viernes, 14 de enero de 2022

Pequeñas Semillitas 4876

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 4876 ~ Viernes 14 de Enero de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A pesar de que Satanás había seducido a Eva, llevando a Adán a seguirlo, Dios no solo nos dio un Redentor que con su muerte venció a la muerte, sino en la persona de la Mujer, la Madre de Dios, María siempre Virgen, que aplastó en sí misma y en toda la humanidad la cabeza de la serpiente, nos proporcionó una abogada infatigable ante su Hijo y nuestro Dios, una invencible defensora de los pecadores más empedernidos.
Por eso se le llama "Terror de los demonios", porque es imposible que el demonio destruya a un hombre mientras el hombre mismo no deje de recurrir a la ayuda de la Theotokos, la Madre de Dios.
No dejemos pasar ni un día de nuestra vida sin invocar a María, que siempre está atenta a socorrernos en todas nuestras necesidades.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día 
Primera Lectura: 1 Sam 8,4-7.10-22a
 
Salmo: Sal 88,16-17.18-19
 
Santo Evangelio: Mc 2,1-12
Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y Él les anunciaba la Palabra.
Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde Él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».
Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?». Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate, toma tu camilla y anda?’ Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al paralítico-: ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’».
Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida».
 
Comentario:
Hoy vemos nuevamente al Señor rodeado de un gentío: «Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio» (Mc 2,2). Su corazón se deshace ante la necesidad de los otros y les procura todo el bien que se puede hacer: perdona, enseña y cura a la vez. Ciertamente, les dispensa ayuda a nivel material (en el caso de hoy, lo hace curando una enfermedad de parálisis), pero —en el fondo— busca lo mejor y primero para cada uno de nosotros: el bien del alma.
Jesús-Salvador quiere dejarnos una esperanza cierta de salvación: Él es capaz, incluso, de perdonar los pecados y de compadecerse de nuestra debilidad moral. Antes que nada, dice taxativamente: «Hijo, tus pecados te son perdonados» (Mc 2,5). Después, lo contemplamos asociando el perdón de los pecados —que dispensa generosa e incansablemente— a un milagro extraordinario, “palpable” con nuestros ojos físicos. Como una especie de garantía externa, como para abrirnos los ojos de la fe, después de declarar el perdón de los pecados del paralítico, le cura la parálisis: «‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’. Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos» (Mc 2,11-12).
Este milagro lo podemos revivir frecuentemente nosotros con la Confesión. En las palabras de la absolución que pronuncia el ministro de Dios («Yo te absuelvo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo») Jesús nos ofrece nuevamente —de manera discreta— la garantía externa del perdón de nuestros pecados, garantía equivalente a la curación espectacular que hizo con el paralítico de Cafarnaúm.
Ahora comenzamos un nuevo tiempo ordinario. Y se nos recuerda a los creyentes la urgente necesidad que tenemos del encuentro sincero y personal con Jesucristo misericordioso. Él nos invita en este tiempo a no hacer rebajas ni descuidar el necesario perdón que Él nos ofrece en su alcoba, en la Iglesia.
* Rev. D. Joan Carles MONTSERRAT i Pulido (Cerdanyola del Vallès, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Félix de Nola
Confesor de la fe
Natural de Nola, ciudad cercana a Nápoles, abrazó el servicio apostólico desde muy joven. Al morir su padre, Félix distribuyó su herencia entre los pobres y fue ordenado sacerdote por San Máximo, Obispo de Nola. Al iniciarse una cruel persecución contra la Iglesia, Máximo huyó al desierto para continuar al servicio de su rebaño. Al no ser encontrado por los soldados romanos, Félix, quien lo sustituía en sus deberes pastorales, fue tomado preso, azotado, cargado de cadenas y encerrado en el calabozo cuyo piso estaba lleno de vidrios.
Sin embargo, el Ángel del Señor se le apareció y le ordenó ir en ayuda de su Obispo, quien yacía medio muerto de hambre y de frío. Ante su capacidad de hacerlo volverlo en sí, el Santo acudió a la oración y al punto apareció un racimo de uvas, cuyas gotas derramó sobre los labios del maestro, el cual recuperó el conocimiento siendo conducido luego a su Iglesia. Félix permaneció escondido orando permanente por la Iglesia hasta la muerte de Decio; sin embargo, continuó siendo perseguido hasta que se estableció la paz de la Iglesia. Murió en medio de la pobreza y el servicio de los más necesitados, a pesar de que fue elegido como Obispo de Nola.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
 
“En un tiempo no lejano, un padre y una madre,
unidos en matrimonio, tomados de la mano
y paseando con sus hijos en brazos,
será el gesto más revolucionario e intrépido”
(Gilbert Chesterton)
 
Tema del día:
Seamos luz del mundo
Dijo Jesús: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga». Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará».
 
No podemos permitir que la Palabra que Cristo sembrada en nuestros corazones sea arrebatada, por el desinterés, las ambiciones, el aprovechamiento de los demás, la dureza de corazón frente al dolor de los demás, el orgullo de creernos superiores.
 
Debemos limpiar nuestro corazón de todos esos pedruscos de la inconstancia que no permiten que la Palabra eche raíces profundas.
 
¡Cuántas promesas hacemos! ¡Cuántos propósitos que no cumplimos!
 
Cristo nos mide con la vara de su misericordia, de su amor, nos perdona siempre, y nosotros a veces somos muy duros para juzgar a los demás. Respondamos a Cristo con ese amor a los que están más cerca de nosotros, midiéndolos con los ojos de Cristo, con amor y caridad.
 
Que la luz de Cristo brille hoy y siempre en nosotros, para que podamos dar a los demás ese reflejo de Dios.
(Portavoz de Amor)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Debe ser la edad, pero a veces creo que soy una de las personas más afortunadas, realmente bendecido por Dios.
Hace algunos años, yo pensaba que ser una persona privilegiada era el poder tener una hermosa casa, un coche caro, mucho dinero o cosas similares. Y es posible que así sea para algunos. El concepto de privilegio forma un abanico de grandes posibilidades.
Me pueden tachar de conformista, pero he visto muchas cosas, y si puedo leer un libro tranquilamente en mi casa, con luz eléctrica, en una cómoda silla y puedo levantarme a beber agua cuando desee, posiblemente y aunque no lo sepa, sea una de las personas más envidiadas de este planeta.
Como San Francisco de Asís lo decía hace 800 años, hoy yo podría decir también que 'necesito muy pocas cosas, y esas pocas cosas las necesito poco'.
Sí; podrán decir que soy conformista, pero yo creo que soy un privilegiado con fuerzas para luchar por aquello que merece la pena. Hoy, lo que más quiero para mi vida, es estar cerca de Dios, encaminar mis pasos hacia Jesús, sentirme iluminado por el Espíritu Santo, contar con la compañía protectora de la Santísima Virgen María. Y si, además de todo eso, puedo llevar a mis hermanos la alegría del Evangelio a través de internet, mi alegría es completa.
 
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de Argentina en el marco de la justicia.
 
Pedimos oración por todos los países de Latinoamérica, para que no caigan en las garras nefastas del comunismo y/o gobiernos populistas que tienden hacia lo dictatorial, sin tener interés en las necesidades de los pueblos, sino en satisfacer las propias ambiciones desmedidas de los políticos enquistados en los diversos gobiernos.
 
Pedimos oración para Angélica María D., de Nicaragua, 36 años de edad, que lucha para salir adelante en la vida tratando de superar todos los obstáculos y algunas enfermedades. Ella es abogada y todavía no ha podido encontrar trabajo, y su mamá Gloria, que nos lee cada día, pide que recemos por ella al Señor.
 
Pedimos oración para nuestra amiga de la ciudad de Buenos Aires, Cristina C., lectora de la “primera hora” de esta página, que ahora está cursando el Covid-19, sola en su casa, tratando de sobreponerse a los síntomas que, gracias a Dios y al hecho de estar vacunada, no son demasiado intensos. Que el Señor misericordioso le conceda una pronta recuperación.
 
Pedimos oración para Yulia A., de la localidad de La Para, provincia de Córdoba, Argentina, madre de hijos adolescentes, afectada de cáncer de tiroides, operada en 2020 pero ahora con nueva recaída de la enfermedad. Que la Santísima Virgen de Lourdes sea mediadora de este pedido nuestro ante el Señor y le conceda la gracia infinita de la sanación.
 
Pedimos oración para María C., de Mendoza, Argentina, con problemas de visión: cataratas y probable maculopatía. María ha sido lectora de esta página desde sus comienzos y mucho nos ayudó para poder consolidarla y hacerla crecer. Que, por la intercesión de Santa Lucía, el Señor le conceda solución a sus problemas.
 
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Un minuto para volar
Enero 14
Nostalgia no es lo mismo que memoria. La memoria es positiva, porque implica recordar lo bueno que hemos vivido y agradecerlo a Dios, o recordar con paz interior y aceptación los momentos duros como un aprendizaje. Pero la nostalgia es un sentimiento triste e insatisfecho, que nos deja pegados a un pasado dulzón. También nos hace sufrir recordando que no fuimos capaces de disfrutar algunas cosas que tuvimos en otro momento de la vida. Cuida la memoria, pero no dejes entrar la nostalgia.
(Mons. Víctor M. Fernández)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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