PEQUEÑAS
SEMILLITAS Año
19 - Número 5534 ~ Domingo 28 de Enero de 2024Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) ¡Alabado sea Jesucristo!
El evangelista Marcos nos pinta una jornada tipo de Jesús en Cafarnaúm,
aludiendo a las cuatro acciones características de su ministerio, de la mañana
a la noche: enseñar, liberar, curar y orar. Jesús hizo milagros saltándose las
leyes de la naturaleza y la fuerza del poder diabólico, así asombraba a quienes
quería evangelizar para que le creyeran. Cada gesto de Jesús tiene un
significado espiritual, pues no actúa para halagar a la multitud sino para
mostrar la acción salvadora de Dios en medio de la historia.
Jesús sorprende a sus interlocutores para que acaben asombrados y
entiendan que les habla con autoridad. Él mismo va por delante y vive lo que
enseña. Se trata de que el espectador acepte libremente sus palabras y le
obedezca. Con este gesto de expulsar los espíritus inmundos queda claro que
Jesús se opone al mal, al diablo, y eso habrán de hacer sus seguidores.
La Palabra de Dios Lecturas del día ♡ Primera Lectura: Dt 18, 15-20
♡ Salmo: Sal 94, 1-2. 6-7. 8-9
♡ Segunda Lectura: 1 Cor 7, 32-35
♡ Santo Evangelio: Mc 1,21-28
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el
sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su
doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los
escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu
inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de
Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús,
entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente
el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados
de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina
nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le
obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región
de Galilea.
♡ Comentario:
Hoy, Cristo nos dirige su enérgico grito, sin dudas y con autoridad:
«Cállate y sal de él» (Mc 1,25). Lo dice a los espíritus malignos que viven en
nosotros y que no nos dejan ser libres, tal y como Dios nos ha creado y
deseado.
Si te has fijado, los fundadores de las órdenes religiosas, la primera
norma que ponen cuando establecen la vida comunitaria, es la del silencio: en
una casa donde se tenga que rezar, ha de reinar el silencio y la contemplación.
Como reza el adagio: «El bien no hace ruido; el ruido no hace bien». Por esto,
Cristo ordena a aquel espíritu maligno que calle, porque su obligación es
rendirse ante quien es la Palabra, que «se hizo carne, y puso su morada entre
nosotros» (Jn 1,14).
Pero es cierto que con la admiración que sentimos ante el Señor, se puede
mezclar también un sentimiento de suficiencia, de tal manera que lleguemos a
pensar tal como san Agustín decía en las propias confesiones: «Señor, hazme
casto, pero todavía no». Y es que la tentación es la de dejar para más tarde la
propia conversión, porque ahora no encaja con los propios planes personales.
La llamada al seguimiento radical de Jesucristo, es para el aquí y ahora,
para hacer posible su Reino, que se abre paso con dificultad entre nosotros. Él
conoce nuestra tibieza, sabe que no nos gastamos decididamente en la opción por
el Evangelio, sino que queremos contemporizar, ir tirando, ir viviendo, sin
estridencias y sin prisa.
El mal no puede convivir con el bien. La vida santa no permite el pecado.
«Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro» (Mt
6,24), dice Jesucristo. Refugiémonos en el árbol santo de la Cruz y que su
sombra se proyecte sobre nuestra vida, y dejemos que sea Él quien nos conforte,
nos haga entender el porqué de nuestra existencia y nos conceda una vida digna
de Hijos de Dios.
* Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Vic, Barcelona, España) © Textos de
Evangeli net
Santoral Católico: Santo Tomás de Aquino NOTA: Los domingos no
se contempla el santoral porque es el Día del Señor. Sólo en casos excepcionales (como hoy) se
menciona algún gran santo.
La Palabra de Dios
Santoral Católico:
Doctor de la Iglesia con
el título de Doctor Angélico. Nació alrededor del año 1225, hijo de los condes
de Aquino, en Roccasecca (Italia). Estudió en el monasterio de Montecasino y
más tarde en Nápoles, donde conoció a los dominicos e ingresó en su Orden.
Completó sus estudios en Colonia bajo la dirección de san Alberto Magno. Ya
ordenado de sacerdote, marchó a la Universidad de París. Escribió muchas obras
de filosofía y teología y ejerció también el profesorado, contribuyendo
grandemente al desarrollo y sistematización de las ciencias eclesiásticas en su
Orden y en la Iglesia. Su obra más conocida es la Suma Teológica. Decía: «Más
he aprendido orando ante el crucifijo que de los libros». Después residió, como
teólogo y maestro, en Nápoles, en Orvieto junto al Papa, en Roma, en París y
una vez más en Nápoles. Cuando se dirigía al Concilio de Lyon, al que había
sido invitado por el Papa, murió en Fossanova el 7 de marzo de 1274. Su fiesta
se celebra el 28 de enero, día en que su cuerpo fue trasladado a Toulouse en
1369.
Oración: Oh Dios, que
hiciste de santo Tomás de Aquino un varón preclaro por su anhelo de santidad y
por su dedicación a las ciencias sagradas, concédenos entender lo que él enseñó
e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
Pensamientos de Santo Tomás de Aquino «La fe se refiere a las cosas que no se ven, y la
esperanza a las cosas que no están al alcance de la mano.»
🌞«Del mismo modo que es mejor iluminar que solamente
brillar, asimismo es más grande dar a los demás las cosas contempladas que
solamente contemplarlas.»
🌞«La fe se refiere a las cosas que no se ven, y la
esperanza a las cosas que no están al alcance de la mano. Para alguien que
tiene fe, no es necesaria ninguna explicación. Para aquel sin fe, no hay
explicación posible.»
Predicación del Evangelio: Enseñar con autoridad Jesús el día de sábado como todo buen israelita, va a la sinagoga. Ahora,
por tener 30 años, además de leer, podía comentar lo leído. Jesús habla y
enseguida se da cuenta la gente que no explica como lo hacían los escribas y
letrados. Se maravillan de su doctrina. Esta puede ser nuestra primera
reflexión hoy: el asombro de la gente ante la predicación de Jesús.
Dice un autor: “Un cristianismo convencional es el producto de una
generación que ha perdido la capacidad de asombrarse ante el Evangelio”. En
realidad el evangelio pasa casi siempre “sin pena ni gloria”. La mayoría de la
gente no conecta con el evangelio y por eso no se asombra. Quizá sea porque los
que lo enseñan lo hacen al estilo de los escribas y letrados y no al estilo de
Jesucristo.
¿Y cómo enseñaban los letrados? Pues lo hacían por oficio, repetían lo que
ellos habían aprendido antes. Ellos predicaban sobre todo la letra de la ley,
mas se olvidaban del espíritu. Jesús enseñaba con autoridad, que no es lo mismo
que enseñar autoritariamente.
Era como una lámpara que da luz, pero no se impone. No mandaba caer fuego
sobre los que no le escuchaban. Hablaba dando testimonio. Lo manifestaba porque
se notaba que creía profundamente en el mensaje que transmitía y que amaba a la
gente y vivía los problemas de la gente. Sus palabras son sencillas, con un
lenguaje que todos entienden, pero se nota la verdad y sinceridad. Y autoridad
sobre todo porque sus obras correspondían a la verdad de sus palabras. Sus
palabras brotaban de una experiencia profunda: su unión con el Padre. Este es
el gran ejemplo que hoy nos enseña a todos, si queremos predicar la Palabra de
Dios. Lo primero será empaparnos de esa palabra haciéndola vida en nosotros.
El evangelio no nos dice aquí de qué hablaba Jesús. Hoy quiere testimoniar
esta autoridad. Y destaca más esta autoridad por su palabra que por el mismo
milagro que realiza reforzando más esa autoridad. Había un hombre poseído de un
espíritu impuro. Esta palabra quiere significar algo opuesto a Dios que es el
“santo”. Solía
ser una enfermedad interna. En el evangelio de Marcos aparece con
frecuencia esta lucha de Jesús contra las fuerzas del mal, simbolizadas en el
demonio. Jesús ahora y en otras ocasiones manifiesta su divinidad venciendo a
las fuerzas del mal.
También los cristianos continuamos en esta lucha. El demonio se manifiesta
hoy en ideas contrarias al Reino de Dios, como es el relativismo, el ateísmo,
el afán de placer, de dominio y de riqueza. Podemos vencer cuanto más unidos
estemos con Jesucristo.
Aquel hombre empieza a gritar y Jesús le hace callar. Parece como que
alaba a Jesús, pero de hecho está sembrando la confusión. Eso es lo que sigue
haciendo el mal entre nosotros. La confusión era tener a Jesús públicamente por
el Mesías. ¿Pero qué mesías? Para la gente el Mesías debía ser un guerrero y
dominador. Jesús es el que nos enseña sobre todo el amor y Mesías es el que se
pone al servicio de todos.
El verdadero profeta no es principalmente porque anuncie algo, sino porque
sus palabras y los hechos de su vida dan testimonio de la verdadera palabra de
Dios. Esto es lo que veía la gente en las palabras de Jesús. Jesús con este
milagro libera a aquel hombre no sólo de un mal físico, sino sobre todo de
ideas que le esclavizan. Así predicaba la liberación de tantas normas y leyes
externas, que no tenían un espíritu de amor, comenzando por la ley atenazante
del sábado. Jesús quiere que colaboremos en liberar de la mentira, del odio y
la ignorancia y de tantos males externos. Todo con la ayuda de Dios.
.
(Texto del P. Silverio Velasco - Imagen de Misioneros Digitales Católicos)
Nuevo vídeo y artículo Hay un nuevo vídeo
subido al blogde "Pequeñas Semillitas" en internetreferido al Evangelio de
este Domingo.Para verlo tienes que ir
al final de esta página: Hay nuevo material
publicado en el blog"Juan Pablo II inolvidable"sobre el tema de su vocación.Puedes acceder en la
dirección: Agradecimientos Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para
tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí
los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la
cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las
gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
💕 Desde España agradecen las
oraciones hechas en favor del alma del niño Alejandro, que murió hace
dos años con 4 años de edad, y que se seguía manifestando en la casa como no
terminando de despegarse del lugar y la familia. Ya no hay más de esas
manifestaciones… su alma descansa en paz junto al Señor.
💕 Desde USA, nuestra lectora María Teresa P. escribe y dice:
Muy agradecida por la magnífica evangelización que a través del mundo llevas a
cabo con “Pequeñas Semillitas” que siembran el amor de Dios y su gran misericordia. Humildemente pongo mi petición para que
continúes dando gloria a Dios y salvando almas. Con eterna gratitud!!!
Bendito seas, Dios mío, porque a
pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca
dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti.
Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú
eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” El caso del hombre poseído al que Jesús liberó del espíritu inmundo nos
sitúa delante de nuestras propias inmundicias, de nuestros propios pecados. De
hecho, muchos de los ataques que sufre la Iglesia tienen como origen –al margen
de las excusas que se busquen– la rabia que experimentan contra esta
institución aquellos que están inmersos en el mal, en la basura, en el pecado.
No pueden tolerar la existencia de una realidad que defiende el bien, la
castidad, la pobreza y aprovechan defectos reales de algunos de sus miembros o
defectos imaginados para intentar destruirla. En el fondo de esos ataques está
este sentimiento: “Ellos, los que predican que hay que hacer el bien, son como
nosotros, tienen tanto pecado como nosotros”. Quizá en parte tengan razón, pero,
en cualquier caso, la predicación de la conversión y de la existencia objetiva
del bien no debe dejar de hacerse, precisamente para evitar el triunfo
definitivo del mal.
Pero en otros casos, la conciencia de los propios pecados aleja de Dios.
¿Cómo va Dios a amarme?, piensan algunos. Yo no tengo solución, dicen otros. En
estos casos se trata de darle a Dios precisamente la pobreza personal y de
dársela junto con la parte buena que sin duda también se tiene. La una,
mediante el arrepentimiento, la confesión y la lucha por mejorar. La otra,
mediante el ejercicio y desarrollo de aquellas virtudes y cualidades con las
que Dios ha dotado a todos, aunque sean diferentes en cada uno.
(P. Santiago Martín)
Extractos de cartas del Padre Pío (Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365
días con el Padre Pío”) 28 de enero
Hija mía, persuadámonos y resignémonos ante esta
gran y terrible verdad: el amor propio no muere nunca antes que nosotros.
Ciertamente nos duele tan triste verdad, que hemos heredado como castigo de la
culpa original; pero es necesario resignarse y tener paciencia con nosotros
mismos; y, en la paciencia, según la enseñanza divina, poseeremos nuestra alma.
Posesión tanto más estable cuanto menos esté mezclada con inquietudes y problemas,
también en lo que se refiere a nuestras imperfecciones.
Los asaltos sensibles y las secretas actuaciones del
amor propio se sentirán siempre mientras pisemos esta tierra. Para no ofender a
Dios y no manchar el alma, basta que no demos nuestro consentimiento con
voluntad deliberada. Esta virtud de la indiferencia es tan excelente que ni el
hombre viejo, ni la parte sensible, ni la naturaleza humana con sus facultades
naturales han sido capaces de conseguirla. Ni siquiera el mismo divino Maestro,
como hijo de Adán, aunque exento de pecado, y a pesar de las apariencias, logró
ser indiferente en su parte sensible y según sus facultades naturales; al
contrario, deseó no morir en la cruz, porque tal indiferencia estaba reservada
al fruto de la misma cruz; es decir, al espíritu, a la parte superior, a las
facultades poseídas por la gracia.
Por tanto, hijita mía, quédate tranquila. Cuando te
suceda que quebrantas las exigencias de la indiferencia en cosas indiferentes,
por súbitos impulsos del amor propio y de las pasiones, póstrate, en cuanto te
sea posible, con tu corazón ante Dios y dile con confianza y humildad: «Señor,
misericordia, porque soy una pobre enferma». Después, levántate en paz; y, con
ánimo tranquilo y sereno y con santa indiferencia, prosigue tus actividades.
(12 de febrero de 1917, a Maria Gargani, Ep.
III, 266)
FELIPE -Jardinero de Dios-(el más pequeñito de todos) BLOG ”PEQUEÑAS
SEMILLITAS”♡”JUAN PABLO II
INOLVIDABLE”♡FACEBOOK de “FELIPE
DE URCA”♡FACEBOOK de
“PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡”X” (ex TWITTER) de
“PEQUEÑAS SEMILLITAS”♡INSTAGRAM: FELIPE
DE URCA
Pensamientos de
Predicación del Evangelio:
Nuevo vídeo y artículo
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Extractos de cartas del Padre Pío
FELIPE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.