lunes, 11 de enero de 2021

Pequeñas Semillitas 4547

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4547 ~ Lunes 11 de Enero de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El mundo no quiere oír hablar de esta verdad de fe: Cristo volverá. ¡Y ay de quienes no se encuentren preparados para su venida!, precipitarán en el abismo de fuego, de donde no se sale.
Tenemos tiempo aún de encontrar propicio el rostro de Dios para pedirle perdón y comenzar una nueva vida, levantándonos del pecado y buscando la santidad. Pues llegará el día y la hora que sólo Dios Padre conoce, en que se cumplirá la promesa del Señor, y Cristo vendrá a tomar su cetro, haciendo morir a todos sus enemigos. Ojalá nosotros no nos encontremos en el número de estos últimos.
Consideremos que estas reflexiones no están llamadas a producir miedo, sino a que encaminemos nuestras vidas conforme a la ley de Dios y a sus Mandamientos, que son el verdadero camino para la salvación.
 
¡Buenos días María!
El Infierno tiembla ante María. El demonio tiene más terror de un suspiro de María, que de los rayos de la ira divina. Porque para el diablo es mayor humillación el haber sido vencido por una débil doncella, muy inferior a él en naturaleza, y tiene terror de la Virgen.
Siendo esto así, no sé cómo todavía nosotros no nos unimos más a María y la llamamos en nuestro auxilio más a menudo, pues si lo hiciéramos no caeríamos tan miserablemente en los pecados que solemos caer.
Unidos a María estaremos a salvo de Satanás y de todos sus demonios, que no podrán hacernos ningún mal, porque bajo el manto de la Virgen estamos más seguros que los pollitos bajo las alas de la gallina.
Si sabemos que Dios es Fiel, también sabemos que María, después de Dios, es la persona más fiel, y lo que promete lo cumple. Si Ella ha prometido socorrernos si la invocamos, entonces no seamos perezosos y llamemos a María en nuestra ayuda, porque antes fallarán el cielo y la tierra, antes que se pueda decir que María abandonó al poder del Mal a uno de sus hijos que la invocó.
Si entendiéramos un poco más lo que es María, quién es María, qué poder tiene, no andaríamos por la vida con tristeza en el alma ni desanimados por nada, sino siempre caminando valientemente con el corazón alegre, porque conociendo a María, conviviendo con Ella, no se puede ser infeliz ni en este mundo ni en el venidero.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hebreos 1,1-6
 
Salmo: Sal 97 (96),1.2b.6.7c.9.
 
Santo Evangelio: Mc 1,14-20
Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio nos invita a la conversión. «Convertíos y creed en la Buena Nueva» (Mc 1,15). Convertirse, ¿a qué?; mejor sería decir, ¿a quién? ¡A Cristo! Así lo expresó: «El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí» (Mt 10,37).
Convertirse significa acoger agradecidos el don de la fe y hacerlo operativo por la caridad. Convertirse quiere decir reconocer a Cristo como único señor y rey de nuestros corazones, de los que puede disponer. Convertirse implica descubrir a Cristo en todos los acontecimientos de la historia humana, también de la nuestra personal, a sabiendas de que Él es el origen, el centro y el fin de toda la historia, y que por Él todo ha sido redimido y en Él alcanza su plenitud. Convertirse supone vivir de esperanza, porque Él ha vencido el pecado, al maligno y la muerte, y la Eucaristía es la garantía.
Convertirse comporta amar a Nuestro Señor por encima de todo aquí en la tierra, con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con todas nuestras fuerzas. Convertirse presupone entregarle nuestro entendimiento y nuestra voluntad, de tal manera que nuestro comportamiento haga realidad el lema episcopal del Santo Padre, San Juan Pablo II, ‘Totus tuus’, es decir, Todo tuyo, Dios mío; y todo es: tiempo, cualidades, bienes, ilusiones, proyectos, salud, familia, trabajo, descanso, todo. Convertirse requiere, entonces, amar la voluntad de Dios en Cristo por encima de todo y gozar, agradecidos, de todo lo que acontece de parte de Dios, incluso contradicciones, humillaciones, enfermedades, y descubrirlas como tesoros que nos permiten manifestar más plenamente nuestro amor a Dios: ¡si Tú lo quieres así, yo también lo quiero!
Convertirse pide, así, como los apóstoles Simón, Andrés, Santiago y Juan, dejar «inmediatamente las redes» e irse con Él (cf. Mc 1,18), una vez oída su voz. Convertirse es que Cristo lo sea todo en nosotros.
* Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santo Tomás de Cori
Presbítero Franciscano
Nació en Cori (Latina, Italia) en 1655. Pronto quedó huérfano de padre y madre. Trabajó como pastor y, casadas sus dos hermanas, ingresó en la Orden franciscana. Fue ordenado sacerdote en 1683; poco después pidió integrarse en el nuevo Retiro de Bellegra (Roma); allí permaneció hasta su muerte, excepto los seis años en que fue guardián de Palombara, donde instauró el Retiro. El aspecto más evidente de su vida espiritual fue sin duda la centralidad de la Eucaristía, testimoniada en la celebración eucarística, intensa y participada, y en la oración silenciosa de adoración en las largas noches de retiro, después del oficio divino celebrado a medianoche. Su vida de oración estuvo marcada por una aridez persistente de espíritu. Nunca olvidó el bien de sus hermanos y el corazón de la vocación franciscana, que es apostólico. Recorrió comarcas y pueblos del Lacio, anunciando con sencillez el Evangelio, administrando los sacramentos y realizando milagros, signo de la presencia del Reino. Murió en Bellegra el 11 de enero de 1729. Lo canonizó san Juan Pablo II en 1999.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día 
"El Señor me dio la salud, él me la quita;
bendita sea su santa voluntad.
Debemos estar siempre conformes
con los designios de Dios"
(Santo Cura Brochero)
 
Tema del día:
Las gracias del Bautismo
El Bautismo es el sacramento por el cual el hombre nace a la vida espiritual, por medio de la purificación con agua y la invocación a la Santísima Trinidad.
 
El Bautismo consagra a la persona humana, la reserva para Dios.
 
Este Sacramento ocupa el primer lugar entre todos los sacramentos porque al borrar el pecado original, se nos abren las puertas de la fe, la posibilidad a los demás sacramentos y nos hace miembros de la Iglesia.
 
Por el Bautismo llegamos a formar parte de la Iglesia, nos invita a la vida de Jesús que se vive en ella, nos convida a vivir unidos unos con otros, con los sacerdotes, los Obispos y el Papa.
 
Este es el inicio de nuestra vida cristiana que alcanza su plenitud en Cristo.
 
En el Bautismo recibimos como un regalo de Dios las tres virtudes teologales: FE, ESPERANZA Y CARIDAD. Estas virtudes nos la da Dios por su infinito amor, porque no hemos hecho ningún mérito para que se nos den. También se reciben los dones del Espíritu Santo.
 
La fe recibida en el Bautismo debe crecer y hacerse cada día más fuerte para dar frutos abundantes de santidad. Debe desarrollarse por medio de un continuo y creciente conocimiento de Dios, de Cristo, de su Iglesia y de la vida de gracia. La fe nos hace santos.
 
En el Bautismo el amor infinito de Dios se comunica a nuestra vida. Nuestro amor a Dios lo demostramos: pensando en Él con frecuencia, cumpliendo los Mandamientos, frecuentando los sacramentos, haciendo buenas obras y amando a los demás.
 
Con el Bautismo recibimos muchas promesas, de las cuales la primera es la vida eterna y las gracias necesarias para alcanzarla. Ni el dolor, ni el sufrimiento, ni nada debe disminuir nuestra esperanza.
 
Mediante el Bautismo se debilita la tendencia al pecado, pero no es una fórmula mágica, hay que luchar contra el pecado.
 
Se nos da la gracia sacramental que nos permite recibir los auxilios espirituales necesarios para vivir cristianamente y poder alcanzar la santidad, viviendo dentro de la Iglesia.
 
Se nos marca con el carácter bautismal, que es esa huella invisible en el alma que nos asemeja a Cristo y que nos marca como pertenecientes a Dios. Por ello, este Sacramento no se puede recibir más que una vez en la vida ni se puede borrar con nada. Decimos esto de los sacramentos que “imprimen carácter” (Bautismo, Confirmación y Orden Sagrado)
 
También nos compromete a la evangelización y a una vida de apostolado, pues nos hace discípulos y misioneros de Jesús.
 
Podemos decir que este Sacramento es lo más importante que podemos recibir en nuestra vida. Representa el inicio de nuestra vida cristiana. Es como la semilla que se pone en la tierra para que crezca y llegue a dar frutos, mas es necesario que se prepare el terreno y que se abone para lograrlo.
 
(Fuente: Juventud y Familia misionera – Catholic.net – Aportes propios)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Una de las maravillas que nos sucede a cada instante, es la vida.
Sin embargo, hemos perdido la capacidad de maravillarnos, de abrir enormes los ojos cuando contemplamos un amanecer... o el vuelo de una mariposa... o una tormenta... o el movimiento rítmico del mar... o un árbol reverdeciendo...
Cada día, es una bendición que se nos da gratuitamente... y la única obligación que se nos exige es ser felices.
Hoy detente...mira el atardecer, o la luna que mengua rodeada de luceros... o el amanecer.
Permítete sentir el soplo de la brisa en la cara... y admira la brillantez de los retoños en los árboles.
Llénate las pupilas de vida... y disfrútala plenamente...
 
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen.
 
Pedimos oración por el eterno descanso del alma de la señora Cecilia Ortiz Franco, de Colombia. El Señor ha preparado uno de sus aposentos predilectos para que ella descanse en paz y esté siempre en su compañía junto con la de los seres queridos que le precedieron.
 
Pedimos oración para Daniel Alejandro, de El Salvador. Según nos informa la madre, lo dejó la esposa, perdió el trabajo y tiene dos hijos de 9 y 4 años. Rogamos al Señor que lo sostenga emocionalmente y lo ayude a conseguir un trabajo digno.
 
Pedimos oración para Jairo G. C., de 43 años, de Colombia, cuya mamá Esperanza falleció por el Covid-19, y él se encuentra hospitalizado en terapia intensiva, intubado con respirador, debido a la misma afección de su madre, por lo que oramos al Señor Misericordioso atienda las plegarias que han elevado sus familiares por su pronta recuperación.
 
Pedimos oración para María Rosa E., de Buenos Aires, Argentina, mujer mayor con tumor de mama, que hoy será evaluada con ecografía mamaria para controlar la evolución. Que Dios Misericordioso, con la mediación de la Santísima Virgen María, permita que el proceso siga en regresión como la última vez que se lo estudió.
 
Pedimos oración para Sylvia S., de Chile, portadora de un melanoma, que está bajo inmunoterapia y hoy tiene una nueva aplicación. En el año de San José, apelamos a su intercesión para que la cuide igual que lo hizo con María y Jesús.
 
Pedimos oración para Jorge M., 85 años, de Santiago de Chile, con Covid-19, internado en terapia intensiva, a quien han retirado el respirador pues registra una mejoría, pero todavía tiene un pronóstico reservado. Oramos por él.
 
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Enero 11
Por tus dolores, gozos y alegrías, consuela a los afligidos y fortalece a los tentados otorgándoles la perseverancia en el bien hasta el fin. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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