viernes, 4 de enero de 2019

Pequeñas Semillitas 3873

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 3873 ~ Viernes 4 de Enero de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
 
Alabado sea Jesucristo…
El mundo no quiere oír hablar de esta verdad de fe: Cristo volverá. ¡Y ay de quienes no se encuentren preparados para su venida!, precipitarán en el abismo de fuego, de donde no se sale.
Tenemos tiempo aún de encontrar propicio el rostro de Dios para pedirle perdón y comenzar una nueva vida, levantándonos del pecado y buscando la santidad. Pues llegará el día y la hora que sólo Dios Padre conoce, en que se cumplirá la promesa del Señor, y Cristo vendrá a tomar su cetro, haciendo morir a todos sus enemigos. Ojalá nosotros no nos encontremos en el número de estos últimos.
Consideremos que estas reflexiones no están llamadas a producirnos miedo, sino a que encaminemos nuestras vidas conforme a la ley de Dios y a sus Mandamientos, que son el verdadero camino para la salvación.

¡Buenos días!

Vigila tus pensamientos
La calidad moral de tus pensamientos y sentimientos es determinante para tu personalidad. Por lo tanto, se impone que vigiles a la puerta de tu mente y corazón para que no se instalen en tu interior ni emociones innobles, ni ideas insanas que originarían un desastre en tu vida. Esta orientación es unánime en pensadores y jefes religiosos. Lee esto de Mahatma Gandhi:

Cuida tus pensamientos porque se volverán palabras.
Cuida tus palabras porque se volverán actos.
Cuida tus actos porque se harán costumbres.
Cuida tus costumbres porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter porque formará tu destino.
Y tu destino será tu vida.

No hay duda de que tu vida es el resultado de tus pensamientos habituales. Sí, si tienes pensamientos felices, serás feliz. Si tienes pensamientos desdichados, serás desdichado. Si tienes pensamientos temerosos, tendrás miedo. Si piensas en el fracaso, seguramente fracasarás. Según un hombre piensa en su corazón, así es él. Elige bien. Hasta mañana.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
Primera Lectura: 1Jn 3, 7-10

Salmo: Sal 97, 1. 7-9

SANTO EVANGELIO: Jn 1,35-42
En aquel tiempo, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?». Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, “Maestro”— ¿dónde vives?». Les respondió: «Venid y lo veréis». Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día. Era más o menos la hora décima. Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús. Éste se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» —que quiere decir, Cristo—. Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» —que quiere decir, “Piedra”.

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos recuerda las circunstancias de la vocación de los primeros discípulos de Jesús. Para prepararse ante la venida del Mesías, Juan y su compañero Andrés habían escuchado y seguido durante un tiempo al Bautista. Un buen día, éste señala a Jesús con el dedo, llamándolo Cordero de Dios. Inmediatamente, Juan y Andrés lo entienden: ¡El Mesías esperado es Él! Y, dejando al Bautista, empiezan a seguir a Jesús.
Jesús oye los pasos tras Él. Se gira y fija la mirada en los que le seguían. Las miradas se cruzan entre Jesús y aquellos hombres sencillos. Éstos quedan prendados. Esta mirada remueve sus corazones y sienten el deseo de estar con Él: «¿Dónde vives?» (Jn 1,38), le preguntan. «Venid y lo veréis» (Jn 1,39), les responde Jesús. Los invita a ir con Él y a mirar, contemplar.
Van, y lo contemplan escuchándolo. Y conviven con Él aquel atardecer, aquella noche. Es la hora de la intimidad y de las confidencias. La hora del amor compartido. Se quedan con Él hasta el día siguiente, cuando el sol se alza por encima del mundo.
Encendidos con la llama de aquel «Sol que viene del cielo, para iluminar a los que yacen en las tinieblas» (cf. Lc 1,78-79), marchan a irradiarlo. Enardecidos, sienten la necesidad de comunicar lo que han contemplado y vivido a los primeros que encuentran a su paso: «¡Hemos encontrado al Mesías!» (Jn 1,41). Los santos también lo han hecho así. San Francisco, herido de amor, iba por las calles y plazas, por las villas y bosques gritando: «El Amor no está siendo amado».
Lo esencial en la vida cristiana es dejarse mirar por Jesús, ir y ver dónde se aloja, estar con Él y compartir. Y, después, anunciarlo. Es el camino y el proceso que han seguido los discípulos y los santos. Es nuestro camino.
Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Isabel Ana Bayley Seton
Viuda y Fundadora 

Tuvo de su matrimonio cinco hijos. Era anglicana y de viuda, en 1805, descubrió el catolicismo. Fundó la Congregación de las Hermanas de la Caridad de San José con el fin de educar a niñas y atender a niños pobres. Murió en Emmitsburg (Estados Unidos) el año 1821. Fue canonizada por el papa San Pablo VI en el año 1975.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día

"Cuando no se camina al lado de Cristo, que nos guía,
nos dispersamos por otras sendas,
como la de nuestros propios impulsos ciegos y egoístas,
la de propuestas halagadoras
pero interesadas, engañadas y volubles,
que dejan el vacío y la frustración tras de sí".
Benedicto XVI

Tema del día:
El peligro de las riquezas
 
Cuando el Señor nos da una posición acomodada, desahogada, no es para que la disfrutemos nosotros solos, sino para que aprovechemos esa situación para realizar más obras de misericordia con los necesitados y menesterosos. Porque así como en este mundo tenemos las puertas abiertas por tener riquezas, en el otro mundo las puertas muchas veces están cerradas justamente por tener riquezas y no haberlas sabido emplear justamente.

Entonces hagamos buenas obras con los necesitados para que éstos, que son los predilectos de Dios, estén en la puerta del Cielo y nos abran y hablen por nosotros a Dios. Pero es que si realizamos buenas obras aquí en la tierra, ya estas mismas obras hablarán por nosotros a Dios y anticiparán el juicio, es decir que no seremos juzgados al morir, sino que nos salvaremos infaliblemente.

¡Cuántos y cuántos condenados hay en el Infierno por el amor desordenado a las riquezas! Se perdieron por no haberlas puesto al servicio de Dios y del prójimo necesitado.

Es mejor que siempre demos limosnas a los pobres, antes que estos nos la vengan a robar con violencia y sin mérito para nosotros.

En el mundo de hoy hay que tener especial cuidado con esto porque el materialismo, error de Satanás, está seduciendo a todos los hombres y les hace creer que la felicidad está en el tener, en el poseer riquezas y comodidades. Pero nosotros recordemos cómo fue el Nacimiento y Vida de Jesús -muy pobres- y acomodemos nuestro vivir a esta norma, ya que está en juego nuestra eternidad.

Si pensamos que Dios permite el mal y las desventuras humanas para que los hombres se socorran mutuamente en sus miserias y necesidades; también podemos pensar qué tremendo castigo espera a quien es egoísta y acapara las riquezas para sí solo o para los suyos y no es generoso con los que sufren alguna necesidad.

Estamos a tiempo todavía. Si Dios nos ha colocado en una buena posición económica, no es porque somos los mejores, sino que el Señor nos confía esos recursos para que seamos misericordiosos. ¡Ay de nosotros si no lo somos!

Es mejor quedarse pobre por haber sido generosos, que llenos de dinero ir a parar al Infierno.

Pero no tengamos miedo, que Dios no se deja vencer en generosidad, y si damos en abundancia, Dios nos dará más todavía. Pocos son los que entienden esta gran verdad.
Sitio Santísima Virgen

Un minuto con María
Los veteranos estadounidenses que participaron en la 60ª Peregrinación Militar Internacional en el Santuario Mariano de Lourdes, Francia, a finales de mayo de 2018, dieron testimonio de las gracias recibidas en este viaje.
El comandante Jeremy Haynes, que hacía su primera visita a Lourdes, explicó: "Este viaje nos ha cambiado la vida a mi esposa y a mí. Ahora que la fe ha sido incorporada a nuestra brújula, estamos decididos a seguir adelante. Haynes fue herido cuatro veces en Afganistán. Desde entonces sufre parálisis. Fue un momento difícil para él. Él también busca curarse de una lesión en su vida familiar.
Y continúa: "Como la fe tenía poco lugar en nuestro hogar, mi vida familiar era un desastre y el divorcio era inminente. Después de mis heridas entré en depresión. Soy un hombre pecador, pero Dios ha sido misericordioso salvándome la vida y permitiéndome estar presente en el nacimiento de mi hijo. Esta peregrinación me permitió purificar mi alma y acercarme más a mi esposa”.
Haynes se había apuntado al viaje a Lourdes para buscar la curación "mental, física, espiritual y emocional". Dijo que se sentía profundamente honrado de haber estado con soldados de todo el mundo: "Partimos el pan y rezamos juntos. Hablábamos diferentes idiomas, pero la fe nos unía". 

Pedidos de oración
 
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Juan de Dios A. A., quien residía en la ciudad de Neiva (capital del Departamento del Huila), Colombia. Oramos por toda su familia, ante esta repentina e irreparable pérdida, pero seguros que ya Juan de Dios se encuentra gozando de una de las habitaciones que el Señor Jesús ha reservado para él, y pidiendo la misericordia de Dios para que perdone todas aquellas faltas que pueda haber cometido durante su estadía en esta tierra.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos con Jesús 
Enero 4
¡Cuento contigo! Cuento con todas las veces que tú prometiste seguir mis preceptos.
¡Cuento contigo! Son muchos los hombres que no me conocen y algunos me odian porque no saben amar; y cuento contigo, a fin de que lleves a esos hermanos la luz y el amor de mi santo Evangelio, que cambie su vida y les haga elevar su mirada a la altura del cielo, donde yo los espero con inmensa bondad.
¡Y yo cuento con tu gracia! Con tu gracia, Señor, que da fuerza; esa fuerza que yo necesito; esa fuerza que vence y destruye la inerte pereza...
Yo cuento, Señor, con tu gracia, con tu gracia que es luz, con tu gracia que es fuerza. Luz y fuerza, energía y vigor, entusiasmo y empuje.
Tú cuentas conmigo, Señor, y yo cuento contigo, mi Dios.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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