domingo, 10 de enero de 2021

Pequeñas Semillitas 4546

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4546 ~ Domingo 10 de Enero de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Celebramos hoy el Bautismo del Señor. Con él empieza su vida pública. Jesús, a partir de ese momento, consagra su vida a la evangelización.
También nosotros, con el Bautismo nos incorporamos a la Iglesia. El Bautismo nos hace hijos de Dios y herederos de la gloria. Dios Padre se complace en cada uno de sus hijos, y nos ama con predilección, porque somos amados en Jesús. De Él no recibimos sino bienes, porque es un Padre amoroso que nos quiere mucho.
Y el mayor don que puede recibir una criatura humana es el ser hijo de Dios. Él se ha comprometido a mirarnos con ojos de misericordia. Esta es la gran verdad de nuestra vida, ésta la roca donde apoyar toda nuestra existencia. Todo lo demás se puede tambalear, pero Dios no falla, Él siempre es fiel: nos entregó a su Hijo, y con Él nos dará todos los bienes –también el Cielo– siempre que nosotros seamos buenos hijos, hijos fieles.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Isaías 55,1-11.
 
Salmo: Isaías 12,2-6
 
Segunda Lectura: I Juan 5,1-9.
 
Santo Evangelio: Mc 1,7-11
En aquel tiempo, predicaba Juan diciendo: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo». Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a Él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».
 
Comentario:
Hoy, solemnidad del Bautismo del Señor, termina el ciclo de las fiestas de Navidad. Dice el Evangelio que Juan se había presentado en el desierto y «predicaba un bautismo de conversión para el perdón de los pecados» (Mc 1,4). La gente iba a escucharlo, confesaban sus pecados y se hacían bautizar por él en el río Jordán. Y entre aquellas gentes se presentó también Jesús para ser bautizado.
En las fiestas de Navidad hemos visto como Jesús se manifestaba a los pastores y a los magos que, llegando desde Oriente, lo adoraron y le ofrecieron sus dones. De hecho, la venida de Jesús al mundo es para manifestar el amor de Dios que nos salva.
Y allí, en el Jordán, se produjo una nueva manifestación de la divinidad de Jesús: el cielo se abrió y el Espíritu Santo, en forma de paloma descendía hacia Él y se oyó la voz del Padre: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco» (Mc 1,11). Es el Padre del cielo en este caso y el Espíritu Santo quienes lo manifiestan. Es Dios mismo que nos revela quién es Jesús, su Hijo amado.
Pero no era una revelación sólo para Juan y los judíos. Era también para nosotros. El mismo Jesús, el Hijo amado del Padre, manifestado a los judíos en el Jordán, se manifiesta continuamente a nosotros cada día. En la Iglesia, en la oración, en los hermanos, en el Bautismo que hemos recibido y que nos ha hecho hijos del mismo Padre.
Preguntémonos, pues: —¿Reconozco su presencia, su amor en mi vida? —¿Vivo una verdadera relación de amor filial con Dios? Dice el Papa Francisco: «Lo que Dios quiere del hombre es una relación “papá-hijo”, acariciarlo, y le dice: ‘Yo estoy contigo’».
También a nosotros el Padre del cielo, en medio de nuestras luchas y dificultades, nos dice: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco».
* Mons. Salvador CRISTAU i Coll Obispo Auxiliar de Terrassa (Barcelona, España)
 
Palabras de San Juan Pablo II
“En el hogar de Nazaret, la cohesión y la fidelidad van mucho más allá de las exigencias institucionales para  convertirse en reflejo límpido de la comunión trinitaria. ¡Familias, sed lo que sois! Vosotros sois la representación viva de la caridad de Dios, pues tenéis la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor por la Iglesia su esposa”
 
De los envíos del P. Natalio
En un ómnibus
Afirma santo Tomás que Cristo nos recomendó por encima de todo la humildad, porque con ella se anula el principal impedimento para nuestra santificación. Todas las demás virtudes derivan de ella su valor. Sólo a ella le concede Dios sus dones, y los retira cuando ella desaparece. La dignidad y grandeza del hombre es don de Dios; su miseria, fruto de su corazón extraviado.
 
Érase una vez, un borracho que subió a un ómnibus en el que viajaba mucha gente, y parándose en el pasillo empezó a gritar: —Los de la derecha son unos tarados, los de la izquierda son unos idiotas, los de atrás son unos imbéciles y los de enfrente son unos estúpidos. Cuando escuchó eso el conductor, frenó sorpresivamente, y toda la gente cayó al piso, incluyendo al borracho, y muy enojado el chofer tomó al borracho por el cuello y le preguntó: —¡Ahora sí, dime, ¿Quiénes son unos tarados, unos idiotas, unos imbéciles y unos estúpidos? Y el borracho contestó: —Ya ni sé, ¡están todos revueltos!
 
Santa Teresa de Ávila, dio una certera definición de humildad, quizá la mejor que existe: “Una vez estaba yo meditando por qué razón Jesús nuestro Señor era tan amigo de la humildad, y con toda claridad comprendí esto: la ama tanto porque Dios es la suma Verdad, y la humildad es caminar en la verdad”. ¿Y el borracho? “In vino, veritas”. “En el vino, la verdad”.
* P. Natalio
 
Predicación del Evangelio:
El camino abierto por Jesús
Todos los años, después de la fiesta de la Epifanía o manifestación de Jesús a los magos, la Iglesia nos presenta otra epifanía, que es la manifestación ante san Juan Bautista al terminar el bautismo. Estamos en el ciclo B y la narración corresponde al evangelista san Marcos, quien no habla de la infancia de Jesús, sino que comienza el evangelio con la predicación del Bautista. Predicaba sobre todo la penitencia como preparación para la venida del Mesías y para que esa penitencia fuese más expresiva entre aquellos que estaban arrepentidos, les bautizaba con agua en el río Jordán.
 
El comienzo del evangelio de este día nos trae las palabras del Bautista en que, con humildad, nos dice que él bautiza con agua; pero llega ya uno mucho más digno que él que sí bautizará de verdad dando el Espíritu Santo. Esta es la gran diferencia entre el bautismo de Juan, que sólo es significativo del acto interior, y el bautismo que nos dejará Jesús, que nos da el gran regalo de Dios. Claro que ese gran don de Dios nosotros luego lo podemos desechar, como desgraciadamente tantas veces sucede; pero podemos y debemos acrecentarlo.
 
Hay algunos que critican el hecho de que se dé el bautismo a niños pequeños, como solemos hacerlo, porque dicen que eso debería dejarse a la libre voluntad del niño cuando sea mayor. Y no se dan cuenta que la misma vida también es un regalo, para lo cual el nacido no ha puesto la libertad, ni el alimento ni los vestidos ni tantos regalos. Así el bautismo es un gran regalo de Dios. Lo que hace falta es que luego les enseñemos a cuidarlo y a aumentar esa Gracia.
 
Jesús vino desde Nazaret hasta donde estaba el Bautista. Es muy posible que desde Nazaret y algunos pueblos vecinos se organizase una especie de peregrinación para ver al “profeta”, como se llamaba a san Juan. Jesús iría como uno más del grupo y como uno más, entre la gente devota, entró en el río Jordán para ser bautizado por san Juan. Ya sabemos que Jesús no podía arrepentirse de nada. Por lo tanto, el bautismo hecho a Jesús tiene una significación diferente que para otras personas. En Jesús aparece la unidad con la humanidad sufriente y pecadora, para cargar con los pecados del mundo, que un día llevaría hasta la cruz para redimirlos. San Marcos no dice nada si hubo algún diálogo entre Jesús y el Bautista. Parecía un bautismo normal.
 
Lo importante es lo que sucedió al terminar el bautismo: la manifestación de Dios, por lo menos, ante san Juan Bautista: se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo y se oyó la voz del Padre. Son expresiones simbólicas, como acostumbra la Biblia en momentos muy importantes. El “rasgarse el cielo” venía de una creencia de que el azul que vemos fuese una división de la tierra al lugar donde está Dios. Es para expresar que se manifiesta Dios, que viene personalmente a nosotros.
 
Y para expresar más gráficamente que viene el Espíritu, lo manifiesta por la figura de una paloma, animal amable, que suele volar rápidamente hacia el suelo. Esto es importante, porque Jesús, como hombre, es investido o inundado por el Espíritu Santo, para poder ya comenzar su predicación. También nosotros fuimos investidos por la gracia del Espíritu el día de nuestro bautismo; pero desgraciadamente muchos lo hemos perdido. Por eso, en este día es una ocasión más para recordar nuestro bautismo y pedir al Espíritu Santo que nos llene de sus dones. Afortunadamente Dios nos da esta oportunidad para crecer en el Espíritu, y no una sola vez, sino siempre está dispuesto para crecer en nuestra alma.
 
Se oyó una voz que decía: “Tu eres mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto”. También Dios nos dice a cada uno: Tú eres mi hijo, te quiero, te amo. Lo debemos sentir en nuestro corazón. Ciertamente el día de nuestro bautismo nos lo dijo. Quizá nosotros estamos más atentos a las voces mundanas que nos hablan de éxitos materiales, que nos animan a hacer algo espectacular, de modo que nos sirva para crecer en la fama o escalar puestos. Dios hoy nos habla en el corazón o por medio de la Iglesia y las personas buenas, para que trabajemos por la justicia y el amor.
(Padre Silverio Velasco)
 
Poesía
Bautismo de Jesús
Caminas, Señor, delante
de los hombres como ejemplo
y cargas sobre tu carne
las miserias que tenemos;
asumes nuestros pecados
para poder redimir
a todo el género humano
y atraernos hacia Ti,
pero, como siempre, cuentas
con nuestro libre albedrío
y caminar por tu senda
depende de nuestro arbitrio:
podemos seguir a oscuras
o elegir ir tras la luz
que nos alumbra segura
si aceptamos nuestra cruz.
Sumergiste en Tu Bautismo
Nuestras culpas y pecados...
¿por qué los hombres seguimos
Tu Redención rechazando?
 
(José García Velázquez)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
¿Qué cosa es tan dulce al alma como la miel al paladar? La respuesta figura en el libro de Proverbios: la sabiduría.
Mi alma anhela sabiduría tan consecuentemente que estoy siempre abierto y receptivo para aprender lo que me alimenta en mente, cuerpo y espíritu.
Estoy capacitado para entender lo que leo, veo y oigo. Atesoro todo lo que he aprendido y lo comparto libremente con otros. Ansioso de aprender, e impávido frente a la magnitud de la tarea, reconozco que cada nuevo descubrimiento es una nueva prueba de la inagotable abundancia de Dios.
Tengo siempre ante mí los ricos tesoros de la creación divina. Confiado en Dios, creador y fuente de todo lo que existe, abro la mente y el corazón al aprendizaje y el descubrimiento.
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
 Desde Santiago del Estero, Argentina, nos llega el agradecimiento a los que rezaron por la salud de Pablo, personal de los equipos de salud, que estuvo muy grave por neumonía bilateral por Covid-19 y que, gracias a Dios, ya está restableciéndose en su domicilio.
 
Desde Olavarría, Buenos Aires, Argentina, llega el agradecimiento a Dios y a los lectores de esta página de parte de María Eugenia, joven mujer de 37 años, que fue operada hace unos días del útero y ahora recibió de su médico la noticia del resultado de la biopsia: “todo bien”.
 
Nuestra lectora Diana C. B. nos hace saber que agradecen a Dios nuestro Señor, a la Santísima Virgen y a los que rezaron por Evangelina, de 83 años, que tuvo el Covid-19 y se restableció. Y por el Padre Antonio Bendito O.P., de 84 años, a quien también el Señor le ha concedido sanar del coronavirus.
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.

Enero 10
Glorioso patriarca san José, por tus grandes dolores, gozos y alegrías, tan parecidos a los de María, alegra el cielo y santifícanos, sacando de nuestro corazón el pecado, causa de todos los males. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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