lunes, 11 de junio de 2007

Pequeñas Semillitas 0103

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0103 ~ Lunes 11 de Junio de 2007
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)




Hola !!!
Qué linda manera de iniciar las actividades de la semana recordando una hermosa oración que seguramente a todos nos lleva en el recuerdo a los tiempos de la niñez, cuando aprendimos las primeras plegarias en nuestra formación cristiana. Dice así:
" Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión! ¡No me dejes, Madre mía!"



Evangelio de hoy

En aquel tiempo, viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros».
(Mateo 5, 1-12)

Comentario
Hoy, con la proclamación de las Bienaventuranzas, Jesús nos hace notar que a menudo somos unos desmemoriados y actuamos como los niños, pues el juego nos hace perder el recuerdo. Jesús temía que la gran cantidad de “buenas noticias” que nos ha comunicado —es decir, de palabras, gestos y silencios— se diluyera en nuestros pecados y preocupaciones. ¿Recordáis, en la parábola del sembrador, la imagen del grano de trigo ahogado en las espinas? Por eso san Mateo engarza las Bienaventuranzas como unos principios fundamentales, para que no las olvidemos nunca. Son un compendio de la Nueva Ley presentada por Jesús, como unos puntos básicos que nos ayudan a vivir cristianamente.
Las Bienaventuranzas están destinadas a todo el mundo. El Maestro no sólo enseña a los discípulos que le rodean, ni excluye a ninguna clase de personas, sino que presenta un mensaje universal. Ahora bien, puntualiza las disposiciones que debemos tener y la conducta moral que nos pide. Aunque la salvación definitiva no se da en este mundo, sino en el otro, mientras vivimos en la tierra debemos cambiar de mentalidad y transformar nuestra valoración de las cosas. Debemos acostumbrarnos a ver el rostro del Cristo que llora en los que lloran, en los que quieren vivir desprendidos de palabra y de hechos, en los mansos de corazón, en los que fomentan las ansias de santidad, en los que han tomado una “determinada determinación”, como decía santa Teresa de Jesús, para ser sembradores de paz y alegría.
Las Bienaventuranzas son el perfume del Señor participado en la historia humana. También en la tuya y en la mía. Los dos últimos versículos incorporan la presencia de la Cruz, ya que invitan a la alegría cuando las cosas se ponen feas humanamente hablando por causa de Jesús y del Evangelio. Y es que, cuando la coherencia de la vida cristiana sea firme, entonces, fácilmente vendrá la persecución de mil maneras distintas, entre de dificultades y contrariedades inesperadas. El texto de san Mateo es rotundo: entonces «alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,12).
Rev. D. Àngel Caldas i Bosch (Salt-Girona, España)



Santoral y Efemérides

En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Bernabé, Apóstol.
Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:
- Día del Vecino (en Argentina).
1496 - Cristóbal Colón llega a Cádiz, de regreso de su segundo viaje a América.
1580 - Juan de Garay, con algunos oficiales y 60 voluntarios, funda la ciudad de Trinidad, hoy Buenos Aires.
1770 - James Cook descubre la Gran Barrera Coralina australiana.
1826 - Combate naval de Los Pozos. El almirante argentino Brown, al mando de cuatro buques, rechaza a una numerosa escuadra brasileña que bloqueaba el puerto de Buenos Aires.
1864 - Nace Richard Strauss, compositor alemán.
1879 - Nace Rudolf Pulitzer, periodista y editor estadounidense.
1900 - Nace Leopoldo Marechal, poeta, novelista y dramaturgo argentino.
1910 - Nace Jacques-Yves Cousteau, investigador y explorador francés.
1933 - Los aviadores españoles Mariano Barberán y Joaquín Collar, con el avión "Cuatro Vientos", llegan a Camagüey (Cuba) desde Sevilla con la plusmarca mundial de vuelo sin escala sobre el mar.
1935 - Se firma en Buenos Aires el protocolo que puso fin a la guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay, iniciada casi tres años antes y en la que murieron más de cien mil personas.
1955 - Tragedia en el circuito de Le Mans (Francia). Un automóvil se sale de la pista y, tras chocar con otro, causa la muerte a 85 espectadores y heridas a 200.
1979 - Muere John Wayne, actor estadounidense de cine.
1982 - El Papa Juan Pablo II realiza una visita pastoral a Argentina en plena Guerra de las Malvinas.
1984 - El Gobierno boliviano decide suspender el pago de su deuda externa hasta que el país se recupere económicamente.
1988 - Muere Giuseppe Saragat, político italiano.
1989 - Muere José López Rega, político argentino.
1993 - Muere Severo Sarduy, escritor cubano.



Para pensar...

"Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza".
Antonio Machado




Una ayuda imprescindible: el Espíritu Santo actúa en nuestra vida

1) Para saber
Si hemos observado o viajado en un barco de vela, seguramente sabremos la conveniencia de que el viento sople a nuestro favor, es decir, en dirección hacia adonde nos dirigimos. Y por el contrario, sabemos que si no hay viento, es necesario ponerse a remar si queremos avanzar. Con viento, el esfuerzo es mínimo y avanzamos con rapidez. Sin viento, se nos dificulta y nos lleva poner más esfuerzo para llegar a nuestro destino.
Pues bien, esa comparación nos puede ayudar para comprender la acción del Espíritu Santo con sus Dones en nuestro camino de la vida hacia nuestra meta final. Nuestro Señor Jesucristo nos ha dejado marcada la meta para alcanzarla: “Sean, pues perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.
Para alcanzar esa meta contamos con las virtudes que conseguimos a través de nuestro esfuerzo: la prudencia, la fortaleza, la templanza, etc., son esas virtudes que nos ayudan a avanzar en nuestro camino. Pero esas virtudes no bastan. Se asemejan a los remos con los que tenemos que impulsar nuestra barca para avanzar. Contamos además, y sobre todo, con los Dones del Espíritu Santo, que representan el viento que favorece grandemente nuestro avance hacia nuestro destino, y con esta ayuda imprescindible sí que se puede alcanzar esa meta tan alta.
2) Para pensar
Suele suceder que estando una madre mostrando a su hijo pequeño a sus amigas, el niño de repente comienza a llorar o a gritar. Las amigas dan sus opiniones sobre lo que le pasa al niño, pero la madre es la que con certeza dice que le sucede al niño: ya sea que tenga hambre o alguna otra molestia. Las madres captan perfectamente las necesidades de sus hijos pequeños.
Sucede que una persona es capaz de intuir fácilmente lo que necesita o quiere la persona a quien ama. A veces no se necesitan palabras, basta una mirada para intuir lo que quiere decirnos. En nuestra relación con Dios sucede algo similar: si lo amamos, podemos escuchar fácilmente las divinas inspiraciones del Espíritu Santo.
Los Dones del Espíritu Santo nos llegan de Dios, pero podemos facilitar su desarrollo si acrecentamos en nuestros corazones la caridad. Pongamos un mayor esfuerzo en amar a Dios y a los demás, y entonces nos será más fácil captar lo que el Espíritu Santo quiera decirnos.
3) Para vivir
A continuación transcribo una oración que compuso San Josemaría Escrivá y que solía rezarla con frecuencia:
“¡Ven, oh Santo Espíritu!: ilumina mi entendimiento, para conocer tus mandatos: fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo; inflama mi voluntad… He oído tu voz, y no quiero endurecerme y resistir, diciendo: después…, mañana. ¡Ahora!, no vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría, Espíritu de entendimiento y de consejo, Espíritu de gozo y de paz!: quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.”
Autor: Pbro. José Martínez Colín



Consignas

Avaro es el que no gasta en lo que debe, ni gasta lo que debe, ni gasta cuando debe. Es un hombre que se empeña en vivir pobre, para morir rico. Experimenta todas las preocupaciones del rico y todas las privaciones del pobre.



Temas Médicos : Hipertensión Arterial

La HIPERTENSIÓN ARTERIAL (HTA) es la más difundida de las enfermedades cardiovasculares, afectando a una de cada cuatro personas en Argentina, de las cuales sólo la mitad conoce su condición de hipertenso y de ellos menos del 40% realiza un tratamiento correcto.
De acuerdo a su orígen hay dos tipos de HTA: la PRIMARIA (llamada también escencial), que corresponde al 90% de los casos, y en la cual no se conoce la causa de la enfermedad, siendo entonces el objetivo del tratamiento mantenerla compensada dentro de valores normales y evitar las complicaciones o secuelas; y la SECUNDARIA, que comprende el 10% de los pacientes, en la cual se identifica la causa (renal, vascular, suprarrenal, etc.) y que tiene mayores probabilidades de poder llegar a ser eliminada.
Existen "factores de riesgo" que son elementos o circunstancias predisponentes para padecer HTA, tales como: herencia, edad, estrés, alcohol, cigarrillo, vida sedentaria, colesterol elevado, obesidad, abuso de la sal, y algún otro de menor trascendencia, siendo importante conocerlos para procurar eliminarlos o neutralizarlos para de ese modo reducir el peligro de la enfermedad.
En la mayoría de las personas la HTA determina síntomas: cefaleas (sobre todo a nivel de la nuca), mareos, zumbidos de oídos, sofocación, fatiga, palpitaciones o dolor en el pecho, debilidad muscular, calambres u hormigueos en los miembros, alteraciones de la visión, edemas en cara y manos (hipertensión asociada a problemas renales); pero en ocasiones puede darse que la elevación de la presión sanguínea curse sin síntomas, lo cual aumenta sus riesgos y justifica la necesidad de controlarla periódicamente.
Las consecuencias de la HTA sobre el organismo son potencialmente muy graves cuando no existe un control adecuado de la misma, manifestándose sus daños a nivel de los principales órganos nobles como ser: corazón: causa agrandamiento cardíaco (hipertrofia), insuficiencia cardíaca, angor o insuficiencia coronaria; cerebro: falta de irrigación (isquemia), daños vasculares con posibilidad de hemorragia ("ataque cerebral"= muerte o secuelas de parálisis); ojos: hemorragias en retina, daños por edema de papila; riñones: alteraciones progresivas que pueden llegar hasta a la insuficiencia renal (diálisis); vasos sanguíneos: engrosamiento, destrucción o ruptura (hemorragias), obstrucciones (trombosis, gangrenas).
El tratamiento de la HTA siempre debe ser determinado y controlado por médico clínico o cardiólogo.
En sus fundamentos se encuentran en primer lugar las "medidas higiénico dietéticas" que se refieren básicamente a una dieta alimentaria con reducción de la sal (restricción del sodio), la realización de actividad física y recreativa, y el control de los factores de riesgo ya mencionados precedentemente. Cuando con estas medidas generales no se logra un control satisfactorio de la presión arterial, el médico completa el tratamiento con la administración de medicamentos de acción anti hipertensiva.
Los tratamientos deben ser continuados y permanentes, siendo su objetivo mantener compensado al paciente con cifras de presión arterial que no superen los 135 ó 140 mm de máxima o sistólica y los 85 ó 90 mm de mínima o diastólica. El correcto tratamiento de la hipetensión arterial reduce el riesgo de complicaciones o secuelas graves y abre el camino a una mejor calidad de vida
Autor: Felipe de Urca



Meditación breve

El amor es luz: Da claridad. Nos envuelve.
El amor humano es luz para la oscuridad, resplandor para los acontecimientos de la vida.
Tu gracia, Señor, es penetrante: Alcanza todas las fibras del ser. Esculpe dentro la imagen de tu rostro desfigurado por nuestros pecados.
¡Dificultades con los hermanos! ¡Exigencias prepotentes en las expectativas comunes!
Son crisis inevitables de crecimiento que mantienen despierta la mente, robustecen la voluntad, maduran el corazón.
¡Crisis! Algo normal en la vida.
En la experiencia de fe, asume contornos misteriosos, bordea el absurdo.
¡Bienaventuradas, si nos llevan a Cristo!
Lejos de Cristo, el hombre es huérfano, un ser sin punto de apoyo. Sólo él puede colmar el vacío del corazón humano y dar un sentido a la existencia,porque él es Verdad, Camino, Vida.
Recibido de Graciela Baquerizo



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Los cinco minutos de Dios - por Alfonso Milagro

Para amar a los otros, hay que comprenderlos; pero es que no llegaremos a comprenderlos nunca si previamente no los amamos.
Comprenderlos no es llegar a conocerlos y aun ubicarlos conceptualmente con el entendimiento; en esta ciencia de la vida nos enfrentamos con la paradoja de que el conocimiento y la comprensión del prójimo es obra del corazón más que del entendimiento.
El corazón tiene razones que el entendimiento no alcanza a comprender; tú eres demasiado cerebral; por eso te resulta tan difícil llegar a amar, ya que solamente quieres amar a aquel a quien juzgas con tu mente que no tiene defectos, que es digno de tu amor, que sabrá corresponder al afecto que tú le brindes. Mucha cabeza y, por eso, poco corazón; y se ama con el corazón y no con la cabeza.
Comienza amando de veras y las cosas y las personas serán vistas y comprendidas más fácilmente.



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

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