PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
16 - Número 4539 ~ Domingo 3 de Enero de 2021.Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
Seguimos
marcando los primeros compases del año cuando, la Palabra de Dios, nos invita a
seguir recreándonos, recibiendo, contemplando, cantando y expresando el
acontecimiento de estos días: ¡HA NACIDO EL SALVADOR!
Ojala,
durante los próximos doce meses, ese nacimiento no lo olvidemos y sea causa de
nuestra renovación personal y social. Muchos nubarrones nos asolan y, la Buena
Nueva puede ser una muy buena aliada para enfrentarnos a esta situación de
crisis que invade en diversos aspectos y acecha nuestra felicidad. Para poner
las cosas en su sitio, al hombre, a Dios…
Ha
venido para quedarse en medio de nosotros, para acampar junto a nosotros y para
llenarnos e inundarnos de su luz. ¿Cómo no vamos hacer lo posible por buscarle
cuando, el Señor, nos trae un haz de luz?
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Eclesiástico 24,1-2.8-12.
♥ Salmo: Sal 147,12-13.14-15.19-20.
♥ Segunda Lectura: Efesios 1,3-6.15-18.
♥ Santo Evangelio: Juan 1,1-18
En el principio existía la Palabra y la Palabra
estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios.
Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella
estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las
tinieblas, y las tinieblas no la vencieron.
Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan.
Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos
creyeran por él. No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz.
La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este
mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la
conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a todos los que la
recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su
nombre; la cual no nació de sangre, ni de deseo de hombre, sino que nació de
Dios.
Y la Palabra se hizo carne, y puso su morada entre
nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo
único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de Él y clama: «Éste era
del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque
existía antes que yo». Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por
gracia. Porque la Ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad nos
han llegado por Jesucristo. A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que
está en el seno del Padre, Él lo ha contado.
♥ Comentario:
Hoy, el Evangelio de Juan se nos presenta en una
forma poética y parece ofrecernos, no solamente una introducción, sino también
como una síntesis de todos los elementos presentes en este libro. Tiene un
ritmo que lo hace solemne, con paralelismos, similitudes y repeticiones
buscadas, y las grandes ideas trazan como diversos grandes círculos. El punto
culminante de la exposición se encuentra justo en medio, con una afirmación que
encaja perfectamente en este tiempo de Navidad: «Y la Palabra se hizo carne, y
puso su morada entre nosotros» (Jn 1,14).
El autor nos dice que Dios asumió la condición humana
y se instaló entre nosotros. Y en estos días lo encontramos en el seno de una
familia: ahora en Belén, y más adelante con ellos en el exilio de Egipto, y
después en Nazaret.
Dios ha querido que su Hijo comparta nuestra vida, y
—por eso— que transcurra por todas las etapas de la existencia: en el seno de
la Madre, en el nacimiento y en su constante crecimiento (recién nacido, niño,
adolescente y, por siempre, Jesús, el Salvador).
Y continúa: «Hemos contemplado su gloria, gloria que
recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad» (Ibidem).
También en estos primeros momentos, lo han cantado los ángeles: «Gloria a Dios
en el cielo», «y paz en la tierra» (cf. Lc 2,14). Y, ahora, en el hecho de
estar arropado por sus padres: en los pañales preparados por la Madre, en el
amoroso ingenio de su padre —bueno y mañoso— que le ha preparado un lugar tan
acogedor como ha podido, y en las manifestaciones de afecto de los pastores que
van a adorarlo, y le hacen carantoñas y le llevan regalos.
He aquí cómo este fragmento del Evangelio nos ofrece
la Palabra de Dios —que es toda su Sabiduría—. De la cual nos hace participar,
nos proporciona la Vida en Dios, en un crecimiento sin límite, y también la Luz
que nos hace ver todas las cosas del mundo en su verdadero valor, desde el
punto de vista de Dios, con “visión sobrenatural”, con afectuosa gratitud hacia
quien se ha dado enteramente a los hombres y mujeres del mundo, desde que
apareció en este mundo como un Niño.
* Rev. D. Ferran BLASI i
Birbe (Barcelona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II “Nacimos
para ser felices, no para ser perfectos... El amanecer es la parte más bonita
del día porque es cuando Dios te dice «¡Levántate! Te regalo otra oportunidad
de vivir y comenzar nuevamente de mi mano». Los días buenos te dan felicidad;
los días malos te dan experiencia, los intentos te mantiene fuerte, las caídas
te mantienen humilde, pero solo Dios te mantiene de pie”.
De los envíos del P.
Natalio Solo no puedo, te necesito,
Señor
Es muy oportuno para crecer en la fe practicar la
oración de petición. Por ella permites a Dios entrar en la trama concreta de tu
vida. Sientes así la presencia y cercanía del Señor en tus problemas
cotidianos. A él no le molesta estar presente en los mínimos detalles de tu
existencia, porque te ama. Es también un camino de sólida y auténtica humildad
y sencillez.
Señor, sabes que a veces
me dejo llevar por mi vanidad, por mi codicia, por mi impaciencia, por mis
ambiciones egoístas. Cuando estoy solo recapacito y me lamento por cosas que
hice o que dije, pero luego vuelvo a caer. Hago propósitos, pero duran poco
tiempo. Te pido, Señor, que no me dejes solo con mis propias fuerzas. Necesito
tu gracia, necesito los toques de tu Espíritu para reaccionar a tiempo,
necesito tu luz que me ilumine para darme cuenta y también tu fuerza para tomar
las decisiones correctas. Quiero crecer, Señor, porque todavía tengo vida y
esperanza, porque no quiero detenerme en el camino, porque no quiero
desaprovechar tus dones. Pero te necesito a ti, invoco tu Espíritu, clamo por
tu poder. Ayúdame, Señor. Amén.
La oración humilde y confiada es el poder que Dios
pone en tus manos para que, como un niño muy sencillo, le pidas todo lo que
necesitas. Pero no debes suplicarle con desesperanza, ni con una oración
agitada, como si quisieras exigirle el cumplimiento de tus deseos. A Dios hay
que dejarle ser Dios y actuar con plena libertad. Él te ama, y sabe lo que más
te conviene.
* P. Natalio
Predicación del
Evangelio: Vivir sin acoger la luz Todos vamos cometiendo a lo largo de la vida errores
y desaciertos. Calculamos mal las cosas. No medimos bien las consecuencias de
nuestros actos. Nos dejamos llevar por el apasionamiento o la insensatez. Somos
así. Sin embargo, no son esos los errores más graves. Lo peor es tener
planteada la vida de manera errónea. Pongamos un ejemplo.
Todos sabemos que la vida es un regalo. No soy yo
quien he decidido nacer. No me he escogido a mí mismo. No he elegido a mis
padres ni mi pueblo. Todo me ha sido dado. Vivir es ya, desde su origen,
recibir. La única manera de vivir sensatamente es acoger de manera responsable
lo que se me da.
Sin embargo, no siempre pensamos así. Nos creemos que
la vida es algo que se nos debe. Nos sentimos propietarios de nosotros mismos.
Pensamos que la manera más acertada de vivir es organizarlo todo en función de
nosotros mismos. Yo soy lo único importante. ¿Qué importan los demás?
Algunos no saben vivir sino exigiendo. Exigen y
exigen siempre más. Tienen la impresión de no recibir nunca lo que se les debe.
Son como niños insaciables, que nunca están contentos con lo que tienen. No
hacen sino pedir, reivindicar, lamentarse. Sin apenas darse cuenta se
convierten poco a poco en el centro de todo. Ellos son la fuente y la norma.
Todo lo han de subordinar a su ego. Todo ha de quedar instrumentalizado para su
provecho.
La vida de la persona se cierra entonces sobre sí
misma. Ya no se acoge el regalo de cada día. Desaparece el reconocimiento y la
gratitud. No es posible vivir con el corazón dilatado. Se sigue hablando de
amor, pero «amar» significa ahora poseer, desear al otro, ponerlo a mi
servicio.
Esta manera de enfocar la vida conduce a vivir
cerrados a Dios. La persona se incapacita para acoger. No cree en la gracia, no
se abre a nada nuevo, no escucha ninguna voz, no sospecha en su vida presencia
alguna. Es el individuo quien lo llena todo. Por eso es tan grave la
advertencia del evangelio de Juan: «La Palabra era luz verdadera que alumbra a
todo hombre. Vino al mundo... y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los
suyos no la recibieron». Nuestro gran pecado es vivir sin acoger la luz.
(P. José Antonio Pagola)
Poesía Los tres Reyes MagosUna mágica noche de ilusión y alegríaun trío de hombres sabios contemplaba una estrella,en el cielo el lucero dibujaba una huellapor sagrados senderos de fervor y armonía. Encontraron un Niño, la noche se hizo día,los hinojos hincaron, ante la visión bellade Jesús entre pajas y su Madre doncella,le entregaron presentes, nació la Epifanía. En tropel el gentío al Portal se acercaba,para adorar al Niño de semblante inocenteque, entre un buey y una mula, feliz se calentaba. Salieron en silencio, sonriendo dulcemente,desde el pobre pesebre el Niño les miraba… y los tres Reyes Magos regresaron a Oriente. (Francisco José Briz Hidalgo) Nuevo vídeo y artículos Hay
un nuevo vídeo subido al blogde
"Pequeñas Semillitas" en
internet.Para
verlo tienes que ir al final de esta página: Hay
nuevo material publicado en el blog"Juan Pablo II inolvidable"Puedes
acceder en la dirección: Agradecimientos Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y
allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por
la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos
por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
♡ Desde Bogotá, Colombia, nos escribe nuestro
lector y amigo Carlos Cardona Ortiz
y dice:
Deseo expresar un
sincero gesto de eterna gratitud primero a Dios nuestro Señor, a la Virgen María,
a “Pequeñas Semillitas” y a ti, amigo en la distancia, por todas las oraciones
que se han hecho por mi familia y seres queridos. Gracias Señor porque, a pesar
de las circunstancia, el 2020 fue un año en el que aprendimos muchísimo y nos
ha dejado una experiencia incólume e inolvidable de Unidad en todos los
sentidos de esa bella palabra. Gracias Señor por los favores recibidos, por la
salud, el trabajo, el bienestar, el techo y el abrigo; pero así mismo
agradecemos el fortalecimiento de nuestra fe, el acrecentamiento de nuestra
esperanza y la inflamación de nuestra caridad, que es el Amor de Dios reflejado
en nuestros actos de conversión y de solidaridad. Colocamos en Tus Santas y
Venerables Manos este año que ha comenzado, seguros que, con la segura intercesión
de la Santísima Virgen María, será un año de superación, ofrecido por la
Comunidad Católica Universal a San José, padre de Jesús y, en consecuencia,
modelo de padre también para nosotros.
Finalmente, doy
gracias a Dios por la salud y la pronta recuperación de dos personas que
sufrieron situaciones difíciles en su salud el mes pasado: mi hermano Jairo Cardona Ortiz, quien fue víctima
de un severo infarto, ya superado gracias a la atención oportuna que recibió; y
de mi tía Cecilia Ortiz Franco, quien
sufre de enfermedad pulmonar obstructiva crónica y que se encuentra
hospitalizada aún, pero controlada por excelentes manos médicas, guiadas e
iluminadas por nuestro Señor Milagroso, siempre con la intercesión de María
Santísima.
♡ Desde "Pequeñas Semillitas" agradecemos a la Providencia Divina, por estar iniciando nuestro decimosexto (16°) año de publicaciones.
Año de San José San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal
de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en
la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima
Madre.
Enero 3
San José, ayúdanos a que reine en las familias el espíritu
religioso de nuestros mayores. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
todos) ♡BLOG ”PEQUEÑAS
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