domingo, 7 de mayo de 2023

Pequeñas Semillitas 5306

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5306 ~ Domingo 7 de Mayo de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Nos presenta la Iglesia en este domingo quinto de Pascua un pasaje evangélico muy propio del tiempo litúrgico que celebramos, por cuanto nos hace considerar la vida en Cristo a la que somos llamados. Esa concisa expresión del Señor: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, lo confirma. Asegura Jesucristo que para nosotros, los hombres, Él es Camino único de nuestra existencia, Verdad inequívoca para todo criterio y Vida plena de felicidad consumada.
Vivamos esta celebración eucarística con amor y pertenencia en torno a este mensaje de esperanza que nos deja Jesús.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hch 6,1-7
 
Salmo: Sal 32,1-2.4-5.18-19
 
Segunda Lectura: 1Pe 2,4-9
 
Santo Evangelio: Jn 14,1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis el camino».
Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto».
Le dice Felipe: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta». Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre».
 
Comentario:
Hoy, la escena que contemplamos en el Evangelio nos pone ante la intimidad que existe entre Jesucristo y el Padre; pero no sólo eso, sino que también nos invita a descubrir la relación entre Jesús y sus discípulos. «Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros» (Jn 14,3): estas palabras de Jesús, no sólo sitúan a los discípulos en una perspectiva de futuro, sino que los invita a mantenerse fieles al seguimiento que habían emprendido. Para compartir con el Señor la vida gloriosa, han de compartir también el mismo camino que lleva a Jesucristo a las moradas del Padre.
«Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?» (Jn 14,5). Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto» (Jn 14,6-7). Jesús no propone un camino simple, ciertamente; pero nos marca el sendero. Es más, Él mismo se hace Camino al Padre; Él mismo, con su resurrección, se hace Caminante para guiarnos; Él mismo, con el don del Espíritu Santo nos alienta y fortalece para no desfallecer en el peregrinar: «No se turbe vuestro corazón» (Jn 14,1).
En esta invitación que Jesús nos hace, la de ir al Padre por Él, con Él y en Él, se revela su deseo más íntimo y su más profunda misión: «El que por nosotros se hizo hombre, siendo el Hijo único, quiere hacernos hermanos suyos y, para ello, hace llegar hasta el Padre verdadero su propia humanidad, llevando en ella consigo a todos los de su misma raza» (San Gregorio de Nisa).
Un Camino para andar, una Verdad que proclamar, una Vida para compartir y disfrutar: Jesucristo.
* Pbro. Walter Hugo PERELLÓ (Rafaela, Argentina)
 
Palabras de San Pablo VI
«Este es el mes en que, en los templos y en las casas particulares, sube a María desde el corazón de los cristianos el más ferviente y afectuoso homenaje de su oración y veneración. Es también el mes en el que desde su trono descienden hasta nosotros los dones más generosos y abundantes de la Divina Misericordia»
 
Predicación del Evangelio:
Camino, Verdad y Vida
El evangelio hoy es una de las obras maestras del Nuevo Testamento. Jesús está dando su último discurso en el Evangelio de Juan. Trata varios temas como su mandamiento de amor, la ayuda del Espíritu Santo, y la necesidad de quedarse conectado a él. En la sección que acabamos de leer Jesús conforta a sus discípulos por el dolor que sentirán cuando vaya. En el proceso nos comparte algunas claves de la vida espiritual.
 
Primero, comparte un poco sobre su destino y, eventualmente, el destino de sus seguidores. Compara la vida eterna con un hotel con habitaciones para todos. Cuando Tomás, aquí también un poco escéptico, le pregunta sobre este lugar, Jesús le responde con referencia a sí mismo. Dice que él es “el camino, la verdad, y la vida.” Porque esta frase es tan densa, tenemos que desempacarla un poco.
 
Cuando Jesús dice que él es “la vida”, quiere decir que él es nuestro destino, la vida eterna. Ver a Dios, la visión beatífica, es la esencia de la vida eterna. Pero Jesús contará a Felipe: “Quien me ve a mí, ve al Padre.” San Pablo indica la maravilla de esta visión cuando escribe a los corintios: “Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara” (I Cor 13,12). Conocer a Cristo así debe ser más tremendo que cualquier vista natural sea la cima de Monte Everest o la playa de Cancún. ¡Es experimentando y deleitándose en la gloria de Aquel que creó el universo!
 
Jesús nos proporciona otra clave de la vida espiritual por decir que él es “el camino”. Recordamos cómo los primeros cristianos en los Hechos de los Apóstoles eran conocidos como seguidores del “Camino”. La palabra “Camino” aquí refiere a Jesús como modelo de la conducta moral. En el Sermón del Monte dice a sus discípulos: “… ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!” Está refiriendo a su vida disciplinada y principiada. Vemos esta calidad de vida también en los santos. El puertorriqueño Beato Carlos Manuel Rodríguez dedicó su vida al enseñar a otros lacios a los demás. Porque tenía varios problemas de salud, no podía seguir una vocación sacerdotal. Pero su condición no le detuvo enseñar y animar grupos sobre la liturgia de la Iglesia.
 
También Jesús reclama ser “la Verdad”. Él es la verdad de Dios Padre encarnada en un ser humano. En otras palabras, él es el amor abnegado que se humilló para compartir nuestro lote humano. Además, como nuestro compañero, no sólo extendió la mano para curar nuestras enfermedades sino también sufrió una muerte horrífica para liberarnos del pecado.
 
Cuando lo seguimos cien por ciento, tenemos que esperar sufrir también. Desgraciadamente, muchos no quieren sufrir para nada. No quieren caminar un par de cuadras para conservar el medioambiente y mucho menos quieren sacrificar un par de horas para visitar a los enfermos. Pudiéramos aprender de esos ucranianos valientes que están arriesgando sus vidas para defender su patria aunque pudieran haber huido el país como refugiados.
 
Hay algún interés en la vida espiritual hoy en día. Las librerías tienen secciones repletas con títulos acerca de la espiritualidad de varias fuentes. Todos estos libros –sean cristianos, judíos, o de “nueva edad” – harán referencia al guía espiritual supremo de las edades, Jesucristo. Él sigue ser como nadie más "el camino, la verdad, y la vida".
-
(P. Carmelo Mele OP)
 
Poesía
Rima LIII
 
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
 
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas… ¡no volverán!
 
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
 
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
esas… ¡no volverán!
 
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
 
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido… desengáñate,
¡así no te querrán!
-
(Gustavo Adolfo Bécquer)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, la familia de Alejo, el niño de 10 años con parálisis cerebral que estaba internado muy delicado, agradece al Señor y a las personas que oraron por él, pues ha sido dado de alta del hospital y volvió a su casa. De todos modos Alejo necesita que sigamos rezando por sus varios problemas de salud.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, el autor de esta página (Felipe) agradece a Dios y a la Santísima Virgen de Lourdes por el don de la vida recibida (hace 72 años) y por la salud que conserva.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
“En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones”. Con esta frase, el Señor, quizá, quería indicarnos que en el Cielo había moradas para muchos y que la salvación no estaba restringida a unas cuantas decenas de escogidos. Pero también nos indicaba que podían estar allí otros que no fueran de los nuestros, o sea, que la salvación estaba abierta a personas no católicas, tal y como enseña la Iglesia. En todo caso, seguro que se refería a que hay muchas formas legítimas de seguirle a Él, siempre que se viva en comunión con la Iglesia. En ocasiones, los católicos perdemos el tiempo criticando a otros católicos que pertenecen a grupos o movimientos diferentes. Algunos absolutizan hasta tal punto las peculiaridades de su espiritualidad que consideran que quienes no están en su grupo no son verdaderos y auténticos cristianos, no tienen la calidad suficiente o, al menos, pierden de alguna manera el tiempo.
Hay diferencias que, efectivamente, no son legítimas, como aquellas que nacen de una interpretación equivocada de la palabra de Dios o la supresión de alguna norma moral. Por eso es importante aceptar el Magisterio del Papa y los obispos, que son quienes tienen el don del Espíritu para discernir. Hecha esta salvedad, y es la jerarquía de la Iglesia quien tiene el poder para discernir qué camino no es plenamente católico, a nosotros nos toca respetar el camino del otro. Y, sobre todo, nos toca respetar las legítimas diferencias que existen entre los seres humanos, sin pretender que todos sean o piensen como nosotros. Alégrate de que en la Iglesia haya caminos distintos y ama el camino del otro como si fuera el tuyo.
(P. Santiago Martín)
 
Recordando al Padre Natalio
Jueguen este número
¡Qué importante es tener un concepto claro de las prioridades de nuestra vida! Porque hay muchas cosas que debemos afrontar: sencillas o difíciles, urgentes o a largo plazo, importantes o secundarias. Urge, por lo tanto, una reflexión sobre lo que es para ti lo primero, lo imprescindible. Don Bosco en cierta oportunidad dio una notable lección sobre este tema.
 
Iba Don Bosco caminando por el centro de Turín, cuando tres conocidos suyos le salieron al paso y le pidieron ansiosamente que les dijera qué número deberían jugar cada uno para salir premiados en una lotería. Sin inmutarse el santo les respondió de inmediato: Jueguen estos tres números: el diez, el cinco y el catorce. ¡La suerte es segura! Cuando, satisfechos por la indicación de quien sabían tenía el don de clarividencia, ya se iban a despedir, Don Bosco añadió: Voy a explicarles mi adivinación: el número diez son los mandamientos de la ley de Dios, el cinco, los preceptos de la Iglesia, y el catorce, las obras de misericordia. Jueguen siempre estos números y serán afortunados en esta vida y en la otra.
 
El santo tenía un concepto claro de las prioridades del hombre. Frente a la vida eterna que nos espera, es de tremenda importancia no perder el camino que conduce a la dicha sin fin con Dios. Jesús dijo claramente: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero –¡la lotería!– si pierde su vida (eternamente)?” Que esta luz oriente hoy tus tareas.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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