domingo, 30 de mayo de 2021

Pequeñas Semillitas 4685

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4685 ~ Domingo 30 de Mayo de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La fiesta de la Santísima Trinidad es una invitación para alabar y reconocer a Dios en su ser más íntimo. La doctrina católica nos dice que se trata de tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. Estamos frente al misterio más hondo de nuestra fe; lo que nuestras limitadas y pobres palabras humanas pueden decir sobre Dios son los  balbuceos elementales de un niño de dos años...
Después de recibir el don del Espíritu Santo en Pentecostés, la comunidad de los seguidores de Jesús comprendió que Dios, en su ser más íntimo, es Padre, Hijo y Espíritu Santo, la perfecta unidad y la perfecta comunidad.
La fiesta de la Santísima Trinidad, que es el misterio de los misterios. A pesar de las limitaciones de nuestra inteligencia de criaturas y a pesar de la torpeza de nuestras palabras, comprendemos la invitación que Dios nos hace a participar de su ser, como lo expresa bellamente San Pablo en la carta a los Romanos que hemos escuchado hoy: “somos hijos de Dios; y si somos hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo”. Que el misterio de la Santísima Trinidad sea el punto de referencia de toda nuestra espiritualidad y que cada día seamos más imágenes y semejanzas de este Dios que es la perfecta unidad y la perfecta comunidad, que es comunicación y que es amor.
 
¡Buenos días María!
Todos debemos pedir la perseverancia final, es decir, la perseverancia en la fe y en la gracia para que en el momento de la muerte nos encontremos en gracia de Dios y nos salvemos. Y esto se lo debemos pedir especialmente a la Santísima Virgen, pues Ella es la que mejor nos puede ayudar a perseverar en el bien.
Si tenemos una gran devoción a María, eso es como un seguro contra todo riesgo, como un estar protegidos contra todos los enemigos del alma, visibles e invisibles, e inclinar a Dios en nuestro favor. Todos los bienes nos vienen con la devoción a la Virgen, pues Dios ha puesto en las manos de María la salvación de sus hijos.
Seamos amigos de María y no nos arrepentiremos nunca, sino que estaremos felices en este mundo y en el venidero, porque quien tiene a María lo tiene todo, ya que en Ella están los tesoros más grandes de Dios, incluido su Hijo.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Deuteronomio 4,32-34.39-40
 
Salmo: Sal 33 (32) 4-5.6.9.18-19.20.22
 
Segunda Lectura: Romanos 8,14-17
 
SANTO EVANGELIO: Mt 28,16-20
En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».
 
Comentario:
Hoy, la liturgia nos invita a adorar a la Trinidad Santísima, nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un solo Dios en tres Personas, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Por la gracia del Bautismo estamos llamados a tener parte en la vida de la Santísima Trinidad aquí abajo, en la oscuridad de la fe, y, después de la muerte, en la vida eterna. Por el Sacramento del Bautismo hemos sido hechos partícipes de la vida divina, llegando a ser hijos del Padre Dios, hermanos en Cristo y templos del Espíritu Santo. En el Bautismo ha comenzado nuestra vida cristiana, recibiendo la vocación a la santidad. El Bautismo nos hace pertenecer a Aquel que es por excelencia el Santo, el «tres veces santo» (cf. Is 6,3).
El don de la santidad recibido en el Bautismo pide la fidelidad a una tarea de conversión evangélica que ha de dirigir siempre toda la vida de los hijos de Dios: «Ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1Tes 4,3). Es un compromiso que afecta a todos los bautizados. «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, n. 40).
Si nuestro Bautismo fue una verdadera entrada en la santidad de Dios, no podemos contentarnos con una vida cristiana mediocre, rutinaria y superficial. Estamos llamados a la perfección en el amor, ya que el Bautismo nos ha introducido en la vida y en la intimidad del amor de Dios.
Con profundo agradecimiento por el designio benévolo de nuestro Dios, que nos ha llamado a participar en su vida de amor, adorémosle y alabémosle hoy y siempre. «Bendito sea Dios Padre, y su único Hijo, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros» (Antífona de entrada de la misa).
* Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)
 
Pensamiento del día
“La respuesta cristiana está contenido en estos dos dogmas fundamentales: el de la Trinidad y de la Encarnación. En el dogma trinitario Dios es uno, bueno, verdadero y bello, porque él mismo es amor, y el amor supone la una, la otra, y su unidad”.
(Hans Urs von Balthasar)
 
Predicación del Evangelio:
Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo
Si nos hemos reunido en una iglesia esta mañana o tarde es porque amamos a Dios. Desde nuestra infancia, hemos aprendido a amar al que nos ha creado. Y sin embargo, si alguien nos pregunta: ¿Quién es Dios?”, experimentamos que no tenemos siempre la misma idea o la misma imagen de él.
 
Para algunos, Dios es un Padre intransigente y severo. Para otros, es más bien gentil y perdona fácilmente el mal que se ha podido cometer. Algunos lo imaginan al mismo tiempo como un Padre y una Madre. Otros añadirán que es extremadamente justo y poderoso, pero bueno, comprensivo y que ama.
 
Ante esta diversidad, admiramos la prudencia de los antiguos hebreos que se abstenían de nombrar a Dios por miedo a imponerle nuestros límites. Sabían que ningún ser humano puede saber plenamente quién es Dios.
 
Jesús lo entendió bien. Sabía que no podía dar a sus discípulos la descripción completa de su Padre. Conocía sus límites y sus fragilidades. Por eso envió al Espíritu Santo para llevarlos “a la verdad completa” (Juan 16, 13). Lo que nos dice Jesús es que podemos crecer en el conocimiento de Dios: un crecimiento que puede durar toda una vida.
 
¿Cómo crecer así? Seguramente no sólo oyendo hablar de Dios. Pues millones de palabras no bastarían. Y si la teología nos ayuda a captar mejor quién es Dios, sólo la experiencia nos llevará a conocerlo verdaderamente. Creados a su imagen, lo reconoceremos en la generosidad de la que toma tiempo de escucharnos, de que pasa respondiendo a una llamada, o de un niño que se arroja incondicionalmente en sus brazos.
 
Ya conocemos al Hijo, por así decirlo, como si lo hubiéramos encontrado. Le hablamos en la oración. Lo conocemos por haber oído sus palabras y la narración de todo lo que hizo en Galilea y en Jerusalén.
 
En cuanto al Espíritu Santo, sabemos que ha sido llamado para quedarse junto a nosotros como un amigo, un defensor, un guía personal. Está encargado de centrarnos en la misión que Jesús nos ha confiado: “Id por todo el mundo, haced discípulos míos, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.”
(P. Felipe Santos S.D.B.)
 
De los envíos del P. Natalio
Dar y darse
La generosidad es una virtud que te pone en sintonía con Dios que es todo amor y donación de sí mismo. Cada día puedes empezar a ser generoso en gestos pequeños. Con la práctica se te irá abriendo el corazón, descubrirás la alegría de dar y comprobarás, maravillado, que recibes mucho más de lo que das.
 
El gran secreto está en dar. Aprende pues y la vida te recompensará con creces. Dale a tu prójimo una parte de tu tiempo, de tu dinero, de tu comprensión, de tu simpatía, de tu estimulo. De cierto te digo que a cambio recibirás algo valioso. Más al dar no esperes una recompensa inmediata y material. Por misteriosos caminos infalibles, el Supremo Dador te ofrecerá multiplicado y en su momento oportuno. A fin de cuentas, el negocio más productivo del mundo es dar (Clement Stone).
 
Cada día puedes ser generoso en acciones pequeñas. Este propósito abre el corazón poco a poco, y descubres admirado que nunca pierdes. Por el contrario te fortaleces y puedes superar el temor de ser vulnerable. Practicar la generosidad ejercita al corazón: cuanto más se da, más se fortalece. Recuerda que Jesús dijo: “Hay más alegría en dar que en recibir”.
* Padre Natalio
 
Poesía
Santísima Trinidad
Tres ramas de un mismo tronco,
tres Personas, sólo un Dios,
Padre, Hijo, Espíritu,
unidos en el amor.
 
¡Qué admirable maravilla,
Dios en el hombre, y el hombre en Dios,
Dios que se comunica totalmente
y nos hace vivir en comunión!.
 
Bendito sea Dios,
que como es don,
se regala plenamente,
y nos muestra su amor.
 
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.
Gloria a la Trinidad,
que nos ama sin igual.
(Lydia de la Trinidad)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Las cosas hechas a partir de la ira son, en el mejor de los casos, ineficaces. Cualquier cosa hecha en estado de cólera llevará casi con certeza al arrepentimiento. La mayoría de las respuestas basadas en el enojo no son voluntarias y controladas, sino reacciones ciegas e impulsivas. Cuando permites que tu enojo se haga cargo de tus actos te pones en una clara situación de desventaja.
Lo mejor que puedes hacer cuando eres presa de la ira es esperar. Cuenta hasta diez. Cuenta hasta cien. Déjalo para mañana. Piénsalo. Convérsalo. Deja que pase, antes de dar el próximo paso. Claro que la ira puede generar energía, pero casi siempre es una energía inmanejable que daña todo lo que está cerca, incluido tú...
Actuar a partir del enojo te daña tanto como a los demás. Espera que la ira pase. La energía no desaparecerá. En cambio, se transformará en enfocada y productiva.
Sea lo que fuere que haya generado tu enojo, hay algo positivo que puedes hacer al respecto. Si te tomas el tiempo necesario para permitir que tu ira se calme, encontrarás ese algo positivo. Sé inteligente. Cálmate y sé un verdadero ganador...
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
 Desde Argentina, nos escribe nuestra lectora Dolores para agradecer tanto a Dios como a los que rezaron por Yamila y su familia, incluyendo a la bebé Jazmín, pues están mejorando todos. Recordemos que Yamila embarazada tuvo que ir a cesárea por haber contraído Covid, naciendo la bebita Jazmín. También el papá con Covid, pero gracias a la mediación de María Auxiliadora están todos en proceso de mejoría. Nos sumamos a la plegaria de agradecimiento.
 
  Desde Paraguay llega el agradecimiento a Dios y a quienes rezaron por dos personas afectadas del Covid y que están en franca recuperación: Isabel y su hijo Adrián Fernando que estuvo mucho más grave en terapia intensiva. Damos gracias a Dios y a la Virgen de Caacupé.
 
Año de San José 
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Mayo 30
Como se une a Jesús en la Pasión, María se une también en la Resurrección. En ella brota la vida nueva de Dios y desde ella se contagia. Primero que nadie a san José, su esposo amado, que compartió con ella gran parte de su vida. Que por su intercesión, él nos transmita también a nosotros la vida nueva de la Resurrección. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
 
AMDG

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.