PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 3968 ~ Martes 9 de Abril de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Una
oportuna palabra amistosa al amigo es nutritiva afectivamente para su espíritu,
sea que él esté tranquilo o angustiado.
Una
palmadita en la espalda, acompañada de una sonrisa y una expresión cordial, lo conforta.
Una
voz de aliento sincera cuando él está acongojado, es altamente estimulante.
Una
palabra de ánimo cuando él está confundido o se siente derrotado, lo
rehabilita, lo reconcilia con la vida, hace renacer en él la esperanza y le
abre una ventana a la alegría.
Una
bella acción encubre todas las ignorancias.
¡Buenos días!
Cultiva la paciencia
Las buenas relaciones humanas en el hogar y fuera del
hogar necesitan un clima de aceptación mutua, de comprensión y compasión, y en
especial de paciencia. Es una faceta del amor. San Pablo en el magnífico himno
al amor en 1ª Corintios 13, dice que “el amor es paciente”. La paciencia es
difícil. Aquí tienes una anécdota para motivarte a cultivar esta indispensable
virtud.
Había un muchacho que
tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada
vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta. El
primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Y a medida que
aprendía a controlar su genio, añadía cada vez menos clavos en la puerta.
Descubría que era más fácil controlar sus arrebatos que fijar clavos en la
puerta. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Entonces el padre, le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra
controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a
su padre que no quedaban más clavos en la puerta. Su padre lo felicitó, lo tomó
de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo
mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez
que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices como las que aquí ves".
¿No has comprobado que una palabra dura dicha en un
acceso de ira te trajo semanas de amargura? Un refrán tibetano afirma: “la
paciencia en un momento de enojo te evitará cien días de dolor”. Por la mañana
pídele al Señor toda la paciencia que necesites. Dile “Concédeme hoy fortaleza,
paciencia y serenidad. Que nada ni nadie me perturbe”. Que así sea.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Núm 21, 4-9
♥ Salmo: Sal 101, 2-3. 16-21
♥ SANTO EVANGELIO: Jn 8,21-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: «Yo me
voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy,
vosotros no podéis ir». Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues
dice: ‘Adonde yo voy, vosotros no podéis ir’?». Él les decía: «Vosotros sois de
abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo
Soy, moriréis en vuestros pecados».
Entonces le decían: «¿Quién eres tú?». Jesús les
respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo. Mucho podría hablar
de vosotros y juzgar, pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a
Él es lo que hablo al mundo». No comprendieron que les hablaba del Padre. Les
dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces
sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que
el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. Y el que me ha enviado está
conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a Él».
Al hablar así, muchos creyeron en Él.
♥ Comentario:
Hoy, martes V de Cuaresma, a una semana de la
contemplación de la Pasión del Señor, Él nos invita a mirarle anticipadamente
redimiéndonos desde la Cruz: «Jesucristo es nuestro pontífice, su cuerpo
precioso es nuestro sacrificio que Él ofreció en el ara de la Cruz para la
salvación de todos los hombres» (San Juan Fisher).
«Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre...» (Jn
8,28). En efecto, Cristo Crucificado —¡Cristo “levantado”!— es el gran y
definitivo signo del amor del Padre a la Humanidad caída. Sus brazos abiertos,
extendidos entre el cielo y la tierra, trazan el signo indeleble de su amistad
con nosotros los hombres. Al verle así, alzado ante nuestra mirada pecadora,
sabremos que Él es (cf. Jn 8,28), y entonces, como aquellos judíos que le
escuchaban, también nosotros creeremos en Él.
Sólo la amistad de quien está familiarizado con la
Cruz puede proporcionarnos la connaturalidad para adentrarnos en el Corazón del
Redentor. Pretender un Evangelio sin Cruz, despojado del sentido cristiano de
la mortificación, o contagiado del ambiente pagano y naturalista que nos impide
entender el valor redentor del sufrimiento, nos colocaría en la terrible
posibilidad de escuchar de los labios de Cristo: «Después de todo, ¿para qué
seguir hablándoos?».
Que nuestra mirada a la Cruz, mirada sosegada y
contemplativa, sea una pregunta al Crucificado, en que sin ruido de palabras le
digamos: «¿Quién eres tú?» (Jn 8,25). Él nos contestará que es «el Camino, la
Verdad y la Vida» (Jn 14,6), la Vid a la que sin estar unidos nosotros, pobres
sarmientos, no podemos dar fruto, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna.
Y así, si no creemos que Él es, moriremos por nuestros pecados. Viviremos, sin
embargo, y viviremos ya en esta tierra, vida de cielo, si aprendemos de Él la
gozosa certidumbre de que el Padre está con nosotros, no nos deja solos. Así
imitaremos al Hijo en hacer siempre lo que al Padre le agrada.
Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca (Valldoreix, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santa Casilda de Toledo
Virgen Eremita
En la vida de esta santa se mezclan a veces elementos
legendarios e históricos. Nació en Toledo de un alto dignatario musulmán. En
Toledo había prisioneros cristianos, y Casilda los trataba con misericordia y
les llevaba víveres. Un día en que les llevaba comida en su delantal, la
sorprendió su padre y, al querer averiguar lo que llevaba, encontró no
alimentos sino rosas. Los presos cristianos le hablaban de su fe, pero ella no
podía abrazarla. Hasta que cayó gravemente enferma y los médicos no conseguían
curarla. Los mismos presos le hablaron de las aguas de San Vicente, cerca de
Briviesca en Burgos, que tenían poder curativo. La joven musulmana, con permiso
de su padre, acudió a bañarse en aquellas aguas y, efectivamente, alcanzó la
salud. Decidió entonces quedarse en tierras cristianas, se preparó al bautismo
y lo recibió, optó por la virginidad y abrazó la vida eremítica. Construyó allí
cerca una ermita y un aposento adjunto en el que vivió muchos años entregada a
la vida de piedad y oración, hasta que murió el 9 de abril de 1075.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
"Cuida de tu cuerpo
como si fueras a vivir por
siempre;
cuida de tu alma
como si fueras a morir
mañana."
(San Agustín de
Hipona)
Historias:
El Lapacho
- Cuenta la historia, que Dios estaba preparando el
mundo, se reunió una tarde con todos los árboles y pidió que cada árbol eligiera la época en
la que cada uno de ellos quisiera florecer y así, embellecer la tierra. ¡Y en
un estallido de alegría comenzaron todos a gritar: “otoño, verano, primavera,
decían!”
Pero Dios observó que ninguno elegía la estación de
invierno. Entonces Dios preguntó:
- ¿Por qué nadie elige la época de invierno?
Cada uno tenía su razón. ¡Muy seco! ¡Muy frío! ... ¡Muchos
incendios!
Entonces Dios pide un favor...
- Necesito al menos un árbol, que embelese el
invierno, que sea valiente y capaz de enfrentar el frío, la sequía y las quemas
y en ese frío poder embellecer el mundo...
Se quedaron todos en silencio. Fue entonces que un
árbol callado y tranquilo al fondo, sacude sus hojas y dijo:
- ¡Yo voy!...
Y Dios con una sonrisa preguntó:
- ¿Cuál es tu nombre?
- ¡Me llamo "Lapacho", señor!
Los otros árboles, quedan espantados del coraje del
Lapacho y su locura de querer florecer en invierno. Entonces Dios respondió:
- Por atender mi pedido te haré florecer en el
invierno no sólo con un color, sino con varios... Para que también en invierno,
el mundo sea colorido.
Como agradecimiento le dijo:
- Tendrás diferentes colores y texturas y tu linaje
será enorme.
Y así Dios hizo uno de los más hermosos árboles que
da color al invierno.
Y así tenemos al Lapacho:
Blanco
Amarillo
Amarillo del pantano
Amarillo de la hoja lisa
Amarillo niebla
Rosa
Púrpura
Morado
¡Qué podamos ser como el Lapacho, y sepamos florecer
en los inviernos de la vida!
Cuaresma
día a día
Día 35º. Martes 9 de
abril
¿Puedo ayudarte en algo,
Dios mío?
En una obra del escritor brasileño Pedro Bloch
encuentro un diálogo con un niño que me deja literalmente conmovido.
- ¿Rezas a Dios? - pregunta Bloch.
- Sí, cada noche - contesta el niño.
- ¿Y qué le pides?
- Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.
Y ahora soy yo quien me pregunto a mí mismo qué
sentirá Dios al oír a este chiquillo que no va a Él, como la mayoría de los
mayores, pidiéndole dinero, salud, amor o abrumándole de quejas, de protestas
por lo mal que marcha el mundo, y que en cambio, lo que hace es simplemente
ofrecerse a echarle una mano, si es que la necesita para algo.
Que muchos días le reces así a Dios.
Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has
leído. Después termina con la oración final.
Web Católico de Javier
Un minuto con María
Cuando la diócesis de París (Francia) organizó, a
principios de junio de 2018, una peregrinación a Lourdes, “Caminos de
fraternidad”, aproximadamente quince personas que se dedicaban a la
prostitución, alojadas en la casa Santa Rita de París, se unieron a la
peregrinación.
Estas personas (en su mayoría mujeres)
"trabajaban" o "trabajaron" en los barrios "más
activos" de la prostitución... Eran transexuales de América del Sur,
nigerianas víctimas de la trata de personas, mujeres de origen francés en
situación de prostitución desde hacía años... Vienen de diversos contextos y
muchas de ellas viven marginadas, porque ciertamente la prostitución conlleva
la soledad.
En el camino de regreso, muchas de estas mujeres
dieron testimonio de la transformación interior que habían experimentado.
"Para mí el mejor momento fue la piscina", dice Eliana. "Sentí
una emoción que no puedo describir y después, una gran paz. Me sentí limpia de
mi suciedad y liberada del peso que llevaba sobre mis hombros”. Eliza explicó
que se confesó por primera vez desde que era niña. "Estoy feliz y me
siento en paz", declaró.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para un niño llamado Demien, de Argentina, que tiene un
problema grave en un riñón (¿tumor?) que determina cirugía. No poseemos más
datos que estos, pero Dios, que conoce cada detalle de la vida de todos, podrá
obrar con su amor infinito para que este niño encuentre caminos de sanación.
Pedimos oración para las siguientes personas: Josefina K., 85 años, de México, acaba
de salir de una neumonía pero no habla ni camina; Matías A., de 4 años de edad, de Lima, Perú, al que han operado
ayer del corazón; Pedro F., 76 años,
de Miami (USA), con problemas digestivos y diverticulosis, que es el apoyo de
su esposa Edda, con fracturas de
costillas que aún no sueldan; Kelley O.,
68 años, de Canadá, con problemas severos de columna que le ocasionan dolores
muy fuertes; Annan, 55 años
aproximados, de Argentina, a quien harán una punción para biopsia mamaria en el
día de mañana; Rosita V., 75 años, de Lima, Perú, por salud e
intenciones familiares para sus hijos y su sobrina Vanessa; Elisa Z. y Mirtha P., de Argentina, por mejoría de sus problemas de salud; y
por tres personas de Barcelona, España, familiares entre sí: Delia, con intensos dolores que le
impiden caminar; y sus hijos Carmelo,
por su negocio familiar y Teresa,
con problemas de estómago y anemia. Por todos ellos... ¡Te rogamos Señor!
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Cinco minutos con Jesús
Abril 9
Jesús ya resucitado se manifiesta a sus discípulos y
los saluda con aquellas palabras que emplearía en todas las demás oportunidades
en las que se apareciera: La paz esté con
ustedes.
Los corazones de los apóstoles no son capaces de
resistir tanta alegría ante la presencia del Maestro glorificado.
Jesús es condescendiente y trata de ayudar a los
incrédulos, mostrándoles sus manos y sus pies y aun comiendo con ellos; así los
apóstoles se transforman y Jesús les hace entrega de sus poderes.
Doquiera que tú vayas, has de llevar la paz, ofrecer
la paz; pero no podrás hacerlo si tú no vives en paz y vives la paz.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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