PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 3932 ~ Lunes 4 de Marzo de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Mi
amado Señor, gracias porque sé que atiendes mis gritos desesperados e inclinas
tu oído hacia mí, siempre atento a cada una de mis peticiones para conformarte
con tu gracia y bendición de cada día. Quiero ser también una bendición para
las personas con las que me encuentre, por eso, te pido que vengas a mi vida y
me haga experimentar el amor a través del fuego del Espíritu Santo, para que
sane todos esos sentimientos negativos que no me dejan avanzar y alcanzar la
libertad soñada. Confío en que me sostienes y me das la valentía para no
dejarme vencer por cualquier circunstancia adversa que hoy se me presente.
Amén.
¡Buenos días!
Súplica de fortaleza
Hay mañanas en que te levantarás con una sensación de
debilidad para afrontar los desafíos y trabajos del día que comienza. Aquí te
ofrezco una oración para pedir que el poder infinito de Dios penetre todo tu
ser y te dinamice para afrontar con redoblado vigor todas tus obligaciones. Es
del P. Víctor Fernández en su excelente libro “Un estímulo para cada día”.
Infinito Dios, puro
poder y fuerza sin límites. Tú eres mi creador. Yo no soy la obra de un ser
débil o cansado. Soy obra tuya, Dios todopoderoso. Por eso confío en ti, Señor,
y te ruego que derrames todavía más tu poder en mi vida. Dios infinitamente
potente y fuerte, que todo lo sostienes, mira mi debilidad y penetra todo mi
ser con ese poder que no tiene límites. Fortalece cada fibra de mi cuerpo y de
mi interior. Así, yo sé que nada podrá derribarme, porque ningún poder humano,
ninguna enfermedad y ninguna dificultad pueden ser más fuertes que tú. Lléname
de tu vida feliz, Señor amado. Amén.
Cuando el tiempo me apremia, acostumbro decir esta
plegaria inspirada en Isaías 12, 2-3: “Confío y no temo, porque tú, Señor, eres
mi fuerza y mi poder, mi energía y mi vigor, tú eres mi salvador. Bebo ahora
mismo, con alegría, de ti, fuente de salvación”. Subraya el símbolo tomándote
un vaso de agua. Que experimentes hoy la fuerza del Señor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Ecli 17, 24-26. 29
♥ Salmo: Sal 31, 1-2. 5-7
♥ SANTO EVANGELIO: Mc 10,17-27
Un día que Jesús se ponía ya en camino, uno corrió a
su encuentro y arrodillándose ante Él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué he de
hacer para tener en herencia la vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me
llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No
mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas
injusto, honra a tu padre y a tu madre». Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo
eso lo he guardado desde mi juventud». Jesús, fijando en él su mirada, le amó y
le dijo: «Una cosa te falta: anda, cuanto tienes véndelo y dáselo a los pobres
y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme». Pero él, abatido por
estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dice a sus discípulos:
«¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Los
discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de
nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!
Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico
entre en el Reino de Dios». Pero ellos se asombraban aún más y se decían unos a
otros: «Y ¿quién se podrá salvar?». Jesús, mirándolos fijamente, dice: «Para
los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios».
♥ Comentario:
Hoy, la liturgia nos presenta un evangelio ante el
cual es difícil permanecer indiferente si se afronta con sinceridad de corazón.
Nadie puede dudar de las buenas intenciones de aquel
joven que se acercó a Jesucristo para hacerle una pregunta: «Maestro bueno:
¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?» (Mc 10,17). Por lo que
nos refiere san Marcos, está claro que en ese corazón había necesidad de algo más,
pues es fácil suponer que —como buen israelita— conocía muy bien lo que la Ley
decía al respecto, pero en su interior había una inquietud, una necesidad de ir
más allá y, por eso, interpela a Jesús.
En nuestra vida cristiana tenemos que aprender a superar
esa visión que reduce la fe a una cuestión de mero cumplimiento. Nuestra fe es
mucho más. Es una adhesión de corazón a Alguien, que es Dios. Cuando ponemos el
corazón en algo, ponemos también la vida y, en el caso de la fe, superamos
entonces el conformismo que parece hoy atenazar la existencia de tantos
creyentes. Quien ama no se conforma con dar cualquier cosa. Quien ama busca una
relación personal, cercana, aprovecha los detalles y sabe descubrir en todo una
ocasión para crecer en el amor. Quien ama se da.
En realidad, la respuesta de Jesús a la pregunta del
joven es una puerta abierta a esa donación total por amor: «Anda, cuanto tienes
véndelo y dáselo a los pobres (…); luego, ven y sígueme» (Mc 10,21). No es un
dejar porque sí; es un dejar que es darse y es un darse que es expresión
genuina del amor. Abramos, pues, nuestro corazón a ese amor-donación. Vivamos
nuestra relación con Dios en esa clave. Orar, servir, trabajar, superarse,
sacrificarse... todo son caminos de donación y, por tanto, caminos de amor. Que
el Señor encuentre en nosotros no sólo un corazón sincero, sino también un
corazón generoso y abierto a las exigencias del amor. Porque —en palabras de
san Juan Pablo II— «el amor que viene de Dios, amor tierno y esponsal, es
fuente de exigencias profundas y radicales».
P. Joaquim PETIT Llimona, L.C. (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Casimiro de Polonia
Príncipe
Hijo del rey Casimiro IV de Polonia y heredero del
trono, nació en el castillo de Wawel (Cracovia) el año 1458. Recibió una
educación esmerada y desde niño se hizo manifiesta su inclinación a la piedad y
al bien. Siendo muy joven, los húngaros que se habían rebelado contra su rey,
le ofrecieron la corona; no le agradó la propuesta por el uso de las armas y la
injusticia que suponía. Decidió consagrar su castidad a Dios, y por ello no
aceptó el matrimonio que le propuso su padre. Cumplió sus deberes como
gobernante y cultivó de manera eminente las virtudes cristianas, la castidad,
la penitencia, la caridad y la generosidad hacia los indigentes: la gente lo
llamaba «defensor de los pobres». Fue también gran defensor de la fe. Tuvo
particular devoción a la Eucaristía y a la Virgen María. Murió tuberculoso el
año 1484, a la edad de 25 años, en Grodno y está enterrado en Vilna (Lituania).
Oración: Dios
todopoderoso, sabemos que servirte es reinar; por eso te pedimos nos concedas,
por intercesión de san Casimiro, vivir sometidos a tu voluntad en santidad y
justicia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Palabras de Benedicto
XVI
“En Cuaresma, con el ayuno y la oración,
permitimos que venga a saciar
el hambre más profunda que experimentamos
en lo íntimo de nuestro corazón:
el hambre y la sed de Dios”
Tema del día:
¿Qué es la Cuaresma?
La
Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para
prepararnos a la gran fiesta de la Pascua.
La palabra “Cuaresma” viene del latín “quadragésima” es el cuadragésimo
día antes de la pascua. Son 40 días de preparación para la gran fiesta de la
Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados, y de cambiar algo de
nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
No
es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido. Es, por excelencia,
el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. En estas fechas algunos
fieles guardan ayuno. Emulando a Jesús cuando estaba en el desierto, justo
antes de su vida pública. Como consecuencia son unos días de preparación,
purificación, reflexión y conversión espiritual.
La
duración de cuarenta días simboliza la prueba de Jesús al permanecer justo 40
días en el desierto, antes de su misión pública. Hoy en día la práctica del
“ayuno” consiste más que en la privación de comer carne, en un espíritu
penitencial, de conversión y de oración. Aun así la abstinencia en la ingesta
de carne es una tradición muy seguida entre los cristianos, sobre todo en las
iglesias de Oriente.
La
Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la
Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre
todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y
estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El
color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es
un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de
preparación al misterio pascual.
En
la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir
la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios,
orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir
una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo,
ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por
ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada
día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el
rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los
hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con
esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la
gloria de la resurrección.
La
duración de la Cuaresma (40 días) está basada en el símbolo del número cuarenta
en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los
cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta
días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en
el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la
estancia de los judíos en Egipto.
En
la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros
significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y
dificultades.
La
práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a
constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con
la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al
menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de
la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse
un espíritu penitencial y de conversión.
La
Cuaresma del año 2019 tiene lugar del 6 de Marzo al 18 de Abril. El tiempo de
Cuaresma es un periodo del calendario litúrgico que comienza el Miércoles de
Ceniza a las 12:00 y finaliza el Jueves Santo sobre las 15:00 (la hora nona)
con la misa vespertina. Son unos días de “ayuno” y penitencia donde se excluyen
los domingos, por ser días de fiesta.
La
Cuaresma tiene cinco domingos más el Domingo de Ramos, en cuyas lecturas los
temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes.
•
Primer Domingo de Cuaresma: 10 de Marzo de 2019
•
Segundo Domingo de Cuaresma: 17 de Marzo de 2019
•
Tercer Domingo de Cuaresma: 24 de Marzo de 2019
•
Cuarto Domingo de Cuaresma: 31 de Marzo de 2019
•
Quinto Domingo de Cuaresma: 7 de Abril de 2019
•
Domingo de Ramos: 14 de Abril de 2019
Fuente: Aciprensa
Mes de San José
Día 4º- Hombre del
silencio.
Junto a Jesús y a María, san José, fuiste hombre del
silencio. Tu casa fue un templo. ¡Un templo donde lo primero fue el amor!
Enséñame, oh san José, a
dominar mi locuacidad y a cultivar el espíritu de recogimiento.
Web Católico de Javier
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del Evangelio.
Un minuto con María
¿Qué más podrías haberme dado, oh Dios, después de
habérmelo ofrecido por entero?
Con tu corazón ardiendo de amor por mí, has sugerido
otro regalo, sí... ¡Otro regalo otra vez! Nos pediste que nos hiciéramos como
niños si queríamos entrar al Reino de los Cielos (Mt 18, 3). Sabes muy bien que
un niño necesita una madre: eres Tú quien estableció esta ley del amor.
En tu bondad y misericordia, has creado para nosotros
una Madre que es la personificación de tu bondad y de tu amor infinito; y desde
la cruz en el Gólgota, nos la ofreciste y nos entregaste a Ella...
También has decidido, oh Dios que nos amas, dárnosla
como Dispensadora y Mediadora todopoderosa de todas las gracias: Tú no le
niegas nada y Ella misma no sabría negarle nada a nadie... ¿Quién, entonces,
podría maldecirse a sí mismo? ¿Quién no alcanzaría el paraíso?
San Maximiliano Kolbe
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Cinco minutos con Jesús
Marzo 4
Todos llevan su cruz. La diferencia está en el modo
como la llevan. Tú debes llevarla a hombros con tu cónyuge.
De las dos cruces de ambos por separado se fundió una
sola, más pesada si la pretende llevar uno solo de los dos, más liviana si se
comparte entre los dos.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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