domingo, 2 de junio de 2024

Pequeñas Semillitas 5651

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5651 ~ Domingo 2 de Junio de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
La Eucaristía es un misterio de fe y de amor. Sólo la fe y el amor descubren a Aquél que se esconde en esas cosas. Es un misterio que Dios se haya hecho hombre para acercarse a los hombres, y haya escondido su divinidad en su humanidad; pero mayor misterio es que se haya querido quedar hasta el fin de los tiempos, escondida incluso su humanidad, en un trozo de pan y en un poco de vino. ¡Ahí está Jesús vivo! Éste es su Cuerpo, el mismo que nació de María y que vieron en la cruz; aquí está su Sangre derramada por nosotros, está su Alma que animó aquel Cuerpo y que entregó al Padre; aquí su Divinidad.
Jesús instituyó este Sacramento como memorial perenne de su Pasión, Muerte y Resurrección, de su Alianza de amor por nosotros. La fe en la presencia real de Cristo en la Eucaristía llevó a la devoción de adorar a Jesús Sacramentado fuera de la Misa. Primero fue para llevar este manjar a los enfermos y a los presos por la fe; después para darle culto público: bendición con el Santísimo, procesiones, visitas al Sagrario, adoración y velas nocturnas...
En muchos lugares se vive la antiquísima costumbre de llevar por las calles en procesión a Jesús Sacramentado «rompiendo el silencio misterioso que circunda a la Eucaristía y tributarle un triunfo que sobrepasa el muro de las iglesias para invadir las calles de las ciudades e infundir en toda la comunidad humana el sentido y la alegría de la presencia de Cristo, silencioso y vivo acompañante del hombre peregrino por los senderos del tiempo y de la tierra» (San Pablo VI).
(P. Jesús Martínez García)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Ex 24,3-8
 
Salmo: Sal 115, 12-13. 15 y 16bc. 17-18
 
Segunda Lectura: Heb 9,11-15
 
Santo Evangelio: Mc 14,12-16.22-26
El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?». Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle y allí donde entre, decid al dueño de la casa: ‘El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?’. Él os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros». Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.
Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, éste es mi cuerpo». Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella. Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba de nuevo en el Reino de Dios».
Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.
 
Comentario:
Hoy celebramos solemnemente la presencia eucarística de Cristo entre nosotros, el “don por excelencia”: «Éste es mi cuerpo (...). Ésta es mi sangre» (Mc 14,22.24). Dispongámonos a suscitar en nuestra alma el “asombro eucarístico” (San Juan Pablo II).
El pueblo judío en su cena pascual conmemoraba la historia de la salvación, las maravillas de Dios para con su pueblo, especialmente la liberación de la esclavitud de Egipto. En esta conmemoración, cada familia comía el cordero pascual. Jesucristo se convierte en el nuevo y definitivo cordero pascual sacrificado en la cruz y comido en Pan Eucarístico.
La Eucaristía es sacrificio: es el sacrificio del cuerpo inmolado de Cristo y de su sangre derramada por todos nosotros. En la Última Cena esto se anticipó. A lo largo de la historia se irá actualizando en cada Eucaristía. En Ella tenemos el alimento: es el nuevo alimento que da vida y fuerza al cristiano mientras camina hacia el Padre.
La Eucaristía es presencia de Cristo entre nosotros. Cristo resucitado y glorioso permanece entre nosotros de una manera misteriosa, pero real en la Eucaristía. Esta presencia implica una actitud de adoración por nuestra parte y una actitud de comunión personal con Él. La presencia eucarística nos garantiza que Él permanece entre nosotros y opera la obra de la salvación.
La Eucaristía es misterio de fe. Es el centro y la clave de la vida de la Iglesia. Es la fuente y raíz de la existencia cristiana. Sin vivencia eucarística la fe cristiana se reduciría a una filosofía.
Jesús nos da el mandamiento del amor de caridad en la institución de la Eucaristía. No se trata de la última recomendación del amigo que marcha lejos o del padre que ve cercana la muerte. Es la afirmación del dinamismo que Él pone en nosotros. Por el Bautismo comenzamos una vida nueva, que es alimentada por la Eucaristía. El dinamismo de esta vida lleva a amar a los otros, y es un dinamismo en crecimiento hasta dar la vida: en esto notarán que somos cristianos.
Cristo nos ama porque recibe la vida del Padre. Nosotros amaremos recibiendo del Padre la vida, especialmente a través del alimento eucarístico.
* Mons. José Ángel SAIZ Meneses, Arzobispo de Sevilla (Sevilla, España) 
 
Palabras de San Juan Pablo II
«La Eucaristía es el sacramento de la ocultación más profunda de Dios, bajo las especies en el hombre, sacramento de salida al mundo y entrada entre los hombres. La Eucaristía es el triunfo del amor sobre el odio. Cada Eucaristía es más fuerte que todo el mundo, es una realización de la redención y reconciliación cada vez más profunda de la humanidad con Dios. Es el Sacramento del amor más fuerte que la muerte. El Sacramento de las especies pobres que se convierte en nuestra mayor riqueza»
 
Predicación del Evangelio:
Solemnidad de Corpus Christi
La celebración del jueves santo se remonta a los primeros tiempos de la Iglesia pero la fiesta del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo) aparece en el año 1264, por santo Tomás de Aquino, a petición del Papa Urbano IV. Es de una gran densidad doctrinal y se redescubre en ella la Eucaristía, “la acción de gracias de la Iglesia y del cielo.”
 
La narración del evangelio es el de san Marcos que, como siempre, se centra en lo esencial: “Durante la comida, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo.”
 
Jesús conoce bien la Pascua judía. La ha celebrado cada año en compañía de José y María. Todo les familia: la narración de los acontecimientos, el pan, el vino, el cordero inmolado, las hierbas amargas, las oraciones y los salmos. Pero esa tarde, con los discípulos, da a la fiesta un contenido nuevo: por el don de su vida, será él mismo el Libertador que da a la multitud acceso al pan de la libertad, el pan de la vida sin límite ni frontera.
 
La Pascua, la liberación: una comida de fiesta que libera de la antigua esclavitud, una comida en la que se recuerda la Alianza que Dios hizo con Moisés y todo el pueblo, el pacto solemne marcado por un rito que significa el compromiso sin vuelta de hoja, sin retorno: el de la sangre. Jesús da esta tarde a la fiesta de Pascua el sentido nuevo del don de su vida libremente consentido por amor.
 
Sabe que ha debido dar un código secreto a los discípulos para que encuentren una sala, que busquen un cordero y preparen una fiesta porque sabe que va a morir y será la última comida.
 
Esta tarde se revela a sus discípulos como el verdadero cordero pascual ofrecido para que todos reciban la vida nueva y eterna por el don de la suya: “Esta es mi sangre, la sangre de la Alianza, derramada por todos.”
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(P. Felipe Santos SDB  - Imagen de Blog Domingo en Familia)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: Corpus Christi.
Puedes acceder en la dirección:
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, Nora F., de 61 años de edad agradece a Dios y a las personas que rezaron por ella, que fue operada de los ganglios, (ya había sido operada de cáncer de mama), y la biopsia de lo extraído dio negativo a células cancerosas. ¡Gracias Padre Misericordioso!
 
💕 Desde la provincia de Córdoba, Argentina, agradecen al Cristo sufriente y a todos los que rezaron y siguen rezando por la recuperación de Víctor S., que estuvo internado muy grave por su segundo infarto de miocardio y ahora está en su casa, en reposo absoluto físico y emocional, y está manifestando un acercamiento a las cosas de la fe. Todavía falta mucho para que esté recuperado, pero esa mirada de fe que ahora tiene y la oración de muchos, puede hacer el milagro.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Cristo, llegado el momento de la despedida, quiso dejarnos un extraordinario regalo: se entregó a sí mismo de una manera –en la Eucaristía– poco antes de entregarse de otra –en la Cruz–. Todo era amor. Por la Eucaristía se quedaba para salvarnos en la cotidianeidad de la comunión. Por la Cruz se iba para lavar nuestros pecados con su sangre redentora. Eucaristía y Cruz son dos manifestaciones de la misma realidad: el amor de Cristo a los hombres, una auténtica “locura de amor”.
Pero, decimos en español, que “amor con amor se paga”. A tanto amor le debe corresponder el máximo amor que nosotros podamos dar y que nunca alcanzará la medida que hemos recibido. Por eso debemos plantearnos la fiesta del Corpus Christi desde la perspectiva de devolver lo recibido. Si Cristo se ha quedado para consolarnos, acudamos nosotros a comulgar y a orar ante el Sagrario para consolarle. Si Él es nuestro apoyo, nuestro alimento, seamos nosotros su alegría. No debería pasar un solo día –si pudiéramos hacerlo– sin ir a misa o sin ir a hacer una visita ante el Santísimo. ¿Por qué acudir sólo cuando tenemos una enfermedad o un problema? ¿Por qué no ir sólo para dar las gracias? ¿Por qué no ir a visitar al Señor por el mero hecho de hacerle compañía? ¿Por qué no ser para los demás el pan de la caridad como Cristo lo es para nosotros? ¿No será que, en el fondo, no creemos que Cristo no está en la Eucaristía? O eso, o es que somos unos egoístas incorregibles. Recordemos, “amor con amor se paga”.
(P. Santiago Martín)
🌸
Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Tenemos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco. En una forma terrible de vivir, siempre a la espera de que ocurra lo peor en nuestra vida. ¿Cuántos de ustedes se van a la cama por la noche imaginándose el peor de los guiones posibles para un problema? Eso es lo mismo que hace un niño pequeño cuando se imagina que hay monstruos debajo de la cama y se asusta por ello. Si haces esto, no es raro entonces que no puedas dormir.
Cuando eras pequeño necesitabas que tu madre o tu padre vinieran a tranquilizarte. Ahora que eres adulto sabes que tienes la capacidad de tranquilizarte a ti mismo. Esto suelen hacerlo las personas enfermas. Con frecuencia se imaginaban lo peor, si es que no están ya planeando sus funerales. Si habitualmente repasas en tu mente situaciones o pensamientos negativos, busca la imagen de algo con lo que verdaderamente te gustaría reemplazarlos. Podría ser un hermoso paisaje, una puesta de sol, flores, algún deporte, o cualquier cosa que te guste.
Utiliza esa imagen como un "interruptor" cada vez que te des cuenta de que tienes pensamientos de miedo. Di: "No, ya no voy a pensar en eso. Voy a pensar en puestas de sol, en rosales, en hermosos saltos de agua", según cual sea tu imagen. Si lo haces así, finalmente superarás la costumbre, aunque es algo que requiere mucha práctica.
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
2 de junio
Oremos al Señor, para que no permita nunca más que cerremos el oído de nuestro corazón a su voz que hoy nos habla de este modo. Supliquemos también al Padre
celestial que no se calle nunca ante nuestra hermosa Italia. Cargue también con rayos su diestra; grite siempre, grite fuerte, en el interior íntimo del corazón de nosotros, italianos, con sus inspiraciones; en el exterior, con toda clase de peripecias. Nos asuste también, nos inquiete y nos oprima bajo el peso de su diestra divina. Nos humille, nos envilezca, nos atribule como más le plazca. Estos castigos, por muy severos que sean, serán siempre castigos de un padre muy tierno que alza su voz, que empuña el flagelo para corrección y salvación de su hijo.
Nos evite, por su inmensa bondad, el tremendo castigo de su silencio, que es el signo terrible, el funesto preludio de su abandono. Nos ahorre este funesto castigo por amor de quien «no conoció el pecado» y para nuestra salvación «por nosotros se hizo pecado».
¡Viva Dios! ¡Y quiera Él que nosotros, italianos, no abandonemos los designios de su sabiduría: que Él nos encuentre a todos en actitud de poder convertir en bien de nuestras almas, de nuestra patria, en la grave y solemne hora que atravesamos, la prueba a la que hoy todos nosotros estamos sometidos!
(8 de junio de 1915, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 440)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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