viernes, 17 de abril de 2020

Pequeñas Semillitas 4297

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4297 ~ Viernes 17 de Abril de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Una de las mayores motivaciones para que nos bendigamos mutuamente, es el amor de Dios. Cuando permito que el amor de Dios se exprese a través de mí, sé que no estoy diciendo ni haciendo algo por la retribución que puede obtener. Con una actitud de amor, despierto sentimientos positivos en mí y en los demás.
Amo y soy amado. El amor circula por mi mente y mi cuerpo. El amor de Dios por mí y dentro de mí se proyecta a través de mí. El amor calma cualquier preocupación, suaviza mi voz y acelera mis actos.
El amor se eleva por sobre todo desafío, brindándome una perspectiva que me ayuda a comprender el sitio importante que ocupo en la vida y el bien que puedo aportar. Todo lo que piense, diga o haga, quiero que sea con amor.
El amor que doy consuela, fortalece, sana y es una motivación para mí y para otros.

¡Buenos días!
Cuida tu matrimonio
Cuando ya no valoras y amas a la persona que Dios puso a tu lado; cuando te haces como ciego ante las inmensas riquezas espirituales y humanas que tiene tu cónyuge; cuando desconoces u olvidas el por qué te enamoraste del que después sería contigo un solo ser, poco a poco se hunde la estabilidad de tu matrimonio.

Mucha gente, por descuido y desidia, se encuentra el día menos pensado con un vacío grande... "desapareció el ser amado", se rompió la vinculación afectiva. No se dieron cuenta de que, al no cultivar la ternura, la escucha, el respeto, el dedicar tiempo al encuentro personal; todo esto produjo un enfriamiento, y un triste alejamiento de ambos. Todo ocurre gradualmente, y un día cualquiera, se levantan y se dan cuenta de que "se les murió el amor"; que ya nada los une. Se fueron alejando y fabricando un mundo de indiferencia. Ya no hay resonancia en las palabras, en los suspiros, en los anhelos... un frío interno ha congelado sus almas. Al final, dos extraños viviendo juntos.

Aprecia y cuida tu matrimonio. Juntos arrodíllense, imploren al Señor que entre en sus vidas, que sea él quien conduzca su matrimonio, quien los mantenga unidos hasta el final. ¡Hasta que la muerte los separe! Y no se olviden, con Dios todo esto es más fácil y posible, porque ¡con él, ustedes son invencibles!
 * Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hechos 4:1-12

Salmo: Sal 118:1-2, 4, 22-27

Santo Evangelio: Jn 21,1-14
En aquel tiempo, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?». Le contestaron: «No». Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor». Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se puso el vestido —pues estaba desnudo— y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Ésta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Comentario:
Hoy, Jesús por tercera vez se aparece a los discípulos desde que resucitó. Pedro ha regresado a su trabajo de pescador y los otros se animan a acompañarle. Es lógico que, si era pescador antes de seguir a Jesús, continúe siéndolo después; y todavía hay quien se extraña de que no se tenga que abandonar el propio trabajo, honrado, para seguir a Cristo.
¡Aquella noche no pescaron nada! Cuando al amanecer aparece Jesús, no le reconocen hasta que les pide algo para comer. Al decirle que no tienen nada, Él les indica dónde han de lanzar la red. A pesar de que los pescadores se las saben todas, y en este caso han estado bregando sin frutos, obedecen. «¡Oh poder de la obediencia! El lago de Genesaret negaba sus peces a las redes de Pedro. Toda una noche en vano. Ahora, obediente, volvió la red al agua y pescaron (...) una gran cantidad de peces. Créeme: el milagro se repite cada día» (San Josemaría).
El evangelista hace notar que eran «ciento cincuenta y tres» peces grandes (cf. Jn 21,11) y, siendo tantos, no se rompieron las redes. Son detalles a tener en cuenta, ya que la Redención se ha hecho con obediencia responsable, en medio de las tareas corrientes.
Todos sabían «que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da» (Jn 21,12-13). Igual hizo con el pescado. Tanto el alimento espiritual, como también el alimento material, no faltarán si obedecemos. Lo enseña a sus seguidores más próximos y nos lo vuelve a decir a través de San Juan Pablo II: «Al comienzo del nuevo milenio, resuenan en nuestro corazón las palabras con las que un día Jesús (...) invitó al Apóstol a ‘remar mar adentro’: ‘Duc in altum’ (Lc 5, 4). Pedro y los primeros compañeros confiaron en la palabra de Cristo (...) y ‘recogieron una cantidad enorme de peces’ (Lc 5,6). Esta palabra resuena también hoy para nosotros».
Por la obediencia, como la de María, pedimos al Señor que siga otorgando frutos apostólicos a toda la Iglesia.
* Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart (Tarragona, España)

Santoral Católico:
Beata María de la Encarnación
Madre
He aquí una madre de seis hijos, que pudo llevar a su país tres nuevas comunidades religiosas, y de llegar a tener tres hijas religiosas y un hijo sacerdote, además de dos hijos comprometidos en la fe católica y padres de familia. Nació en París en 1565 de noble familia. Fue esposa y madre y al fallecer su esposo  empezó a dedicarse con más devoción a las labores espirituales, en especial a una, que le ha sido revelada por una visión divina de Santa Teresa: el tener que esforzarce para que la comunidad de las carmelitas logre llegar a Francia. En 1604 llegaron a París las primeras hermanas Carmelitas. Al ser nombrada su hija como superiora del convento, la mamá de rodillas le juró obediencia. Los últimos años de la hermana María de la Encarnación (nombre que tomó en la comunidad) fueron de profunda vida mística y de frecuentes éxtasis. En abril de 1618 enfermó gravemente y quedó paralizada, y el 16 de ese mes, luego de un último éxtasis, falleció.
Para más información hacer clic acá.
© Aciprensa

Pensamiento del día 
“El gran regalo de la Pascua es la esperanza;
la esperanza cristiana que nos hace tener
esa confianza en Dios, en su triunfo final,
y en su bondad y amor que nada puede quebrantar”.
(Basil Hume)

Historias:
Una tierna historia de amor
Una amada herida por los disparos de un malvado y un galán tan enamorado que cruza medio planeta para verla cada año pese a las dificultades. Esto, que parece el argumento de una película, es un compendio del amor de dos cigüeñas que ha cautivado a Croacia.
   
Cada primavera el país se emociona a la espera de que el macho “Rodan” regrese de África al país balcánico para reunirse con “Malena”, que no puede volar desde que un balazo le destrozó un ala hace 18 años. La pareja de aves ofrece este año un espectáculo de alegría, ya que en su nido hay cuatro polluelos recién nacidos, mientras que dos más están por salir de los huevos, informó la prensa local.
   
Malena fue hallada herida en el campo cerca de Slavonski Brod, una ciudad a unos 200 kilómetros al este de Zagreb, con el ala destrozada por los balazos de un cazador italiano. Stipe Vokic, portero de una escuela primaria cercana, la cuidó, logró curarla y le hizo un nido en el tejado del colegio.
   
Hace nueve años, Rodan se “enamoró” de Malena, que no puede acompañarlo en otoño en su largo vuelo migratorio a África.
   
Durante el invierno, Vokic cuida y alimenta a Malena, pero cada primavera cuando regresa Rodan, éste se ocupa de ella, le lleva comida fresca, repara el nido y alimenta a los polluelos. “Es una relación tan tierna que se podría hacer una película de amor sobre ellos”, aseguró Vokic al rotativo croata Vecernji List.
   
En el mes de julio, Rodan enseñará a los seis polluelos a volar, y a mediados de agosto emprenderán juntos el vuelo a África.
   
“Cada año se me parte el corazón cuando llega la hora de que se vayan. Rodan llama a Malena para que se vaya con él, pero ella no puede. Han criado juntos hasta ahora a 35 cigüeñas”, asegura Vokic.
   
Esta primavera, la prensa croata publicó la triste noticia de que Rodan no había vuelto y seguramente le había pasado algo en África, pero para alegría de todos volvió a aparecer, aunque más agotado que nunca.
   
Las cigüeñas que anidan en Croacia hacen cada año un largo camino de 13.000 kilómetros por el valle del Nilo hasta Sudáfrica, viaje en el que tienen que afrontar muchos peligros y penurias.

Mensaje de la Virgen
“Mis pequeños hijos, tengan valor, yo estoy con ustedes, se acercan tiempos difíciles, por eso les hago un llamado especial, permanezcan unidos a mi, no dejen que el miedo y la desesperación invadan sus corazones, tengan confianza en su Madre, yo no los voy dejar solos nunca, oren mis niños, oren mucho, no dejen de orar un solo instante, cuanto sufro al ver tantas almas condenadas en el infierno, por su mala vida, hice todo lo posible por rescatarlas, pero no quisieron escucharme, y hoy ya es demasiado tarde, por eso quiero dirigirme a ustedes hoy, quiero que todos se salven, quiero que estén conmigo en el paraíso, vengan a refugiarse en mi corazón Inmaculado en medio de esta terrible crisis que atraviesa el mundo.
Oren y hagan penitencia, arrepiéntanse de sus pecados, estén en gracia de Dios, el mal avanza cada vez más y quiere destruirlos, pero sean valientes, no están solos, yo estoy aquí y su Madre celestial peleará con ustedes, Recen el Santo Rosario e invítenme a rezarlo con ustedes, ahí estaré yo escuchando su oración, los amo hijos míos y con lágrimas en mis ojos, que son como bálsamo para sus heridas, los bendigo en todas partes del mundo.
Los amo mis pequeños niños, los amo mucho, si supieran cuanto los amo, llorarían de Alegría.”

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La santidad, amor creciente a Dios y a los demás por Dios, podemos y debemos adquirirla en las cosas de todos los días, que se repiten muchas veces, con aparente monotonía. Para la gran mayoría de los hombres, ser santo supone santificar el trabajo, santificarse en su trabajo y santificar a los demás con el trabajo, y encontrar así a Dios en el camino de sus vidas.
La generosidad es una de las virtudes fundamentales del cristiano. La generosidad es la virtud que nos caracteriza en nuestra imitación de Cristo, en nuestro camino de identificación con Él. Esto es porque la generosidad no es simplemente una virtud que nace del corazón que quiere dar a los demás, sino la auténtica generosidad nace de un corazón que quiere amar a los demás. No puede haber generosidad sin amor, como tampoco puede haber amor sin generosidad. Es imposible deslindar, es imposible separar estas dos virtudes.
Pidámosle a Jesucristo que nos ayude a no fragmentar nuestro corazón, que nos ayude a no calcular nuestra entrega, que nos ayude a no ponernos a nosotros mismos como prioridad fundamental de nuestro don a los demás. Que nuestra única meta sea la de ser perfectos, es decir, la de amar como Cristo nos ama a nosotros.
* P. Cipriano Sánchez

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta. 

Pedimos oración para Ottón B. S., hombre adulto, de Ecuador que está internado en terapia intensiva con COVID 19 y severa dificultad respiratoria, rogando a Dios que lo ayude a superar la enfermedad y le conceda todas sus gracias. 

Pedimos oración para que Dios bendiga el proceso de adopción que lleva adelante la familia TersMarch de Colorado Springs, USA. Que todo se resuelva bien y pronto reciban el bebé. 

Pedimos oración para Claudia G., de Florida, USA, aparentemente con una recaída del COVID 19, rogando al Señor que las nuevas pruebas de ella y de su esposo Paco resulten negativas.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Abril 17
Yo comienzo la oración siempre por el silencio. En el silencio habla el corazón con Dios. Dios es amigo del silencio y debemos escucharle porque lo que cuenta no son nuestras palabras sino lo que él dice, y lo que dice a través de nosotros. Lo que la sangre es para el cuerpo, eso es la oración para el alma. Nos acerca a Dios y purifica nuestro corazón.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

🌸
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
🌸
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
🌸
FACEBOOK de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
🌸
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
🌸
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
🌸

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.