PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3844 ~ Jueves 6 de Diciembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Niño
Jesús, dame hoy un corazón nuevo.
Un
corazón sin amarguras, sin resentimientos ni susceptibilidades. Un corazón
joven, capaz de olvidar los agravios verdaderos o falsos.
Dame
Niño Jesús, un corazón que sepa tener esperanza cuando todos los demás la
pierdan. Y que sea amable y sepa sonreír aún con lágrimas.
Dame
un corazón que no pierda nunca la confianza en los hombres, aunque fallen mil
veces. Un corazón que sea siempre puro, generoso y desinteresado aunque sienta
el lastre del egoísmo o el mordisco del instinto.
Dame
Niño Jesús, un corazón amable y optimista como el tuyo. Un corazón lleno de
paz, de dulzura y de bondad. Un corazón que ame realmente y que no se canse
nunca de dar y pedir perdón. Amén.
¡Buenos días!
Convertida por la
Eucaristía
Isabel Ana Seton nacida en la religión anglicana
(1774) en nueva York, se casó con un rico comerciante y fue madre de cinco
hijos. Quedó viuda a los 30 años. Movida de amor a Jesús presente en la
Eucaristía, se hizo católica cuando tenía 31 años (1805). Fundó una congregación
para educación de las niñas. Es la primera santa estadounidense elevada al
honor de los altares (1975).
En un último intento
para restaurar la salud de su esposo, Isabel había partido para Livorno,
Italia, llevando también a la hija mayor (8 años). Pero su esposó empeoró y
murió. Regresó a Nueva York y buscó la paz en su propia Iglesia anglicana. Un
día se sentó en una silla de su templo, desde donde podía ver la torre de la
vecina iglesia católica, y mirando el altar vacío de su templo, comenzó a hablar
con Jesús, presente en la Eucaristía de la iglesia católica cercana. Así empezó
a sentir un profundo amor a Jesús Sacramentado, que la atraía como un imán, y
éste fue el comienzo de su conversión.
En Italia Isabel se había hospedado en casa de una familia
católica muy amiga. Un día encontró Isabel un libro de oraciones. Lo abrió al
azar y comenzó a leer: “Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se oyó
decir...” Cada palabra le llegaba al alma con inmenso consuelo. Desde ese día
pidió a Nuestra Señora le mostrase el camino que debía seguir.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Is 26, 1-6
♥ Salmo: Sal 117, 1. 8-9. 19-21. 25-27a.
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 7,21.24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No
todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el
que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas
palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó
su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los
vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba
cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en
práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó
la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra
aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
♥ Comentario:
Hoy, el Señor pronuncia estas palabras al final de su
"sermón de la montaña" en el cual da un sentido nuevo y más profundo
a los Mandamientos del Antiguo Testamento, las "palabras" de Dios a
los hombres. Se expresa como Hijo de Dios, y como tal nos pide recibir lo que
yo os digo, como palabras de suma importancia: palabras de vida eterna que
deben ser puestas en práctica, y no sólo para ser escuchadas —con riesgo de
olvidarlas o de contentarse con admirarlas o admirar a su autor— pero sin
implicación personal.
«Edificar en la arena una casa» (cf. Mt 7,26) es una
imagen para describir un comportamiento insensato, que no lleva a ningún
resultado y acaba en el fracaso de una vida, después de un esfuerzo largo y
penoso para construir algo. "Bene curris, sed extra viam", decía san
Agustín: corres bien, pero fuera del trayecto homologado, podemos traducir.
¡Qué pena llegar sólo hasta ahí: el momento de la prueba, de las tempestades y
de las crecidas que necesariamente contiene nuestra vida!
El Señor quiere enseñarnos a poner un fundamento
sólido, cuyo cimiento proviene del esfuerzo por poner en práctica sus
enseñanzas, viviéndolas cada día en medio de los pequeños problemas que Él
tratará de dirigir. Nuestras resoluciones diarias de vivir la enseñanza del
Cristo deben así acabar en resultados concretos, a falta de ser definitivos, pero
de los cuales podamos obtener alegría y agradecimiento en el momento del examen
de nuestra conciencia, por la noche. La alegría de haber obtenido una pequeña
victoria sobre nosotros mismos es un entrenamiento para otras batallas, y la
fuerza no nos faltará —con la gracia de Dios— para perseverar hasta el fin.
Abbé Jean-Charles TISSOT (Freiburg, Suiza)
Santoral Católico:
San Nicolás de Mira (o
de Bari)
Obispo
Es un santo que goza de una extensa e intensa
devoción popular. Nació en Petara, Asia Menor, a finales del siglo III. Después
de repartir sus bienes a los pobres, ingresó en la vida monástica y llegó a
regir un monasterio. Al regreso de un viaje a Tierra Santa, fue elegido obispo
de Mira, en Licia (hoy Turquía). El año 325 suscribió en el Concilio de Nicea
la fe en la divinidad de Cristo. En la persecución de Galerio fue encarcelado y
torturado por su fidelidad a la fe católica. Murió en Mira a la edad de 65 años
entre el 345 y el 350. Las leyendas del siglo VI lo presentan como gran
taumaturgo. En el mundo anglosajón, su fiesta, en la que se obsequia
especialmente a los niños, se celebra con el nombre de «Santa Claus». El año
1087 su cuerpo fue trasladado a la ciudad italiana de Bari.
Oración: Imploramos,
Señor, tu misericordia y te suplicamos que, por la intercesión de tu obispo san
Nicolás, nos protejas en todos los peligros, para que podamos caminar seguros
por la senda de la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“El primer paso para rezar es ser humilde.
La oración humilde es escuchada por el Señor”
(Francisco)
Tema del día:
Adviento: tiempo de
abrir los ojos
El Adviento no cambia a Dios. El Adviento profundiza
en nuestro deseo y en nuestra espera de que Dios realice lo que los profetas
anunciaron. Rezamos para que Dios ceda a nuestra necesidad de ver y sentir la
promesa de salvación aquí y ahora.
Durante este tiempo de deseo y de espera del Señor,
se nos invita a rezar y a profundizar en la Palabra de Dios, pero estamos
llamados ante todo a convertirnos en reflejo de la luz de Cristo, que en
realidad es el mismo Cristo. De todas formas, todos sabemos lo difícil que es
reflejar la luz de Cristo, especialmente cuando hemos perdido nuestras
ilusiones, cuando nos hemos acostumbrado a una vida sin luz y ya no esperamos más
que la mediocridad y el vacío. Adviento nos recuerda que tenemos que estar
listos para encontrar al Señor en todo momento de nuestra vida. Como un
despertador despierta a su propietario, Adviento despierta a los cristianos que
corren el riesgo de dormirse en la vida diaria.
¿Qué esperamos de la vida o a quién esperamos? ¿Por
qué regalos o virtudes rezamos en este año? ¿Deseamos reconciliarnos en
nuestras relaciones rotas? En medio de nuestras oscuridades, de nuestras
tristezas y secretos, ¿qué sentido deseamos encontrar? ¿Cómo queremos vivir las
promesas de nuestro Bautismo? ¿Qué cualidades de Jesús buscaremos para nuestras
propias vidas en este Adviento? Con frecuencia, las cosas, las cualidades, los
regalos o las personas que buscamos y deseamos dicen mucho sobre quiénes somos
realmente. ¡Dime qué esperas y te diré quién eres!
Adviento es un período para abrir los ojos, volver a
centrarse, prestar atención, tomar conciencia de la presencia de Dios en el
mundo y en nuestras vidas.
Adviento ofrece la maravillosa oportunidad de
realizar las promesas y el compromiso de nuestro Bautismo.
El cardenal Joseph Ratzinger escribió que "el
objetivo del año litúrgico consiste en recordar sin cesar la memoria de su gran
historia, despertar la memoria del corazón para poder discernir la estrella de
la esperanza. Esta es la hermosa tarea del Adviento: despertar en nosotros los
recuerdos de la bondad, abriendo de este modo las puertas de la
esperanza".
En este tiempo de Adviento, permítanme presentarles
algunas sugerencias:
Acaben con una riña. Hagan la paz. Busquen a un amigo
olvidado. Despejen la sospecha y sustitúyanla por la confianza. Escriban una
carta de amor.
Compartan un tesoro. Respondan con dulzura, aunque
les gustara una respuesta brutal. Alienten a un joven a tener confianza en él
mismo. Mantengan una promesa. Encuentren tiempo, tómense tiempo. No guarden
rencor. Perdonen al enemigo. Celebren el sacramento de la reconciliación.
Escuchen más a los otros. Pidan perdón si se han equivocado. ¡Sean gentiles aunque
no se hayan equivocado! Traten de comprender. No sean envidiosos. Piensen antes
en el otro.
Rían un poco. Ríanse un poco más. Gánense la
confianza. Opónganse a la maldad. Sean agradecidos. Vayan a la iglesia.
Quédense en la iglesia más de tiempo de lo acostumbrado. Alegren el corazón de
un niño. Contemplen la belleza y la maravilla de la tierra. Expresen su amor.
Vuélvanlo a expresar. Exprésenlo más fuerte. Exprésenlo serenamente.
¡Alégrense porque el Señor está cerca!
P. Thomas Rosica | Fuente: Catholic.net
Biblioteca de archivos

Recuerda que en la página (blog) de "Pequeñas
Semillitas" y también en "Juan Pablo II inolvidable", en la
columna lateral derecha, hay un enlace con la misma imagen que ves arriba de
este escrito, desde donde se ingresa a la Biblioteca de archivos. Ingresando
allí encontrarás una selección de los mejores artículos publicados en “Pequeñas
Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Entre los archivos de texto (pdf) están en forma
completa los documentos papales: "Lumen
Fidei", "Evangelii Gaudium",
"Misericordiae Vultus" y
"Laudato Si". También está
el Diario de Santa Faustina, hay enlaces para ver películas con la vida de
grandes santos de la Iglesia y numerosos artículos más, de gran interés para
los lectores.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá
Nuevo vídeo
Hay
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verlo tienes que ir al final de esta página
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Ya nos dice la Sagrada Escritura que quien medita en
las postrimerías, jamás cometerá pecado. Y es que quien se detiene a pensar en
la muerte, en el juicio, el Infierno y el Cielo, llega a comprender la vanidad
de la vida, al menos la vanidad de todo lo que no sirve para hacer méritos de
santificación personal.
Es bueno de vez en cuando hacer una visita al
cementerio, o pasar frente a las funerarias donde velan a los difuntos, puesto
que en esos lugares es como que aprendemos que también nosotros somos mortales,
cosa que a veces olvidamos fácilmente, y que también para nosotros llegará el
momento en que deberemos dejarlo todo y partir hacia el más allá.
Pero para ese momento la muerte nos debe encontrar en
gracia de Dios, y no en pecado mortal; porque si la muerte nos pilla en pecado
grave o mortal, nuestro destino irrevocable y eterno será el Infierno para
siempre.
¡Qué locura la nuestra entonces vivir tan
despreocupadamente, más o menos distraídos, y sin pensar en los grandes temas
de la existencia!
Es tiempo de meditar en las ultimidades, pues estas
consideraciones han hecho de muchos hombres y mujeres, grandísimos santos.
Es bueno que, de vez en cuando pensemos que hoy puede
ser el día de nuestra muerte, y escudriñar nuestro corazón y alma para ver si
estamos preparados para la partida.
Ojalá que a partir de ahora veamos nuestra vida como
lo que realmente es: un tiempo que Dios nos concede en la tierra, para hacer el
bien, ganar méritos y conquistar el Paraíso.
Sitio Santísima Virgen
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Nancy, de Buenos Aires, Argentina, con enfermedad oncológica en estado terminal,
rogando al Señor le conceda su paz.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Diciembre 6
Es cierto que dentro de nosotros mismos hay cosas
oscuras, viven rencores, tristezas, desilusiones, cansancios, egoísmos, vanidades,
inclinaciones negativas que quieren arrastrarnos. Hay una atracción de la
concupiscencia que nunca nos abandona del todo en esta vida.
Sin embargo, esa no es la única verdad. Porque dentro
de nosotros también está el Espíritu Santo con sus impulsos, y él es más fuerte
que las demás inclinaciones inconscientes que nos atraen. Si no fuera así,
seriamos monstruos, sería imposible la vida en sociedad, y la humanidad habría
desaparecido hace mucho.
Por eso, si queremos ser agradecidos con el Espíritu Santo,
tenemos que detenernos a reconocer, valorar y agradecer las inclinaciones
buenas que llevamos dentro. Así, será posible que le permitamos a esa parte
buena que llevamos dentro, que cure a la parte negativa.
Que esos brotes de alegría que tenemos en el corazón,
se hagan fuertes, y acaricien la tristeza que nos amenaza, y la debiliten, y la
sanen.
Con el Espíritu Santo podemos lograr que esa parte
enojada que exige amor, se deje amar por esa otra parte que dentro de nosotros
es capaz de dar amor.
Porque el Espíritu Santo también quiere amarnos y
sanarnos a través de nosotros mismos; es decir, a través de esas cosas buenas
que él mismo suscita en nuestra intimidad y que nosotros podemos aceptar y
desarrollar.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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