martes, 6 de mayo de 2008

Pequeñas Semillitas 0384

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0384 ~ Martes 6 de Mayo de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
Ayuda a la Naturaleza y trabaja con ella, así la Naturaleza te considerará como uno de sus creadores y te prestará obediencia.
Y ante ti, abrirá de para en par las puertas de sus recintos secretos, y pondrá de manifiesto ante tus ojos los tesoros ocultos en las profundidades de su seno puro y virginal, no contaminados por la mano de la materia.
Ella muestra sus tesoros únicamente al ojo del Espíritu, ojo que jamás se cierra y para el cual no hay velo alguno en todos sus reinos.
Entonces te indicará los medios y el camino, la puerta primera y la segunda y la tercera, hasta la misma séptima.
Y luego te mostrará la meta, más allá de la cual hay, bañadas en la luz del sol del Espíritu, glorias indecibles que únicamente se pueden percibir con los ojos del alma.
Marta



Evangelio de hoy



En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que según el poder que le has dado sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que tú le has dado. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar.
»Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo fuese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu Palabra. Ahora ya saben que todo lo que me has dado viene de ti; porque las palabras que tú me diste se las he dado a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido verdaderamente que vengo de ti, y han creído que tú me has enviado.
»Por ellos ruego; no ruego por el mundo, sino por los que tú me has dado, porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo y todo lo tuyo es mío; y yo he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti».
(Juan 17,1-11a)

Comentario
Hoy, el Evangelio de san Juan -que hace días estamos leyendo- comienza hablándonos de la "hora": «Padre, ha llegado la hora» (Jn 17,1). El momento culminante, la glorificación de todas las cosas, la donación máxima de Cristo que se entrega por todos... "La hora" es todavía una realidad escondida a los hombres; se revelará a medida que la trama de la vida de Jesús nos abre la perspectiva de la cruz.
¿Ha llegado la hora? ¿La hora de qué? Pues ha llegado la hora en que los hombres conocemos el nombre de Dios, o sea, su acción, la manera de dirigirse a la Humanidad, la manera de hablarnos en el Hijo, en Cristo que ama.
Los hombres y las mujeres de hoy, conociendo a Dios por Jesús («las palabras que tú me diste se las he dado a ellos»: Jn 17,8), llegamos a ser testigos de la vida, de la vida divina que se desarrolla en nosotros por el sacramento bautismal. En Él vivimos, nos movemos y somos; en Él encontramos palabras que alimentan y que nos hacen crecer; en Él descubrimos qué quiere Dios de nosotros: la plenitud, la realización humana, una existencia que no vive de vanagloria personal sino de una actitud existencial que se apoya en Dios mismo y en su gloria. Como nos recuerda san Ireneo, «la gloria de Dios es que el hombre viva». ¡Alabemos a Dios y su gloria para que la persona humana llegue a su plenitud!
Estamos marcados por el Evangelio de Jesucristo; trabajamos para la gloria de Dios, tarea que se traduce en un mayor servicio a la vida de los hombres y mujeres de hoy. Esto quiere decir: trabajar por la verdadera comunicación humana, la felicidad verdadera de la persona, fomentar el gozo de los tristes, ejercer la compasión con los débiles... En definitiva: abiertos a la Vida (en mayúscula).
Por el espíritu, Dios trabaja en el interior de cada ser humano y habita en lo más profundo de la persona y no deja de estimular a todos a vivir de los valores del Evangelio. La Buena Nueva es expresión de la felicidad liberadora que Él quiere darnos.
Rev. D. Pere Oliva i March (Sant Feliu de Torelló-Barcelona, España)



Santoral y Efemérides

En el Santoral Católico hoy se conmemora a Santo Domingo Savio, discípulo dilecto de San Juan Bosco.

Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre y para los educadores y estudiantes salesianos.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1758 - Nace Maximilien Robespierre, abogado y político francés, figura destacada de la Revolución Francesa.
1833 - El inventor estadounidense John Deere fabrica la primera chapa de acero.
1835 - James Gordon Bennett edita el primer número del "The New York Herald", uno de los periódicos más leídos en la época en los EE.UU.
1840 - Muere Francisco de Paula Santander, militar y político colombiano.
1856 - Nace Sigmund Freud, médico y neurólogo austríaco, fundador del psicoanálisis.
1859 - Muere el barón Alexander Von Humboldt, naturalista alemán.
1860 - Garibaldi parte de Génova con la expedición de los 1.000 para liberar Sicilia.
1889 - Se termina de construir la Torre Eiffel, en París.
1910 - Muere en el Palacio de Buckingham el rey Eduardo VII de Inglaterra.
1937 - Tragedia del Hindenburg: se incendia el dirigible alemán al aterrizar en Nueva York.
1941 - José Stalin se convierte en primer ministro de la Unión Soviética.
1952 - Muere María Montessori, pionera italiana de la educación.
1968 - Por la revuelta estudiantil conocida como el "Mayo francés" se declara el estado de sitio en París.
1989 - Muere el actor Guy Williams, famoso por su personificación de "El Zorro".
1992 - Muere la actriz de origen alemán Marlene Dietrich.
1994 - La reina Isabel II de Inglaterra y el presidente francés, Francois Miterrand, inauguran el túnel bajo el canal de la Mancha, el Eurotunel.
2002 - La Autoridad Nacional Palestina (ANP) e Israel llegan a un acuerdo que pone fin a 35 días de asedio de la Basílica de la Natividad de Belén por el Ejército israelí.



Pensamiento



"Si la ayuda y la salvación han de llegar sólo puede ser a través de los niños. Porque los niños son los creadores de la humanidad".
María Montessor



La misión de las manos



No tenemos en nuestras manos las soluciones para los problemas del mundo. Pero frente a los problemas del mundo, tenemos nuestras manos. Cuando el Dios de la historia venga, nos mirará las manos.

El hombre de la tierra no tiene el poder de suscitar la primavera. Pero tiene la oportunidad de comprometer sus manos con la primavera. Y así que la primavera lo encuentra sembrando. Pero no sembrando la primavera; sino sembrando la tierra para la primavera. Porque cada semilla, cada vida que en el tiempo de invierno se entrega a la tierra, es un regalo que se hace a la primavera. Es un comprometer las manos con la historia.

Sólo el hombre en quien el invierno no ha asesinado la esperanza, es un hombre con capacidad de sembrar. El contacto con la tierra engendra en el hombre la esperanza. Porque la tierra es fundamentalmente el ser que espera. Es profundamente intuitiva en su espera de la primavera, porque en ella anida la experiencia de los ciclos de la historia que ha ido haciendo avanzar la vida en sucesivas primaveras parciales.

El sembrador sabe que ese puñado de trigo ha avanzado hasta sus mansos de primavera en primavera, de generación en generación, superando los yuyales, dejándolos atrás. Una cadena ininterrumpida de manos comprometidas ha hecho llegar hasta sus manos comprometidas, esa vida que ha de ser pan.

En ese momento de salida del invierno latinoamericano es fundamental el compromiso de siembra. Lo que ahora se siembra, se hunde, se entrega, eso será lo que verdeará en la primavera que viene. Si comprometemos nuestras manos con el odio, el miedo, la violencia vengadora, el incendio de los pajonales, el pueblo nuevo sólo tendrá cenizas para alimentarse. Será una primavera de tierras arrasadas donde sólo sobrevivirán los yuyos más fuertes o las semillas invasoras de afueras.

Tenemos que comprometer nuestras manos en la siembras. Que la madrugada nos encuentre sembrando. Crear pequeños tablones sembrados con cariño, con verdad, con desinterés, jugándonos limpiamente por la luz en la penumbra del amanecer. Trabajo simple que nadie verá y que no será noticia. Porque la única noticia auténtica de la siembra la da sólo la tierra y su historia, y se llama cosecha. En las mesas se llama pan.

Si en cada tablón de nuestro pueblo cuatro hombres o mujeres se comprometen en esa siembra humilde, para cuando amanezca tendremos pan para todos. Porque nuestra tierra es fértil. Tendremos pan y pan para regalar a todos los hombres del mundo que quieran habitar en nuestro suelo.

Si amamos nuestra tierra, que la mañana nos pille sembrando.

Mamerto Menapace



Cosas curiosas



¿ Sabías que el barómetro es un instrumento para medir la presión atmosférica, es decir, la fuerza por unidad de superficie ejercida por el peso de la atmósfera ?
El peso del aire ejerce sobre la tierra una presión que es llamada "presión atmosférica". Este fenómeno fue descubierto por Evangelista Torricelli.



¿ Sabías que la zanahoria es la raíz comestible de la planta del mismo nombre ?
El color anaranjado de esta raíz se debe al colorante llamado caroteno, que constituye la provitamina A, y que la hace tan importante para el consumo humano.



¿ Sabías que cuando Alejandro Magno murió en Babilonia, fue trasladado hasta Macedonia ...?
...en un recipiente lleno de miel y el cadáver se conservó intacto.




Historias : María Santísima y una colecta diferente



- Madre mía, en esta Misa me han pedido que sea una de las personas que haga la colecta. Te confieso que mi vanidad a veces se siente más halagada con leer la Liturgia. Hacer la colecta lo veo como algo no tan profundo como la lectura, quizás como algo externo, sin mensaje al alma.
- Bien dices, hija querida, “lo ves” como algo repetido, como un gesto que, por conocido, no lo valoras en su justa medida…
- Ay Madre, gracias por estar aquí para enseñarme.
- ¿Me permites acompañarte en la colecta?
- Oh, si, seguro que de tu mano verá mi alma lo que mis ojos no perciben….
Y llegado el momento me dirijo hacia el altar, y mi corazón percibe al tuyo cercano, compañero, amigo….
Y vamos pasando junto a los bancos. En el primero hay un joven con capacidad diferente y mirada de ángel que, junto a su padre, escucha Misa todos los domingos.
- Mira sus ojos- me recomiendas- mira sus ojos.
Y me detengo en la mirada de este joven, en la cual nunca había reparado y es como si un trozo de cielo se abriera por un instante. Fue tan solo un segundo, pero la exquisita pureza de su alma era el regocijo de los ángeles.
- ¿Comprendes hija? Este joven ha dejado en la bolsa no sólo unas monedas. Ha ofrecido su corazón en un gesto de amor puro y perfecto.
Me incliné ante él con un gesto que los demás interpretaron como agradecimiento. Fue reverencia.
Continuamos y una abuela nos deja sus monedas.
- Mira sus ojos- repites.
Y una rara tristeza asoma en esos ojos cansados, pero serenos
- Conozco el dolor de su alma, hija. Mi amado Hijo también lo conoce. ¿Ves? Ella lo deposita en la bolsa de la colecta, junto a sus monedas, como silenciosa oración, en la plena seguridad de que será escuchada.
Me inclino ante ella con un “Gracias”, cuyo profundo significado solo tu y yo, Madre mía, comprendemos.
Una pequeña deposita también su ofrenda y veo en sus ojos la inocencia y la alegría de su alma.
Así fui llegando, de tu Mano, hasta el final de los bancos y me puse en espera de que iniciaran su marcha las personas que llevaban el pan y el vino.
- Hija, extiende la bolsa, pues debes recoger más ofrendas.
- ¿Más, Madrecita? Pero… ya he terminado.
- Eso crees tú. Mira con tu corazón el camino hacia el altar.
Y mi alma extasiada veía muchos ángeles guardianes que estaban en cada banco, en espera. Cuando empecé a caminar, ellos ponían en la bolsa muchas ofrendas tomadas de cada corazón.
- Madre ¿Qué es lo que ponen en la bolsa?
- Fíjate, por esta vez te esta permitido.
Y mi corazón miró dentro y vio la ofrenda: sueños, proyectos, tiempo para compartir con hermanos, hijos, esposos, esposas, familias, trabajos, tristezas, alegrías, talentos para multiplicar, dones para florecer…
- ¿Cómo pueden entrar tantas cosas en una bolsa tan pequeña?
- Misterios del amor del Padre, hija. ¿Recuerdas el portal de Belén? Era tan pequeña la cuna y sin embargo en ella descansaba la Eterna Sabiduría. Esto que llevas al altar es puesto en las manos de Jesucristo, en Su Corazón, cada sueño, proyecto, tristeza, duda o alegría es ofrecida para que Él saque algo bueno para la salvación de cada alma. También le pedimos que Él cuide de cada esposo, esposa, hijos, padres, amigos. Así, con esta ofrenda Él llega a otros corazones…
- ¿Cómo es eso, Madre?
- Por la Bendita Comunión de los Santos, hija. Como decía el Papa Pío XII "La salvación de los unos, depende de la oración y el sacrificio de los demás".
Faltan pocos pasos para el altar…
- ¿Y tu, hija? ¿No haces tu ofrenda?
Es allí donde resuenan en mi alma las Palabras de Jesús: “Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano; luego vuelves y presentas tu ofrenda.(Mt 5,23-24)
Y entonces me cruzo con la mirada de Rosalía, una compañera a la que no saludaba hacia tiempo por una discusión trivial. Las palabras de Jesús tienen eco en mi corazón: “Reconcíliate, reconcíliate”… De mi corazón brota una sonrisa y un sincero saludo a Rosalía, quien me lo devuelve agradecida….
Ahora puedo responder en paz a tu pregunta, Madrecita:
- Si, claro, Señora mía…
Y comenzó mi ángel guardián a depositar mis ofrendas…. Mi familia, mis amigos, mi apostolado, mis sueños…. Todos los que amo, los que no amo, los que comprendo y los que no, los cercanos y los lejanos….
- ¿Qué pides para ellos, hija?
- Que reciban todos y cada uno todas las gracias que necesitan para llegar a ser todo lo santo que Jesús y Tú esperan que sean.
Y recuerdas en el alma las bellas palabras de la Beata Madre Teresa de Calcuta "La santidad no es un lujo de unos pocos, sino el llamado para todos".
Pocos pasos me separan del altar.
- Madre, qué profunda alegría siente mi alma. Verdaderamente no conocía cuánta misericordia Jesús derrama en este sencillo acto. No es sólo el dinero que damos para contribuir al sostenimiento de la Iglesia. No, es algo más, es mucho más….
Madre… infinitas gracias por ser mi Maestra del alma… gracias por enseñarme y perdón por todas las veces que te entristecí, por no conocer plenamente el valor de la colecta…

Amiga, amigo que lees estas líneas…. No dejes pasar la bella oportunidad de la colecta, no sólo para ayudar con tu generosidad a Nuestra Iglesia, sino también para ofrecer todo lo que tienes, todos los que tienes… aquellos a quienes amas y comprendes, y a los que no amas ni comprendes también.

Maria Susana Ratero
susanaratero@yahoo.com.ar


Nota de la autora:
"Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de 'Cerrar los ojos y verla' o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a mi imaginación, sin intervención sobrenatural alguna."



Mayo mes de María


Día 6: Nada Podrá destruirlo

Un hecho extraordinario se produjo, en México, durante la mañana del 14 de diciembre de 1921, cuando la Basílica de Guadalupe se encontraba vacía de feligreses.

Luciano Pérez, un gigantesco obrero de la construcción, entró en la iglesia llevando un ramo de flores muy grande, proporcionado a su enorme tamaño. De haberse encontrado en aquellos momentos algún observador en la basílica, quizá se hubiera sorprendido de que Luciano Pérez llevara el ramo con las dos manos y los músculos contraídos, dada la extraordinaria fuerza física que se le atribuía; tanta fuerza tenía, se decía, que le permitía arrojar con facilidad un ladrillo hasta el tercer piso de una casa en construcción. En efecto, le pesaba tanto porque el interior del ramo contenía una pesadísima carga de dinamita.

Luciano Pérez, subió las gradas del altar y depositó a los pies de la Virgen de Guadalupe la ofrenda floral. Se marchó y poco después explotó la potentísima carga de dinamita. El mármol de las gradas del altar quedó hecho añicos, los candelabros y objetos de metal se doblaron y retorcieron como si fueran de goma, todos los cristales se rompieron incluidos los de los edificios vecinos, pero el cristal de la Virgen de Guadalupe ni siquiera se agrietó: "Este hecho -concluyen los expertos- no puede ser explicado científicamente".

¿Por qué Dios quiere estos hechos milagrosos? Para decirnos bien claro que la Virgen existe y que el amor de los cristianos hacia Ella nada podrá destruirlo.

Santa María, ya se ve que Dios tiene interés en dejarnos muy claro a los hombres que Él tiene una predilección grande por Ti. Es incapaz de negarte nada: por algo eres su Madre. Confío en Ti más que en nadie.

Ahora puedes seguir hablando amarla con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con la oración final.

Texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)
http://webcatolicodejavier.org


¡Oh Señora Mía, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén



Pedido de oración



Nuestra lectora Ana María Dama nos pide oraciones por el enfermo Francisco Alfonso Bonet, que padece de Leucemia y se encuentra internado en grave estado en una Unidad de Terapia Intensiva de la ciudad de Córdoba, Argentina.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.




Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



"Ciertamente cumplió Santa María con toda perfección la voluntad del Padre y por esto es más importante su condición de discípula de Cristo que la de Madre de Cristo; es más dichosa por ser discípula de Cristo que por ser Madre de Cristo.
Por esto María fue bienaventurada, porque antes de dar a luz a su Maestro, lo llevó en su seno; llevó en su seno el cuerpo de Cristo; más aún, guardó en su mente la verdad de Cristo.
Cristo es la verdad. Cristo tuvo un cuerpo; en la mente de María estuvo Cristo, la verdad; en su seno estuvo Cristo hecho carne"
(San Agustín)

Madre, espejo de todas las virtudes, que sepa mirarme en ti para imitarte.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-





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