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
  
generalmente no se logra
con grandes golpes de suerte
que pueden ocurrir pocas veces,
sino con pequeñas cosas
que ocurren todos los días»
(BENJAMÍN FRANKLIN)
 
Historias:
Tres milagros del Padre Pío
Por Francisco Vêneto – Aleteia
 
En el libro Padre Pío, los milagros desconocidos de los sagrados estigmas, el autor José María Zavala relata que una vez una señora que padecía cáncer le rogó a su marido que la llevara a un sacerdote porque él podía curarla. El marido, sin embargo, era agnóstico e intentó convencer a su esposa de que se trataba de una superstición absurda. Sin embargo, a pesar de la insistencia, cedió, pero advirtió: “Te llevaré a ver al Padre Pío, pero no entraré a la iglesia. Te esperaré afuera».
 
Luego ella, su esposo y su pequeño hijo llegaron a la iglesia y encontraron a mucha gente rezando devotamente el rosario. Admirando esta gran fe de los fieles, la mujer enferma esperó para hablar con el sacerdote.
 
Milagro inesperado
Finalmente, cuando llegó su turno, habló con el Padre Pío y le contó su vida y su enfermedad. Entonces el sacerdote le dio su bendición y preguntó quién era el niño. Tan pronto como ella respondió que era su hijo, el Padre Pío llamó al pequeño y le pidió: «Ve a la puerta y dile a tu padre que lo llamo».
 
Cuando el niño llegó a la puerta de la iglesia y le dijo a su padre que el Padre Pío lo llamaba, el hombre comenzó a llorar compulsivamente. Entró de rodillas a la iglesia y así caminó hasta el centro del templo. Alguien intentó ayudarlo y le preguntó qué estaba pasando, a lo que, con el rostro aún inundado de lágrimas, respondió: «El Padre Pío le pidió a mi hijo que me llamara».
 
Los fieles se miraron y preguntaron: «¿Qué tiene de extraño que el hijo llame al padre?»
 
El hombre declaró profundamente conmovido: «Mi hijo era sordomudo».
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Es cosa estupenda ver a un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera.
Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el del mediodía, aunque su calor sea distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día le estén "echando" del cielo, no se experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria que la que hace algunas horas hacía germinar las semillas en los campos, o crecer las frutas en los árboles.
Cada hora tiene su gozo. El sol lo sabe y cumple, hora a hora, su tarea...
¡Ah..., si todos los ancianos entendieran que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese último rayo del sol antes de ponerse!
(José Luis Martín Descalzo)
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo: no a la criminal agresión de Rusia a Ucrania; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración para nuestra lectora Vilma P., que vive en el interior de la provincia de Córdoba, Argentina, y se encuentra afectada de cáncer de páncreas avanzado. Ella es consciente de su estado y pide nuestra ayuda con oraciones y misas, que elevaremos al Padre Misericordioso con mucha fe.
 
🙏 Pedimos oración para Katia Elena, de Canadá, que ya tuvo dos operaciones y varias complicaciones por una grave afección intestinal, como así también problemas renales. Ahora va a ser operada para reconectar el intestino, por lo que elevamos nuestra plegaria para Dios Padre la proteja y dé luz y precisión a los médicos que la van a intervenir mañana.
 
🙏 Pedimos oración para Pablo Alejandro, de 52 años de edad, que vive en ciudad de Buenos Aires, Argentina. Él sufre cáncer de recto con metástasis en huesos, hígado y algunos otros problemas más de salud. Que la Santísima Virgen lo cubra con su manto y lleve a Jesús estas plegarias confiando en que nada es imposible para Dios.
 
🙏 Pedimos oración para Laura S., de la ciudad de Córdoba, Argentina, que espera a su bebé en reposo por complicaciones con su gestación, por lo que la encomendamos a la Virgen de la dulce espera para que llegue hasta el final de su embarazo con toda felicidad.
 
🙏 Pedimos oración para Lucía, niña de 14 años de la provincia de Santa Fe, Argentina, que se encuentra internada en terapia intensiva, con los médicos tratando de determinar concretamente la naturaleza de su enfermedad para darle el mejor tratamiento posible. La encomendamos a la infinita misericordia de Dios con el amparo de la Santísima Virgen María.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Requisitos para ‘Pedidos de oración’ 
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Enviar con tiempo la solicitud de oración (un día antes de su publicación). Se publican sólo los días lunes, miércoles y viernes.
6) Los pedidos que no traigan toda la información detallada en los puntos 1, 2 y 3, no serán publicados.
 
Recordando al Padre Natalio
El labrador y sus perros
A veces sentimos cierta amargura al percibir la forma tan inhumana en que se comportan las personas. Al parecer, ya a nadie le importa nada de los demás. Alexis Carrel, premio Nobel de medicina, expresó: “Hoy todos se encierran en su egoísmo, lo mismo que el cangrejo en su caparazón, intentando como él devorar a su vecino”. Eso hizo el labrador de la fábula.
 
Aprisionó el mal tiempo a un labrador en su cuadra. No pudiendo salir para buscar comida, empezó por devorar a sus carneros; luego, como el mal tiempo seguía, comió también las cabras; y, como no paraba el temporal, acabó con sus propios bueyes. Viendo entonces los perros lo que pasaba se dijeron entre ellos: —Larguémonos de aquí, pues, si el amo ha sacrificado los bueyes que trabajan con él, ¿cómo nos perdonará a nosotros? (Esopo).
 
El mal ha entrado en el mundo por la puerta del egoísmo humano, que es negación del amor y búsqueda desenfrenada del propio bienestar. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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