domingo, 26 de febrero de 2023

Pequeñas Semillitas 5239

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5239 ~ Domingo 26 de Febrero de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Las tentaciones de Cristo son un ejemplo para nosotros. Tener tentaciones no es ser ni mejor ni peor. Hasta Cristo las tuvo. Y nos da ejemplo de que hay que vencerlas.
El demonio tienta mintiendo. Engaña ofreciendo lo que no es verdad. El que cae en la tentación se deja engañar, como el niño que cambia un billete por un caramelo, porque no sabe lo que vale ese billete con el que puede comprar una montaña de caramelos.
No podemos dejar de tener tentaciones, pero siempre podemos vencerlas. Dice San Pablo: «Dios es fiel y no permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas». Pero tenemos que poner de nuestra parte evitando las ocasiones. Tenemos que hacer lo que podamos, pedir a Dios lo que no podamos, y Dios nos ayudará para que podamos.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Gén 2,7-9; 3,1-7
 
Salmo: Sal 50,3-4.5-6a.12-13.14.17
 
Segunda Lectura: Rom 5,12-19
 
Santo Evangelio: Mt 4,1-11
En aquel tiempo, Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre. Y acercándose el tentador, le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Mas Él respondió: «Está escrito: ‘No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’».
Entonces el diablo le lleva consigo a la Ciudad Santa, le pone sobre el alero del Templo, y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: ‘A sus ángeles te encomendará, y en sus manos te llevarán, para que no tropiece tu pie en piedra alguna’». Jesús le dijo: «También está escrito: ‘No tentarás al Señor tu Dios’».
Todavía le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras». Dícele entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: ‘Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a Él darás culto’». Entonces el diablo le deja. Y he aquí que se acercaron unos ángeles y le servían.
 
Comentario:
Hoy celebramos el primer domingo de Cuaresma, y este tiempo litúrgico “fuerte” es un camino espiritual que nos lleva a participar del gran misterio de la muerte y de la resurrección de Cristo. Nos dice san Juan Pablo II que «cada año, la Cuaresma nos propone un tiempo propicio para intensificar la oración y la penitencia, y para abrir el corazón a la acogida dócil de la voluntad divina. Ella nos invita a recorrer un itinerario espiritual que nos prepara a revivir el gran misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo, ante todo mediante la escucha asidua de la Palabra de Dios y la práctica más intensa de la mortificación, gracias a la cual podemos ayudar con mayor generosidad al prójimo necesitado».
La Cuaresma y el Evangelio de hoy nos enseñan que la vida es un camino que nos tiene que llevar al cielo. Pero, para poder ser merecedores de él, tenemos que ser probados por las tentaciones. «Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo» (Mt 4,1). Jesús quiso enseñarnos, al permitir ser tentado, cómo hemos de luchar y vencer en nuestras tentaciones: con la confianza en Dios y la oración, con la gracia divina y con la fortaleza.
Las tentaciones se pueden describir como los “enemigos del alma”. En concreto, se resumen y concretan en tres aspectos. En primer lugar, “el mundo”: «Di que estas piedras se conviertan en panes» (Mt 4,3). Supone vivir sólo para tener cosas.
En segundo lugar, “el demonio”: «Si postrándote me adoras (…)» (Mt 4,9). Se manifiesta en la ambición de poder.
Y, finalmente, “la carne”: «Tírate abajo» (Mt 4,6), lo cual significa poner la confianza en el cuerpo. Todo ello lo expresa mejor santo Tomás de Aquino diciendo que «la causa de las tentaciones son las causas de las concupiscencias: el deleite de la carne, el afán de gloria y la ambición de poder».
* Mn. Antoni BALLESTER i Díaz (Camarasa, Lleida, España)
 
Cuaresma día a día
Día 5º. Domingo 26 de febrero de 2023
Confesión. Papá y mamá están ocupados trabajando en el jardín y ruegan a la pequeña Sofía, su hija, que ponga la mesa. Sofía, que está viendo su programa favorito de televisión, dice que sí, pero continúa ante el televisor, de tal forma que cuando sus padres entran en casa, la mesa no está puesta. Aquello desagrada a los padres, pero no les ofende, porque en la desobediencia de Sofía ha habido poco interés, descuido, poca malicia, ir a lo suyo en algo pequeño.
Una noche, sin embargo, Vanesa, la hija mayor, ya en la puerta, se enfrenta a sus padres y les dice: "¡Ya estoy harta de que me digáis a qué hora tengo que regresar. Volveré cuando me apetezca, os guste o no!". Y, dando un portazo, desaparece. En este caso, está claro que hay mayor malicia, una desobediencia buscada y querida, que lleva consigo desprecio a los padres y rechazo de su autoridad. Entre la desobediencia de Sofía y la de Vanesa, hay una diferencia. Pues bien, tal es la diferencia que existe, desde el punto de vista de Dios, entre el pecado mortal y el pecado venial; una diferencia inconmensurable. El pecado mortal mata la presencia de Dios en mí; rompe y destruye mi relación con Dios: le doy un portazo y desaparezco.
Señor, te pido que me ayudes a darme cada vez más cuenta de que mis pecados, son actos míos que te duelen a ti, momentos en los que paso de ti, elijo lo que a mí me viene bien, dejándote a ti o a otros de lado; y por lo tanto mis pecados te duelen. Dame dolor de mis pecados, dolor de amor.
¿Esperas más de un día para confesarte si has cometido algún pecado mortal? ¿ Te duelen de verdad los pecados veniales? ¡Madre mía, antes morir que pecar!
Continúa hablándole a Dios con tus palabras.
Web Católico de Javier
 
Palabras de Benedicto XVI
«No tengamos miedo de afrontar el combate contra el espíritu del mal: lo importante es que lo hagamos con Cristo, el vencedor».
 
Predicación del Evangelio:
El desierto, antes de emprender la ruta
En la experiencia de Israel, el desierto es el lugar de las nuevas salidas. Es el lugar del silencio y de la ausencia. En él no se encuentran ni estructuras, ni presiones sociales, ni camino trazado por adelantado, ni mercader de legumbres, ni ninguna otra ventaja de la sociedad egipcia dominante y rígida.
 
Así privado de todo, Jesús experimenta la libertad de volver a partir de nuevo. El tentador se acerca entonces a él para indicarle tres direcciones fundadas en la lógica humana.
 
En el bautismo, se oye una voz del cielo: “Este es mi Hijo amado; en él he puesto todo mi amor”. El diablo saca una primera conclusión: “Si eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan”. En otros términos, aprovecha tu poder para asegurar tu bienestar material.
 
Somos tentados de la misma manera: hay que elegir entre el proyecto de Dios y las ventajas personales. Jesús elige fundamentar sus decisiones en la Palabra de Dios: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
 
El tentador lo coloca en el pináculo del Templo. Si eres el Hijo amado, “arrójate, pues está escrito...” La proposición es lógica una vez más, y aparentemente fundada en la Palabra de Dios. Pero “Jesús le declara: también está escrito: No pondrás a prueba al Señor tu Dios”.
 
La tercera vez, el demonio propone una alianza con Jesús: un simple gesto de cambio de su muerte en cruz. “Todo esto te daré si te prosternas para adorarme”.
Adorar significa reconocer como dueño y señor. Jesús responde con lo esencial de la Palabra de Dios: “A él sólo adorarás”. El hombre sólo se someterá al que es superior.
 
En la narración de hoy, Jesús revive tres experiencias desafortunadas de Israel en el desierto, y las retoma en su fidelidad. Es Dios quien dará el pan de vida en el tiempo deseado (Deuteronomio 8, 3). Jesús rechaza tentar a Dios como el Pueblo lo había hecho en las aguas de Meribá (Éxodo 17, 7 y Deuteronomio 6, 16). En fin, corrige el episodio del becerro de oro (Éxodo 32). Desde su entrada en escena, el Redentor restablece al Pueblo de Dios por las vías de la obediencia y de la fidelidad.
(P. Felipe Santos SDB)
 
Poesía
Rima LXVI
 
¿De dónde vengo?...
El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
 
¿Adónde voy?
El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
.
(Gustavo Adolfo Bécquer)
 
Mensaje de María Reina de la Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 Febrero de 2023
 
“Queridos hijos, convertíos y revestíos de vestiduras penitenciales y de oración personal profunda, y humildemente pedid la paz al Altísimo. En este tiempo de gracia, Satanás quiere seduciros, pero vosotros, hijos míos, mirad a mi Hijo y seguidlo hacia el Calvario en la renuncia y el ayuno. Estoy con vosotros porque el Altísimo me permite amaros y conduciros al gozo del corazón, en la fe que crece en todos los que aman a Dios por encima de todo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Es el Evangelio de este Domingo I de Cuaresma.
Para verlo tienes que ir al final de esta página
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre las tentaciones del demonio a Jesús.
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, los familiares del abuelo Miguel Ángel C., de 94 años de edad, agradecen a Dios, a la Virgen de Salta y al Santo Cura Brochero, por la increíble (¿milagrosa?) recuperación que ha tenido luego que los médicos de terapia intensiva dijeran que “no había nada más por hacer”… Él despertó del coma, conociendo a todos y pidiendo comida. Ahora está en su casa, continuando con tratamientos para sus afecciones.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Recordando al Padre Natalio
Sanación interior
Suplicar a Dios aquello que necesitas es permitirle entrar en la trama concreta de tu vida. De esa manera sientes la presencia y la proximidad del Señor en tus problemas cotidianos. Dios quiere librarte de tus angustias y afanes y se pone a tu alcance para cualquier necesidad, grande o pequeña, espiritual o material. Basta que lo hagas con fe, como un niño.
 
Señor, vengo a pedirte que entres en lo más íntimo de mi ser y te hagas presente con tu poder sanador y con tu fuerza liberadora. A veces sufro inútilmente por cosas que no comprendo, brotan en mí tristezas, angustias y sentimientos negativos que no sé de dónde vienen. Podría disfrutar muchas cosas de la vida y hacer mucho bien, pero esos estados de ánimo me perjudican. Yo no tengo poder para sanar ese mundo escondido dentro de mí, pero tú tienes ese poder. Tú que me creaste de la nada y me regalaste la vida, también puedes curarme. Toca, Señor, transforma, cicatriza, acaricia, libera. Realiza esa obra que sólo tú puedes realizar. Confío en ti, Señor, y espero en ti. Amén. (Víctor Fernández).
 
Alexis Carrel, premio Nobel de Medicina, escribió: “Un constante y silencioso milagro acontece, a cada hora, en los corazones de hombres y mujeres que han descubierto, con asombro, que la oración los enriquece con una continua corriente de fortaleza que los sostiene en sus vidas cotidianas”. Busca en la oración fortaleza contra el mal.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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