PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 4069 ~ Viernes 26 de Julio de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Si
la tristeza te invade... ¡Sonríe! Si el
sonreír no basta... ¡Silba! Si el silbar
falla... ¡Canta!
Busca
dentro de ti los muchos motivos que tienes para ser feliz y estar agradecido,
la tristeza se irá desvaneciendo como la nieve ante la caricia cálida del sol.
Si estás triste, no le des más cuerda al abatimiento. ¡Levanta tu ánimo!
Actúa
como una persona feliz, y esta emoción se irá convirtiendo en una actitud
permanente.
¡Buenos días!
Agradecer
A
veces te costará expresar al Señor los sentimientos de gratitud que hay en tu
corazón. Aquí te ofrezco una ayuda para que te vayas ejercitando en este modo
fácil de relacionarte con Dios mediante el agradecimiento de todos los regalos,
grandes y pequeños, espirituales y materiales, que cada día recibes de su
bondad de Padre.
Gracias, Señor, muchas gracias por todos los dones
que me entregas. Gracias por todo lo que vi, escuché y recibí. Por el agua que
me lava, por la ropa que me viste, por el pan que me sustenta. Por la casa, por
los padres, por los hermanos y amigos. Por los conocimientos, esfuerzos y
trabajos. Por el tiempo que me diste, por la vida que me ofreces, por la
bendición de todos los días. Gracias por estar conmigo, Señor. Gracias porque
me escuchas y me tomas en serio. Gracias porque recibes mi agradecimiento de
hoy. Muchas gracias, Señor. Amén.
San
Pablo exhortaba a los cristianos de Colosas a “vivir dando gracias a Dios”.
Ejercítate y verás que te ayuda a vivir la relación con Dios en forma concreta
y existencial, descubriendo con gozo los dones que te regala a cada paso. Es
una oración que ensancha el corazón y descansa tu mente, además, es muy
sencilla y accesible en cualquier circunstancia.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Éx 20, 1-17
♥ Salmo: Sal 18, 8-11
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 13,18-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Vosotros, pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye
la Palabra del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo
sembrado en su corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El
que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe
con alegría; pero no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando
se presenta una tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumbe
enseguida. El que fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra,
pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la
Palabra, y queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que
oye la Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro
sesenta, otro treinta».
♥ Comentario:
Hoy contemplamos a Dios como un agricultor bueno y
magnánimo, que siembra a manos llenas. No ha sido avaro en la redención del
hombre, sino que lo ha gastado todo en su propio Hijo Jesucristo, que como
grano enterrado (muerte y sepultura) se ha convertido en vida y resurrección
nuestra gracias a su santa Resurrección.
Dios es un agricultor paciente. Los tiempos
pertenecen al Padre, porque sólo Él conoce el día y la hora (cf. Mc 13,32) de
la siega y la trilla. Dios espera. Y también nosotros debemos esperar sincronizando
el reloj de nuestra esperanza con el designio salvador de Dios. Dice Santiago:
«Ved como el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con
paciencia las lluvias tempranas y tardías» (St 5,7). Dios espera la cosecha
haciéndola crecer con su gracia. Nosotros tampoco podemos dormirnos, sino que
debemos colaborar con la gracia de Dios prestando nuestra cooperación, sin
poner obstáculos a esta acción transformadora de Dios.
El cultivo de Dios que nace y crece aquí en la tierra
es un hecho visible en sus efectos; podemos verlos en los milagros auténticos y
en los ejemplos clamorosos de santidad de vida. Son muchos los que, después de
haber oído todas las palabras y el ruido de este mundo, sienten hambre y sed de
escuchar la Palabra de Dios, auténtica, allí donde está viva y encarnada. Hay
miles de personas que viven su pertenencia a Jesucristo y a la Iglesia con el
mismo entusiasmo que al principio del Evangelio, ya que la palabra divina
«halla la tierra donde germinar y dar fruto» (San Agustín); debemos, pues,
levantar nuestra moral y encarar el futuro con una mirada de fe.
El éxito de la cosecha no radica en nuestras
estrategias humanas ni en marketing, sino en la iniciativa salvadora de Dios
“rico en misericordia” y en la eficacia del Espíritu Santo, que puede
transformar nuestras vidas para que demos sabrosos frutos de caridad y de
alegría contagiosa.
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Joaquín y Santa Ana
Padres de la Santísima
Virgen
Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la
Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a
la tradición de los cristianos. Una antigua tradición, que arranca del siglo
II, atribuye estos nombres a los padres de la Santísima Virgen María. Los
evangelios no nos hablan de ellos. Las noticias sobre los mismos nos han sido
transmitidas por los escritos apócrifos, en particular el Protoevangelio de
Santiago, del siglo II. Este cuenta que los vecinos de Joaquín se burlaban de
él porque no tenía hijos. Entonces, el santo se retiró cuarenta días al
desierto a orar y ayunar, en tanto que Ana (cuyo nombre significa Gracia)
"se quejaba en dos quejas y se lamentaba en dos lamentaciones". Un
ángel se le apareció y le dijo: "Ana, el Señor ha escuchado tu oración:
concebirás y darás a luz. Del fruto de tu vientre se hablará en todo el
mundo". A su debido tiempo nació María, quien sería la Madre de Dios.
Oración: Señor,
Dios de nuestros padres, tú concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia de
traer a este mundo a la Madre de tu Hijo; concédenos, por la plegaria de estos
santos, la salvación que has prometido a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“Nadie puede hacer por los
niños
lo que hacen sus abuelos...
pues los abuelos son
aquellos
que rocían polvos de
estrella
sobre la vida de los niños
pequeños”
Tema del día:
Carta a los abuelos de
Jesús
Mis muy queridos Joaquín y Ana:
Mi nombre es… bueno, no importa… les escribo desde un
banco de la parroquia en una tarde de julio. Me avisaron que hoy, día 26 es su
fiesta y, por ello, quise regalarles esta sencilla carta.
No encuentro palabras para decirles “gracias”.
Gracias por haber sido tan dulces y ejemplares padres de nuestra amada María.
Usted, señora Ana, que habrá compartido con ella
tantas tardes luego de intensas jornadas, ha sido una sencilla pero muy sabia
maestra.
Fueron sus manos (¿las de quién, sino?) las que se
unieron a las de Ella en un mar de harina, para enseñarle a amasar el pan.
Fueron sus manos (¿las de quién, sino?) las que apretaron fuerte las de Ella
cuando el dolor, implacable, les invadía el alma.
Fue su ejemplo (¿el de quién, sino?) el que ayudó a
María a caminar los senderos de la contemplación simple, sencilla, la que está
al alcance de cualquier mujer. Fue este santo ejercicio el que permitió a la
Madre, años después, meditar en su corazón los misterios de la Salvación.
Fue usted, buena señora, la que son su ejemplo más
que con sus palabras, le enseñó a María que ser mamá es la tarea más hermosa
del mundo. Así, Ella, la veía a usted cuidar y ayudar a amigas y parientas
cuando los embarazos venían difíciles en los caminos del alma. Y seguro en su
casa los pequeñines siempre hallaron una rica sorpresa, increíblemente siempre
lista, para sus sorpresivas y revoltosas incursiones.
Ustedes llevaron a la “llena de gracia” por las
escalinatas del Templo tantas veces… Así, Ella fue conociendo que hace muchos años,
un profeta llamado Isaías anunciaba que “…La Virgen está embarazada y da a luz
un hijo…” y la profecía le inundaba el alma…
Usted, mi buen Joaquín, fue un hombre honesto y
sencillo. ¿Quién, sino, habría sido digno de traer a este mundo a la “llena de
gracia”? María le habrá contemplado, seguramente, tantos días al partir de la
casa para “ganar el pan con el sudor de su frente”. Y le habrá esperado de
regreso y habrá corrido hacia usted con las mejillas sonrosadas y los ojos
llenos de palomas blancas para abrazarle al regreso de la larga jornada. Y
usted, la tomó en sus brazos y la alzó al cielo… tan ligera como una gacela,
tan pura como una mañana.
-"Quisiera que el padre de mi hijo se te
pareciera” le dijo un día Ella." Y usted casi no veía su rostro pues las
lágrimas delataban que la niña le había besado el corazón.
-"Quisiera que mi hijo, un día, estuviese tan
feliz de mí como yo lo estoy de ti, querida madre…" y sus palabras le
hicieron sentir, Ana, que la vida es hermosa y los sacrificios y angustias de
muchos años al criar los hijos, pueden desaparecer en un instante con frases
como esa.
No quisiera terminar esta sencilla carta sin
imaginar, por un momento, cuánto de ustedes llegó al corazón de Jesús a través
de María: Usted, mi buena Ana, seguro le alcanzó, desde más allá del tiempo,
esa ternura por las pequeñas cosas de cada día, la cual, al llegarle desde el
corazón de María, se transformaría luego en parábola, en camino… Usted, don Joaquín, le dejó al mejor de los
nietos la mejor de las herencias: El amor al trabajo. Así, a través de María y
envuelto en las palabras y ejemplo del buen José, hallaría en Jesús el mejor de
los depositarios.
Abuelos, abuelos, cuantas veces Jesús habrá dicho
estas palabras…
"-Extrañas a los abuelos ¿Verdad, Madre
querida?"…
"-A veces, Hijo, a veces… Cuando tú te vas a
predicar lejos y yo te extraño, muchas veces siento que hubiera querido tener a
mis padres cerca”… Y Jesús habrá mirado a María en silencio, sabiendo que había
verdades que Ella comprendería más tarde, con la llegada del Espíritu Santo…
Para terminar les pido un favor. Abracen a todos los
abuelos del mundo, en especial a los que se sienten solos. No importa si tienen
nietos o no, pues hay una edad del alma en que la palabra “abuelo” se torna en
caricia….
Un gran abrazo a los dos.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Algunos años, apenas, después de la muerte y
resurrección de Jesús, en el año 40 tuvo lugar la primera aparición mariana. La
Virgen María apareció a uno de los apóstoles, Santiago el Mayor, hermano de San
Juan, en Zaragoza, España. Esta aparición es conocida como Nuestra Señora del
Pilar.
En los primeros días de la era cristiana, Santiago
había partido a evangelizar la provincia romana de Hispania, la futura España.
Encontró numerosos obstáculos y conoció un gran periodo de desánimo. Una noche,
mientras rezaba en las orillas del rio Ebro, fue rodeado súbitamente por una
luz intensa y tuvo una visión: la Virgen María, de pie sobre una columna de
jaspe.
La Virgen se dirigió a él con palabras de ánimo
asegurándole que su apostolado daría frutos. Le pidió que una iglesia fuese
construida ahí donde ella se había aparecido pues retirándose dejó la columna
de jaspe así como una estatua de ella que llevaba el niño Jesús en sus brazos.
La Virgen en aquélla época vivía en Jerusalén y se encontró en dos lugares diferentes
simultáneamente: hubo bilocación.
Santiago hizo construir una capilla en el lugar
designado por la Virgen. Actualmente se ha convertido en una basílica conocida
bajo el nombre de Nuestra Señora del Pilar y se sitúa precisamente en el lugar
donde la Virgen se apareció hace aproximadamente 2000 años.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Cinco minutos con Jesús
Julio 26
Jesús prefirió granjearse la antipatía, antes que
ceder ni un ápice en su mensaje salvador.
Muchas veces encontrarás oposición en tu apostolado;
no debes desistir, ni desanimarte, sino insistir con suma caridad, pero con
firmeza, pidiendo el auxilio de la divina gracia, que nunca te faltará; el
apóstol que por cobardía no realizara su acción apostólica y no proclamara
firmemente el kerigma de Jesús dondequiera se encuentre, sería un traidor a su
misión.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
PÁGINAS DE FELIPE DE URCA:
”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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