sábado, 8 de septiembre de 2018

Pequeñas Semillitas 3764

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3764 ~ Sábado 8 de Setiembre de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
"Si la música alimenta el amor, sigue tocando", escribió William Shakespeare en Noche de Reyes. Y relacionar la música con el alimento y el amor es otro ejemplo del genio de Bard.
Porque la música –como el alimento– tiene la propiedad de llenarnos, de satisfacer las partes de nuestra alma que ansían expresar gozo, nostalgia, lamento, tristeza, deleite.  Y, al igual que el amor, la música tiene la capacidad de tocar nuestros corazones, recordarnos personas, lugares y acontecimientos que, mediante melodías tristes o alegres, han quedado grabados indeleblemente en nuestras vidas.
Consideremos la música como parte de nuestras vidas. Descubramos melodías que formen parte de la composición de la vida y celebremos esos sonidos con un corazón agradecido y un canto en los labios.
¡Sigue cantando pues!

¡Buenos días!

En las dificultades
La mayoría de las situaciones difíciles de la vida son como esas complicadas obras de ingeniería que enlazan las supercarreteras modernas: aunque nos parezca increíble, todas tienen alguna salida. Recuerda también que “no hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba” (Séneca).

Señor, a veces pretendo un paraíso para ser feliz. Me lamento porque la vida de cada día está llena de límites, de imprevistos, de cansancios y preocupaciones. Sin embargo, igualmente me invitas a ser feliz. Ayúdame a encontrar la felicidad en medio de las dificultades, sabiendo que estás conmigo. Recuerdo que tu cruz siempre trae bendiciones, y cuando te ofrezco mis dificultades allí siempre nace una bendición. Te doy gracias, Señor, por las cosas buenas que aprendo gracias a las dificultades, porque así me enseñas a convivir, a entregarme y a hacer el bien. Gracias porque me haces madurar y crecer, y porque estás conmigo en cada momento Amén. (P. Víctor Fernández).

Aprender de las dificultades, encontrar a Dios en ellas, seguir luchando por un sueño, son otros tantos desafíos a superar la mediocridad y el estancamiento. Que no dramatices las dificultades, porque no pocas veces son fantasmas de la imaginación que racionaliza nuestras cobardías para no salir de la fácil rutina. ¡Ánimo, sé valiente y confía en el Señor!
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy 
Primera Lectura: Miq 5, 1-4a

Salmo: Sal 12, 6

SANTO EVANGELIO: Mt 1,1-16.18-23
Libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos, Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, Esrom engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naassón, Naassón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, Obed engendró a Jesé, Jesé engendró al rey David.
David engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abiá, Abiá engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatam, Joatam engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amón, Amón engendró a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando la deportación a Babilonia.
Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliakim, Eliakim engendró a Azor, Azor engendró a Sadoq, Sadoq engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Mattán, Mattán engendró a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Así que el total de las generaciones son: desde Abraham hasta David, catorce generaciones; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
La generación de Jesucristo fue de esta manera: su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel», que traducido significa: "Dios con nosotros".  

Comentario:
Hoy, la genealogía de Jesús, el Salvador que tenía que venir y nacer de María, nos muestra cómo la obra de Dios está entretejida en la historia humana, y cómo Dios actúa en el secreto y en el silencio de cada día. Al mismo tiempo, vemos su seriedad en cumplir sus promesas. Incluso Rut y Rahab (cf. Mt 1,5), extranjeras convertidas a la fe en el único Dios (¡y Rahab era una prostituta!), son antepasados del Salvador.
El Espíritu Santo, que había de realizar en María la encarnación del Hijo, penetró, pues, en nuestra historia desde muy lejos, desde muy pronto, y trazó una ruta hasta llegar a María de Nazaret y, a través de Ella, a su hijo Jesús. «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel» (Mt 1,23). ¡Cuán espiritualmente delicadas debían ser las entrañas de María, su corazón y su voluntad, hasta el punto de atraer la atención del Padre y convertirla en madre del “Dios-con-los-hombres”!, Él que tenía que llevar la luz y la gracia sobrenaturales para la salvación de todos. Todo, en esta obra, nos lleva a contemplar, admirar y adorar, en la oración, la grandeza, la generosidad y la sencillez de la acción divina, que enaltece y rescatará nuestra estirpe humana implicándose de una manera personal.
Más allá, en el Evangelio de hoy, vemos cómo fue notificado a María que traería a Dios, el Salvador del Pueblo. Y pensemos que esta mujer, virgen y madre de Jesús, tenía que ser a la vez nuestra madre. Esta especial elección de María —«bendita entre todas las mujeres» (Lc 1,42)— hace que nos admiremos de la ternura de Dios en su manera de proceder; porque no nos redimió —por así decirlo— “a distancia”, sino vinculándose personalmente con nuestra familia y nuestra historia. ¿Quién podía imaginar que Dios iba a ser al mismo tiempo tan grande y tan condescendiente, acercándose íntimamente a nosotros?
Fray Agustí ALTISENT i Altisent Monje de Santa Mª de Poblet (Tarragona, España)

Santoral Católico:
Natividad de la Virgen María 
Natividad de la Virgen María, descendiente de Abrahán, nacida de la tribu de Judá y de la progenie del rey David, de la cual nació el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del Espíritu Santo, para liberar a la humanidad de la antigua servidumbre del pecado. La celebración del cumpleaños de la Virgen, en que los fieles le ofrecen su homenaje e imploran su protección, está ligada a la basílica de Santa Ana, construida en el siglo V en el ámbito de la piscina Probática (Jn 5,1-9), junto al templo de Jerusalén. La tradición localizaba allí la casa de Joaquín y de Ana, padres de la Virgen. El protoevangelio apócrifo de Santiago fija el lugar del nacimiento de María en las cercanías del Templo, y ya en el siglo V los peregrinos visitaban junto a la piscina Probática «la iglesia de Santa María, en la que ella nació». La basílica actual fue edificada por los cruzados; en la cripta se venera la casa de Joaquín y de Ana, y el lugar del nacimiento de su hija María. La liturgia une el aniversario del nacimiento de la Virgen con la perspectiva del comienzo de los misterios de la salvación. La celebración mariana es la primicia de los bienes que su Hijo nos traerá. En esta misma fecha, o en los días inmediatos, se celebra también a la Virgen bajo múltiples nombres y advocaciones.
Oración: Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que, cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, consigamos aumento de paz en la fiesta de su Nacimiento. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Virgen de la Caridad del Cobre
Patrona de Cuba
 
Nuesra Señora de la Caridad del Cobre, o la Virgen de la Caridad del Cobre, Caridad del Cobre o simplemente Cachita, es una de las advocaciones de la Virgen María. Es la Patrona de Cuba, este solemne nombramiento fue proclamado por el papa Benedicto XV en el año 1916. Posteriormente, en un viaje realizado por Juan Pablo II a Cuba en 1998, coronó con gran dignidad a la Virgen como Patrona de Cuba.
La imagen mariana se venera en la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba.
Benedicto XVI le otorga el 26 de marzo de 2012 la Rosa de Oro de la Cristiandad, con motivo del cuadringentésimo aniversario de la aparición de la imagen.
El papa Francisco en su vista a Cuba en septiembre de 2015, y con motivo la conmemoración de los cien años de la consagración de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre o "Cachita", como la conocen los cubanos, por parte del Papa Benedicto XV, decretó el Año Santo Excepcional de la Misericordia.
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Palabras del Santo Padre Pío
 
“En la medida en que vaciéis vuestro Yo de sí mismo,
es decir, del apego a los sentidos y a vuestra propia voluntad,
echando raíces en la santa humildad,
el Señor hablará a vuestro corazón”

Poesía a la Natividad
de la Virgen María 
Canten hoy, pues nacéis vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy, pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.

Digan, Señora, de vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Y nosotros, que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también,
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.
(Lope de Vega)

Humor de sábados
La paradoja de la vida
Dicen que Dios creó al burro y le dijo: serás burro, trabajarás de sol a sol, cargarás sobre tu lomo todo lo que te pongan y vivirás 30 años.
El burro contestó: Señor, seré todo lo que me pidas, pero 30 años es mucho... ¿por qué no mejor 10 años?
Y Dios creo al burro

Después creó al perro y le dijo: serás perro, cuidarás las casas de los hombres, comerás lo que te den y vivirás 25 años.
El perro contestó: Señor, seré todo lo que me pidas, pero 25 años es mucho... ¿por qué no mejor 10 años?
Y Dios creó al perro.

Luego Dios creó al mono y le dijo: serás mono, saltarás de árbol en árbol, harás payasadas para divertir a los demás y vivirás 15 años.
El mono contestó: Señor, seré todo lo que me pidas, pero 15 años es mucho... ¿por qué no mejor 5 años?
Y Dios creó al mono.

Finalmente Dios creó al hombre y le dijo: serás el más inteligente, dominarás el mundo y vivirás 30 años.
El hombre contestó: Señor, seré todo lo que me pidas, pero 30 años es poco ¿por qué no me das los 20 que no quiso el burro, los 15 que rechazó el perro, y los 10 que no aceptó el mono?
Y Dios creó al hombre.

Así es como el hombre vive 30 años como hombre, luego se casa y vive 20 años como burro, trabajando de sol a sol y cargando con la familia, luego se jubila y vive 15 años como perro cuidando la casa, comiendo lo que le den... y termina viviendo 10 años como mono: saltando de casa en casa de los hijos y haciendo payasadas para divertir a los chicos.

Esta es la paradoja de la vida.

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” 
"Celebramos el nacimiento de la Virgen María... Celebramos con gozo... ¿Quién es esta que se asoma como alba? Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María Santísima, cuya vida ilustra de esplendor a toda la Iglesia... Hoy ha nacido la Virgen María del linaje de David. Por Ella vino la salvación del mundo a los creyentes, y por su vida gloriosa todo el orbe quedó iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría de todo el mundo... Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de la Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la más grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...
¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu nacimiento. Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el oscuro camino de la fe. Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad. Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres... naciste como cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacerá el Salvador del mundo unos años después. Felicidades a la pobre de Nazareth. Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta". Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad. Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias". Felicidades, Madre, porque eres la Madre de Dios y mía también.

Pedidos de oración
 
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas: Kristi M., 48 años, de Canadá, por trabajo seguro y estable; Lucha, Eleana y Willy, de Perú, por salud y protección para toda la familia; Silvio R. S., de Lima, Perú, para que la mano del Señor lo proteja en su salud; Mirtha A., que ha tenido un accidentee de tránsito muy grave en Maryland (USA), ha sido operada y está muy delicada; Violeta Edda, 71 años, de Miami, USA, que tiene citas médicas con especialista de garganta y ginecología para pruebas varias; Carmita G., 75 años, de Canadá, para que el orden divino siga protegiendo su salud; Josefina K., de México, que no puede hablar y no encuentran solución médica al problema; Ana A., de Argentina, por liberación para ella y sus tres jóvenes hijos; Nuria, 58 años, de Barcelona, España, por salud y compañía de sus hijos; Vicky, joven de Argentina con problemas de visión y ataques de pánico; María Irene, 69 años, de Argentina, por salud y paz para ella y su familia; Nancy E., 75 años, de Canadá, con osteoartritis y mucho dolor. Por todas estas personas, te rogamos Señor.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo 
Setiembre 8
En Juan 14,21-26 leemos unas preciosas promesas que nos hablan de la intimidad de Dios en nuestros corazones. Los que aman a Dios se convierten en verdaderos templos de la presencia del Padre y de Jesús. Sólo esa presencia de amor hace posible cumplir de verdad los mandamientos, vivir lo que el Señor nos pide.
Pero luego aparece alguien más haciéndose presente en la intimidad de los creyentes: el Padre enviará el Espíritu Santo. Él es el que enseñará todo a los discípulos para que puedan comprender las enseñanzas de Jesús.
En realidad el Espíritu Santo no enseñará cosas que Jesús no haya dicho, sino que recordará y hará comprender en profundidad las palabras de Jesús.
Jesús sabe que los discípulos no pueden comprender todas sus palabras, pero les promete que cuando llegue el Espíritu Santo él les hará alcanzar la verdad completa (Juan 16,13). En realidad este texto dice "los conducirá en la Verdad completa".
Y como en el Evangelio de Juan la Verdad es el mismo Jesús, esto significa que el Espíritu Santo nos conduce dentro del misterio de Jesús para que podamos comprenderlo plenamente. No significa entonces que el Espíritu Santo nos da algo que Jesús no nos puede dar, o que nos enseña cosas que Jesús no nos enseñó. En realidad lo que él hace es recordarnos las enseñanzas de Jesús e introducirnos dentro del misterio de Jesús para que podamos comprender mejor sus palabras y amarlo más.
El Espíritu Santo nos lleva a Jesús, nos acerca más a él, nos hace entrar en él. Y en cada momento de nuestra vida él nos recuerda las palabras de Jesús para que iluminen nuestra existencia y nos permitan seguir el buen camino. Por eso Jesús dice que el Espíritu Santo "no hablará por su cuenta" (Juan 16,13).
En todo lo que el Espíritu Santo hace está dando gloria a Jesús, ya que lo que él comunica es lo que recibe de Jesús (v. 14), así como Jesús comparte todo con el Padre amado (v. 15).
* Mons. Víctor Manuel Fernández 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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