domingo, 7 de febrero de 2021

Pequeñas Semillitas 4574

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4574 ~ Domingo 7 de Febrero de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Qué gran lección la de Jesús en el evangelio de este domingo: sale con sus discípulos de la sinagoga y, en la casa de Pedro, actúa maravillosamente. Una vez más habla con autoridad: hace lo que dice. Habla, camina, entra en casa de Pedro y cura. Las obras le acompañan. Las obras le hacen coro. No necesita más refrendo ni más marketing que su infinita misericordia. Repito: ¡Sus obras le acompañan! ¡Sus obras le hacen coro!
Hoy sigue Jesús bendiciendo a los hombres, orientándoles en su actuación, curándoles de sus dolencias. Jesús sigue presente en sus representantes. Lo que se necesita es acudir a ellos con humildad –sin ánimo de polémica–, con el deseo de aceptar su ayuda. Dios no se impone, propone su doctrina de salvación eterna y la orientación correcta de la vida. Todo depende de la buena voluntad de cada uno: primero buscar a Dios, luego estar dispuesto a acudir a quien Él indica. No hay otro camino. Ninguna teoría o ideología puede calmar la sed profunda de verdad que anida en el corazón humano.
Te buscaré, porque sólo Tú tienes palabras de vida eterna, y me dejaré orientar y curar por Ti, que sigues bendiciendo a través de las manos y las palabras de tus ministros.
 
¡Buenos días María!
Las manos de María están colmadas de gracias y bendiciones para todos nosotros. Basta que le pidamos a Ella y nos dará sobreabundantes gracias y dones.
Cuando éramos pequeños y nos traían regalos, enseguida mirábamos las manos para ver si efectivamente nos traían regalos.
Hoy debemos mirar las manos de María y ver si tiene regalos para nosotros. Si hacemos esto, comprobaremos que las manos de María están rebosantes de regalos de tal magnitud que no podemos ni siquiera imaginar.
Pero para recibir estos regalos, tenemos que pedirlos a través de la oración, especialmente la oración del Santo Rosario, que es la predilecta de la Virgen, y por la cual concede toda clase de bienes, y de los más selectos, a todos los que lo rezan.
Besemos las manos benditas de María, y dejémonos acariciar por ellas, porque no hay nada mejor que una caricia maternal sobre nuestras heridas tan dolorosas.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Job 7,1-4.6-7
 
Salmo: Sal 147 (146),1-2.3-4.5-6.
 
Segunda Lectura: 1 Cor 9,16-19.22-23
 
Santo Evangelio: Mc 1,29-39
En aquel tiempo, cuando Jesús salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y le hablan de ella. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a servirles. Al atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados; la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba hablar a los demonios, pues le conocían.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan». Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido». Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
 
Comentario:
Hoy, contemplamos a Jesús en Cafarnaúm, el centro de su ministerio, y más en concreto en casa de Simón Pedro: «Cuando salió de la sinagoga se fue (...) a casa de Simón y Andrés» (Mc 1,29). Allí encuentra a su familia, la de aquellos que escuchan la Palabra y la cumplen (cf. Lc 8,21). La suegra de Pedro está enferma en cama y Él, con un gesto que va más allá de la anécdota, le da la mano, la levanta de su postración y la devuelve al servicio.
Se acerca a los pobres-sufrientes que le llevan y los cura solamente alargando la mano; sólo con un breve contacto con Él, que es fuente de vida, quedan liberados-salvados.
Todos buscan a Cristo, algunos de una manera expresa y esforzada, otros quizá sin ser conscientes de ello, ya que «nuestro corazón está inquieto y no encuentra descanso hasta reposar en Él» (San Agustín).
Pero, así como nosotros le buscamos porque necesitamos que nos libere del mal y del Maligno, Él se nos acerca para hacer posible aquello que nunca podríamos conseguir nosotros solos. Él se ha hecho débil para ganarnos a nosotros débiles, «se ha hecho todo para todos para ganar al menos algunos» (1Cor 9,22).
Hay una mano alargada hacia nosotros que yacemos agobiados por tantos males; basta con abrir la nuestra y nos encontraremos en pie y renovados para el servicio. Podemos “abrir” la mano mediante la oración, tomando ejemplo del Señor: «De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración» (Mc 1,35).
Además, la Eucaristía de cada domingo es el encuentro con el Señor que viene a levantarnos del pecado de la rutina y del desánimo para hacer de nosotros testigos vivos de un encuentro que nos renueva constantemente, y que nos hace libres de verdad con Jesucristo.
* Rev. D. Francesc CATARINEU i Vilageliu (Sabadell, Barcelona, España)
 
Palabras de San Juan Pablo II
“¡Descubrid vuestras raíces cristianas, aprended la historia de la Iglesia, profundizad el conocimiento de la herencia espiritual que os ha sido transmitido, seguid a los testigos y a los maestros que os han precedido! Sólo permaneciendo fieles a los mandamientos de Dios, a la alianza que Cristo ha sellado con su sangre derramada en la Cruz, podréis ser los apóstoles y los testigos del nuevo milenio”
 
De los envíos del P. Natalio
Oración de agradecimiento
Recuerda este mensaje de María, Reina de la Paz: “Mi querido hijo: ora para que tu vida esté llena de una gozosa acción de gracias que brote desde tu corazón, como un río de alegría. Da incesantemente gracias a Dios por todo lo que posees, por cada pequeño don que Dios te concede. De esa forma, la bendición gozosa de Dios descenderá siempre sobre su vida”.
 
Gracias, Dios mío. No quiero olvidar tus beneficios. Quisiera que mi interior se llenara de gratitud para cantarte. Gracias, Señor, ante todo por la vida. Gracias por todos los días de mi existencia. Gracias por las personas que me amaron y que fueron amables conmigo alguna vez. Gracias porque me has alimentado, me has acompañado, me has ofrecido tu consuelo y tu amistad. Gracias porque soy tu hijo. Gracias porque puedo hacer el bien, porque siempre puedo volver a empezar. Gracias por el aire que respiro, por la música, por la tierra, por los árboles, por las calles. Gracias a ti, mi Señor amado, porque todo lo bueno viene de ti. Amén. (P. Víctor Fernández).
 
San Pablo exhortaba a los cristianos de Colosas a “vivir dando gracias a Dios”. Ejercítate y verás que te ayuda a vivir la relación con Dios de una forma concreta y existencial, descubriendo con gozo los dones que te regala a cada paso. Es una oración que ensancha el corazón y descansa la mente. Acostúmbrate a practicarla.
* P. Natalio
 
Predicación del Evangelio:
Aliviar el sufrimiento
En el evangelio del domingo pasado y en este domingo, hay algo semejante. El evangelista Marcos describe un día en el ministerio de Jesús. La historia comenzó con Jesús entrando la sinagoga en Cafarnaúm. Allí echó un espíritu inmundo, que se puede llamar la ignorancia, con sus enseñanzas. Nos sentimos agradecidos de tener la fe en tal gran maestro como Jesús. Sus enseñanzas nos traen la esperanza.
 
Hoy lo apreciamos por su simpatía con la gente. Cura primero a la suegra de Simón. Entonces no falta a ayudar a muchos otros afligidos. De una manera sus curaciones extienden su predicación en el nivel práctico. Siempre su mensaje proclama el amor de Dios para el pueblo. Ahora muestra este amor por aliviar las cargas que llevan los hombres y mujeres.
 
Curiosamente cuando otros tratan de identificar quien es Jesús, no lo permite. Cuando el espíritu inmundo lo llama “el santo de Dios”, el responde: “Cállate…” Más allá en el evangelio Pedro lo nombrará "el mesías". Jesús responderá por decir a los doce que no deben decir esto a nadie. Solo cuando muere en la cruz, puede ser revelado su identidad completa. Al verlo sufrir sin maldecir a nadie, el centurión romano dice: “De veras, este hombre era Hijo de Dios”.
 
A menudo se llama el esfuerzo del evangelio para encubrir la identidad de Jesús el “secreto mesiánico”. Parece que se guarda el secreto para que no malentiendan a Jesús los hombres. Si supieran que es Hijo de Dios, lo tratarían a coronarlo rey. Aún peor, formarían un ejército para echar a los romanos de Israel. Pero el hijo de Dios no vino para ser adulado como un rey temporal ni llegó para derrotar ejércitos foráneos. No, su misión, la voluntad de Dios su Padre, es vencer el pecado. Cuando lo ven sufriendo en la cruz, muriendo y resucitado de entre los muertos, pueden comprender su misión.
 
Hoy en día muchos que no conocen la historia de Jesús tendrían otro propósito si tuvieran al hijo de Dios en su medio. Le echarían la culpa por permitir Covid y todas las demás maldades que afligen al pueblo. Por eso, muchos se burlan de cristianos por creer en un Dios que no les salva de guerras, pandemias, y otras catástrofes.
 
¿Cómo podríamos responder a estas críticas? En primer lugar, tenemos que afirmar la bondad de Dios. Él nos da la vida, la familia, y muchos otros beneficios que a menudo se toman por dadas. Los hombres pueden tramar muchos líos solos. Sin embargo, no están solos sino existen fuerzas espirituales oscuras que multiplican la maldad en el mundo. Finalmente, sabemos que el mal no va a vencer. En el fin de cuentas Dios, que ya ha conquistado el mal por la obra de Jesús, volverá todas las cosas bien.
 
En el intermedio es de nosotros para creer en Jesús y seguir su voluntad. Pablo dice en la segunda lectura hoy: “¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!” Queremos da eco a Pablo diciendo, “¡Ay de nosotros si no vivimos el evangelio!”
 
(P. Carmelo Mele O.P.)
 
Poesía
El silencio 
No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
que un silencio sin fin sea tu escudo
y al mismo tiempo tu perfecta espada.
 
No llames si la puerta está cerrada,
no llores si el dolor es más agudo,
no cantes si el camino es menos rudo,
no interrogues sino con la mirada.
 
Y en la calma profunda y transparente
que poco a poco y silenciosamente
inundará tu pecho de este modo,
 
sentirás el latido enamorado
con que tu corazón recuperado
te irá diciendo todo, todo, todo.
 
(Francisco Luis Bernárdez)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Todos deseamos ser amados. Una característica común de los seres humanos es la necesidad de ser importantes en la vida de alguien más. "Al menos una persona me necesita", decimos cuando nos sentimos menos aptos para aceptar las exigencias de la vida. Cuán parecidos somos. La paradoja es que nuestra propia necesidad de amor se reduce cuando amamos a los demás. Ofrece tu amor y éste regresará a ti. Esta es una promesa en la que podemos confiar.
Generalmente, la realidad acerca del amor y su ruta del emisor al receptor y viceversa se encuentra lejos de nuestras mentes. Con mayor frecuencia nos desesperamos y nos obsesionamos por la falta de pruebas de amor en nuestra vida. ¿Por qué él no sonríe? ¿Por qué no le importo a ella? ¿Ha ocupado mi lugar alguien más interesante? El hecho de ofrecer nuestro amor en lugar de buscarlo, influirá en todas nuestras experiencias. La vida será más apacible y las recompensas serán muchas y de gran alcance.
Amar a los demás me garantiza el amor que deseo. Pero no puedo esperar nada si no doy yo primero.
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
 Desde Las Tunas, Cuba, nos escribe Brígida, para expresar el agradecimiento a Dios y a todos los que oraron por Dionicio R., residente en Miami, USA, que estuvo contagiado de Covid y se recupera favorablemente. También manifiesta el agradecimiento de la familia de Dora M., de Los Ángeles, que ha mejorado mucho. Damos gracias a Dios.
 
Desde México llega el agradecimiento a Dios y a los que hicieron oraciones en favor de César M. A. Le amputaron dos dedos del pie, pero va mejorando; su anemia va disminuyendo y su presión arterial comienza a ser normal. Ya da algunos pasos con andador. Todavía necesita que sigamos rezando por él ya que ha agotado sus reservas de dinero y debe seguir costeando el tratamiento hasta su recuperación total y poder volver a trabajar.
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Febrero 7
Quien más amable que tú, el elegido del Padre para acompañar a Jesús y a María, cumpliéndose en Ti lo que diría Jesús: ‘Bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra’. Quien te veía sentía la verdadera paz que brota de tu alma unida a la divinidad. Comunícanos esa paz que solo Dios puede dar. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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