miércoles, 20 de octubre de 2021

Pequeñas Semillitas 4825

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4825 ~ Miércoles 20 de Octubre de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Uno de los pecados frecuentes que todos cometemos, a veces sin total conciencia de hacerlo, es el del orgullo.
Decía San Vicente de Paúl lo siguiente sobre el orgullo: "La primera señal de orgullo es si tenemos una elevada estima de nosotros mismos y de lo que hacemos, si tenemos deseos de que los demás tengan una buena opinión de nosotros. Cuando tenemos deseos de que nos alaben y nos sentimos satisfechos de que estén contentos de nosotros."
Hoy propongo que todos meditemos: ¿Soy una persona orgullosa? Y, en caso afirmativo, pidámosle a Dios que nos haga más humildes.
 
¡Buenos días María!
María, es Madre de Misericordia, pero nosotros, con nuestros pecados, la hacemos Madre de dolores. No pequemos más para no causar dolor a ese Inmaculado Corazón de la Virgen, que es tan delicado y que sufre tanto cuando ofendemos a Dios. Hagamos el propósito de no pecar más, de huir de las ocasiones de pecado, es decir, de aquellas situaciones que nos llevan a pecar, porque ¿quién no sufre al ver sufrir a su Madre? Solo un desalmado no sufre al ver que su buena madre sufre en su corazón. Entonces no hagamos sufrir a la Virgen que tanto nos ama y que quiere todo lo mejor para nosotros y está constantemente prodigándonos favores y gracias de parte de Dios, y nos cuida constantemente, estando a nuestro lado de la mañana a la noche, y de la noche a la mañana.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Rom 6,12-18
 
Salmo: Sal 124 (123) 1-3.4-6.7-8
 
SANTO EVANGELIO: Lc 12,39-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le horadasen su casa. También vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre».
Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?». Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre haciéndolo así. De verdad os digo que le pondrá al frente de toda su hacienda. Pero si aquel siervo se dice en su corazón: ‘Mi señor tarda en venir’, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le separará y le señalará su suerte entre los infieles.
»Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; el que no la conoce y hace cosas dignas de azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más».
 
Comentario:
Hoy, con la lectura de este fragmento del Evangelio, podemos ver que cada persona es un administrador: cuando nacemos, se nos da a todos una herencia en los genes y unas capacidades para que nos realicemos en la vida. Descubrimos que estas potencialidades y la vida misma son un don de Dios, puesto que nosotros no hemos hecho nada para conseguirlas. Son un regalo personal, único e intransferible, y es lo que nos confiere nuestra personalidad. Son los “talentos” de los que nos habla el mismo Jesús (cf. Mt 25,15), las cualidades que debemos hacer crecer a lo largo de nuestra existencia.
«En el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre» (Lc 12,40), acaba diciendo Jesús en el primer párrafo. Nuestra esperanza está en la venida del Señor Jesús al final de los tiempos; pero ahora y aquí, también Jesús se hace presente en nuestra vida, en la sencillez y la complejidad de cada momento. Es hoy cuando, con la fuerza del Señor, podemos vivir su Reino. San Agustín nos lo recuerda con las palabras del Salmo 32,12: «Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor», para que podamos ser conscientes de ello, formando parte de esta nación.
«También vosotros estad preparados» (Lc 12,40), esta exhortación representa una llamada a la fidelidad, la cual nunca está subordinada al egoísmo. Tenemos la responsabilidad de saber “dar respuesta” a los bienes que hemos recibido junto con nuestra vida. «Conociendo la voluntad de su señor» (Lc 12,47), es lo que llamamos nuestra “conciencia”, y es lo que nos hace dignamente responsables de nuestros actos. La respuesta generosa por nuestra parte hacia la humanidad, hacia cada uno de los seres vivos, es algo justo y lleno de amor.
* Rev. D. Josep Lluís SOCÍAS i Bruguera (Badalona, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Pedro de Alcántara
Presbítero y Penitente
Nació en Alcántara, provincia de Cáceres en España, el año 1499. Después de estudiar en Salamanca filosofía y derecho, ingresó en la Orden franciscana y se ordenó de sacerdote. Ocupó en la Orden diversos cargos. Austero consigo mismo, extremaba su dulzura con los demás. Llevado por el celo de las almas, se dedicó a la predicación con gran fruto. En 1554 obtuvo de la Santa Sede permiso para iniciar una observancia más fiel a la Regla de San Francisco. Se le agregaron otros hermanos, a quienes formó en la vida de penitencia y austeridad, en intensa oración y en la guarda estricta de la pobreza, y así se formó la Reforma Alcantarina, que tantos frutos de santidad daría a la Iglesia. Además, con sus consejos prestó ayuda a santa Teresa de Jesús para la reforma del Carmelo. Escribió obras en que expuso su propia experiencia ascética y contemplativa, fundada sobre todo en la devoción a la pasión de Cristo. Murió en Arenas de San Pedro (Ávila) el 18 de octubre de 1562. [Dependiendo de las fuentes consultadas su memoria litúrgica figura tanto el día 19 como el 20 de octubre)
Oración: Señor y Dios nuestro, que hiciste resplandecer a san Pedro de Alcántara por su admirable penitencia y su altísima contemplación, concédenos, por sus méritos, que, caminando en austeridad de vida, alcancemos más fácilmente los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
“Mirando atrás, estoy lleno de gratitud,
mirando hacia adelante, me lleno de visión,
mirando hacia arriba me lleno de fuerza,
mirando hacia dentro, descubro la paz”
(Sabiduría indígena)
 
Historias:
La cruz
Un joven, que no sabía qué hacer con tantos problemas, oraba en su cama, y así cayó en un profundo sueño.
 
En sus sueños él ve a Dios, y le dice: "Señor, no puedo seguir, mi cruz es demasiado pesada".
 
-El Señor, lo lleva ante un ángel, el cual le muestra una opción y le dice:
"Joven, si no puedes llevar el peso de tu cruz, puedes guardarla dentro de esa habitación que ves ahí. Después, escoge de entre todas las demás cruces que ahí se encuentran, la cruz que tu quieras".
 
-El joven suspiró aliviado.
 
-"Gracias", dijo, e hizo como le indicó el ángel. Entró a la habitación y entregó allí su cruz y continuó su recorrido a través de toda esa enorme habitación buscando una cruz que le viniera más cómoda de llevar. Vio muchas cruces, algunas tan grandes que no les podía ver la parte de arriba, pero siguió su búsqueda por la habitación que pareciera no tener fin, probó toda clase de cruces que ahí se encontraban.
 
Algunas fueron muy pesadas, otras tan pequeñas que le parecían muy fáciles de sobrellevar, y él no quería decepcionar al Señor, así que siguió caminando hasta que vio una cruz apoyada en un extremo de la habitación, al probarla sintió que le quedaba muy bien, no era ligera y sin embargo no pesaba demasiado, así que decidió tomarla con un poco de esfuerzo… se la acomodó a su espalda y buscó al ángel.
 
"Angel", susurró, "quisiera ésta".
 
El ángel empezó a exclamar algunas palabras, pero el Señor se dirigió al joven diciéndole:
 
-"Hijo mío, no existe mejor elección, felicidades". -El joven se retiró lleno de alegría.
 
El ángel le dijo a Dios:
"Pero Señor, el joven se lleva la misma cruz con la que llegó aquí."
 
Cualquiera que sea tu cruz, cualquiera que sea tu dolor, siempre brillará el sol después de una tormenta.
 
Cuando los problemas de la vida nos parecen abrumadores, debemos, estar gozozos y agradecídos porque sabemos que el Señor no nos va a dar más carga que la que podamos llevar, y aún, con nuestras cargas, sus brazos estarán alrededor de nuestra vida para ayudarnos a llevarla.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Es imposible que en el curso de todo un día no nos sobrevenga algún que otro contratiempo: pequeños accidentes o dificultades que nos apenan y mortifican. ¿No es esto un obstáculo permanente para la felicidad? De ninguna manera, si sabemos conservar la paz y la alegría cuando sobrevienen estas contrariedades.
Primero: debes estar siempre prevenido. Las adversidades, cuando se las ve venir, son menos de temer que cuando nos hieren de improviso. Pon en el presupuesto de tus previsiones para el día, cinco o seis contrariedades a las cuales estés normalmente expuesto y, cuando te sucedan algunas de ellas, apenas te sorprenderá.
Segundo: acéptalas de buen grado. Debemos estar dispuestos a soportar las penas y así parecerán menos duras.
Tercero: mira al Cielo; esta mirada, en efecto, cambia por completo la naturaleza de las cosas para un alma que tiene fe. Desde este punto de vista la cruz no es cruz, es joya preciosa que es preciso estimar en gran valor. Es una moneda con la que se adquieren bienes inmensos.
“Los sufrimientos de la vida presente son nada en comparación con la futura gloria que se revelará en nosotros” (Romanos 8, 18).
 
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de Argentina en el marco de la justicia.
 
Pedimos oración por todos los países de Latinoamérica, para que no caigan en las garras nefastas del comunismo y/o gobiernos populistas que tienden hacia lo dictatorial, sin tener interés en las necesidades de los pueblos, sino en satisfacer las propias ambiciones desmedidas de los políticos enquistados en los diversos gobiernos.
 
Pedimos oración para Samuel P., de 68 años, que vive en Neiva (departamento del Huila, Colombia), a quien le están haciendo exámenes médicos relacionados con sus vías digestivas, por cuanto los médicos han encontrado un tumor en proceso de exploración. Que el Señor Milagroso pose Sus Santas y Venerables Manos sobre él y los galenos que lo atienden, siempre confiados en la segura intercesión de nuestra Madre, la Virgen María.
 
Pedimos oración para María Enriqueta B. de R., venezolana residenciada en Estados Unidos, pero con visa de turista en Colombia, quien aún se encuentra hospitalizada por derrame pleural. Ella ha reaccionado al tratamiento pero aún la tienen en observación. Rogamos al Señor pose Sus Santas Manos sobre ella y su familia.
 
Pedimos oración para Ana Pilar F. R., lectora de esta página que vive en España, y que mañana tiene previsto realizar una segunda colonoscopía con extirpación de pólipo. Le pedimos a la Virgen María en su advocación de Nuestra Señora del Pilar, que lleve ante Jesús nuestra plegaria para que todo se realice de la mejor manera y sin complicaciones.
 
Pedimos oración para Alicia S., del Valle de Traslasierra, Córdoba, Argentina, 50 años de edad, con diagnóstico confirmado de cáncer de ovarios en estado avanzado y con metástasis. Invocamos al Santo Cura Brochero, que pasó su vida en estos parajes, para que interceda por ella ante Dios pidiendo el milagro de su sanación.
 
Pedimos oración para nuestra lectora Sonia M., de Costa Rica, para que el Señor la fortalezca y María Santísima la acompañe frente a los graves problemas familiares a los que tiene que hacer frente ella sola.
 
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Octubre 20
Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar libertad a los oprimidos. Que por la presencia de san José en nuestra vida, podamos servir y dar gracias al Señor con alegría. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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