jueves, 20 de agosto de 2020

Pequeñas Semillitas 4421

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4421 ~ Jueves 20 Agosto de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy celebramos a San Bernardo, el gran enamorado de la Virgen Santísima. Se adelantó en su tiempo a considerarla medianera de todas las gracias y poderosa intercesora nuestra ante su Hijo Nuestro Señor. A San Bernardo se le deben las últimas palabras de la Salve: "Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María", así como la bellísima oración del "Acordaos": Acordaos, ¡Oh piadosísima Virgen María! que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorado vuestra asistencia y reclamado vuestro socorro, haya sido abandonado de Vos. Animado con esta confianza, a Vos también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis, ¡oh Madre de Dios!, mis humildes súplicas, antes bien, inclinad a ellas vuestros oídos y dignaos atenderlas favorablemente.
Tal era su Amor a la Virgen que teniendo costumbre de saludarla siempre que pasaba ante una imagen de ella con las palabras "Dios te Salve María", la imagen un día le contestó "Dios te salve, hijo mío Bernardo".
 
¡Buenos días!
Todavía…
El paso fugaz del tiempo es percibido por todos. El tiempo es un bien muy valioso. Pero, la verdad es que tendemos a desperdiciarlo, en vez de aprovecharlo con prudencia. Es evidente que no debes emplear demasiado tiempo en tareas pequeñas y, por el contrario, poco tiempo en los asuntos importantes. Pide a Dios le enseñe a valorar este regalo de un día más.
 
Todavía estás a tiempo de soñar. Todavía estás a tiempo de cambiar. Todavía estás a tiempo de crear, de crecer y de buscar. Todavía estás a tiempo de seguir un ideal. Todavía estás a tiempo de emprender un nuevo camino, de sembrar y cosechar. Todavía estás a tiempo de dar. Todavía estás a tiempo de madurar. Todavía estás a tiempo de perdonar, de probar y de amar. Todavía estás a tiempo de hacer realidad alguno de tus más apreciados sueños. Toda la fuerza para que esto suceda está en tu interior.
 
Responsabilidad, valor de las pequeñas tareas cotidianas, manifestaciones de bondad, superación del egoísmo, son líneas maestras de un serio programa espiritual que ayuda a crecer y madurar cada día. “Ser maduro es un aprendizaje constante y culmina cuando nos retiramos de esta fiesta que es la vida”. El Señor te acompañe con su bondad.
* Enviado por el P. Natalio
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Ezequiel 36:23-28
 
Salmo: Sal 51:12-15, 18-19
 
Santo Evangelio: Mt 22,1-14
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a los grandes sacerdotes y a los notables del pueblo: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió a sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía a otros siervos, con este encargo: ‘Decid a los invitados: Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda’. Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.
»Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda’. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’. Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes’. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».
 
Comentario:
Hoy, la parábola evangélica nos habla del banquete del Reino. Es una figura recurrente en la predicación de Jesús. Se trata de esa fiesta de bodas que sucederá al final de los tiempos y que será la unión de Jesús con su Iglesia. Ella es la esposa de Cristo que camina en el mundo, pero que se unirá finalmente a su Amado para siempre. Dios Padre ha preparado esa fiesta y quiere que todos los hombres asistan a ella. Por eso dice a todos los hombres: «Venid a la boda» (Mt 22,4).
La parábola, sin embargo, tiene un desarrollo trágico, pues muchos, «sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio...» (Mt 22,5). Por eso, la misericordia de Dios va dirigiéndose a personas cada vez más lejanas. Es como un novio que va a casarse e invita a sus familiares y amigos, pero éstos no quieren ir; llama después a conocidos y compañeros de trabajo y a vecinos, pero ponen excusas; finalmente se dirige a cualquier persona que encuentra, porque tiene preparado un banquete y quiere que haya invitados a la mesa. Algo semejante ocurre con Dios.
Pero, también, los distintos personajes que aparecen en la parábola pueden ser imagen de los estados de nuestra alma. Por la gracia bautismal somos amigos de Dios y coherederos con Cristo: tenemos un lugar reservado en el banquete. Si olvidamos nuestra condición de hijos, Dios pasa a tratarnos como conocidos y sigue invitándonos. Si dejamos morir en nosotros la gracia, nos convertimos en gente del camino, transeúntes sin oficio ni beneficio en las cosas del Reino. Pero Dios sigue llamando.
La llamada llega en cualquier momento. Es por invitación. Nadie tiene derecho. Es Dios quien se fija en nosotros y nos dice: «¡Venid a la boda!». Y la invitación hay que acogerla con palabras y hechos. Por eso aquel invitado mal vestido es expulsado: «Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?» (Mt 22,12).
* Rev. D. David AMADO i Fernández (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Bernardo de Claraval
Abad y Doctor de la Iglesia
Nació en el castillo de Fontaines-les-Dijon (Francia), el año 1090, de familia noble. Recibió una piadosa educación, y el año 1111 entró con 30 compañeros en el monasterio de Cîteaux (Borgoña, Francia), recién fundado. Poco después lo eligieron fundador y primer abad del monasterio de Claraval, en el departamento francés de Aube, donde permaneció hasta su muerte. Fue un monje contemplativo y de actividad desbordante al servicio de la Iglesia en la que promovió una vida más evangélica, formador de monjes y reformador de comunidades religiosas, consejero de papas y obispos, predicador insigne y escritor lleno de sabiduría y unción. Recorrió Europa para restablecer la paz y la unidad. Con su vida y sus escritos ejerció una enorme influencia en la vida y espiritualidad cristiana de su tiempo y de los siglos posteriores, e inspiró un devoto afecto a la humanidad de Cristo y a la Virgen Madre. Murió el 20 de agosto de 1153.
Oración: Señor, Dios nuestro, tú hiciste del abad san Bernardo, inflamado en el celo de tu casa, una lámpara ardiente y luminosa en medio de tu Iglesia; concédenos, por su intercesión, participar de su ferviente espíritu y caminar siempre como hijos de la luz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
“El pensar en Ella [la Virgen] y el invocarla,
sean dos cosas que no se aparten nunca
ni de tu corazón ni de tus labios.
Y para estar más seguro de su protección
no te olvides de imitar sus ejemplos.
¡Siguiéndola no te pierdes en el camino!”
(San Bernardo de Claraval)
 
Tema del día:
Si alguna vez te sientes solo
Si alguna vez te sientes sólo y no sabes qué hacer, mira al cielo y busca una estrella y así nunca más te sentirás en soledad pues tendrás a tu alrededor a millones de estrellas que son esas personas que sintieron lo mismo que tú.
 
Si alguna vez sientes ganas de llorar, llora, deja salir tus lágrimas y con ellas todas las cosas que te hacen sentir mal; no dejes que se acumulen en tu ser, porque solo darán paso a otro tipo de sentimientos que te hieren aún más.
 
Si alguna vez te sientes mal contigo mismo, busca en lo más profundo de tu ser, date cuenta de que nadie es perfecto, tampoco tú, pero aún con todos tus defectos y cualidades, eres una persona única en el universo, por eso eres especial.
 
Si alguna vez sientes que nadie te quiere, olvídalo, pues eso no es cierto; si te encuentras en esta tierra es porque alguien lo quiso así, Él te hizo único y especial, hay personas a tu alrededor que te quieren, aunque a veces estamos ocupados en nuestros problemas y no les abrimos las puertas de nuestro corazón para demostrárnoslo.
 
Si alguna vez necesitas de alguien que te comprenda, que te escuche, que te ayude, en fin, si necesitas de una amigo, quiero que sepas que cuentas conmigo para que nunca te sientas sólo, para que llores en mi hombro, para hacerte sentir bien y sobre todo para demostrarte cuánto te aprecio... y quiero.
 
Biblioteca de archivos
Recuerda que tenemos una Biblioteca de archivos que ya ha cumplido seis años. Ingresando en ella encontrarás una selección de los mejores 132 artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá.

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
"No olvidemos que debemos influir verdaderamente en las almas. Cuando se reflexiona en esto no se comprende cómo con la oración y el sacrificio se puede hacer mucho bien y ejercer un verdadero apostolado; pero así es en realidad.
Ordinariamente se cree que los que hacen el bien a las almas son los predicadores, los confesores, los misioneros, porque son los que hacen ruido y uno no ve sino las apariencias.
Pero no es así. ¡Cuántas veces un sacerdote predica, un alma se convierte; pero se convirtió, no tanto por la predicación del sacerdote, sino por el sacrificio oculto de una pobre alma desconocida que está en un rinconcito del mundo!
Y ni ella sabe lo que hizo, y el que recibió el beneficio tampoco sabe a quién se lo debe. Sólo Dios; y allá en el cielo, el último día de los tiempos, es cuando vamos a descubrir la verdadera historia de las almas.
Vamos a ir de sorpresa en sorpresa. ¡Ah! si esta gracia que yo recibí fue por aquella alma desconocida que está allá, y está otra aquella... ¡y ni siquiera lo sospechaba! Yo creía que había recibido esas gracias por el ministerio de tal sacerdote. No, fue por los sacrificios de almas desconocidas.
De manera que con nuestras oraciones, con nuestros sacrificios, con nuestra vida de Cruz podemos salvar almas y comprar gracias para ellas, más mucho más quizá que los mismos misioneros y que los mismos apóstoles."
(Monseñor Luis María Martínez, Arzobispo Primado de México, ‘Espiritualidad de la Cruz’, página 97)
 
¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Agosto 20
Si queremos que los pobres vean a Cristo en nosotros, primero tenemos que ver a Cristo en ellos... Todos nosotros, ustedes y yo, debemos hacer uso de lo que Dios nos ha dado, de aquello para lo que Dios nos creó, para amar y dar amor... Por esta razón somos capaces de dar a Jesús a los demás.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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