jueves, 7 de octubre de 2021

Pequeñas Semillitas 4812

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4812 ~ Jueves 7 de Octubre de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy estamos celebrando, como hijos que amamos a nuestra Madre, la Fiesta de la Virgen del Rosario.
Conocemos la eficacia del Rosario para obtener la ayuda maternal de la Santísima Virgen. Y aunque ciertamente no haya una manera única de orar para obtener esta ayuda, creemos, sin embargo, que el Rosario es la forma más adecuada y fructuosa, como lo sugiere claramente su origen mismo y su condición íntima, más divina que humana.
Por la meditación frecuente sobre los misterios, el alma llega y absorbe gradualmente las virtudes que ellos contienen, el alma se reanima firmemente en la esperanza de los bienes inmortales y se siente poco a poco estimulada para seguir el camino trazado por el propio Cristo y por su Madre.
La recitación de fórmulas idénticas repetidas tantas veces, lejos de hacer esta oración estéril y aburrida, por el contrario, posee la admirable virtud de infundir confianza en los que oran y la de ejercer una fuerte influencia en el Corazón maternal de María.
 
¡Buenos días María!
El 7 de octubre celebramos cada año a Nuestra Señora del Rosario, a quien está dedicado este hermoso mes, que nos conduce a la festividad de Todos los Santos de la que ella es la Reina. Será difícil tal vez para muchos reunirse para rezar el Rosario los días de semana, el jueves 7 de octubre o el miércoles 13 de octubre de 2021, el aniversario de la última aparición de Nuestra Señora en Fátima en 1917.
Por eso, el domingo 10 de octubre de 2021 a las 3pm, ofreceremos a María Auxiliadora, una corona de Rosarios, un Rosario completo, en unión con los orantes que conozcamos o no, de todo el mundo.
Coronamos este tiempo de oración, de agradecimiento por las gracias obtenidas, de ofrecimiento de nosotros mismos a Jesús por María y de solicitud insistente de ayuda en estos días difíciles que vivimos creando centros de oración abiertos a todos para que juntos, bajo la protección de nuestra buena Madre Celestial, continuemos nuestro camino hacia la Felicidad Eterna.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Malaquías 3,13-20a
 
Salmo: Sal 1,1-2.3.4.6
 
SANTO EVANGELIO: Lc 11,5-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: ‘Amigo, préstame tres panes, porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle’, y aquél, desde dentro, le responde: ‘No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos’, os aseguro, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad, y le dará cuanto necesite.
»Yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!».
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio es una catequesis de Jesús sobre la oración. Afirma solemnemente que el Padre siempre la escucha: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» (Lc 11,9).
A veces podemos pensar que la práctica nos muestra que esto no siempre sucede, que no siempre “funciona” así. ¡Es que hay que rezar con las debidas actitudes!
La primera es la constancia, la perseverancia. Hemos de rezar sin desanimarnos nunca, aunque nos parezca que nuestra plegaria choca con un rechazo, o que no es escuchada enseguida. Es la actitud de aquel hombre inoportuno que a medianoche va a pedirle un favor a su amigo. Con su insistencia recibe los panes que necesita. Dios es el amigo que escucha desde dentro a quien es constante. Hemos de confiar en que terminará por darnos lo que pedimos, porque además de ser amigo, es Padre.
La segunda actitud que Jesús nos enseña es la confianza y el amor de hijos. La paternidad de Dios supera inmensamente a la humana, que es limitada e imperfecta: «Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo...!» (Lc 11,13).
Tercera: hemos de pedir sobre todo el Espíritu Santo y no sólo cosas materiales. Jesús nos anima a pedirlo, asegurándonos que lo recibiremos: «...¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» (Lc 11,13). Esta petición siempre es escuchada. Es tanto como pedir la gracia de la oración, ya que el Espíritu Santo es su fuente y origen.
El beato fray Gil de Asís, compañero de san Francisco, resume la idea de este Evangelio cuando dice: «Reza con fidelidad y devoción, porque una gracia que Dios no te ha dado una vez, te la puede dar en otra ocasión. De tu cuenta pon humildemente toda la mente en Dios, y Dios pondrá en ti su gracia, según le plazca».
* Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
La Virgen del Rosario
Fiesta Mariana
Esta conmemoración fue instituida por el papa san Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval de Lepanto (1571), victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios.
Desde el principio de la Iglesia, los cristianos rezan los salmos como lo hacen los judíos. Más tarde, en muchos de los monasterios se rezan los 150 salmos cada día. Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus posibilidades imitar a los monjes. Ya en el siglo IX había en Irlanda la costumbre de hacer nudos en un cordel para contar, en vez de los salmos, las Ave Marías. Los misioneros de Irlanda más tarde propagaron la costumbre en Europa y luego hubo varios desarrollos con el tiempo para conformar el santo Rosario como hoy lo rezamos.
Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Palabras de San Juan Pablo II
«El mes de octubre es el mes del Rosario. Hubo un tiempo en que esta plegaria sencilla y profunda, rezada en particular y en familia, se hallaba muy difundida en el pueblo cristiano. ¡Cuánto beneficiaría, si también hoy se redescubriera y valorara, especialmente en el seno de los hogares! Ayuda a contemplar la vida de Cristo y los misterios de la salvación; aleja los gérmenes de la disgregación familiar, gracias a la incesante invocación a la Virgen; y es vínculo seguro de comunión y de paz. Exhorto a todos, y de modo especial a las familias cristianas, a encontrar en el santo Rosario el consuelo y el apoyo diarios para avanzar por el camino de la fidelidad».
 
Historias:
La devoción del Rosario
El pueblo cristiano siempre ha sentido la necesidad de la mediación de María, Omnipotencia suplicante, y se multiplican así a lo largo de los siglos las devociones marianas. Sin embargo, entre las devociones a María, con el paso de los años, una se destaca claramente: el Santo Rosario. Se compone de veinte decenas de Avemarías, intercaladas por el rezo del Padrenuestro y del Gloria y añadiéndose al final las invocaciones de las letanías lauretanas. A la oración vocal se une la meditación de los misterios gozosos, dolorosos, gloriosos y luminosos.
 
Hay una primera época en donde los cristianos solían recitar los 150 salmos del Oficio divino. Pero los que no sabían leer los sustituían por 150 Avemarías, sirviéndose para contarlas de granos enhebrados por decenas o de nudos hechos en una cuerda. A la vez se meditaba la vida de la Virgen.
 
Sin entrar en una discusión histórica se puede afirmar que es, sin duda, Santo Domingo de Guzmán el hombre que en su época más contribuyó a la formación del Rosario y a su propagación, no sin inspiración de Santa María Virgen.
 
A finales del siglo XV ya se rezaba el Rosario con una estructura similar a la de hoy: se rezan cinco o quince misterios, cada uno compuesto por diez Avemarías. Por último se fija el rezo de las letanías, cuyo origen en la Iglesia es muy antiguo.
 
Hay un hecho histórico importante para la difusión del Rosario: la batalla de Lepanto. San Pío V atribuyó la victoria de Lepanto (7 octubre 1571) a la intercesión de la Santísima Virgen, invocada en Roma y en todo el orbe cristiano por medio del Rosario. Con este motivo la piedad de los fieles añadió a las letanías lauretanas la invocación Auxilium christianorum. El año siguiente instituyó San Pío V la fiesta de la conmemoración de la Virgen María de la Victoria, que Gregorio XIII quiso que se llamase Nuestra Señora del Rosario, pasando a ser fiesta universal de la Iglesia en 1716 con Clemente XI; su celebración se fijó en tiempos de S. Pío X el 7 de octubre,
 
La devoción al Rosario adquirió un notable impulso en tiempos de León XIII, añadiéndose a las letanías lauretanas la invocación «Reina del Santísimo Rosario». Todos los pontífices de los últimos siglos han promovido la devoción al Rosario.
 
En los últimos tiempos han contribuido de manera especial a la fundamentación y propagación de esta devoción mariana los hechos milagrosos de Lourdes y Fátima: En esas apariciones, la Virgen pidió expresamente que rezásemos el Rosario.
 
El Papa San Juan Pablo II, en la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, introdujo los misterios Luminosos.
 
En la práctica del rezo del Rosario es importante detenerse en la contemplación del misterio cristiano y contemplar la vida de Jesucristo en los distintos misterios del Rosario: gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La oración del Rosario se formó gradualmente. Los cristianos primero adoraron saludar a María con las palabras del arcángel Gabriel en el día de la Anunciación: "Ave María, llena de gracia. Luego añadieron la bendición pronunciada por Isabel: " Bendita Tú eres entre todas las mujeres...". La segunda parte - "Santa María, Madre de Dios…" - remonta al siglo XV.
Cada invocación fue considerada una rosa ("rosario") que ayudó a formar un pequeño sombrero ("rosario"). El número de los 150 Ave María correspondía al número de 150 salmos en la Biblia. Un pequeño cordón con nudos hizo posible encontrarse en el número de invocaciones recitadas. Ya en el siglo XX, san Juan Pablo II agregó 50 Ave Marías más, al crear los misterios luminosos.
El auge del Rosario se debe a los dominicos y, sobre todo, al hermano Alain de la Roche en el siglo XV. Tuvo la idea de fundar una hermandad del Rosario. (...) Como los dominicos eran predicadores, asociaban a cada decena un "misterio", es decir, uno de los momentos de la vida de Cristo, a la cual su Madre está íntimamente ligada, desde su Fiat hasta su coronación. Al rezar el Rosario, pedimos a María que nos lleve a la comunión con Cristo Jesús.
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Octubre 7
Señor que le diste a la Virgen María el poder de madre y auxilio de los cristianos, y a san José el poder ser el protector por excelencia de tu iglesia; te rogamos que junto a ellos podamos amar y asimilar cada día más los misterios de Cristo. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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