PEQUEÑAS
SEMILLITAS Año
18 - Número 5362 ~ Lunes 3 de Julio de 2023Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) ¡Alabado sea Jesucristo!
Hemos iniciado el nuevo mes y la segunda mitad del año, y lo hacemos
rezando junto a san Carlos de Foucauld:
«Padre, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que fuere,
por ello te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo. Lo acepto todo, con tal de
que se cumpla Tu voluntad en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más,
Padre. Te encomiendo mi alma, te la entrego con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con infinita
confianza, porque tú eres mi Padre. Amén.»
La Palabra de Dios Lecturas del día ♡ Primera Lectura: Ef 2,19-22
♡ Salmo: Sal 116
♡ Santo Evangelio: Jn 20,24-29
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando
vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor». Pero él les
contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en
el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré».
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con
ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz
con vosotros». Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae
tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente». Tomás le
contestó: «Señor mío y Dios mío». Dícele Jesús: «Porque me has visto has
creído. Dichosos los que no han visto y han creído».
♡ Comentario:
Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de santo Tomás. El evangelista Juan,
después de describir la aparición de Jesús, el mismo domingo de resurrección,
nos dice que el apóstol Tomás no estaba allí, y cuando los Apóstoles —que
habían visto al Señor— daban testimonio de ello, Tomás respondió: «Si no veo en
sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos
y no meto mi mano en su costado, no creeré» (Jn 20,25).
Jesús es bueno y va al encuentro de Tomás. Pasados ocho días, Jesús se aparece
otra vez y dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y
métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente» (Jn 20,27).
—Oh Jesús, ¡qué bueno eres! Si ves que alguna vez yo me aparto de ti, ven
a mi encuentro, como fuiste al encuentro de Tomás.
La reacción de Tomás fueron estas palabras: «Señor mío y Dios mío!» (Jn
20,28). ¡Qué bonitas son estas palabras de Tomás! Le dice “Señor” y “Dios”.
Hace un acto de fe en la divinidad de Jesús. Al verle resucitado, ya no ve
solamente al hombre Jesús, que estaba con los Apóstoles y comía con ellos, sino
su Señor y su Dios.
Jesús le riñe y le dice que no sea incrédulo, sino creyente, y añade:
«Dichosos los que no han visto y han creído» (Jn 20,28). Nosotros no hemos
visto a Cristo crucificado, ni a Cristo resucitado, ni se nos ha aparecido,
pero somos felices porque creemos en este Jesucristo que ha muerto y ha
resucitado por nosotros.
Por tanto, oremos: «Señor mío y Dios mío, quítame todo aquello que me
aparta de ti; Señor mío y Dios mío, dame todo aquello que me acerca a ti; Señor
mío y Dios mío, sácame de mí mismo para darme enteramente a ti» (San Nicolás de
Flüe).
* Rev. D. Joan SERRA i Fontanet (Barcelona, España)
Santoral Católico: Santo Tomás Apóstol En los Evangelios recibe
el sobrenombre de Dídimo o Mellizo. Se hizo famoso en las apariciones de Jesús
resucitado a los Apóstoles. Su incredulidad cuando le hablaron de la primera
aparición, que tuvo lugar estando él ausente, desapareció a la vista de Cristo
en la segunda, cuando Jesús le mostró su costado traspasado por la lanza y sus
manos llagadas por los clavos. Entonces acabó proclamando: «¡Señor mío y Dios
mío!». San Juan nos refiere otras actuaciones de Tomás: cuando los otros temían
acompañar a Cristo, él dijo resuelto: «Vayamos también nosotros y muramos con
él». Y en la Última Cena, cuando Jesús les anuncia su partida, Tomás le
pregunta: «No sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?», a lo que
Jesús responde: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». Tomás es símbolo del
hombre en su lento pero decidido caminar hacia la fe. Según la tradición,
evangelizó los pueblos de Persia y de la India, donde murió mártir.
Oración: Dios
todopoderoso, concédenos celebrar con alegría la fiesta de tu apóstol santo
Tomás; que él nos ayude con su protección, para que tengamos en nosotros vida
abundante por la fe en Jesucristo, tu Hijo, a quien tu apóstol reconoció como
su Señor y su Dios. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
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© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
Pensamiento del día nos
preguntarán no por lo que hemos leído,sino
por lo que hemos hecho;no por
lo que muy bien hemos hablado,sino
por lo que religiosamente hemos vivido»(Tomás
de Kempis) Tema del día:Mes de la
Preciosísima Sangre de Cristo Tradicionalmente, en la
Iglesia, el mes de julio está dedicado a la devoción a la Preciosísima Sangre
de Cristo. En este artículo se describe el origen y evolución de la misma.
Aunque a lo largo de los
siglos la Iglesia presentó varias fiestas de la Santísima Sangre, no fue hasta
el siglo XIX cuando se estableció una fiesta universal. Así, por ejemplo,
previamente fue durante el pontificado Benedicto XIV (1740-1758) cuando se
compusieron la Misa y el Oficio en honor de la Sangre adorable del Divino Salvador.
Tal y como señala san
Juan XXIII en su Carta Apostólica ‘Inde a Primis’ sobre la devoción a la
Preciosísima Sangre, su “propagador admirable” fue en el siglo XIX, el
sacerdote romano san Gaspar del Búfalo”, fundador de los misioneros de la
Preciosa Sangre.
Más tarde, Pío IX,
durante la Primera Guerra Italiana por la Independencia en 1849, se vio
obligado a exiliarse a Gaeta. Allí recibió la visita de don Giovanni Merlini,
misionero de la Preciosa Sangre, que le sugirió que instituyera la consabida
fiesta y predijo el final del exilio con ella.
El papa hizo la promesa
de hacerlo y, con el decreto ‘Redempti sumus’ (10 de agosto de 1849), extendió
a toda la Iglesia la festividad de la Preciosísima Sangre. Después, Pío X, en
1914, la fijó en el día 1 de julio.
El papa Pío XI, como
recuerdo del XIX Centenario de la Redención, elevó dicha fiesta a rito doble de
primera clase, “con el fin de que, al incrementar la solemnidad litúrgica, se
intensificase también la devoción y se derramasen más copiosamente sobre los
hombres los frutos de la Sangre redentora”, explica san Juan XXIII.
Este papa santo, en la
citada carta apostólica y con objeto de incrementar más el culto a la preciosa
Sangre de Jesucristo, aprobó las Letanías a la Sangre de Cristo y recomendó que
se recitasen en todo el mundo católico de manera pública o privada “con la
concesión de indulgencias especiales”.
Igualmente, propuso que,
al acercarse la fiesta y el mes consagrado al culto de la Sangre de Cristo
(julio), “los fieles la hagan objeto de sus más devotas meditaciones y más
frecuentes comuniones sacramentales. Que reflexionen, iluminados por las
saludables enseñanzas que dimanan de los Libros Sagrados y de la doctrina de
los santos padres y doctores de la Iglesia en el valor sobreabundante, infinito,
de esta Sangre verdaderamente preciosísima (…)”.
Por toda esta tradición,
en este mes del año, se anima a los católicos a meditar sobre el sacrificio de
Jesús y el derramamiento de su sangre por la humanidad el Jueves Santo.
(Tomado de Zenit)
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” En España en la cárcel de Vitoria, un sacerdote visita a un prisionero y
le encuentra tiritando de frío. Es el invierno y el pobre hombre lleva apenas
una camiseta. El padre se quita su sotana, su camisa y el jersey y se los da.
Ese simple gesto abre el corazón del asesino. El mismo día, Juan José (así se
llamaba el preso) se confiesa. Toda su existencia cambia. Desde su prisión, más
tarde escribirá: “¡Bienaventurado el día en que yo entré en esa cárcel! Ahí
aprendí a rezar, a llorar mis pecados.”
El 28 de noviembre de 1951 Juan José fue condenado a muerte. Solo en su
celda, se resigna poco a poco. Cerca de su cama tiene un crucifijo y una imagen
de la Santísima Virgen. Todos los días reza el Rosario, hace el Vía crucis y
comulga diariamente. Se priva de fumar, de café, de postre y lleva un cilicio
al cuerpo.
Una noche ve en sueños a Santa Teresita del Niño Jesús que le promete su
intercesión. A inicios de 1953 Juan José obtiene la bendición apostólica del
Papa Pío XII. Él pasa su última noche en oración, al día siguiente asiste a la
misa y recibe la Eucaristía. Llega la hora final. Juan José se muestra
perfectamente calmo. Un testigo dirá: «En las cárceles españolas se forjan
santos.»
Pedidos de oración 🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas,
religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico
de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios
Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las
misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo: no a la criminal agresión de Rusia a Ucrania;
por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en
otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las
drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de
los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de
libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales;
por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los
matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el
aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas
del Purgatorio. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la
salvación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y
la honestidad de los gobernantes.
🙏
Pedimos oración por el alma de Joaquín, jovencito de 14 años de edad, de Laboulaye, Córdoba, Argentina, desaparecido primero y encontrado muerto (asesinado) después. Que el Señor lo reciba en el Paraíso y la Santísima Virgen acompañe y consuele a su familia que lo llora.
🙏
Continuamos unidos en oración por
medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita
todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz
para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo,
en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños
que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran
el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de
conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las
plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos
se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Requisitos para ‘Pedidos de oración’
1) Nombres completos y apellido de la persona por la que se pide (no
publicaremos apellido o solamente pondremos la primera letra).
2) Ciudad y país donde vive la persona por la que se pide.
3) Descripción del problema que tiene.
4) Los Pedidos de Oración se deben enviar a feluzul@gmail.com y deben redactarse de manera breve y resumida.
5) Enviar con tiempo la solicitud de oración (un día antes de su
publicación). Se publican sólo los días lunes, miércoles y viernes.
6) Los pedidos que no traigan toda la información detallada en los puntos
1, 2 y 3, no serán publicados.
Recordando al Padre Natalio Si yo cambiara…
Crecer es dejar atrás algo a lo cual estuvimos
apegados y de lo cual nos cuesta desprendernos; es atrevernos una vez más y
estar dispuestos a ser diferentes de lo que fuimos ayer; es desarrollarnos y
evolucionar desde adentro. Cuando decidimos cambiar una actitud negativa,
estamos creciendo. Cuando decidimos corregir un error, estamos evolucionando.
Si yo cambiara mi manera de pensar hacia
otros, me sentiría más sereno. Si yo cambiara mi manera de actuar ante los
demás, los haría felices. Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos. Si yo me aceptara tal cual
soy, quitándome mis defectos, ¡cuánto mejoraría mi hogar y todo mi medio
ambiente! Si yo criticara menos y amara más, si yo cambiara... ¡cambiaría el
mundo!
Resultado de los cambios positivos es la madurez.
Serás maduro cuando tengas la habilidad de controlar la ira y resolver las
discrepancias sin violencia o destrucción. Otro signo de madurez es la voluntad de posponer el placer
inmediato en favor de un beneficio a largo plazo. Acepta el desafío de cambiar
un poco cada día y crecer en valores, sin pausa y sin prisa.
(P. Natalio)
FELIPE -Jardinero de Dios-(el más pequeñito de todos) BLOG ”PEQUEÑAS
SEMILLITAS”♡”JUAN PABLO II
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