PEQUEÑAS SEMILLITAS Año
17 - Número 4963 ~ Domingo 17 de Abril de 2022Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
Hemos llegado al domingo de Pascua de Resurrección. El triunfo de Jesús
que resucitó glorioso después de su muerte en la cruz, constituye el motivo
central de nuestra alegría pascual. La Pascua, celebrada con fe, da profundidad
a nuestra alegría, porque la esperanza cierta de resucitar con él a la dicha
sin fin del Cielo, nos alienta a superar pruebas y sacrificios, para ganar una
corona de gloria eterna.
La resurrección es la cumbre de la misión de Jesús entre nosotros. El
Señor ha sido fiel a su misión hasta el fin, nos ha amado y nos ama con un amor
incomprensible para nosotros, demasiado grande y desinteresado para que lo
podamos abarcar.
¡El Señor vive! ¡Ha resucitado como lo había dicho! Esta alborada, es el
sol más brillante del año, el amanecer con más futuro para el hombre, la
noticia que ningún medio de comunicación social tendría que dejar de señalar en
primera página: ¡Hoy el hombre, por fin, tiene solución! ¡Cristo ha resucitado!
La Palabra de Dios Lecturas del día ♡ Primera Lectura: Hch 10, 34a.37-43
♡ Salmo: Sal 117,1-2.16ab-17.22-23
♡ Segunda Lectura: Col 3,1-4
♡ Santo Evangelio: Jn 20,1-9
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro
cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a
correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería
y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han
puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían
los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro,
y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no
entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las
vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas,
sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el
que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no
habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los
muertos.
♡ Comentario:
Hoy «es el día que hizo el Señor», iremos cantando a lo largo de toda la
Pascua. Y es que esta expresión del Salmo 117 inunda la celebración de la fe
cristiana. El Padre ha resucitado a su Hijo Jesucristo, el Amado, Aquél en quien
se complace porque ha amado hasta dar su vida por todos.
Vivamos la Pascua con mucha alegría. Cristo ha resucitado: celebrémoslo
llenos de alegría y de amor. Hoy, Jesucristo ha vencido a la muerte, al pecado,
a la tristeza... y nos ha abierto las puertas de la nueva vida, la auténtica
vida, la que el Espíritu Santo va dándonos por pura gracia. ¡Que nadie esté
triste! Cristo es nuestra Paz y nuestro Camino para siempre. Él hoy «manifiesta
plenamente el hombre al mismo hombre y le descubre su altísima vocación»
(Concilio Vaticano II, ‘Gaudium et Spes’ 22).
El gran signo que hoy nos da el Evangelio es que el sepulcro de Jesús está
vacío. Ya no tenemos que buscar entre los muertos a Aquel que vive, porque ha
resucitado. Y los discípulos, que después le verán Resucitado, es decir, lo
experimentarán vivo en un encuentro de fe maravilloso, captan que hay un vacío
en el lugar de su sepultura. Sepulcro vacío y apariciones serán las grandes
señales para la fe del creyente. El Evangelio dice que «entró también el otro
discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó» (Jn 20,8).
Supo captar por la fe que aquel vacío y, a la vez, aquella sábana de amortajar
y aquel sudario bien doblado eran pequeñas señales del paso de Dios, de la
nueva vida. El amor sabe captar aquello que otros no captan, y tiene suficiente
con pequeños signos. El «discípulo a quien Jesús quería» (Jn 20,2) se guiaba
por el amor que había recibido de Cristo.
“Ver y creer” de los discípulos que han de ser también los nuestros.
Renovemos nuestra fe pascual. Que Cristo sea en todo nuestro Señor. Dejemos que
su Vida vivifique a la nuestra y renovemos la gracia del bautismo que hemos
recibido. Hagámonos apóstoles y discípulos suyos. Guiémonos por el amor y
anunciemos a todo el mundo la felicidad de creer en Jesucristo. Seamos testigos
esperanzados de su Resurrección.
* Mons. Joan Enric VIVES i Sicília Obispo de Urgell (Lleida, España)
Palabras de San Juan Pablo II “¡Tú, Señor, resucitado y vivo,eres la esperanza siempre nuevade la Iglesia y de la humanidad;tú eres entre nosotros la esperanza de la gloria!” Predicación del Evangelio:El nuevo rostro de Dios Ya no volvieron a ser los mismos. El encuentro con Jesús, lleno de vida después
de su ejecución, transformó totalmente a sus discípulos. Lo empezaron a ver
todo de manera nueva. Dios era el resucitador de Jesús. Pronto sacaron las
consecuencias.
Dios es amigo de la vida. No había ahora ninguna duda. Lo que había dicho Jesús era verdad: «Dios
no es un Dios de muertos, sino de vivos». Los hombres podrán destruir la vida
de mil maneras, pero, si Dios ha resucitado a Jesús, esto significa que solo
quiere la vida para sus hijos. No estamos solos ni perdidos ante la muerte. Podemos
contar con un Padre que, por encima de todo, incluso por encima de la muerte,
nos quiere ver llenos de vida. En adelante solo hay una manera cristiana de
vivir. Se resume así: poner vida donde otros ponen muerte.
Dios es de los pobres. Lo había dicho Jesús
de muchas maneras, pero no era fácil creerle. Ahora es distinto. Si Dios ha
resucitado a Jesús, quiere decir que es verdad: «Felices los pobres, porque
tienen a Dios». La última palabra no la tiene Tiberio ni Pilato, la última
decisión no es de Caifás ni de Anás. Dios es el último defensor de los que no
interesan a nadie. Solo hay una manera de parecerse a él: defender a los
pequeños e indefensos.
Dios resucita a los crucificados. Dios ha reaccionado frente a la injusticia criminal de quienes han crucificado
a Jesús. Si lo ha resucitado es porque quiere introducir justicia por encima de
tanto abuso y crueldad que se comete en el mundo. Dios no está del lado de los
que crucifican, está con los crucificados. Solo hay una manera de imitarlo:
estar siempre junto a los que sufren, luchar siempre contra los que hacen
sufrir.
Dios secará nuestras lágrimas. Dios ha resucitado a Jesús. El rechazado
por todos ha sido acogido por Dios. El despreciado ha sido glorificado. El
muerto está más vivo que nunca. Ahora sabemos cómo es Dios. Un día él «enjugará
todas nuestras lágrimas, y no habrá ya muerte, no habrá gritos ni fatigas. Todo
eso habrá pasado».
(Padre José A. Pagola)
Poesía Cuando impera la gran tecnologíay se viaja a la luna, a las estrellas,hombres sabios estudian unas huellasque hace siglos grabaste un triunfal día. Ya no deben llamarlo fantasía,en tu blanca mortaja están aquellasmuestras de tu poder, con las que sellastu mensaje de amor y tu agonía. No puede, aún, la ciencia comprenderlo,más saben que has salido como un rayosin desgarrar el lienzo, sin romperlo. Hoy se puede, aun sin fe, reconocerlo,de un vientre virginal brotó tu rayosin mancharlo, rasgarlo ni romperlo.(Emma Margarita R. A. Valdés) Nuevo vídeo y artículo Hay un nuevo vídeo
subido al blogde "Pequeñas Semillitas" en internet.Para verlo tienes que ir
al final de esta página Hay nuevo material
publicado en el blog"Juan Pablo II inolvidable"Puedes acceder en la
dirección: Agradecimientos Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para
tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí
los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la
cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las
gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
Un minuto para volar Abril 17
En los peores momentos de nuestra vida podemos
descubrir cosas preciosas. Isaac Newton tuvo sus mejores años, sus
descubrimientos más importantes, durante una epidemia de peste bubónica. La
gente escapaba de las ciudades y se cerraron las universidades. Él se refugió
en su granja, que no le gustaba, y hacía tareas manuales duras. Sin embargo, en
esos años, su inteligencia se despertó y descubrió cosas sumamente útiles como
la ley de la gravedad. No tengas miedo a los momentos difíciles, a las etapas
duras. Hay tiempos en que te toca hacer cosas que no te agradan pero que te
permiten ver otros aspectos de la realidad. Pueden ser momentos de fecundidad,
de aprendizaje y de sabiduría.
(Mons. Víctor
M. Fernández)
La Palabra de Dios
Palabras de San Juan Pablo II
Poesía
Un minuto para volar
FELIPE -Jardinero de Dios-(el más pequeñito de todos) BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”♡FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡INSTAGRAM: FELIPE DE URCA♡AMDG
FELIPE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.