viernes, 15 de agosto de 2025

Pequeñas Semillitas 6070

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 20 - Número 6070 ~ Viernes 15 de Agosto de 2025
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Hoy la Iglesia celebra la fiesta solemne de la Asunción de la Virgen María al cielo. El Papa Pio XII proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María el 1° de noviembre de 1950, en la Constitución ‘Munificentisimus Deus’:
«Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo».
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
- LA ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO -
Primera Lectura: Ap 11,19; 12,1.3-6.10
 
Salmo: Sal 44, 10bc. 11. 12ab. 16
 
Segunda Lectura: 1 Cor 15,20-27
 
Santo Evangelio: Lc 1,39-56
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!».
Y dijo María: «Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y de su linaje por los siglos». María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.
 
Comentario:
Hoy celebramos la solemnidad de la Asunción de Santa María en cuerpo y alma a los cielos. «Hoy —dice san Bernardo— sube al cielo la Virgen llena de gloria, y colma de gozo a los ciudadanos celestes». Y añadirá estas preciosas palabras: «¡Qué regalo más hermoso envía hoy nuestra tierra al cielo! Con este gesto maravilloso de amistad —que es dar y recibir— se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, lo humilde y lo sublime. El fruto más granado de la tierra está allí, de donde proceden los mejores regalos y los dones de más valor. Encumbrada a las alturas, la Virgen Santa prodigará sus dones a los hombres».
El primer don que te prodiga es la Palabra, que Ella supo guardar con tanta fidelidad en el corazón, y hacerla fructificar desde su profundo silencio acogedor. Con esta Palabra en su espacio interior, engendrando la Vida para los hombres en su vientre, «se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel» (Lc 1,39-40). La presencia de María expande la alegría: «Apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno» (Lc 1,44), exclama Isabel.
Sobre todo, nos hace el don de su alabanza, su misma alegría hecha canto, su Magníficat: «Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador...» (Lc 1,46-47). ¡Qué regalo más hermoso nos devuelve hoy el cielo con el canto de María, hecho Palabra de Dios! En este canto hallamos los indicios para aprender cómo se funden lo humano y lo divino, lo terreno y lo celeste, y llegar a responder como Ella al regalo que nos hace Dios en su Hijo, a través de su Santa Madre: para ser un regalo de Dios para el mundo, y mañana un regalo de nuestra humanidad a Dios, siguiendo el ejemplo de María, que nos precede en esta glorificación a la que estamos destinados.
* P. Dom Josep ALEGRE Abad emérito de Santa Mª de Poblet (Tarragona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Santoral Católico:
La Asunción de la Virgen María
La Madre de Dios fue asociada estrechamente, por voluntad del Padre, a los misterios de su Hijo. Así, al igual que Jesús, también ella murió y fue sepultada. Pero, como dice el Prefacio, «el Señor no quiso que conociera la corrupción del sepulcro la mujer que, por obra del Espíritu, concibió en su seno al autor de la vida». Al respecto escribía Pío XII: «A la manera que la gloriosa resurrección de Cristo fue parte esencial y último trofeo de su más absoluta victoria sobre la muerte y el pecado, así la lucha de la bienaventurada Virgen, común con su Hijo, había de concluir con la glorificación de su cuerpo virginal... Por eso, la augusta Madre de Dios, misteriosamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad, ... consiguió, al fin, como corona suprema de sus privilegios, ser conservada inmune de la corrupción del sepulcro y, del mismo modo que antes su Hijo, vencida la muerte, ser levantada en cuerpo y alma a la suprema gloria del cielo». Y la Constitución papal que en 1950 declaró el dogma de la Asunción concluía con esta definición: «Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial».
Oración: Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos, que, aspirando siempre a las realidades divinas, lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Palabras de San Juan Pablo II
«La Asunción es el punto de llegada de la lucha que comprometió el amor generoso de María en la redención de la humanidad y es fruto de su participación única en la victoria de la cruz. María Santísima nos muestra el destino final de quienes ‘oyen la Palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial»
 
Tema del día:
La Asunción de María al Cielo
Hay dos fechas en el calendario de la Iglesia universal que marcan todo el esplendor espiritual de María: es el comienzo y el final de toda su existencia en esta tierra: la Inmaculada Concepción y la Asunción al Cielo. En diferentes pueblos y en varias naciones hay advocaciones marianas que encierran en sí toda la vida y belleza espiritual de María y por lo tanto todo eso lo celebran en fechas determinadas; pero en la Iglesia universal estas dos son las dos grandes celebraciones en honor a María. A ellas dos se añade ahora el 1 de enero, fiesta de la Madre de Dios.
 
La Asunción es una fiesta muy antigua y expresa un sentimiento del pueblo cristiano. No lo narra el Nuevo Testamento, pero se fue trasmitiendo en el pueblo cristiano, de modo que se levantaron muchos templos y catedrales en honor de María en su Asunción. Desde 1950 es dogma de fe, cuando el papa Pío XII, habiendo escuchado el parecer de toda la Iglesia, determinó que todos lo tenemos que creer.
 
Asunción al Cielo, significa que fue a gozar con Dios en el Cielo en cuerpo y alma, con todo su ser humano. No se trata de si hizo un viaje por los aires o qué dirección tomó. Es una manera simbólica o metafórica de expresar la gran verdad de que todo su ser comienza a vivir una vida más especial en la presencia de Dios. El papa no quiso determinar si esto fue en el momento de la muerte o tuvo una resurrección semejante a la de Jesucristo. Sólo dijo: “cumplido el curso de su vida mortal”. Eso nos basta para que en este día nos gocemos por la grandeza que Dios ha realizado con su madre. Alabemos con ella a Dios por este gran beneficio y avivemos nuestra esperanza de poder un día estar gozando con nuestra Madre en el Cielo.
 
Para poder llegar un día también nosotros al Cielo, hoy la Iglesia nos invita a imitar lo más posible la vida de María. No es mucho lo que los evangelios nos cuentan sobre su vida, ya que lo principal que intentaban era reproducir la doctrina de Jesús. Pero hay datos muy expresivos. Hoy en el evangelio se nos narra la visita que hizo María a su prima Isabel. María se había enterado por el ángel de la Anunciación, que su prima, ya con muchos años, estaba esperando a un niño y ya estaba en el sexto mes. María piensa en atenderla durante esos últimos tres meses y va “de prisa” hacia la montaña, donde vivía Isabel. Nos muestra en primer lugar la caridad, que en cierto sentido es olvido de sus propias necesidades para atender a las necesidades del prójimo. También nos enseña la alegría, el optimismo y la esperanza. Este gozo se expresa con ese ir “de prisa”, en el sentido material y espiritual. Y con gozo porque dentro de sí tenía ya a Jesús. Nuestra vida debe estar llena de gozo sabiendo que dentro de nuestro ser habita la Santísima Trinidad, y especialmente en la comunión con Jesús.
 
Este gozo se hizo palabra en el saludo de María y en la felicitación de Isabel cuando, llena del Espíritu Santo, comprendió quién era la que venía a visitarla. María ya estaba llena del Espíritu Santo, porque tenía en sí a Jesús, Hijo de Dios. Y donde está Jesús tiene que estar el Espíritu Santo. Por eso María en su respuesta habla con la virtud y gracia del Espíritu, glorificando a Dios, con la oración del Magnificat.
 
En el Magnificat aparece la acción de Dios sobre ella: “Miró la humillación de su esclava e hizo cosas grandes”. Dios mira al humilde para dar. Le había dado cosas grandes: ser Inmaculada, llena de gracia, corredentora, medianera universal de las gracias y por fin la daría el llevarla al Cielo en cuerpo (glorificado) y alma. Aparece la acción de María para con Dios, que es alabar y dar gracias, que es reconocer que todo lo que tiene es recibido de la bondad de Dios. Y aparece nuestra acción para con María: “Desde ahora me felicitarán todas las generaciones”. Estas alabanzas que hoy damos a María en definitiva son para Dios, autor de todas las bondades. Y muestra también nuestra esperanza de que, si seguimos los pasos de María en esta vida, como Cristo resucitó primero, también nuestra vida terminará en una resurrección eterna.
(P. Silverio Velasco)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
«Hoy María Virgen subió a los cielos: alegraos porque con Cristo reina para siempre»
La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, se celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la Asunción de su cuerpo al cielo, libre de la corrupción terrenal de los cuerpos.
La Asunción es un mensaje de esperanza que nos hace pensar en la dicha de alcanzar el Cielo, la gloria de Dios y en la alegría de tener una madre que ha alcanzado la meta a la que nosotros caminamos.
Este día, recordamos que María es una obra maravillosa de Dios. Concebida sin pecado original, el cuerpo de María estuvo siempre libre de pecado. Era totalmente pura. Su alma nunca se corrompió. Su cuerpo nunca fue manchado por el pecado, fue siempre un templo santo e inmaculado.
Desde su Asunción a los cielos, acompaña con amor materno a la Iglesia peregrina, y protege sus pasos hacia la patria celeste, hasta la venida gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo.
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Con el misterio de la Asunción a los cielos se han realizado definitivamente en María todos los efectos de la única mediación de Cristo Redentor del mundo y Señor resucitado: “Todos vivirán en Cristo. Pero cada cual en su rango: Cristo como primicia; luego, los de Cristo en su Venida” (1 Co 15, 22-23).
En el misterio de la Asunción se expresa la fe de la Iglesia, según la cual María “está también íntimamente unida” a Cristo porque, aunque como madre-virgen estaba singularmente unida a él en su primera venida, por su cooperación constante con él lo estará también a la espera de la segunda.
Redimida de modo eminente, en previsión de los méritos de su Hijo, ella tiene también aquella función, propia de la Madre, de mediadora de clemencia en la venida definitiva, cuando todos los de Cristo revivirán, y “el último enemigo en ser destruido será la Muerte” (1 Co 15, 26). [...]
En su asunción a los cielos, María está como envuelta por toda la realidad de la comunión de los santos, y su misma unión con el Hijo en la gloria está dirigida toda ella hacia la plenitud definitiva del Reino, cuando “Dios sea todo en todas las cosas”.
(San Juan Pablo II: Encíclica Redemptoris Mater,25 marzo 1987, n°41)
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Este es el día glorioso en que la Virgen Madre de Dios subió a los cielos; todos la aclamamos, tributándole nuestra alabanza: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. Dichosa eres santa Virgen María, y digna de toda alabanza. De ti nació el sol de justicia, Cristo, nuestro Dios”.
V. Bella y hermosa eres, Hija de Jerusalén.
R. Bella y hermosa eres, Hija de Jerusalén.
V. Subes al cielo, resplandeciente como la aurora cuando amanece.
R. Hija de Jerusalén.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bella y hermosa eres, Hija de Jerusalén.
Los santos Padres en las homilías dirigidas al pueblo en esta fiesta de la Asunción hablan como de algo ya conocido y aceptado por todos. Destacan que el cuerpo sin vida de la Virgen María no se corrompió, y pregonan su triunfo sobre la muerte y su glorificación en el cielo, a imitación de su Hijo único Jesucristo (Pío XII).
(Padre Natalio)
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa León XIV; por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la PAZ en el mundo; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Congo y Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por todos nuestros hermanos de diversos países, como Cuba, Nicaragua y Venezuela, sometidos a crueles dictaduras que se ven forzados a emigrar en busca de mejores horizontes en otras tierras;  por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la recuperación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración por el eterno descanso en el cielo del alma de María Rosa Emch, de Buenos Aires, Argentina, muy apreciada amiga de “Pequeñas Semillitas”, fallecida hace algún tiempo, y que hoy sería su cumpleaños. Que brille para ella la Luz que no tiene fin.
 
🙏 Pedimos oración para Evelyn Patricia P. S. que vive en El Salvador, Centro América, para que el Señor le conceda la gracia de conseguir un trabajo.
 
🙏 Pedimos oración para María Eugenia, 42 años de edad, de Olavarría, Buenos Aires, Argentina, que ha sido nuevamente operada por laparoscopía, siendo que hace algo más de un mes le habían extirpado el ovario izquierdo. Invocamos la mediación de la Santísima Virgen Asunta al Cielo, para que pida a Dios por la completa sanación de esta hija suya.
 
🙏 Pedimos oración para Alberto L. “Beto”, de Córdoba, Argentina, 83 años de edad, que está siendo estudiado por problemas de próstata y en fecha próxima será sometido a una biopsia. Lo encomendamos al Santo Cura Brochero para que interceda por él pidiendo los mejores resultados y una buena salud para Beto.
 
🙏 Pedimos oración por las necesidades físicas y espirituales de Sonia M. Q., de Costa Rica. Que por la mediación de la Virgen Santísima, el Señor le conceda todo lo que pide para su cuerpo y su alma.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Oremos: Tú quisiste, Padre, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Un año con María
Agosto 15: La Asunción de la Virgen
En María vemos el servicio desinteresado y eficaz. Porque en la vida nos vamos ‘achanchando’. Una de las palabritas que empezaron a surgir en estos últimos tiempos es la “procrastinación”, el dejar para más adelante las cosas y no hacerlas. O simplemente desganarse, sin deseo de hacer nada.
Hoy pídele a María la actitud de servicio eficaz, sin dar vueltas y sin chamuyar. Que tu actitud hoy sea la de hacer las cosas por el otro sin dar vueltas y sin excusas.
(PADRE LUIS ZAZANO)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
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