PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4197 ~ Jueves 19 de Diciembre de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Querido
Padre Bueno: Ven a nuestra familia que llamamos Iglesia.
Pero
no vengas solo. Ven, porque faltas si no acogemos a los rechazados; ven, porque
si en ella no caben las prostitutas, tú tampoco entras.
Así
que, por favor, no vengas solo. Ven, para que entren los homosexuales; ven con
los enfermos de SIDA.
Te
lo ruego, no vengas solo. Ven y haremos hueco a los drogadictos; ven acompañado
de inmigrantes.
Ven,
y que vengan contigo divorciados y divorciadas; ven junto a los presos de las
cárceles…
Ven,
no vengas solo. Porque quien cabe en un pesebre, cabe en la familia de los
hijos tuyos.
Ven,
Señor. Amén.
¡Buenos días!
Confía en mí
Confiar
en Dios, es depositar toda nuestra fe en él. Dejarle el cuidado de tus cosas.
Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes que te ama más que tú mismo.
Reposa en él “como un niño en brazos de su madre” (Salmo 131). Y confía sobre
todo en las pruebas, cuando las cosas resultan incomprensibles.
“Yo soy Dios. El día de hoy me encargaré de todos tus
problemas. Por favor recuerda que no necesito de tu ayuda. Si por casualidad el
demonio te puso en una situación que no puedes manejar, no intentes resolverla.
Déjala a mi cuidado. Esto se arreglará en mi tiempo, no en el tuyo. Una vez que
has puesto en mis manos el asunto no te aferres a él ni te preocupes. Esta
actitud sólo demoraría la solución del problema. Si es una situación que tú
piensas que eres capaz de manejar, por favor consúltame en una oración para
asegurarte que es la solución correcta. Debido a que no duermo ni dormito, no
es necesario que pierdas tu sueño. Yo me encargaré de velarlo. Descansa, hijo.
Si necesitas contactarme, estoy sólo a una oración de distancia...”
Para
la persona de fe, todo sucede porque lo quiere o lo permite Dios. Y él es
experto en sacar bien del mal. Imagínate el río de bendiciones que bajó del
Calvario donde murió Jesús en la cruz. También él tiene proyectos de salvación
para cada una de tus contradicciones aceptadas en paz. Que el Señor te proteja
y bendiga.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Jueces 13, 2-7. 24-25a
♥ Salmo: Sal 70, 3-4a. 5-6ab. 16-17
♥ Santo Evangelio: Lc 1,5-25
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un
sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer
descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel; los dos eran justos ante Dios, y
caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían
hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad.
Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el
turno de su grupo, le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal,
entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. Toda la multitud del
pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. Se le apareció el Ángel
del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verle Zacarías, se
turbó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo: «No temas, Zacarías,
porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo,
a quien pondrás por nombre Juan; será para ti gozo y alegría, y muchos se
gozarán en su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni
licor; estará lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, y a muchos
de los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios, e irá delante de Él
con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los
padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para
preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».
Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré? Porque
yo soy viejo y mi mujer avanzada en edad». El ángel le respondió: «Yo soy
Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y
anunciarte esta buena nueva. Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar
hasta el día en que sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis
palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo».
El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban
de su demora en el Santuario. Cuando salió, no podía hablarles, y comprendieron
que había tenido una visión en el Santuario; les hablaba por señas, y
permaneció mudo. Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su servicio, se
fue a su casa. Días después, concibió su mujer Isabel; y se mantuvo oculta
durante cinco meses diciendo: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los
días en que se dignó quitar mi oprobio entre los hombres».
♥ Comentario:
Hoy, el ángel Gabriel anuncia al sacerdote Zacarías
el nacimiento “sobrenatural” de Juan el Bautista, que preparará la misión del
Mesías. Dios, en su amorosa providencia, prepara el nacimiento de Jesús con el
nacimiento de Juan, el Bautista. Aunque Isabel sea estéril, no importa. Dios
quiere hacer el milagro por amor a nosotros, sus criaturas.
Pero Zacarías no manifiesta en el momento oportuno la
visión sobrenatural de la fe: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi
mujer avanzada en edad» (Lc 1,18). Tiene una mirada excesivamente humana. Le
falta la docilidad confiada en los planes de Dios, que siempre son más grandes
que los nuestros: ¡En este caso, ni más ni menos que la Encarnación del Hijo de
Dios para la salvación del género humano! El ángel encuentra a Zacarías como
“despistado”, lento para las cosas de Dios, como estando en “fuera de juego”.
Cuando ya faltan pocos días para la Navidad, conviene
que el Ángel del Señor nos encuentre preparados, como María. Es necesario
tratar de mantener la presencia de Dios a lo largo del día, intensificar
nuestro amor a Jesucristo en nuestro tiempo de oración, recibir con mucha
devoción la Sagrada Comunión: ¡Porque Jesús nace y viene a nosotros! Y que no
nos falte la visión sobrenatural en todos los quehaceres de nuestra vida. Hemos
de poner visión sobrenatural en nuestro trabajo profesional, en nuestros
estudios, en nuestros apostolados, incluso en los contratiempos de la jornada.
¡Nada escapa a la providencia divina! Con la certeza y la alegría de saber que
nosotros colaboramos con los ángeles y con el Señor en los planes amorosos y
salvadores de Dios.
Rev. D. Ignasi FUSTER i Camp (La Llagosta, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Beato Urbano V
Papa
Papa de 1362 a 1370. Nació en Grisac (Languedoc,
Francia) hacia 1310. En su juventud ingresó en el monasterio benedictino de
Chirac. Se doctoró en derecho y lo enseñó en las universidades de Montpellier,
Toulouse y Lyon. Siendo abad del monasterio de San Víctor de Marsella lo
eligieron papa, y como tal fue a vivir a Aviñón. Los objetivos principales de
su pontificado fueron dos: restablecer la unidad de la Iglesia, griega y
latina, y volver la sede papal a Roma. De hecho, en octubre de 1367 estaba en
Roma, y el palacio de Letrán fue sustituido por el Vaticano como residencia
oficial. Pero las dificultades de todo género se multiplicaron, y se vio
obligado a volver a Aviñón en septiembre de 1370, y allí murió tres meses
después.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“El Adviento significa ‘La
Venida’.
Si Dios viene al hombre,
lo hace porque en su ser
humano
ha puesto una dimensión de
espera
por cuyo medio el hombre
puede acoger a Dios y es
capaz de hacerlo.”
AVISO DE BREVE AUSENCIA
Se
avisa a los lectores de “Pequeñas
Semillitas”
que
esta página no se publicará desde el lunes 23 de Diciembre
y
hasta los primeros días de Enero 2020
por
breve descanso del autor.
Muchas
gracias.
Historias:
El árbol de Navidad
Lía miraba el árbol anonadada. Siempre le habían
gustado los abetos pero nunca se había parado tan cerca de uno. Estaba feliz
porque finalmente su padre se había decidido a sembrar uno en el jardín. El
árbol extendía sus brazos como queriendo abrazar el mundo y ella sentía que a
su lado siempre podría estar a salvo, y soñaba con que crecerían juntos y
serían amigos para siempre.
Una tarde cuando Lía regresó del colegio el árbol
había sido talado. Junto al hogar del salón se hallaba un trozo de él, su verde
copa enterrada en un cajón de madera y llena de adornos y luces. Su padre la
recibió con una gran sonrisa y le dijo. ‘Este año tendremos el mejor árbol de
Navidad del lugar, hijita’. Lía salió corriendo y se encerró en su habitación.
Durante días su padre intentó comprender qué le
ocurría; ella no sabía cómo expresarlo. Finalmente le dijo que no le gustaba
cómo se veía con las luces, que lo prefería en el jardín, con sus ramas llenas
de pajaritos. Su padre le dijo que los abetos se compraban para ser talados en
Navidad y armar el árbol pero Lía que era una niña muy inteligente le respondió
que le daba igual lo que él y el mundo pensara que ella sabía que los abetos
eran criaturas maravillosas y que no era justo que se las considerara meros
objetos navideños.
La tristeza de la niña se calmó cuando unos meses más
tarde comprobó que el tronco talado tenía nuevos y verdes brotes. Durante un
largo tiempo estuvo mimándolo y ocupándose de que las hormigas no lo convirtieran
en su sustento para el invierno. Llegó nuevamente la Navidad y el abeto estaba
rebosante de vida. Esta vez Lía se movió más deprisa que su padre y llevó los
adornos y las luces al jardín. Cuando su padre vio lo que su hija había hecho:
un precioso árbol vivo y navideño, se sintió orgulloso de ella y le prometió
que nunca más talaría el abeto.
A partir de ese año, el árbol fue el gran
protagonista de las navidades familiares; en torno a él bailaban y cantaban
todos los humanos, uniéndose al coro de pajaritos y lombrices que vivían en su
enorme copa.
(Escrito por Tes Nehuén)
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Vendrá vuestro Médico —dice el Profeta— a sanar los
enfermos, y vendrá veloz como ave que vuela, y cual sol que al asomar en el
horizonte envía al momento su luz al otro polo.
Pero he aquí que ya ha venido. Consolémonos, pues, y
démosle gracias —dice san Agustín— porque ha bajado hasta el lecho del enfermo,
quiere decir, hasta tomar nuestras carne; puesto que nuestros cuerpos son los
lechos de nuestras almas enfermas.
Los otros médicos, por mucho que amen a los enfermos,
solo ponen todo su cuidado por curarlos; pero ¿quién por sanarlos toma para sí
la enfermedad?
Jesucristo solo, ha sido aquel médico que se ha
cargado con nuestros males, a fin de sanarlos. No ha querido mandar a otro,
sino venir Él mismo a practicar este piadoso oficio, para ganarse nuestros
corazones. Ha querido con su misma sangre curar nuestras llagas, y con su
muerte librarnos de la muerte eterna, de que éramos deudores. En suma, ha
querido tomar la amarga medicina de una vida continuada de penas, y de una
muerte cruel, para alcanzarnos la vida y labrarnos de todos nuestros males. El
cáliz que me ha dado el Padre ¿no lo tengo de beber? Decía el Salvador a Pedro
(Jn. 18, 11) Fue, pues, necesario, que Jesucristo abrazase tantas ignominias
para sanar nuestra soberbia: abrazase una vida pobre para curar nuestra
codicia: abrazase un mar de penas, hasta morir de puro dolor, para sanar
nuestro deseo de placeres sensuales.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Pamela P., que vive en la provincia de Santa Fe, Argentina, y hoy será sometida a una intervención quirúrgica de tabique nasal y cornetes. La encomendamos a la mediación de Nuestra Señora de Itatí para que Ella ruegue a Jesús que todo salga bien.
Pedimos oración por la unidad de la familia de Carlos C. O., de Bogotá, Colombia, porque se abran espacios de reconciliación; que el Señor pose Sus Santas y Venerables Manos Sanadoras sobre cada uno de los corazones y reina la paz, el amor traducido en la caridad mutua, la fe y la esperanza.
Pedimos oración para Pamela P., que vive en la provincia de Santa Fe, Argentina, y hoy será sometida a una intervención quirúrgica de tabique nasal y cornetes. La encomendamos a la mediación de Nuestra Señora de Itatí para que Ella ruegue a Jesús que todo salga bien.
Pedimos oración por la unidad de la familia de Carlos C. O., de Bogotá, Colombia, porque se abran espacios de reconciliación; que el Señor pose Sus Santas y Venerables Manos Sanadoras sobre cada uno de los corazones y reina la paz, el amor traducido en la caridad mutua, la fe y la esperanza.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos.
Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por
la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Diciembre 19
Para eso está el cristiano: para anunciar al mundo
con toda su vida que, a pesar de todas las injusticias, de todos sus crímenes,
de todos los odios, de todas las miserias que están asfixiando al hombre de
hoy, no debemos perder la esperanza, porque existe Alguien que vino a traernos
la justicia, la verdad, la paz y el amor. Y ese alguien es Cristo.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero
de Dios-
(el más pequeñito de
todos)
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