jueves, 27 de mayo de 2021

Pequeñas Semillitas 4682

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4682 ~ Jueves 27 de Mayo de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
"El Señor Jesús se revelará desde el cielo con sus poderosos ángeles, en medio de una llama de fuego, y tomará venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio".  (2 Tes 1, 7-8)
Los católicos creemos que Jesús vendrá un día en gloria para juzgar a este mundo, a los vivos y a los muertos. Sin embargo, no sabemos cuándo acontecerá esto.
Probablemente serán pocos los que permanecerán fieles al Señor, delante de las seducciones del mundo y de las falsas religiones. Algunas de esas falsas religiones harán prodigios tan grandes que, de acuerdo a la Sagrada Escritura, engañarán aún a los más sabios e instruidos.
La conversión no es cambio de religión sino cambio de vida. A no ser que estemos en la apostasía de una falsa doctrina y deseemos adherir a la verdad que como cristianos predicamos en estos dos mil años.
(Sergio J. De Souza)
 
¡Buenos días María!
Antes de morir en la Cruz, Jesús dio a María como Madre de todos los hombres. A partir de ese momento todos los hombres tenemos por Madre a la Virgen. Pero para ser dignos hijos suyos tenemos que evitar el pecado, porque cuando pecamos es como que volvemos a crucificar a Jesús, y a María le duele eso, porque es Madre nuestra pero también lo es de Jesús. Entonces, abandonemos el pecado para ser hijos gratos a la Virgen y para ganarnos su ayuda en todo momento. Pero si tenemos la desgracia de ser pecadores, también invoquemos a María, que se apiada de las miserias humanas y nos puede levantar a la vida de la gracia. Ella es la llave que abre la puerta de los milagros del Señor, como bien lo demostró en las bodas de Caná. Si tenemos a María, lo tenemos todo, porque Ella tiene a Dios y nos lo comunica.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Eclesiástico 42,15-26
 
Salmo: Sal 33 (32) 2-3.4-5.6-7.8-9
 
SANTO EVANGELIO: Mc 10,46-52
En aquel tiempo, cuando Jesús salía de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: «¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!». Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!».
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle». Llaman al ciego, diciéndole: «¡Ánimo, levántate! Te llama». Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: «¿Qué quieres que te haga?». El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!». Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado». Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.
 
Comentario:
Hoy, Cristo nos sale al encuentro. Todos somos Bartimeo: ese invidente a cuya vera pasó Jesús y saltó gritando hasta que éste le hiciese caso. Quizás tengamos un nombre un poco más agraciado... pero nuestra humana flaqueza (moral) es semejante a la ceguera que sufría nuestro protagonista. Tampoco nosotros logramos ver que Cristo vive en nuestros hermanos y, así, los tratamos como los tratamos. Quizás no alcanzamos a ver en las injusticias sociales, en las estructuras de pecado, una llamada hiriente a nuestros ojos para un compromiso social. Tal vez no vislumbramos que «hay más alegría en dar que en recibir», que «nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos» (Jn 15,13). Vemos borroso lo que es nítido: que los espejismos del mundo conducen a la frustración, y que las paradojas del Evangelio, tras la dificultad, producen fruto, realización y vida. Somos verdaderamente débiles visuales, no por eufemismo sino en realidad: nuestra voluntad debilitada por el pecado ofusca la verdad en nuestra inteligencia y escogemos lo que no nos conviene.
Solución: gritarle, es decir, orar humildemente «Jesús, ten compasión de mí» (Mc 10,48). Y gritar más cuanto más te increpen, te desanimen o te desanimes: «Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más…» (Mc 10,48). Gritar que es también pedir: «Maestro, que vea» (cf. Mc 10,51). Solución: dar, como él, un brinco en la fe, creer más allá de nuestras certezas, fiarse de quien nos amó, nos creó, y vino a redimirnos y se quedó con nosotros, en la Eucaristía.
El Papa San Juan Pablo II nos lo decía con su vida: sus largas horas de meditación —tantas que su Secretario decía que oraba “demasiado”— nos dicen a las claras que «el que ora cambia la historia».
* P. Ramón LOYOLA Paternina LC (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Agustín de Canterbury
Obispo
El año 596, cuando Agustín era prior del monasterio benedictino de San Andrés en Roma, fue enviado por el papa san Gregorio Magno, al mando de unos cuarenta monjes, a evangelizar Inglaterra. Desembarcó en Thanet y mandó aviso de su llegada al rey Etelberto de Kent. El rey, que se había casado con Berta, princesa cristiana de la familia real de los francos, les permitió que se acomodaran en Canterbury, capital de su reino, y les dio libertad para predicar. Pronto se convirtió el rey, que se bautizó en junio del 597. La Iglesia se iba consolidando y Agustín marchó a Arlés (Francia) para ser consagrado arzobispo de la nación británica con sede en Canterbury. Con ayuda del rey Etelberto, Agustín y sus monjes convirtieron a muchos a la fe cristiana y fundaron iglesias y monasterios, sobre todo en el reino de Kent; entre los monasterios, el de los santos Pedro y Pablo. Para consolidar lo alcanzado y proseguir la expansión de la Iglesia, Agustín creó los nuevos obispados de Londres y Rochester y nombró los correspondientes obispos. Murió el 26 de mayo del año 605.
Oración: Señor Dios, que por la predicación de tu obispo san Agustín de Canterbury llevaste a los pueblos de Inglaterra la luz del Evangelio, concédenos que el fruto de su trabajo apostólico perdure en tu Iglesia con perenne fecundidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día 
“Señor, toma este corazón de piedra,
y dame un corazón de hombre:
un corazón que te ame,
un corazón que se alegre en ti,
que te imite y que te complazca.”
(San Ambrosio)
 
Tema del día:
Jesús sumo y eterno sacerdote
El jueves posterior a la Solemnidad de Pentecostés en algunos países se celebra la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, festividad que no aparece en el calendario de la Iglesia universal (como sí lo hacen las fiestas del Sagrado Corazón de Jesús o Jesucristo Rey del Universo), pero que se ha expandido por muchos países.
 
Esta fiesta tiene sus orígenes en la celebración del sacerdocio de Cristo que en la misa latina se introdujo en algunos calendarios y que tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II fue renovada por la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote.
 
La celebración fue introducida en España en 1973 con la aprobación de la Sagrada Congregación para el Culto Divino. Asimismo, ésta contiene textos propios para la Santa Misa y el Oficio que fueron aprobados dos años antes.
 
Además de España, otras Conferencias Episcopales incluyeron esta fiesta en sus calendarios particulares como Chile, Colombia, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela. En algunas diócesis este día es también la ‘Jornada de Santificación de los Sacerdotes’.
 
San Juan Pablo II, en el documento “Ecclesia de Eucharistia” señala que “el Hijo de Dios se ha hecho hombre, para reconducir todo lo creado, en un supremo acto de alabanza, a Aquél que lo hizo de la nada”.
 
“De este modo, Él, el sumo y eterno Sacerdote, entrando en el santuario eterno mediante la sangre de su Cruz, devuelve al Creador y Padre toda la creación redimida. Lo hace a través del ministerio sacerdotal de la Iglesia y para gloria de la Santísima Trinidad”.
 
En el Nuevo Testamento con la palabra “sacerdote” no solo se nombra a los ministros, sino que se reserva especialmente para denominar a Cristo y a todo el pueblo de Dios, unidos como un Sacerdocio real:
 
"Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz" (1 Pedro 2,9)
 
En el capítulo 4 de Hebreos se explica el Sumo Sacerdocio de Jesucristo de esta forma:
 
"Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos -Jesús, el Hijo de Dios- mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos, por tanto, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna" (Hebreos 4,14-16)
 
La carta a los Hebreos también interpreta el sacrificio de Cristo como el nuevo, único y definitivo sacerdocio, diferenciándose así de los sacrificios de los sacerdotes de la antigua alianza:
 
"Así también Cristo no se apropió la gloria de ser sumo sacerdote, sino que Dios mismo le había dicho: Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice también en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre igual que Melquisedec" (Hebreos 5,5-6)
 
La misma carta a los Hebreos añade: "Cristo ha venido como sumo sacerdote de los bienes definitivos" (Hebreos 9,11).
 
Oración por los sacerdotes
Señor Jesús, sumo y eterno sacerdote para siempre, queremos rogarte hoy por todos tus sacerdotes. Que cuando estén clavados en la cruz del confesionario, pongas en ellos tu corona de espinas. Que cuando, día a día, te traigan el pan convertido en tu cuerpo, ello no se les vuelva rutina sino diario milagro. Que su trato con las almas sea siempre para dejar en ellas el amor y el valor que Tú nos entregas. Que cuando jóvenes, tengan la fortaleza de tus últimos tres años y cuando viejos, sigan sintiendo que Dios alegra su juventud. Que espíritu viviente en carne y hueso, sean como Tú, profundamente humanos y perfectamente divinos. Que cuando el desánimo y la debilidad los agobien en el camino de su calvario, estés Tú, como Cirineo, para llevarles la cruz y volvérselas gozo. Y que nunca falte quien dé la vida por ellos, así como Tú la diste por nosotros. Oh, Jesús, sumo y eterno sacerdote, ruega por todos ellos y por tu amada Iglesia. Amén.
(Fuente: Aciprensa)
 
Mensaje de María Reina de la Paz
 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de mayo de 2021
 
“Queridos hijos, os miro y os invito: regresad a Dios porque Él es amor y por amor me ha enviado con el fin de guiaros en el camino de la conversión. Dejad el pecado y el mal, decidíos por la santidad y la alegría reinará; y vosotros seréis mis manos extendidas en este mundo extraviado. Deseo que seáis oración y esperanza para aquellos que no han conocido al Dios del amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Compartir es básicamente tener "un corazón solidario", y es ahí, en ese corazón solidario, donde verdaderamente se ubica el punto de partida de la solidaridad en acción para afrontar los retos que implica estrenarnos el corazón, lo que nos hace sentirnos seres humanos vitales, sentimentales y conmovidos.
Valores esenciales y enteramente humanos, sin los cuales es imposible plantar semillas de sociedades sanas, que más tarde sepan transmitir su legado con mayúsculas, trasladando sus valores a nuestros hijos, enseñándoles un mestizaje de inquietudes que llevar en la práctica diaria en nuestra intimidad más absoluta, apoyando al que nos necesita con la acción de la solidaridad de unos con otros para contribuir a acabar con la injusticia social.
Hagamos de nuestro corazón solidario un talante ético de estar en la vida, de seres en actos constructivos.
Tomemos como referente los corazones repartidos, solidarios y siempre llenos.
Sólo una cosa podemos perder, esto es, nuestro propio egocentrismo.
 
Año de San José
 
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Mayo 27
El Niño perdido y hallado en el templo testimonia, con su ejemplo, el sano desprendimiento de sus afectos más cercanos. Que por tu intercesión san José, más jóvenes decidan ser fieles al llamado al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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