miércoles, 11 de noviembre de 2020

Pequeñas Semillitas 4497

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4497 ~ Miércoles 11 de Noviembre de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús mío, te doy gracias por todas las bendiciones con las que has colmado mi vida. Tú me invitas a elevar una mirada de esperanza al Cielo y esperar confiado la hora de tu llegada, la llegada de mi liberación de las ataduras del mundo y del sufrimiento para siempre. Quiero abandonarme a tu amor, transmitir al mundo tus valores y darles esperanzas a todos de que tu Reino está cerca, dentro de nosotros. Porque todas las cosas de este mundo pasarán, cielo y la tierra pasarán, pero tus palabras jamás pasarán. Creo en esta promesa y me fío de ella, sólo tú tienes palabras de vida eterna. Lejos de asustarme el día en que hagas tu presencia final con gran poderío impartiendo tu justicia, me animas porque sé que se acerca el momento del encuentro contigo, el amigo que jamás defrauda, el amigo que echa fuera toda tristeza, el amigo que purificará mi corazón para amarle y alabarle junto con los ángeles del Cielo cuando te esté contemplado en la eternidad. Amén.
(Píldoras de Fe)
 
¡Buenos días!
Meditar
Repetidas veces en la Biblia se recomienda la meditación. Es propio del hombre justo y recto meditar amorosamente la ley de Dios y su palabra, las obras maravillosas del Señor, su bondad y misericordia. No dedicarse con afán a esta tarea es señal de olvido, negligencia y necedad. En la meditación se mantiene y crece la fidelidad, la ardorosa búsqueda de Dios. He aquí algunos textos de ejemplo:
 
Salmo 1: ¡Feliz el hombre cuyo gozo es la ley del Señor, y la medita de día y de noche! - Salmo 118, 97-103: ¡Cuánto amo tu voluntad!: todo el día la estoy meditando; soy más docto que todos mis maestros, porque medito tus preceptos. - Eclesiástico 3, 29: El corazón inteligente medita los proverbios, y el sabio desea tener un oído atento. - Proverbios 2, 11-12: La reflexión cuidará de ti y la inteligencia te protegerá, para librarte del mal camino, del hombre que habla con perversidad. - Sabiduría 6, 15: Meditar en la sabiduría es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. - Lucas 2, 19: María conservaba (recordaba) estas cosas y las meditaba en su corazón.
      
El hábito de meditar es valiosísimo porque orienta tu vida. Sosiega el espíritu y lo pacífica. Es fuente de felicidad y fecundidad. Aumenta la capacidad de vivir. Reanima. Te da certezas sobre lo que piensas y deseas verdaderamente. Te da solidez en medio de las vicisitudes de la vida. Despierta y fecunda tus energías latentes. Te ayuda a revisar tus valores morales. Da a tu vida equilibrio: distingues lo principal de lo secundario. Vale la pena el esfuerzo, ¿verdad?
* Enviado por el P. Natalio
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Tito 3:1-7
 
Salmo: Sal 23:1-6
 
Santo Evangelio: Lc 17,11-19
Un día, de camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?». Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado».
 
Comentario:
Hoy, Jesús pasa cerca de nosotros para hacernos vivir la escena mencionada más arriba, con un aire realista, en la persona de tantos marginados como hay en nuestra sociedad, los cuales se fijan en los cristianos para encontrar en ellos la bondad y el amor de Jesús. En tiempos del Señor, los leprosos formaban parte del estamento de los marginados. De hecho, aquellos diez leprosos fueron al encuentro de Jesús en la entrada de un pueblo (cf. Lc 17,12), pues ellos no podían entrar en las poblaciones, ni les estaba permitido acercarse a la gente («se pararon a distancia»).
Con un poco de imaginación, cada uno de nosotros puede reproducir la imagen de los marginados de la sociedad, que tienen nombre como nosotros: inmigrantes, drogadictos, delincuentes, enfermos de sida, gente en el paro, pobres... Jesús quiere restablecerlos, remediar sus sufrimientos, resolver sus problemas; y nos pide colaboración de forma desinteresada, gratuita, eficaz... por amor.
Además, hacemos más presente en cada uno de nosotros la lección que da Jesús. Somos pecadores y necesitados de perdón, somos pobres que todo lo esperan de Él. ¿Seríamos capaces de decir como el leproso «Jesús, maestro, ten compasión de mi» (cf. Lc 17,13)? ¿Sabemos recurrir a Jesús con plegaria profunda y confiada?
¿Imitamos al leproso curado, que vuelve a Jesús para darle gracias? De hecho, sólo «uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios» (Lc 17,15). Jesús echa de menos a los otros nueve: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?» (Lc 17,17). San Agustín dejó la siguiente sentencia: «‘Gracias a Dios’: no hay nada que uno puede decir con mayor brevedad (...) ni hacer con mayor utilidad que estas palabras». Por tanto, nosotros, ¿cómo agradecemos a Jesús el gran don de la vida, propia y de la familia; la gracia de la fe, la santa Eucaristía, el perdón de los pecados...? ¿No nos pasa alguna vez que no le damos gracias por la Eucaristía, aun a pesar de participar frecuentemente en ella? La Eucaristía es —no lo dudemos— nuestra mejor vivencia de cada día.
* P. Conrad J. MARTÍ i Martí OFM (Valldoreix, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Martín de Tours
Obispo
Nació en Panonia (Hungría) alrededor del año 316 de padres paganos. Siguiendo la profesión de su padre, se enroló en las tropas imperiales que combatieron en las Galias. Siendo catecúmeno, entregó la mitad de su capa a un pobre, desnudo y que temblaba a causa del frío, en la puerta de Amiens. Después de recibir el bautismo y abandonadas las armas, fundó un monasterio en Ligugé (Francia), donde llevó vida monástica bajo la dirección de San Hilario. Posteriormente se ordenó sacerdote y fue elegido obispo de Tours. Con la ayuda de sus monjes evangelizó extensas comarcas de Francia en las que dominaba todavía el paganismo. Fue un modelo de buen pastor hasta el final, fundó diversos monasterios, formó al clero y evangelizó a los pobres. Murió en Candes, cerca de Tours en el año 397.
Oración: Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y la muerte de tu obispo san Martín de Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte puedan apartarnos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto. Eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”
(Aristóteles)
 
Tema del día:
Santos en tu familia
Hace unos días, en la fiesta de Todos los Santos celebramos a muchos más, que no están en el santoral. Y es que no están todos los que son.
 
Puede que imaginemos un cielo repleto de personas santas, pero algo alejadas de nosotros: personas de otros siglos, con vidas perfectas, tan admirables que no nos creemos dignos de imitarles… ¿El cielo se nos queda como algo inalcanzable? Nada más lejos de la realidad.
 
La fiesta de Todos los Santos está en el calendario para que recordemos que también nosotros podemos llegar a la santidad. Hay muchos santos que están en el cielo y no sabemos sus nombres porque no se hizo un proceso de canonización para llevarlos a los altares, pero están gozando de Dios e interceden por nosotros. Y son muchos más que los que hay en el santoral con nombre y fecha de celebración.
 
El santo es la persona que ha llegado al cielo y goza de la felicidad eterna, o sea, para siempre. Llegó al cielo en forma directa o lo alcanzó después de purificarse un tiempo en el purgatorio. Pero el caso es que recibió el premio final, el que todos estamos llamados a conseguir y en el que intervienen la gracia de Dios por un lado y nuestra respuesta personal por otro.
 
¿Has pensado alguna vez que en tu familia pudo haber santos? Es posible, por qué no. Hombres y mujeres que vivieron una vida cristiana desempeñada seguramente en las tareas profesionales y en un ámbito familiar que no llamaba la atención, pero que lucharon por ser amigos de Dios y responder a su llamada. Personas que vivieron las virtudes en grado heroico, o sea, al máximo.
 
¿Fue santo alguno de tus antepasados?
 
Hablamos de ellos y elogiamos las hazañas (grandes o pequeñas) que alimentan la tradición familiar: los sacrificios de la abuela, la fortaleza de un antepasado, su amor, su generosidad, los valores que transmitieron… tras esas fotografías y esos recuerdos hay vidas ejemplares. Dios nos habla también a través de ellos, en la propia familia.
 
Descubramos lo cerca que estaban de Dios, hablemos de ellos a los más pequeños de la familia y recemos por todos para que estén ya en el cielo. Aunque el santoral no los recoja con nombre y apellido, la fe nos dice que si fueron santos o ya cumplieron el purgatorio, estarán allí. En la fiesta de Todos los Santos se celebra a esos «santos anónimos» pero reales.
 
(Dolors Massot – Aleteia)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
¡No dejes de vivir tu vida! Muy a menudo, cuando se da un problema, dentro de nosotros o a nuestro alrededor, retrocedemos al pensar que si pusiéramos nuestra vida en suspenso posiblemente podríamos contribuir en forma positiva a la solución. Si una relación no está funcionando, si enfrentamos una decisión difícil, o si nos estamos sintiendo deprimidos, podemos poner nuestra vida en suspenso y atormentarnos con pensamientos obsesivos. Abandonar nuestra vida o nuestra rutina contribuye a agrandar el problema y nos impide encontrarle una solución.
Frecuentemente, la solución llega cuando la dejamos ir lo suficiente para vivir nuestra vida, regresar a nuestra rutina y dejar de obsesionarnos por el problema. A veces, aunque no sintamos quererlo dejar ir o poderlo dejar ir, podemos actuar "como si" pudiéramos, y eso nos ayudará a dejarlo ir, tal como deseamos.
No tienes por qué renunciar a tu poder para solucionar problemas. Puedes dejar de concentrarte en tu problema y concentrarte en tu vida, confiando en que el hacerlo así te llevará a acercarte a una solución.
Hoy seguiré viviendo mi vida y atendiendo mis rutinas. Decidiré tan frecuentemente como necesite hacerlo, dejar de obsesionarme acerca de lo que me esté molestando. Si no siento ganas de dejar ir alguna cosa en particular, actuaré "como si" ya la hubiera dejado ir hasta que mis sentimientos estén de acuerdo con mi conducta.
 
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen.
 
Pedimos oración para María Celeste B., de Córdoba, Argentina, a quien extirpan un riñón por un tumor. Que el Señor, por la intercesión de su Madre amada, le conceda la gracia de una cirugía exitosa y una recuperación total.
 
Pedimos oración para el Padre Francisco Javier Olivares, de Baiona, Galicia, España, 88 años de edad, amigo de "Pequeñas Semillitas" desde hace muchos años, cuya prueba del Covid 19 ha dado positiva, rogando a Dios que no desarrolle la enfermedad y pronto esté en plenitud nuevamente en su tarea sacerdotal y en su acción de apostolado a través de internet.
 
Pedimos oración para Claudia P., joven mujer de 41 años de edad, de Córdoba, Argentina, que sigue internada por Covid 19 y compromiso infeccioso severo, por lo que invocamos la mediación de la Santísima Virgen de Lourdes para que ruegue por ella a Jesús y así Él le conceda la gracia de sanar pronto.
 
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Requisitos para ‘Pedidos de oración’ 
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com  y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Se publicarán sólo los días lunes, miércoles y viernes.
 
¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Noviembre 11
El comienzo de la oración es el silencio... Dios habla en el silencio del corazón. Y, entonces, nosotros empezamos a hablar a Dios desde la plenitud del corazón. Y él escucha.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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~AMDG~

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