Año
17 - Número 5179 ~ Jueves 8 de Diciembre de 2022
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo! Hoy celebramos la fiesta de laInmaculada Concepción de la Santísima
Virgen María. Es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de
Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en
su bula ‘Ineffabilis Deus’: "...declaramos, proclamamos y definimos
que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada
inmune de toda mancha de la culpa original en el primer instante de su
concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a
los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios
y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los
fieles..."
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♡Primera Lectura: Gén 3,9-15.20
♡Salmo: Sal 97,1.2-3ab.3c-4
♡Segunda Lectura: Ef 1,3-6.11-12
♡Santo Evangelio: Lc 1,26-38 En aquel tiempo, fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de
la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios;
vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará
el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su
reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no
conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será
santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha
concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que
llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". Y el ángel dejándola se fue.
♡Comentario: Hoy, el Evangelio toca un acorde compuesto por tres notas. Tres notas no
siempre bien afinadas en nuestra sociedad: la del hacer, la de la amistad y la
de la coherencia de vida. Hoy día hacemos muchas cosas, pero, ¿tenemos un proyecto?
Hoy, que navegamos en la sociedad de la comunicación, ¿tiene cabida en nuestros
corazones la soledad? Hoy, en la era de la información, ¿nos permite ésta dar
forma a nuestra personalidad? Un proyecto. María, una mujer «desposada con un hombre llamado José, de la
casa de David» (Lc 1,28). María tiene un proyecto. Evidentemente, de
proporciones humanas. Sin embargo, Dios irrumpe en su vida para presentarle
otro proyecto... de proporciones divinas. También hoy, quiere entrar en nuestra
vida y dar proporciones divinas a nuestro quehacer humano. Una presencia. «No temas, María» (Lc 1,30). ¡No construyamos de cualquier
manera! No fuera caso que la adicción al “hacer” escondiera un vacío. El
matrimonio, la vida de servicio, la profesión no han de ser una huida hacia
adelante. «Llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28). Presencia que
acompaña y da sentido. Confianza en Dios, que —de rebote— nos lleva a la
confianza con los otros. Amistad con Dios que renueva la amistad con los otros. Formarnos. Hoy día, que recibimos tantos estímulos con frecuencia
contrapuestos, es necesario dar forma y unidad a nuestra vida. María, dice san
Luis María Grignion, «es el molde vivo de Dios». Hay dos maneras de hacer una
escultura, expone Grignion: una, más ardua, a base de golpes de cincel. La
otra, sirviéndose de un molde. Ésta segunda es más sencilla. Pero el éxito está
en que la materia sea maleable y que el molde dibuje con perfección la imagen.
María es el molde perfecto. ¿Acudimos a Ella siendo nosotros materia maleable? * Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)
Alrededor del año 1600, un indio converso, de
oficio escultor, se internó en el monte y se encontró con una partida de
salvajes Mbayaes de los cuales logró escapar, ocultándose tras un grueso
tronco. En los angustiosos momentos que pasó en su escondite, pidió a la Virgen
salir con vida de aquella situación. Una vez libre de aquel riesgo, labró una
imagen con el mismo tronco que le había cobijado como le prometió a la Virgen. En el año 1603, el lago Tapaicuá se desbordó e
inundó todo el valle de Pirayú arrasando todo lo que estaba a su paso, incluso
la imagen de la Virgen. Sin embargo, al retroceder las aguas milagrosamente
apareció la imagen de la Virgen que el indio había labrado. Los pobladores
comenzaron a difundir su devoción y comenzaron a invocarla con el nombre de
"Virgen de los Milagros". Un devoto vecino, llamado José y carpintero
de oficio, le preparó una modesta ermita y en ella empezó a recibir culto la Virgen
de Caacupé. La imagen de Ntra. Sra. de Caacupé es pequeña, de poco más de
cincuenta centímetros. Es Inmaculada y sus pies descansan sobre una pequeña
esfera, ciñendo su talle una faja blanca de seda. Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta de
María de Caacupé y los peregrinos llegan por millares al Santuario a demostrar
su amor y gratitud a la Madre de todos, a la "Virgen Azul de
Paraguay".
Palabras de San Juan Pablo II
“¿Quién
es esta mujer? El texto bíblico no refiere su nombre personal, pero deja
vislumbrar una mujer nueva, querida por Dios para reparar la caída de Eva: ella
está llamada a restaurar el papel y la dignidad de la mujer, y a contribuir al
cambio del destino de la humanidad, colaborando mediante su misión materna a la
victoria divina sobre Satanás [...] Así, los títulos de Inmaculada Concepción y
Cooperadora del Redentor, que la fe de la Iglesia ha atribuido a María para
proclamar su belleza espiritual y su íntima participación en la obra admirable
de la Redención, manifiestan la oposición irreductible entre la serpiente y la
nueva Eva.”
El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX promulgó el dogma de la
Inmaculada Concepción de María. El 25 de marzo de 1858, en la festividad de la
Encarnación del Verbo, la Virgen María se aparece en Lourdes (Francia) a santa
Bernadette y confirma el dogma diciendo: "Yo soy la Inmaculada
Concepción”. Ahora bien, treinta años antes, otro evento sobrenatural y sorprendente ya
había confirmado la concepción inmaculada de la Virgen, Madre de Dios. Y no te
imaginas quién lo confesó: ¡El Diablo! El episodio lo reporta el padre Gabriel
Amorth (1925-2016), el exorcista más famoso del mundo, autor de muchos libros
sobre el tema de los exorcismos y la figura del Diablo. Era en 1823, en Ariano Irpino (Italia). El diablo se había apoderado de un
joven analfabeto de 12 años. Dos grandes predicadores dominicos reconocidos y
autorizados por la Iglesia para practicar exorcismos, el padre Cassiti y el
padre Pignatora estaban invitados a intervenir para "desposeer"
(liberar) al joven. Los dos religiosos le hacen preguntas al diablo, incluyendo
una sobre la Inmaculada Concepción. Este declara que la Virgen de Nazaret no
estuvo ni un momento bajo su poder, porque fue concebida "llena de
gracia" y toda para Dios. El diablo, como sabemos, es un mentiroso, considerado como el "padre
de la mentira", pero puede ser obligado, durante un exorcismo, a decir la
verdad sobre asuntos de fe. Los dos sacerdotes exorcistas, por tanto, lo
obligan a demostrar que María es inmaculada y le piden que lo haga en forma de
soneto. Humillado, Satanás se ve obligado a cantar, en el nombre de Cristo, la
gloria de María y su Inmaculada Concepción. Y lo hace con una construcción
perfecta, estructural y teológicamente hablando: "Soy la verdadera Madre de un Dios que es Hijo y yo soy hija suya,
aunque también su Madre. Él nació desde la eternidad y es mi Hijo, en ese
momento yo también nací, sin embargo, soy su Madre. Él es mi creador y es mi Hijo; yo soy su criatura y su Madre. Es un
prodigio divino que mi Hijo sea un Dios Eterno y que me tenga como Madre. El
ser es casi común entre Madre e Hijo, porque la Madre tiene el ser del Hijo y
el Hijo también lo tiene de la Madre; se dice que fue inmaculado el Hijo, sin
mancha se dirá también la Madre". Cuentan que el Papa Pío IX se conmovió profundamente cuando, después de
proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción, escuchó este soneto.
Un minuto para volar
Diciembre 8 Hace bien leer el canto de alabanza a María. Ella
alababa a Dios porque elevó a los humildes y a los hambrientos los colma de
bienes (Lc 1,52-53), porque auxilió a su siervo Israel, acordándose de
su misericordia (Lc 1,54). Era una mujer sensible a los problemas de su
pueblo y por eso puede comprender nuestras dificultades. Es hermosa la
prontitud que tuvo María para ayudar a su prima Isabel, que estaba embarazada
(Lc 1, 39-40). Eso muestra su solidaridad permanente y espontánea. No se quedó
encerrada en sí misma sino que supo estar atenta a las necesidades de los
otros. También en nuestras vidas se hace presente esta visita de la madre, y
cada uno puede sentirla cerca. (Mons. Víctor
M. Fernández)
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